se había quedado dormido en el suelo. de tanto llorar sus ojos y cuerpo habían quedado tan cansados que lo llevaron lentamente al sueño.

(...)

han despertó automáticamente abriendo sus ojos, lo que lo extrañó, fue que no podía ver nada, quiso mover sus brazos pero una presión no lo dejó.

— ¿te despertaste, bebé?, —el chico habló curioso mientras abrazaba al menor.

esa voz...

jisung se estremeció, un nudo en su garganta se formó de nuevo. esa voz.

— hmm... noté que te dolía mucho, así que te traje una pastilla para el dolor. —dijo tranquilo acariciando sus cabellos rubios, pero este no emitió palabra alguna.

el más alto soltó a sung con tranquilidad y acercándose a la mesa de noche agarró la pastilla para aliviar el dolor junto a un vaso con agua. — dame tus manos. —susurró el muchacho sosteniendo las cosas. han sólo negó con la cabeza. — ¿te la hago tomar a la fuerza? vamos cariño, tómate la pastilla ¿sí? o ¿es que ya no te duele? — el rubio dudó mucho, pero finalmente accedió.

— dámela... —soltó por lo bajo. el mayor sonrió y tomó la mano del menor para poder poner la pastilla en su mano, también le entregó el vaso. sung agarró la pastilla metiéndola en su boca y con rapidez se bebió el agua.

— muy bien, en unos minutos creo que hará efecto.— el castaño habló seguro y luego sonrió.
han con la mirada aún baja asintió despacio.