—Ya puedes abrir los ojos— dije tan pronto encendí las lucecitas en la azotea. Chan acató mi orden y miró alrededor.

—¿Has hecho todo esto tu solo?

—Así es— respondí con orgullo. —¿Te gusta?

—Me parece muy bonito— admitió.

—Realmente deseo que te alejes un poco del estrés— confesé. —Espero que puedas olvidar toda la presión que tienes sobre tus hombros por lo menos una hora.

—Gracias, Minho.

Mi corazón comenzó a saltar como loco tan pronto me encontré con la brillante mirada de Chan que me hace sentir en otro planeta.

—No hay nada que agradecer— logré responder y le pregunté—: ¿Por qué has usado pijama completa esta noche?

—Quizá es porque cierta personita ha comenzado a visitar mi habitación en mitad de la noche y no me parece correcto recibirlo desnudo— se rio.

No puedo negar que se ve bastante apetecible cuando viste solo un bóxer, pero el hecho de que haya pensado en que lo visitaría de nuevo me hizo sentir mucho más feliz que cualquier otro pensamiento impuro.

—Puedo dejar de hacerlo...

—Me gusta tu presencia— me interrumpió. —Eres bastante agradable, lindo y atento. Me gusta.

Me he quedado mudo. ¿Qué debería decir sin quedar como un completo estúpido frente a mi crush?

—Solo hago lo que considero correcto para verte feliz.

—Y no hay duda de que lo logras— dijo al tomar asiento.

Decidí hacer algunas cuantas modificaciones en la azotea porque quería que el lugar se sintiera acogedor y al parecer lo estaba logrando pues Chan se ve muy tranquilo. 

Tomé asiento a su lado derecho y miré el oscuro cielo que está siendo adornado por algunas estrellas que brillan demasiado al igual que los lindos ojos de Chan... ¿por qué estoy pensando en cosas tan cursis?

De pronto, el cómodo silencio se vio interrumpido pues mi celular emitió un sonido avisándome que me ha llegado un mensaje, así que, no dudé en mirar la pantalla y sonreí como tonto al leer el nombre del contacto.

—¿Quién es? — preguntó Chan.

—Tengo un amigo nuevo— respondí sin pensarlo. —Es bastante agradable. Él me invitó a cenar. ¿Puedes creerlo? — me giré hacia Chan y me sentí un poco confundido al verle con el ceño fruncido.

"¿Habré dicho algo malo?", no pude evitar preguntarme al ver el cambio radical que se presentó en la expresión de Chan que suele ser bastante suave.

—¿Quién es tu nuevo amigo?

—Es Kai. El integrante de Exo.

—Ya veo.

—Me gusta mucho verle bailar. Aquella vez que fuimos a la cena de gala, lo conocí y me pidió mi número. ¿Puedes creerlo? ¡Él me dijo que le gustaba mucho mi habilidad para el baile!

—Eso es maravilloso.

—¿Verdad que sí?

—Sí.

Dirigí nuevamente la mirada hacia el celular para aceptar la invitación a cenar. Quizá esta sea una grandiosa oportunidad para conocer nuevas personas y es posible que gracias a la emoción y felicidad de convivir con otro chico que adora el baile, me ayude a olvidar lo que siento por Chan.

—Será mejor que volvamos— sentenció Chan tan pronto se puso de pie.

Elevé la mirada hasta encontrarme con la de él.

—¿Tan pronto?

—Sí.

Bloqueé la pantalla y guardé mi celular en el bolsillo trasero para seguir en silencio a Chan que lideró el camino hacia el departamento.

—Chan— le llamé con tono bajo y me aventuré a tomarle la muñeca para detener sus suaves y silenciosos pasos hacia su habitación. Tan pronto obtuve su atención, le pregunté con tono inocente—: ¿Puedo dormir esta noche contigo?

—...

—No me gustaría despertar a mi compañero de habitación— mentí.

—Está bien. Puedes hacerlo.