Chan llamó a los chicos para que todos cenáramos y no me quedó otra opción más que aceptar a regañadientes el platillo que había cocinado Felix para demostrarnos la gran evolución que ha tenido durante este tiempo que decidió mejorar en la cocina y no podemos negar que es bastante bueno.

—¡Te ha quedado delicioso, Bokkie! — exclamó Chan con bastante felicidad mientras le daba un ligero masaje en la cabeza. —Cada día eres mejor. ¡Sigue así!

Inexplicablemente, me sentí bastante celoso.

Bajé la mirada hacia mi plato y decidí continuar comiendo puesto que, de lo contrario, seguramente hubiera abandonado el comedor a causa del malestar que siento en estos momentos y que me fue generado por algo tan tonto.

Debo recordar constantemente que Chan es una persona bastante amigable, amable, sociable y lindo con todo aquel que le rodea y es por ello que es importante eliminar los celos que aparecen cuando lo veo ser demasiado lindo con alguien más que no soy yo.

La confianza y la comunicación en las parejas son puntos clave para que una relación funcione de maravilla por lo que no debo dejarme llevar por mis entrometidas inseguridades.

Me levanté de la silla con una enorme sonrisa cubriendo prácticamente todo mi rostro a causa de que no he sido elegido por el destino para limpiar la cocina, así que, prácticamente salí corriendo del comedor para ir a resguardarme en mi habitación como el resto de los chicos que fueron salvados de llevar a cabo dicha tarea que es bastante aburrida.

Tomé un baño y cuando estaba a punto de acostarme, alguien llamó a la puerta y tras comprobar que Jeongin estaba profundamente dormido, decidí ir a abrir yo.

—Channie, ¿qué haces aquí? — pregunté en voz baja.

—Realmente deseaba verte y hablar contigo antes de ir a dormir— admitió y me sentí muy feliz. —¿Te gustaría ir a la azotea unos momentos?

Asentí con la cabeza a modo de respuesta y tras cerrar la puerta de la habitación con cuidado para evitar hacer ruido, caminamos hacia la puerta principal y salimos. Después de unos momentos tomamos asiento sobre la colchoneta que se encuentra en la azotea y miramos el cielo en silencio durante unos momentos que fueron bastante agradables.

Estaba tan concentrado mirando hacia el cielo cuando de pronto, sentí que Chan había puesto su mano sobre la mía y no pude evitar sentirme bastante nervioso y feliz. Todo esto es nuevo para mí por lo que no sé exactamente cómo reaccionar, así que, decidí dejar que las cosas fluyan.

—¿Tienes frío? — me preguntó Chan con tono suave. Dirigí la mirada hacia él y no pude evitar decir—: Un poquito.

—Ven aquí— Chan dejó en libertad mi mano y extendió sus brazos por lo que no dudé en sentarme frente a él y después fui abrazado por detrás por el líder, él posó su mentón sobre mi hombro después de darme un beso en la parte posterior de mi cuello y admitió con tono bajo—: Me gusta estar contigo. Me haces sentir bastante bien, tranquilo y feliz.

Seguramente un sonrojo se extendió por todo mi rostro a causa de lo que admitió Chan y agradezco bastante el hecho de que él no me esté mirando porque me sentiría más avergonzado.

—A mí también me haces sentir así— confesé.