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Tae Hyung se quedó mirando la cajita frente a él, no estaba seguro que podría ser, quizá joyas, aunque no eran de marca Ji Filter, era una caja sin un logo, solo un terciopelo negro, tomando la pequeña tapa para levantarla y darse cuenta de que en el interior de ella había una llave junto a un pequeño control, Seok Jin rió ante la dulce mirada de sorpresa.

—¡¿Me compraste un auto?! —preguntó con risa aún sorprendido.

—Bueno, creo que nos dimos cuenta que no tienes uno, y no entiendo porque no tienes uno si tienes licencia para conducir.

—No tenía un auto porque en mi antiguo departamento no cabía ni una bicicleta —vaciló—. Y porque tampoco tenía mucho dinero para comprar uno, a papá le dije que tampoco quería que me diera uno... quería obtener cosas por mí mismo... así le demostraría que era responsable.

—Tampoco entiendo como Yoon Gi te permitió vivir en esas condiciones, apuesto que hizo un drama por ello.

—¡Por supuesto lo hizo! —vaciló con una sonrisa—. Papá quería que no me fuera de la casa. Cuando comencé a trabajar para ti ahorré y me busqué un departamento, él no estuvo de acuerdo con el lugar, pero los alquileres son muy caros... además de todos los gastos... al final terminó por aceptar mis decisiones.

—Sí, aceptar tus decisiones es muy difícil para él —sonrió—. Podemos ir por el auto más tarde, en realidad estas son las llaves del mío.

—¡Entonces me regalaste una caja! —vaciló con felicidad al tomar su mano—. Muchas gracias papi —él también sonrió, aunque no se había percatado de algo hasta ahora.

—¿Cariño, dónde está tu anillo? —Tae Hyung jadeó bastante apenado, tenía una semana de no saber dónde estaba su anillo de propiedad, pero Seok Jin no se había dado cuenta hasta ahora.

—Lo olvidé en casa de mi papá... —Seok Jin alzó su mano para dejarle un beso, no iba a cuestionarlo, pero Tae Hyung estaba seguro que se perdió, también se le había perdido la pulsera que el mayor le regaló para su cumpleaños.

Una vez que volvieron del restaurante. Seok Jin había mandado a llamar a su oficina a dos personas en especial, ambas habían llegado bastante nerviosas. No había querido comentarle a Tae Hyung al respecto, iba a manejarlo solo —Señor Jung, señorita Wendy, ustedes dos han sido llamados aquí para discutir de un asunto delicado del cual son conscientes que sucedió esta mañana. Señor Jung ¿usted considera normal la forma tan repulsiva con la que se dirigió a su superior? Es un irrespetuoso, ¿sabe usted que lo que hizo convoca un despido de inmediato?

—¡Señor Kim! No le he dicho nada fuera de lo común.

—¿No?, la grabación en el elevador y el testimonio de Tae Hyung son suficientes. Usted se atrevió a empujarlo, y será despedido por discriminación y acoso laboral. No se va a tolerar conductas de esa índole en mi empresa, aquí se viene a trabajar, no quiero un ambiente laboral negativo por conductas como esas. Si usted quiere reclamar alguna cosa, hágalo, estaré dispuesto en aclararlo con mis abogados —su silencio permaneció, aunque la mirada de Kim se mostró fuerte y sería en todo momento, le había costado mucho calmarse, porque lo que escuchó y vio en la grabación fue tan repulsivo que ni se acercaba a lo que Tae Hyung le había dicho como fue. Jung salió de la oficina con molestia dejando a la muchacha sola—. Señorita Wendy, le recuerdo que esta es una empresa seria, no el patio de juego del instituto, lo que usted hizo hoy es considerado acoso, además de una falta grave a su superior, su conducta afecta a los principios de esta empresa y de Kore Play. Voy a darle una oportunidad para que se corrija, de lo contrario también considérese despedida —asintió al agradecer antes de irse.

Tae Hyung se había sentido mucho mejor desde que había hablado con el mayor, se iba a limitar a leer comentarios o noticias sobre ellos mientras se solucionaba su situación.

Seok Jin lo había llevado a cenar después del asunto del auto. Ahora tomarían un baño juntos y podrían recostarse a ver alguna película, así que emocionado fue a su dormitorio para buscar algo limpio y cómodo que ponerse, pero cuando entró a su dormitorio pudo notar unos papeles sobre su cama.

Los tomó en sus manos dándole la vuelta a la cara del papel donde por el otro lado se veía la impresión de unas fotografías muy específicas. No podía ver el rostro de la chica o su cabello, tan solo se veía a Seok Jin durmiendo abrazado de una mujer en ropa interior y en la mano libre de la chica pudo notar que usaba una pulsera justo como la suya, había varias fotografías parecidas, al menos tres de ellas. Apretó los papeles con molestia y se dirigió al dormitorio del mayor que se había quitado su chaleco y corbata mientras esperaba a su novio.

—¡¿Qué demonios es esto?! —exclamó con unas lágrimas que salían de sus ojos claros y la voz apenas quebrada—. Seok Jin... —el mayor tomó lo que el menor le dio y su expresión fue la que Tae Hyung esperaría, una de sorpresa—. Mierda, ¿eso es lo que haces cuando no estoy?

—Espera, no sé lo que es esto.

—Te lo voy a decir... estás acostado con una mujer... —el mayor lo tomó de los brazos—, tú no... por eso no contestaste anoche...

—Anoche tomé una pastilla para el dolor de cabeza, se la pedí a una de las empleadas... pero comencé a tener mucho sueño, mis recuerdos no son muy claros... —sus manos se posicionaron en su rostro—. Mírame a los ojos —entre ligeras lágrimas obedeció—. No sé porqué existe esa fotografía, pero esa mujer ha tenido cierta conducta cuando estamos a solas, estoy seguro que tiene todo que ver con esto. Discúlpame por no decirte, pero justo ahora lo voy a solucionar. Tae Hyung, ¿confías en mí? —asintió sin duda, pero aún estaba dolido—. Ven conmigo, trae las fotografías.

El mayor salió de su habitación muy enfadado. Le había pedido a la señora Kimura que reuniera a todo su personal femenino, su mirada había sido de sorpresa, más no podía evitar relacionar lo que estaba pasando con lo que vio anoche. Tae Hyung había llegado con Seok Jin a esperar que todos se reúnan, pero aún estaba distante. La señora Kimura es la última en formarse junto con las demás.

—Miren estas fotografías y me van a decir sin mentiras, quién de ustedes es la mujer de la fotografía —miraban con sorpresa, pero ninguna respondió—. ¿Ni siquiera usted? —preguntó mirando a la mujer con la que habló anoche, ella tan solo negó, pero a Tae Hyung no le gustaba lo que estaba mirando, ella había sido la primera que lo trataba mal en la casa, no había pensando que sería la misma con la que Seok Jin tenía problemas—. Anoche después que preparó la cena le pedí una pastilla para el dolor de cabeza y me dio una para dormir seguramente. Usted en repetidas ocasiones le he pedido no quedarse cuando termina la hora laboral y usted no puede acatar esa instrucción. Fue la última persona que vi anoche. Ambos sabemos sus intenciones pasadas.

—Señor Kim —intervino la señora Kimura—, anoche la vi entrar a nuestra casa y llevaba una bata suya. Hoy cuando fui a recoger su ropa sucia y la del señor, encontré ropa femenina en el sesto de la ropa sucia, estoy segura que es de ella. Además... el señor Tae Hyung, me ha dicho que ha estado perdiendo cosas de su dormitorio —Seok Jin miró a su novio.

—Entonces iremos dormitorio por dormitorio revisando todo, empezando por el suyo.

—¡No puede hacerlo, es mi intimidad!

—Está bien, quizá en presencia de la policía quiera hacerlo —su mirada se hizo más ligera, y terminó aceptando que revisaran su habitación, aunque fue evidente lo que encontraron dentro. Tae Hyung se había sorprendido de ver la cantidad de cosas que esa mujer le había quitado, era consciente que algunas cosas faltaban, pero no recordaba que fueran de esa manera. Pudo ver su anillo de propiedad sobre la mesita de noche y no dudo en tomarlo.

—¡Es mío!

—¡No lo es! —mencionó el menor al ponerse su anillo—. Este anillo es mío —Seok Jin estaba molesto, pero hablaría con Tae Hyung después.

—Va a tomar solo sus cosas y se irá ahora mismo de mi casa.

—Señor...

—Ahora mismo o llamo a la policía, es su elección. No sé qué pretendía con todo esto, pero es claro que no funcionó, tiene media hora para irse de mi casa. Señora Kimura, le voy a dejar en la cocina un sobre con el dinero de esta semana para que se lo entregue y asegúrese de que se haya ido solo con sus cosas —la mujer sintió—. Tae Hyung sube al dormitorio —él menor también asintió en silencio.

Se había quedado a esperar al mayor sentado sobre la cama cuando lo vio entrar, se podía ver que aún estaba molesto. Se había sentado a su lado tomando su mano para quitar el anillo de propiedad de su dedo.

—Ya no lo vas a usar, alguien más lo usó. Voy a darte otro —él miró la intensidad en sus ojos—. ¿Por qué me ocultaste lo que estaba sucediendo?

—Sabía que te ibas a molestar, no podía acusar sin pruebas... además... creí que yo las había perdido... soy un poco desordenado y no quería un castigo por ello... también cuando te dije que unas de tus empleadas me miraron mal... bueno siempre había sido ella, aún me miraba mal, pero lo ignoré, no quería hacer este problema más grande.

—Ahora estarás castigado por ocultarme las cosas —el menor puchereó, pero Seok Jin no se resistió a besarlo—. Lamento tanto que tuviéramos que ver todo eso... no creí que esa mujer estuviera así de loca.

—Tuve miedo, porque se supone que sí... uno de nosotros no era feliz se lo diría al otro, me dolió mucho imaginar que era real.

—No lo es —tomó al menor entre sus brazos—. Te amo, no tengo ninguna intención de soltarte —él sonrío sintiendo los besitos en sus mejillas—, si no lo sintiera te lo iría.

—También te lo diría, por ejemplo, ahora te amo mucho —él se rió con cariño al abrazarlo fuerte.

—Vamos a tomar nuestra ducha. Ve por tus cosas —asintió antes de tomar sus labios en un beso mucho más largo.

Había pasado una semana desde el supuesto trío amoroso, pero ninguno de los tres se pronunciaba al respecto todavía. Había llegado una nueva noticia de la cual se veía más como un rumor que terminó por ser verdad. Con la salida promocional de un nuevo drama para las plataformas de streaming donde el presidente de Kore Play estará participando, se dio a la luz que Kim Se Hun ya no es el dueño de la desarrolladora, sino que Seok Jin la había comprado y que el muchacho con el que tiene una relación es el nuevo director de la misma, además de una supuesta venta de Kore Play.

Seok Jin estaba seguro de quién había dado esa información y otro día del año no hubiera sido tan relevante como ahora. Él no había elegido a nadie para la compra de Kore Play todavía, quería darse oportunidad para terminar el proyecto del hotel de Itaewon, una vez hecho la pondría en venta, pero estaban jugando sucio.

El viernes por la mañana, Se Hun había llamado a Seok Jin con la noticia de que su padre tenía pensando organizar el cumpleaños del abuelo el día siguiente, por lo cual no iba a desaprovechar la oportunidad para hablar de su tema, quizá no sería necesario la prueba de ADN después de todo, pero tendría cuidado, estaba seguro que Chung Ha estaría ahí, era perfecto para hacer una pequeña intervención.

—Papi —Seok Jin volteó a mirar a su novio—. ¿Puedes ponerme el colgante?, por favor —asintió acercándose al menor que usaba un traje blanco y su olor a pera amarilla resaltaba de él.

—Hueles muy bien —vaciló besando su cuello mientras intentaba poner el colgante—. Y te ves muy hermoso cariño.

—¿Eso crees? —sonrió dándose la vuelta para abrazarlo.

—No solo lo creo —sus labios se encontraron entre sí tomándose cariñoso y una ligera posesión—. ¿Podemos irnos o te falta algo?

—No, ya estoy listo —asintió tomando su mano.

—Voy a revisar a Canela. Espérame en el auto —dejó un último beso en sus labios antes de soltarlo, él obedeció y en la soledad del dormitorio, Seok Jin había subido una fotografía con Tae Hyung a su cuenta personal con la descripción "My Love", no se tardaron demasiado las interacciones, y esa noche iba ser un buen momento para darle a Tae Hyung su lugar en su vida, porque según Se Hun, la fiesta estaría llena de personas importantes, lo cual era la oportunidad perfecta para enseñarle a todos que el muchacho era suyo y no solo un secreto.

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