🚨⋮13⋮🌡
Maratón (2/2)
Los demás días estuvieron grises para el, disfrutaba mucho la compañía de Jimin, pero se sentía horrible al no tener una respuesta para el, y es que sabía que el pelinegro estaba ansioso por lo que el decidiera, quizás solo quería meterlo a su cama.
Sacudió su cabeza para dejar de pensar en estupideces.
— Que aflige tu mente Kookie — la señora Soon se encontraba preparando un té para el.
— Estoy un poco ansioso hoy — le sonrió en respuesta — tengo muchas cosas en que pensar.
— Entiendo, no deberías de saturarte la cabeza cariño, las cosas que pasan en la vida pasan por algo — sonrió algo suave — algún día mejorarán, y verás que tú respuesta saldrá natural.
Jungkook frunció el ceño, el no había dicho nada de lo que pensaba o que le afligía.
— Quería pedirte algo cariño. — la señora parecía un poco tímida al hablar. — No es para mí, es para mis pequeños.
— Puede decirlo sin miedo, le ayudaré en lo que me pida.
El punto sensible de Jungkook siempre serían los pequeños hijos de la señora Soon, ellos eran tan lindos y el tenía una conección tan grande con ellos, casi los sentía propios.
La señora le sonrió con ojos acuosos.
— Se que los quieres mucho y ellos también te adoran Kookie — ella se acercó a el y empezó a hablar — Siempre estaré agradecida contigo por cuidar de ellos en el tiempo en que yo no estuve, y se que los amas demasiado, por favor — trago suave antes de continuar — en unos días tendré que viajar porque una señora me dijo que me pagaría por transportar su mercancía, solo serán dos días y una noche, regresare lo más pronto posible. — ella sonrió— con el dinero que ganaré será suficiente para pagar el alquiler de un pequeño departamento lejos de aquí, es hora de llevarme a mis pequeños conmigo lejos de ese monstruo, no quiero que ellos sufran. Podrías cuidarlos Jungkookie.
En castaño le sonrió en respuesta, el estaba dispuesto ha ayudar, los pequeños también estarán felices de vivir unos dos días con el.
— Claro que si, cuenta conmigo.
— No confiaría en nadie más, por favor, cuídalos bien y explícale a Jhako que su mamá regresará pronto.
Jungkook podría ser muy distraído, pero esta vez noto mucha tristeza en las palabras de la señora Soon, como si le doliera mucho decir eso.
— Lo haré con gusto, no se preocupe.
Ambos se pasaron unos minutos más charlando y tomando el té hasta que ya fue hora de marcharse.
El frío afuera era terrible, estaban a finales de Noviembre y empezaban a sentirse los vientos del invierno azotando a sus cuerpos.
El tenía que comprarse un abrigo, sus sudaderas ya no eran suficientes.
Ya estaba oscuro cuando terminó la visita en la casa de la señora Soon, respiro profundo antes de ir a verlo a el.
Tenía que darle una respuesta de la manera más simple que pudiera, quizás al hablar con el pudiera aclararse los pensamientos.
Caminando recordó aquellos viejos tiempos de hace un año atrás. Sonrió al recordar cómo era antes, un joven altanero ¿Cómo pudo cambiar en tan poco tiempo? Quizás se abrió demasiado, se dejó suelto dispuesto a aceptar al policía idiota, Jimin había roto sus barreras. Mordió su labio ¿Qué paria si lo dejaba? Le dolería mucho, porque jamás había dejado a alguien entrar en su corazón, incluso Yoongi le había dicho que ahora era un pan de Dios a comparación de la fiera que era antes, los insultos no faltaban en su vocabulario, ahora se había vuelto manso y no necesitaba usarlos, no tanto como antes.
Jimin por su lado también se había vuelto una persona diferente, el lo sabía, porque ahora le hablaba de una manera mucho mejor a la del inicio, no recordaba ni cuando fue que ambos llegaron a relacionarse tanto ¿En qué momento se enamoro Jimin de el? Lo único que sabía, era que el pelinegro fue el primero en caer a sus encantos juveniles.
Suspiro al ver la conocida patrulla afuera de la estación de policía, tenía un poco de miedo de acercarse, pero dejo eso atrás al verlo salir, solo que ahora el sentimiento se transformó en una mueca, Jimin parecía demasiado enojado.
¿Sería bueno acercarse?
Ya había llegado hasta ahí, era ahora o nunca.
Se acercó de manera sigilosa, el pelinegro parecía estar buscando algo en la parte tracera del automóvil, estaba tan concentrado que ni siquiera escucho sus pasos, al estar justo detrás, le toco la espalda con un dedo.
De la impresión, Jimin termino chocandose con la parte superior de la patrulla.
— Que carajos quieren aho... — detuvo su hablar al ver al menor detrás suyo, casi empezo a reír por su cara de susto. — Hola cariño. — coqueteo con el.
— Siento haberte asustado. — parecía estar un poco abochornado.
— No es nada, solo busco unas cosas, dame unos minutos Cielito.
En estos días Jungkook había descubierto la parte más melosa del policía, incluso habían días en que dudaba de que tuviera casi 31 años. Sabía que a Jimin le encantaba decir esas cosas solo por verlo abochornado a el.
— ¿Te ayudo en algo? — se ofreció a buscar a su lado.
— No, mejor quédate dónde pueda verte, solo es cuestión de encontrar unas carpetas y llevarlas a mi oficina.
El se alzó de hombros despreocupado esperando que el oficial terminará de buscar lo que quería. Aprovecho para ver mejor la patrulla, le gustaban las ventanas de vidrio blindadas, las luces azules y rojas, las ruedas de goma y...
Sus ojos fueron desde los zapatos de Jimin hasta sus piernas, subiendo lentamente y al final quedando en su tracero, el oficial se veía atlético y a él le llamaba la atención su figura, tenía una cuerpo muy refinado, lo que más le gustaba del oficial era su cintura, era pequeña y fácil de abrazar... No es como si quisiera hacerlo, pero sería tan fácil de rodear con sus brazos...
— Eso es todo.
Dejo de mirarlo para mirar al frente y que sus mejillas dejaran de estar rojas, casi lo descubrían viendo de más.
— Ven conmigo Jungkook —le sonrió y el decidió seguirlo adentro. Cerraron la patrulla y el fue caminando de forma suave detrás de Jimin, los demás oficiales lo veían de reojo pero ninguno dijo nada, quizás le tenían miedo al pelinegro o no les importaba lo que pasaba.
Al entrar a la oficina miro todo con ojos curiosos, no era la primera ves en estar ahí, pero ahora sí tenía ganas y tiempo de revisar cada detalle, le gustaba mucho la iluminación del lugar, se veía muy lindo con los colores grises y las plantas artificiales, le gustaba las paredes en color hueso y el suelo también se veía genialmente brilloso.
— Ven aquí Jungkookie — levanto la mirada y lo miro directo a los ojos, Jimin parecía divertido al verlo tan concentrado mirando todo.
— Vine a decirte algo — se acercó y se sentó en la silla frente a el.
Jimin parecía estar un poco decepcionado.
— Claro, te escucho.
— Bueno... También quería preguntarle algo. — su sonrisa nerviosa salió a flote a la par de llevar una mano a su nuca un gesto que para el era norma y para Jimin significaba problemas.
— ¿Que ha pensado tu pequeña cabezota Jungkook?
— Nada malo, no pongas esa cara. — bufo — solo son pequeñas preguntas.
— Algo me dice que no es así.
Jungkook rodó los ojos antes de centrarse de nuevo, sería mejor soltar la bomba.
— ¿Que pasaría si te dijera que no quiero ser tu novio?
Jimin dejo los papeles en el escritorio y lo miro a los ojos sorprendido, no se esperaba que fuera tan directo.
— Porque la pregunta.
— Solo es curiosidad
— Jungkook — Jimin conocía cuando el mentía.
— Está bien, está bien — se encogió en su lugar. — es que... ¿Y si algún día despiertas y te das cuenta que no soy lo suficiente para ti? Mírame y mírate Jimin — ahora sí se atrevió a verlo a los ojos — Tu y yo somos muy diferentes, tu eres un oficial y yo sería un delincuente si quisiera, somos opuestos... No encajamos.
— ¿Eso es lo que has estado pensando? — parecía algo enojado.
Jungkook nuevamente se encogió de hombros.
— Si, es natural que piense así.
— Mírame Jungkook — pidió de manera suave, el castaño hizo caso y cavo sus ojos en los contrarios, esperando una respuesta. — Me vale una mierda lo que pienses.
— Espera... ¿Que? — lo miro indignado.
— Que me vale una mierda lo que tú cabezota a estado imaginando, soy un puto adulto Jungkook, se muy bien lo que quiero. Escúchame — se puso de pie y rodeo el escritorio, dió vuelta su asiento y se apoyo con ambas manos a los respaldarse de esta, quedando con la cara muy cerca de la contraria, Jungkook trago duro sin apartarle la mirada. — Admito que no se en que jodido momento nació esto dentro mío, apareciste como un delincuente ante mis ojos y siempre te metiste en problemas que me llevan a ti, eres un desastre pero me gustas, me gusta que seas una persona de noble corazón que piensa en los demás antes que en si mismo, me gusta tu carácter tan rebelde, me encanta que siempre me dieras la contraria y que jamás dejaras que te humillara o hiciera de menos. — suspiro aflojando la mirada — Si pensará que no eres lo suficiente para mí ni siquiera intentaría acercarme a ti, eres la puta perfección en persona, un ser humano hermosamente especial, y también eres tan caliente.
Ambos se quedaron por varios minutos en silencio, observándose a los ojos y dejando que sus miedos desaparecieran.
¿Jimin lo quería tanto? El jamás se imaginaria lo que estaba viviendo en esos momentos, el le había confesado todo lo que pensaba de el, todo lo que sentía.
— Yo... — solo dejo sus palabras al aire cuando unos labios impactaron suavemente con los suyos.
Jimin lo estaba besando.
Poco a poco se dejó llevar cerrando los ojos, sus manos que antes estaban quietas terminaron en los hombros del contrario y las manos de esto terminaron en sus mejillas. El beso fue tan lindo, un beso suave y tierno que expresaba un sentimiento nuevo en los dos, uno que jamás lo había experimentado y el otro que descubría que podría llegar a necesitar y amar a una sola persona por el resto de su vida.
Lastima que esto no podría durar más tiempo.
La puerta de la oficina se abrió de golpe. Jimin frunció el ceño y se aparto de Jungkook, que por su lado se asustó un poco y bajo la cabeza. Era bochornosa la situación.
— Perdón por interrumpir. — esa voz la conocía — Jimin, reportaron un asesinato en el callejón oeste cerca de BlueS... Es la señora Soon.
El mundo se le cayó al suelo.
^^
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro