✨Capítulo Cuarenta y tres
Seok Jin había abierto la puerta del dormitorio con cautela esperando encontrar a su novio como lo había ordenado, pero no fue así, la cama estaba vacía y podía oír el ruido de la ducha de fondo. Se maldijo, había tardado demasiado en subir a la habitación.
Una vez que terminó la llamada con Chung Ha, había hablando con Yoon Gi y seguido a eso con Jackson, mientras el jefe no estaba debía hacerse cargo de algunas tareas, así podía acostumbrarse a sus nuevos negocios familiares. Empujó la puerta del cuarto de baño con delicadeza.
—¿Puedo unirme? —lo vio levantar los hombros con pereza, parecía haber entrado no hace demasiado tiempo por lo seco que estaba su cabello, la puertecilla de la ducha estaba medio abierta.
—Tardaste demasiado, entonces no te esperé.
—Estaba en una llamada del trabajo, lo siento.
—Está bien. Supongo que así se le llama ahora.
—Tae Hyung —pero el menor no le dio una expresión exacta—. Te amo, ¿puedes recordarlo?
—Lo hago —balbuceó sin mirarlo, pero Seok Jin no lo escuchó.
—Me iré a bañar al otro baño —la puertecilla de la ducha cerró y Tae Hyung mantuvo su respiración hasta que la puerta del cuarto de baño también cerró. Algo más que agua tibia resbaló de sus ojos, y la incertidumbre se quemó a su paso. Seok Jin estaba actuando extraño, lo sabía, a pesar de que lo negara y una presunta mujer estaba involucrada.
El cálido calor de su novio lo cobijó durante la noche, ni siquiera se habían hablado antes de dormir, pero una enorme culpa interrumpió su sueño a mitad de la madrugada, Tae Hyung dormía con su respiración tranquila, pacífico sin poder saber lo que estaba por suceder.
Lo apegó a su cuerpo ante la fría distancia, tocando su rostro lo amó más y sin duda, importaba lo que pondría sobre la mesa, todo con tal de darle su libertad. Su idea siempre fue unirse con Jackson, incluso antes de confirmar el asunto de su origen. Yoon Gi nunca estuvo de acuerdo, estaba seguro que los traicionaría tarde o temprano, pero todo se había aliado como si ese fuese el camino correcto.
Tae Hyung sintió la piel caliente del mayor, sus brazos y su olor lo hicieron recordar que estaban juntos a pesar de su distancia —Te amo —escuchó un susurro entre sus sueños, cálidos besos que pasaban por su rostro y un amor sincero que lo hizo sonreír con los ojos cerrados—. Lo siento —dijo Seok Jin como si no lo escuchara, lo sentía por ocultarlo, pero aún no podía saberlo, Yoon Gi no se lo perdonaría.
Despertar en soledad le seguía pareciendo una mala broma, las últimas dos semanas la rutina era distinta a lo acostumbrado. Estaba yendo a trabajar por su cuenta sin esperar a Seok Jin.
Conducía su nuevo auto, pero iba con dos guardaespaldas que cuidaban. Seguía sin estar de acuerdo, pero lo soportaría para evitar más discusiones. No podía ser del todo injusto, la salida del nuevo hotel estaba preparada para a mediados del siguiente año, lo cual era pronto y Seok Jin estaba viajando con frecuencia a Itaewon para evaluar los avances, mientras que Tae Hyung se quedaba para seguir trabajando en su parte técnica.
El modelo del asistente virtual estaba muy cerca de su final, la forma representativa del asistente virtual iba a ser la cara masculina más importante del momento, Jeon Jung Kook. Tae Hyung se había encargado solo de ese proyecto, Seok Jin estaba demasiado ocupado en su parte física y Nam Joon demasiado desanimado como para dejar la cama.
Había conseguido en poco tiempo más respeto frente a sus empleados, pero también se relacionaba con el asunto del despido del señor Jung, eran conscientes de que Kim no soportaría otro inconveniente como ese, mucho menos cuando la relación entre los cabecillas de la empresa ya no se vio demasiado secreta en el ojo público, los rumores del trío amoroso había dejado ser mencionado por los medios.
Había terminado con sus asuntos cuando fue a buscar a su novio, sabía que ya había regresado de Itaewon, no solicitó ser presentado. Había entrado a la oficina como siempre lo hacía, Seok Jin estaba al móvil, apenas esperó que terminara de hablar para dar su informe de la reunión e irse.
—Tae Hyung, espera —lo detuvo con su voz grave y un poco pacífica, pero la mirada que le dio su novio no parecía ser la de siempre—. No me gusta dónde va girar esta conversación.
—Si no es de trabajo prefiero irme.
—Tae Hyung. Ven aquí —sus ojos lo miraron con intensidad, pero no se movió—. Por favor —movió sus piernas con duda hasta su dirección, quedando frente al escritorio espero que dijera algo, pero el silencio había pasado por sus voces, sus ojos no dejaban de mirar al otro.
—Tengo que irme —mencionó después de un rato de cálido silencio. Seok Jin apartó su mirada hacia el monitor dejando caer la mirada de Tae Hyung que se fue sin decir más.
La fría noche llegó, Tae Hyung estaba dentro del auto de Ho Seok después de haber llorado al menos media hora antes de tranquilizarse y retomar su plan. Cuatro palabras que no salían de su cabeza «Mujer. Quiero estar a solas. ¿Quién?, ¿dónde?, ¿por qué?».
—Lo que estoy haciendo es tan horrible —murmuró abrazándose así mismo por el frío de la noche.
—Es más horrible que mienta —dijo Ho Seok listo para arrancar el auto en el jodido momento que Kim Seok Jin se moviera.
—Quisiera saber el motivo... su forma de actuar... ha sido muy extraña... estoy preocupado por él, pero también estoy preocupado si todo tiene que ver con esa mujer con la que habló anoche...
—Pronto lo sabremos —murmuró al mirar que el auto de Kim por fin arrancó. Estuvieron un par de minutos fuera de unos edificios esperando que Seok Jin acelerara, estaba en su auto solo bastante tiempo, como si esperara por algo o por alguien. Cuando por fin arrancó Ho Seok se dio cuenta que se estaban dirigiendo a un hotel famoso de la ciudad, los ojos de Tae Hyung comenzaron a irritarse. Podría ser cualquier encuentro, pero supo que no lo era cuando vio una mujer acercarse, una que él conocía.
—Vámonos —había dicho con su voz quebrada. Ho Seok no dijo nada al obedecer—. ¿Puedes llevarme con mi papá? —asintió. Pensar en su jefe como papá de Tae Hyung seguía siendo extraño para la situación, quizá era de las únicas personas que podría entender la controversia de las fotografías que los involucra. Podía notar a su amigo sollozar en silencio.
—¿La conoces... Tae?
—Es... la pareja de su padre —Ho Seok tragó fuerte. Tae Hyung no merecía un trato tan injusto.
Seok Jin miraba a su alrededor buscando algún fallo, incluso alguna trampa, estaba seguro que esa visita tendría fuertes consecuencias más adelante, tendría que haber algo, pero Chung Ha se veía demasiado tranquila a su lado. Cerró la puerta de la habitación sin estar seguro de lo que estaba por escuchar. Se miraron a los ojos y hubo un largo silencio hasta que ella decidió hablar.
*
Había creído que sin la esposa en casa, la amante iba a tomar su lugar. Yoo Na estaba en Italia con su hijo menor, la hija mayor no era un problema para ella, parecía tan distraída en los negocios de su padre como para interferir siquiera.
Tomar lo que quería no era un impedimento, ella deseaba a Min Dong Hae y lo había tenido donde más quería, pero él no era de perder, Kim Chung Ha, o en su momento, Kim Seo Jeong era lo que Dong Hae deseaba, eso hasta que las pastillas fallaron no a su favor. Se protegían, pero algo falló, él lo catalogaba como apropósito, más que un accidente.
—¡Te lo he dicho mil veces!, no podías quedar embarazada.
—¡Cómo si fuera mi culpa!
—No me importa de quien haya sido la jodida culpa, Seo, ese hijo que esperas debe morir si quieres quedarte conmigo.
—No puedes decirme eso... —sus fuertes manos la tomaron de los brazos, cerró sus ojos con temor.
—Harás lo que he dicho como una orden, punto final con este tema, yo mismo voy a sacárselo si hace falta ¿lo entiendes estúpida?, Yoo Na, no puede enterarse de esto.
—Dong Hae... —suspiró con lágrimas en sus mejillas.
—Lárgate ahora mismo, no quiero ponerte la mano encima aunque lo merezcas —asintió dejando la oficina que se ubicaba dentro de la mansión Min, pero no había contado con que Whee In estaba en casa temprano ese día. Sus miradas se encontraron, pero la muchacha no había dicho nada.
Había tomado su mano en silencio dirigiéndose consigo a su propio dormitorio. Whee In lo sabía, era consciente de las aventuras de su padre, de su actual amante y de la próxima, pero algo la vinculaba del resto, Chung Ha la había querido más que su propia madre, quien se había ido a Italia con Yoon Gi dejándola como si ella no la necesitara.
Habían hecho un trato, Whee In iba a cuidarla en su estado hasta que el bebé naciera, ella no iba permitir que su hermano muriera, Yoon Gi ya no era más de confiar, no cuando también la abandonó, su padre era el peor ser humano que existía, lo único que le quedaba era ese bebé.
Dong Hae podría hacerles creer que no lo sabía, pero era consciente de la situación, sabía de lo que planeaban, pero no interfirió, ese fue su segundo error. Whee In había quedado embarazada antes de casarse, pero su hijo no vivió, Dong Hae tuvo que ver con eso, obligando a su hija a un aborto en contra de su voluntad.
—Permíteme tenerlo, papá, es lo único que puedes hacer por mí después de arruinar mi vida.
—No vas a tener ese bastardo, Whee In, no seas estúpida.
—Puedo hacerlo pasar por mi hijo... será de tu sangre, ¿prefieres que adopte un niño?, porque no lo creo de ti.
—Puedes intentar tener más hijos, quedar embarazada siendo menor de edad fue tu error.
—Sabes lo que dijeron los médicos después... estoy infértil por tu jodida culpa, pero tú si puedes andar por ahí embarazando zorras —el sonido de su rostro siendo abofeteado ya no dolió.
—No voy a esperar que lo autorices, una vez Chung Ha tenga su bebé me lo voy a quedar, tienes que agradecer que estoy guardando todos tus secretos —Dong Hae no mencionó nada mirando a su hija irse. Lo sabía desde un principio, la noble intención de Whee In tenía egoísmo detrás, pero se había encargado de aniquilar esa ilusión.
Chung Ha había desaparecido de la casa de verano donde Whee In la escondía, a tan solo un mes de dar a luz, su esperanza había caído, su peón la había traicionado.
Dong Hae sabía en qué casa de acogida estaba Tae Hyung, fue su orden dejarlo ahí, pero solo así Chung Ha volvió a su lugar. Whee In había sido diferente desde entonces, mucho más rota que antes, pero el cariño de un hombre que conoció dos años después le regresó la felicidad por la cual estaba destrozada. Aceptaba su amor sin importar que no fuera fértil.
—Tuve un hijo una vez... pero cuando nació... una mala práctica me dejó infértil... mi hijo... mi papá lo dejó en un casa de acogida, no he sabido nada de él en dos años... ni como encontrarlo... ¿me ayudarías a buscarlo?
—Lo haré por ti, traeré a tu hijo contigo, nuestro hijo —no tenía motivos para no creerle.
Él se encargaría de regresar al hijo de su amaba con ellos, un niño llamado Tae Ho. Pasaron varios años, pero por fin un día encontraron a un niño llamado Kim Tae Hyung que había rotado de varias casas de acogida sin motivos aparentemente creíbles, y según el historial y su fecha de nacimiento, indicaban que ese niño era quien ella buscaba, confirmado después con una prueba de ADN.
Tae Hyung de siete años miró a Whee In con sus ojitos de borrego asustado, pero supo que ella no lo dañaría, un brazo tan cálido fue quién lo llenó de amor en un solo minuto, quería ser adoptado por ella, no sabía quién era, pero sabía que no tendría miedo después.
—¿Te gusta más Tae Ho, o Tae Hyung? —preguntó mientras abrazaba al pequeño niño—. Cuando naciste te llamé Tae Ho.
—No lo recuerdo.
—Eras un bebé, no puedes recordarlo, mi amor.
—¿Me llamó Tae Ho?
—Sí, Min Tae Ho, ahora estás aquí, por fin te recuperé —sus brazos lo apresaron con mucho amor y el pequeño niño expresó justo lo que recibió de Whee In. Tenía una mamá y un papá que le decían a verlo recuperado, ya no estaba solo en el mundo como siempre se había sentido.
Dong Hae debía aceptar que Whee In adoptaría tarde o temprano, pero algo en el niño no le gustaba, probablemente que fuera un huérfano afortunado que heredaría sus bienes, ahora que lo pensaba, prefería al bastardo que le hizo abortar a su hija que lo que tendría que vivir, pero iba aparentar por su única hija, porque Yoon Gi, ya no era considerado su hijo desde que prefirió quedarse en Italia con el enemigo.
*
Muchas gracias por leer🥰❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro