Después de tomar una ducha, fuimos directamente a la cocina e hicimos un platillo sencillo con la ayuda de nuestras dos únicas neuronas. Tomamos asiento y comenzamos a desayunar y todo estaba yendo de maravilla.

Sinceramente, creí que las cosas serían incomodas después de lo sucedido, pero no fue así y me sentí más tranquilo.

—¿Qué quieres hacer hoy?

Miré hacia Chan y respondí—: Quiero hacer algo divertido.

—¿Algo divertido...?

—Sí. Podemos ir a nadar un poco. ¿Qué te parece?

—¿Ahora mismo?

Asentí con la cabeza a modo de respuesta y Chan sonrió.

—Está bien.

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Nos metimos al mar y comenzamos a juguetear como dos pequeños niños que no tienen preocupaciones ni mucho menos estrés en su día a día a causa de su trabajo. Debo admitir que hace mucho tiempo que no sentía una inmensa paz recorriendo mi cuerpo por completo como ahora mismo.

Me acerqué a Chan y le dije en el oído con tono seductor—: Necesito que me mimes ahora mismo.

Chan entendió a la perfección de lo que estaba hablando puesto que metió su mano en mi short y la llevó directamente a mi miembro que se encuentra esperando ansiosamente por las caricias del pelirrubio; comenzó a acariciarlo con lentitud y esto me generó más placer, así que, llevé mis labios a los suyos y comenzamos a besarnos.

Al separarnos, llevé mi mano a su short y saqué su miembro que se encuentra erecto y no pude evitar sonreír abiertamente.

—Hagámoslo juntos.

Chan asintió a modo de respuesta y juntó nuestros miembros para proceder a masturbarlos al mismo tiempo y eso me hizo sentir más excitado; sentir el contacto de su miembro contra el mío mientras están siendo atendidos perfectamente por el pelirrubio. 

—Mierda, esto se siente tan malditamente bien— murmuré. Llevé mi boca al hombro de Chan y lo mordí un poco en esa área. Chan continuó haciendo un magnífico trabajo por unos momentos más hasta que ambos nos corrimos.

Tan pronto acabamos, me abalancé sobre Chan y comencé a besarlo en la boca con necesidad, el pelirrubio posó sus manos sobre mi trasero para acercarme más a él y comencé a restregar mi cuerpo contra el suyo debido a que ocupo algo más que una masturbación, pero no estoy del todo seguro que pueda ir más allá.

—Será mejor que paremos, bebé.

—¿Por qué? — me quejé.

—Porque no podría evitar hacerme mío ahora mismo y no deseo que lo hagamos porque nos sentimos calientes, sino porque realmente sintamos que es el momento ideal para hacerlo...

—Eso me hace sentir más enamorado de ti— admití sin un gramo de vergüenza.

—¿Sí?

—¡Por supuesto! — exclamé con felicidad. —Eres todo un caballero. Me encanta que cuides de todos nosotros, nos prestes atención y nos apoyes en todo momento porque realmente lo deseas y no porque te sientes obligado. ¡Eres el hombre ideal! Y lo mejor que es que nadie puede tenerte, solo yo.

Chan sonrió abiertamente y no dudó en darme un beso en la frente para después proceder a abrazarme con fuerza. No puedo negar que sus abrazos me hacen sentir tan lleno de energía positiva.

—Me gusta tenerte así— dijo con voz ronca y sentí un escalofrío que me recorrió por completo. —Cuido de ti y del resto de mis niños porque son una parte importante en mi vida.

—Channie, no quiero que ames más a los demás— bromeé.

—Te amo más a ti, bebé.

—¡Qué lindo! ¿Sabías que tengo al novio más hermoso, talentoso y caballeroso que pueda existir en todo el mundo?

—¿Y tu sabías que tengo al novio más hermoso, talentoso y sensual que pueda existir en todo el mundo?

—Obvio que soy el mejor novio— dije con superioridad que hizo reír a Chan. —Será mejor que volvamos a la casa para poder comer y descansar. ¿Estás de acuerdo, Channie?

El pelirrubio asintió con la cabeza a modo de respuesta y nos pusimos en marcha hacia la casa. Considero que estás vacaciones están yendo de maravilla y estoy seguro que atesoraré estos recuerdos hasta el día en que muera.