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જ⁀➴ 02, 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘵𝘢𝘳

Cambio las sábanas llenas de fluidos que quisiera desconocer, dejó los inhibidores a un lado de la botella de agua suspirando.

Había logrado levantar a Jiwon de la cama, seguía sin ser él mismo así que ignoraba a su pesar los constantes toqueteos a su cuerpo y los ruegos por su atención, lo había dejado en la bañera para que el agua fría calmara su dolor aun que fuera un poco y pudiera limpiarse a sí mismo aquel cuerpo sudoroso y pegajoso por los fluidos.

Se mantenía estático al lado de la puerta del baño, atento a cualquier ruido extraño que le indicase algún accidente o que el omega estuviera tratando de llamarlo de forma no obscena.

Según sabía, los celos de omega podrían durar hasta una semana lo que no le convenia en nada, los primeros días nisiquiera distinguían quienes eran y solo deseaban ser tomados de forma carnal para satisfacer sus necesidades. El resto de días, la lucides llegaría a ellos pero seguirian estando en un estado de debilidad y embriaguez absoluta.

Aun que eso solo pasaban en los primeros celos que tuviera el omega, aun así no pudo evitar compararlos.

Este sería el segundo día oficial en el que Jiwon estaba en celo, no veía reconocimiento en su miraba y su generó secundario era quien predominaba, llamándolo con desespero para ser tomado por el único alfa presente. Era duro ignorarlo, no por los efectos que su voz necesitada provocaba en su cuerpo sino por la mirada herida y decepcionada que tenia el lindo omega por su rechazo, con esos ojos llorosos y ese labio temblante, era tan difícil decir que "no" cuando parecía hacerle daño pero su moral se mantenía inamovible y sería así hasta que el chico recapacitara, y si aún él en sus cinco sentidos le pedía acostarse, no dudaría en complacerlo con gusto y deleite.

—¿estas listo, cariño?—con las llemas de los dedos roso el agua de la bañera, se estaba enfriando.

Jiwon asintió débilmente con esas mejillas sonrojadas, quizás por el calor o su estado vulnerable.

—ven aquí, bebé

El menor se levantó débilmente para ser envuelto en una gran toalla, Hak se aseguró de verlo a sus preciosos ojos dorados todo el tiempo poniendo de los nervios al omega que apoyo su rostro en el pecho del alfa, burbujeando de felicidad cuando el pecho del alfa subió y bajo con suavidad por su risa.

—ten cuidado, te puedes caer—lo tomo de la cintura alzandolo levemente para sacarlo de la bañera, Jiwon permanecía cómodamente recargado en su pecho—voy a secarte con la toalla ¿bien? Si algo te incomoda, dimelo

Un suave y perdido "ujum" fue lo único que escucho como afirmación.

Comenzó a refregar la toalla que le había puesto sobre su cuerpo, tratando de ser delicado y no tocar donde no debía, el omega suspiraba satisfecho con su corazón latiendo calidamente por la atención que le daba el alfa, tenía los ojos cerrados disfrutando del momento. En cuanto Hak se detuvo, Jiwon abrió sus ojos perezosamente sólo para volver a cerrarlos por la otra toalla que fue puesta en su cabello, estar así con él era encantador, internamente el omega vibraba de emoción dejándose hacer por el mayor.

El secretario observaba su expresión atento a cualquier signo de incomodidad pero lo que encontraba era el más puro placer, negó con una sonrisa poniéndole la toalla sobre los hombros anchos del chico, estiro su mano tocandole el cabello verificando su sequedad, Jiwon se inclino a su toque totalmente feliz.

—eres muy cariñoso para tener esa cara de amargado—le acaricio la mejilla con el pulgar por un rato, absorto en su expresión pétrea y tranquila—tan lindo.... —se despertó de sí mismo sorprendido, olfateo un poco el aire percatatandose que sin querer había soltado feromonas—me deje llevar—negó alejandose del omega que solto un quejido por la falta de tacto.

¿Qué me está pasando?

Se reprendió por su falta de atención.

Agarro la ropa que había separado para él extendiendosela, alzando una ceja divertido por la mirada decepcionada.

—no esperabas que te vistiera también ¿verdad, lindo?

El pequeño puchero en los labios del chico le hizo saber que si, eso era exactamente lo que esperaba que hiciera. Retuvo una risa tocando levemente por última vez el pelo ahora seco, decidido a no mirar más que ese cuello con lunar peculiar.

—te dejere solo para que puedas cambiarte en paz

Y ahora volvía a estar ahí, detrás de la puerta esperando por él. Inquieto y sintiendose repentinamente abrumado por la naturalidad de las cosas, fue a la cocina para hacerle de comer, algo liviano para que no tardará en digerir así ir a dormir, recordaba su rostro cansado y relajado por lo que no dudaba que apenas tocar la cama cayera exhausto.

Al sacar la tarta de verduras del horno se sintió observado, vio sobre su hombro al chico recostado en la barra de cocina, con ojitos casados pero una enorme y tranquila sonrisa en su rostro.

Noto que luchaba por mantenerse despierto.

—¿tomaste la pastilla, cielo?

Él nego provocando un suspiro de su parte en lo que ponía los cubiertos y platos en la barra.

—¿Acaso tendré que hacer todo por ti?—ignorando el asentimiento eufórico del omega, realmente no se encontraba fastidiado por eso, no le molestaba ni un poco estar al pendiente del bello chico—te daré la pastilla despues, ahora come al menos una porción

La comida fue en silencio, solo compartieron miradas que llegaron a incomodarlo por momentos por la intensidad de estas, en especial cuando el chico lo miraba con tanta adoración.

El hecho que aún se comportara de forma pasiva además de silenciosa remarcaba su falta de conciencia, el verdadero Jiwon todavía no volvía y su omega actuaba extrañamente calmado.

Observó como para la segunda porción que comía, sus ojos se entrecerraban mientras masticaba con lentitud apoyándose en su mano para no caer del sueño.

—no es necesario que lo termines—se limpio las manos yendo hacia él—ven, te llevare a la cama, amor

Jiwon prácticamente se tiro en sus brazos, no tuvo dificultad para cargarlo teniéndolo adherido a su cuerpo como si de un Koala se tratará, al llegar se sento en la cama con él en su regazo recostado cómodamente en su pecho.

—ahora debes tomar esto, cariño

El omega lo ignoro, demasiado cómodo y a gusto en los brazos del alfa como para querer salir, el mayor sintió los brazos del menor apretando su torso con fuerza sin estar de acuerdo con la idea de separarse.

—no me iré a ningún lado—le acaricio la espalda—vamos, bebé, esto te hará sentir mejor

Ante la negativa del omega el alfa tuvo que usar su creatividad, vacilando un poco con la pastilla en la mano, viendo como el chico no estaba nada dispuesto a separarse de su pecho por las buenas -y él no estaba dispuesto a intentarlo por las malas- , tomando todo el valor reunido y repitiéndose que era por el bien del BJ, se puso la pastilla en la boca y subió su mano de la cadera del omega hasta el cuello, donde acaricio produciendo escalofrios, su mano trazo un camino cálido hacia el mentón cuando Jiwon comenzó a desvelar su rostro ante los mimos y cuando finalmente su rostro estuvo a la vista, Hak junto sus labios mordiendole el labio inferior así adentrar su lengua empujando la pastilla, obligándolo a tragarla.

Rápidamente se separo dejando un pico en los labios del chico, como una pequeña disculpa al verlo con ojos llorosos al casi ahogarse debido a la brusquedad de la acción.

—lo siento—beso sus parpados, ya perdió la cuenta de la cantidad de veces que se disculpo con el omega desde que lo conocio—esa pastilla te hará sentir mejor, volverás a ser tú

Jiwon nisiquiera le dio una segunda mirada, estaba enojado, enterró su rostro en el pecho del alfa asegurando su pocision con sus brazos aferrados a la espalda.

—te prometo que te sentirás mejor, cariño

El alfa, resignado al no ver respuesta fisica, se recostó en la cama con todo el peso del omega encima. Le acariciaba el cabello y la espalda, lentamente queriendo llevarlo de la mano al mundo de los sueños sin darse cuenta que también lo arrastraba a él.

Las horas pasaron y unos ojos asustados se fueron abriendo, Jiwon, el real Jiwon se sento desorientado viendo asustado a su alrededor.

¿Donde mierda estaba?

Lo último que recordaba era haberse ido al baño durante la reunión con el C.E.O porque comenzó a dolerle la cabeza y luego...

Como un flash, diversas imágenes, recuerdos, aparecieron en su cabeza.

Recuerdos vergonzosos, de una voz profunda y tierna consolandolo, luego la misma voz alentandolo a llegar al extasis sobre su regazo.

Cariño.

Cielo.

Amor.

Bebé.

¡¿Acaso el hombre no tenía vergüenza?!

Su rostro se coloreaba más a medida que los recuerdos llegaban, el hombre lo había cuidado sin ponerle una mano encima en esta extraña situación y...

¡Dios, él le había rogado por tener sexo! ¡el era quien debía estar avergonzado!

Apoyo sus manos en algo duro por casi caer, dándose cuanta demasiado tarde de que no estaba recostado en una cama dura pero comoda como creyó, no.

Debajo suyo estaba aquel hombre que había venido en nombre del BJ MD a la reunión con el C.E.O.

Aquel hombre que lo cuido en su estado vulnerable.

Aquel hombre que lo alento a correrse en su regazo.

Aquel que lo beso para darle una pastilla.

Estaba sentado en el regazo de aquel hombre que ahora no queria ver nunca más en su vida.

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