—  Es aquí -

¿Acaso podría esto sentirse más incómodo? Se preguntó a la par de salir del automóvil.

Hoy fue dado de alta y también los oficiales... O bueno, el oficial Park lo llevo a visitar a la señora madre de los pequeños, lo incómodo inicio cuando fue llevado en la patrulla.

Hace unos días el no se sentiría de esa manera tan extraña porque no sabía de la existencia de aquellos sentimientos que tenía el oficial hacia el, pero las cosas cambiaron de manera radical cuando su mente empezó a idear cosas extrañas que podrían pasar entre ellos dos, hace unas cuantas horas incluso se atrevió a ilucionarce.

¿Porque le tenía que pasar esto a el?

Camino por los pasillos de paredes blancas hasta llegar al fondo, una puerta azul con el número 425 lo esperaba, suspiro al sentirse presionado por lo que pasaría.

Tenía que ser positivo y dar sus mejores palabras para aquella mujer, porque sabía que ella estaría mal tanto física como psicológica, no quería dañarla más.

En el fondo le dolía mucho la situación que pasaba la familia, los niños eran unos angelitos y no se merecían el destino que les tocó.

Con valor abrió la puerta y entro lentamente.

En frente suyo estaba la camilla con la mujer acostada, ella estaba despierta y al verlo sonrió de costado ¿Lo reconocía? Era imposible.

— Tu debes de ser el Joven Jeon — la dulce voz de la mujer entro muy dentro de su corazón, como las sonatas de una verdadera madre, con dulzura y comprensión.

— Yo... Si, soy Jungkook — aún estaba confundido, porque jamás cruzo una palabra con ella y ya lo conocía, se le hacia extraño y a la ves le causaba curiosidad.

— El oficial siempre me habla de ti, de como cuidas a mis pequeños, muchas gracias por ser una buena persona y no dejarlos solos.

Los cabos dentro de la cabeza del castaño se unieron y todos apuntaban a una sola explicación, miro a un costado y el oficial Park parecía estar algo nervioso. Lo sabía, seguramente el policía hablo de el con la mujer, nuevamente estaba confundido.

— Ellos son muy lindos, jamás los dejaría solos. — fue lo único que alcanzó a decir.

La charla que transcurrió fue amena, la mujer le dijo su nombre, Soon JunHai, era una mujer muy hermosa y súper buena, le contó anécdotas de sus pequeños y la historia de cómo fue que terminó casada con aquel hombre, también le dijo que lo denunciaría y que ahora sería libre, ellos dos se pasaron horas hablando hasta que ya terminó el tiempo de visitas.

— Fue un gusto muy grande verte cariño, muchas gracias por visitarme, cuando salga iré a buscar a mis hijos, por favor cuídalos unos días más.

— No se preocupe, los cuidare hasta que usted se mejore. — Con una sonrisa ambos se despidieron.

Ya estando afuera, el oficial lo detuvo.

Jungkook se quedó un poco incómodo, se sentía extraño desde la mañana y no quería ver a los ojos del policía.

— Mañana vendrán a traer más víveres a tu hogar de mala muerte, recuerda salir y ser amable.

— No es un hogar de mala muerte — Bufo molesto rodando los ojos — Que yo no tenga el dinero suficiente para comprar cosas lujosas no hace de mi casa un lugar malo, es lo que tengo y es acogedor. — Se quejo — ¿Eso es todo? Mejor me largo. — quiso marcharse pero no pudo.

— Toma — Unos fajos de billetes cortaron su camino.

Los ojitos le brillaron al ver tanto dinero, era el paraíso.

Dinero, dinero, dinero.

— Deja de babear y tómalo

El recupero la compostura y miro a los costados, hallando al oficial Park sonriendo por su actitud, se enojo de nuevo.

— ¿Porqué? — solo eso salió de sus labios. — Porque usted me daría dinero a mi.

Jimin solo encogió los hombros.

— Es una ayuda personal a los niños, vamos, tómalo que me pesa la mano — hizo un ademán de soltar el dinero y sonrió al ver al castaño saltar como un gato hacia el dinero. — Te servirá para comprar comida. Es hora de irnos, sube. — ordenó.

El castaño hizo mala cara cuando lo vio subirse al motorizado.

Ya era tarde y sería mejor ir en automóvil, lo dejaría más cerca así fuera una patrulla.

La situación de regreso fue muy diferente, ahora se sentía más tranquilo y no pensó mucho, solo dejo los pensamientos de lado y contó cada billete en sus manos, en total habían novecientos mil Wones, eso significaba que tendría comida para todo el mes, los niños estaría bien.

El oficial tonto dijo que mañana vendría ayuda para los pequeños, así que con eso podría comprar más trastes y unas mudas de ropa, los pequeños no tenían mucha y las colchas de su pequeña cama no eran suficientes para el frío, les compraría muchas cosas y quizás unos juguetes.

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— Nunca dijiste que tu amigo tenía hijos.

— El no tiene hijos.

Ambos eran rodeados por tres pequeños niños muy felices de ver aquellas maletas en sus manos, Yoongi no tenía ni puta idea de cómo fue que esto paso.

— Hola, soy Jinnie — El más alto se acercó y acarició las cabezas de los pequeños. — ¿Quieren mandarinas? — ofreció, aquellos gritos de felicidad no se hicieron de esperar.

Solo paso una media hora antes de que se escuchará la puerta abrirse.

— ¡Traje comí...! — Jungkook se quedó en blanco al ver a Yoongi.

— Llegué hace poco. — fue lo único que le dijo el Peligris antes de abrazarlo.

— Yoongi... ¿Que paso? ¿Porque regresaste? — un montón de dudas se presentó en su cabeza.

— Dame las buenas noches siquiera.

— Lo siento, buenas noches — lo abrazo fuerte — Ahora dime qué pasó.

El peligris bufo antes de sonreír.

Ambos se acercaron a la mini mesa que tenía el castaño al costado del cuarto para dejar la comida y empezar a sacarla.

—  Me enteré que arrestaron a Hoseok y que el era el dueño de BlueS, decidí volver porque... Estaba preocupado por ti, las cosas se pusieron peligrosas y me fui, pensé que te había pasado algo.

— Te hubiera pasado más a ti que a mí sí te quedabas — Saco aquellos platos de las bolsas y los puso a un lado mientras seguia hablando — Te conté lo del tipo que quiso "darte un escarmiento" porque me preocupaba lo que podría pasarte y no me arrepiento de eso, el día en que detuvieron a Hoseok me infiltre en el club por culpa del estúpido policía, pero no pasó nada malo.

— ¿Quien te quiso dar un escarmiento Yoongi? —

Jungkook dejo de hablar y dió un pequeño salto del susto. No había notado a más personas con ellos.

— No es nada Hyung. Jungkook, el es Jinnie Hyung, mi primo mayor.

Jungkook se puso de pie y ambos se saludaron, el hombre era alto, de su misma estatura solo unos dos a tres centímetros más, no era mucha la diferencia.

— Es un gusto, soy Jungkook — la sonrisa del mayor le causó un poco de calidez, parecía ser una buena persona.

— Me alegra de que Yoongi tuviera una buena influencia en el tiempo que estuvo aquí.

El tiempo pasó rápido, ellos ordenaron todo y los pequeños comieron felices lo que trajo, Jungkook también contó todo lo que pasó en el tiempo en que Yoongi se fue, todo a excepción de los sentimientos del oficial hacia el.

Aunque no podría asegurar nada con solo pistas, el debía de tramar algún plan para poder afirmar sus sospechas, esperaba estar equivocado y que las estúpidas sensaciones de su cuerpo desaparecieran.

Para una persona que siempre vivió en soledad era complicado aceptar sentimientos externos, su cabeza podría armar miles de historias con solo una muestra de afecto, Jungkook se encontraba ansioso con solo sospechas porque jamás tuvo aquel sentimiento de querer serca de el, su madre no le enseño cómo se sentía ser amado.

El solo pensaba en que no lo lastimen, solo quería no salir herido de lo que pasará, afrontaría la situación y trataría de abrirse más si su corazón latía de la misma forma, pero, no aseguraba que fuera fácil.

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— Solo debes de dejar los víveres y luego regresaras Namjoon, no es una misión imposible.

— ¿Porque no hacerlo tú si es tan fácil? — con los brazos cruzados levanto una ceja.

El pelinegro rodó los ojos con una sonrisa molesta.

— El teniente Han pidió que estuviera en el traslado del cartel que arrestaron y condenaron, si no fuera por ello creeme que me tendrías ahí.

— Deja de ser un estúpido y acepta que el mocos te mueve el tapete camarada — bromeó a la par de ponerse su cinturón.

Jimin solo se quedó pensando antes de soltar la bomba.

— Nunca lo he negado. — dijo para después dejar al mayor solo.

Namjoon se quedó procesando antes de sonreír irónico.

Jimin siempre era directo y esta vez parecía ir encerio, lo que más le preocupaba era:

¿Cuánto tuvo que pensarlo para tomar su decisión?

Porque vamos, el muchacho es mucho más joven que el, además de que no tiene absolutamente nada más que su ser, es pobre y posiblemente un joven de mala vida, el no lo juzgaba pero las cosas eran de esa manera, era realista.

Porque Jimin se fijaría en alguien así si tiene más opciones, además ¿Jimin era gay?

Muchas preguntas pasaron por el en su caminata hasta la patrulla, tenía un presupuesto alto para llevar víveres como ayuda social al caso de la señora Soon, los niños eran muy tiernos y le gustaba jugar con ellos, pero molestar a su camarada era más complaciente a su ego.

Aunque por hoy debía de cumplir su deber.

Recorrió los supermercados comprando lo que llevaría y unas cosas extras de limpieza, ya cuando tuvo su encomienda lista se encamino de regreso en dirección a la casa del mocoso.

No odiaba a Jeon, solo se le hacia extraño el gustar de Jimin por el joven, admitía que no era feo, de echo era un joven bien parecido con buenos sentimientos ¿Pero Jimin enamorado? Jamás pensó verlo así, era diferente a como veía a su camarada.

Jimin es egocéntrico, jamás aceptaría a alguien que no fuera de su nivel, a su altura... ¿Porque el joven robo su corazón? Mientras más vueltas le daba, menos respuestas tenía.

Se estacionó fuera del callejón que daba a la casa del mocoso y camino hacia ella, tenía que tocar la puerta y hacer saber la petición que tenía. Justo antes de tocar está se abrió.

— Por favor Yoongi, los cerdos no vuelan. — fue lo que alcanzó a escuchar antes de que un cuerpo cayera sobre el.

El se quedó quieto y con su brazo sostenido al hombre tonto que se cayó sobre el.

— Es un policía Jungkook — el joven peligris alerto.

Namjoon bufo al ver abajo, el hombre de cabellos rosas solo lo miraba, frunció el ceño. ¿Porque no se apartaba?

— Quiero que me arreste señor justicia.

O vamos, otro bobo.

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Tres meses después...

— Con lo que ganamos nos acercamos más. — sonrió feliz.

En este tiempo, Yoongi y el se dedicaron a trabajar duro de manera honrada para poder alquilar un apartamento más decente y lejos de la zona roja en donde estaba, no era por lo peligroso sino más bien por lo pequeño que era el lugar, en estos días se habían tenido que maniobrar entre tres para poder dormir bien, aunque hubieron días en que SeokJin simplemente no llegaba a dormir, nadie sabía porque pero existían sospechas.

— Solo un millón de Wones más y ya será nuestro. — se entusiasmo.

Ambos caminaron rápido, era muy tarde y la noche estaba muy oscura ya que la luna no salió.

En este tiempo habían pasado muchas cosas.

Jungkook afirmó sus sospechas al preguntarle al oficial de manera directa, este solo se quedó callado y esa fue la respuesta que el necesitaba, al contrario de sentirse acosado o incómodo, solo se dejó ir, el oficial siguió frecuentando lo y ambos empezaron a generar un aura muy diferente a la del inicio, se sentía cómodo al lado de el.

Los pequeños ya habían regresado al lado de su madre y el aún los iba a visitar, su situación no mejoro mucho con respecto a los ingresos pero trataba de no ponerse triste, quería afrontar la situación de la mejor manera y poder salir adelante.

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Nuevo capítulo y con muuuuchas cosas, no se preocupen, ahora no voy a desaparecer. ^^

Se vienen cosas Hot 😐👍🏻

Gracias por leer.