𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝙵𝚘𝚞𝚛
Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴
Jungkook coloca el plato con ramyeon enfrente de mí y le agradezco con una reverencia de cabeza. Tomo los palillos y muevo los fideos de un lugar hacia otro sin llevarlo a la boca. Solamente estoy fingiendo comer, no tengo hambre, y puedo sentir la mirada preocupada de Jungkook sobre mi en todo momento. Sabe que algo anda mal. No he dicho ninguna palabra o sonido desde hace un buen rato, tampoco he levantado la mirada del plato que no he probado bocado.
Mi cuerpo esta aquí sentado en el comedor, pero mi mente está vagando por lugares muy lejanos.
No dormí en toda la noche. ¿Cómo podría hacerlo? Se puede notar en mi cara demacrada y ojos saltones de demente esquizofrénico. La ansiedad no me deja tranquilo, por eso no puedo dejar de moverme sobre mi silla. Llore en los brazos de Jungkook hasta que salió el sol y la mañana ha sido muy complicada desde entonces.
No he dejado de pensar en lo que sucedió.
En mis recuerdos.
En ese hombre.
En el cuchillo en su mano...
Las imágenes frescas se reproducen en mi cabeza una y otra vez como una película de terror, atormentándome a cada segundo. Tengo muy presente su masculina silueta negra, pero no su maldita cara.
Nada comprometedor, nada que me diga quien es él...
—¿No está bueno? ¿Demasiado picante? — Jungkook rompe el silencio y me saca de mis pensamientos.
Debe haber visto mi cara atormentada.
Hay ocasiones en las que me pierdo completamente y no escucho que Jungkook me esta hablando sobre cualquier tema. Es como si de pronto me trasladara a otro mundo y no presto atención a nada de lo que hay a mi alrededor aunque lo tenga frente a mis narices.
Y mi cabeza ahora mismo está tratando de descifrar mi pasado nublado y en todo lo que conlleva.
—Oh, claro que está bueno, como todo lo que cocinas — le contesto enseguida con una sonrisa y después suspiro, sin poder fingir —Discúlpame. Simplemente no tengo hambre.
Jungkook me mira un momento y asiente con un sonido gutural.
—¿Quieres que prepare gelatina de cereza? — propone con una pequeña sonrisa a pesar de que había dicho que dejaría de darme azúcar.
—Ya haces muchas cosas por mi, Jungkook. No tienes porque molestarte con más, esto esta bien — le digo e intento sonreír genuinamente aunque me es imposible.
—Sabes que tú nunca me molestarías, Jimin — dice y después suspira pesadamente, dejando su comida en segundo plano, tampoco ha comido mucho. Tambien debe estar ansioso —. ¿En serio te encuentras bien?
No debo verme bien, no estoy bien, pero su pregunta es directa mientras me mira fijamente a los ojos al otro lado de la mesa. Me quedo en silencio un momento y aspiro aire en mis pulmones.
—Yo... lo estaré...— digo, dubitativo —Creo que sólo tiempo para que todo se aclare aquí arriba — respondo en voz baja. Realmente no se que es lo que necesito. Estoy comenzando a divagar —. Te pido que no te preocupes demasiado, Jungkook, por favor.
Sé que nada de esto es mi culpa, pero eso no quita que me sienta terrible. Le causo demasiadas preocupaciones y problemas a Jungkook.
Jungkook me mira con ojos abatidos y termina por asentir aunque no muy satisfecho. Lleva los platos al fregadero para lavarlos mientras yo únicamente juego con mis dedos inquietos sobre la mesa. Cuando estoy delante de él hago lo posible por sonreír y fingir que esto no me ha afectado demasiado, que puedo sobrellevarlo, que soy un hombre fuerte, sin embargo, la realidad es que estoy horrorizado.
No lo he dicho toda la verdad a Jungkook. No le he contado sobre los recuerdos que he tenido.
De mi mente no salen esas horribles imágenes y la pregunta de ¿quién es ese tipo y qué quiere de mí?
No sé que me causa más pavor si saber que algo espantoso ocurrió en mi pasado o que puede volver a ocurrir en el presente. Un presente donde estoy indefenso. Ciego porque no puedo ver el peligro. No conocer la identidad de mi atacante me hace vulnerable en todos los sentidos.
Debido a eso, por primera vez desde que desperté en el hospital me cuestiono: ¿Por qué me sucedió esto a mi? ¿En verdad fue un accidente? ¿Qué sucedió aquella madrugada lluviosa? ¿Qué sucedió en mi pasado? ¿Qué cosas hice? ¿Quién era Park Jimin? ¿Cómo era mi vida?
Quiero saber absolutamente todo, hasta los mas pequeños detalles pero no puedo y es frustrante. Los recuerdos que he tenido han llegado de forma abrupta y esporádica cuando menos lo espero...
Ahora mismo tengo jaqueca y siento que me palpita el craneo como precio por haber recuperado aquel pequeño recuerdo.
No sé porque es así... Yo no decido que poder recordar y que no.
Con miedo, miro de reojo hacía la ventana que está frente a mi y da hacia el bosque. Un sentimiento de temor se apodera de mi corazón al esperar que cualquier sombra o silueta se asome a través de ella. Ese hombre sabe donde vivimos y ha demostrado que puede entrar a la casa sin que nadie se de cuenta. Podría aparecer con un cuchillo y atacarme a cualquier hora del día. Podría subirse sobre mi mientras duermo y asfixiarme con una almohada.
Podría matarme si quiere hacerlo.
Podría ya estar aquí y no me he dado cuenta...
Mi corazón comienza a latir muy rápido al pensar eso.
La paranoia está haciendo su trabajo pues la ventana se hace anormalmente más grande y cercana a mi. Aguanto la respiracion. Mis ojos se abren de par en par. Estoy seguro que mi mente me esta jugando una mala pasada cuando, de pronto, imagino a un hombre encapuchado asomarse a través del cristal, nos miramos fijamente, intenta entrar y le da golpes al cristal con un cuchillo, el cual se fragmenta.
Me echo hacia atrás en mi silla, mis uñas se aferran a la madera y estoy preparado para soltar un grito...
No es real. No es real.
Me digo mentalmente hasta que un fuerte traqueteo a mis espaldas me saca de la ensoñación y el hombre se desvanece en el aire como si fuese polvo. Es el triturador de basura que Jungkook acaba de activar.
—Mierda— susurró para mi mismo.
Me limpio el sudor de la frente y exhalo con fuerza, tratando de tranquilizarme.
Creo que me estoy volviendo loco.
—Voy a bloquear todas las ventanas, estoy casi seguro que entró por una de ellas — Jungkook comienza a hablar mientras continua lavando los platos dándome las espaldas —. También llame a alguien para que instale cámaras afuera de la casa y un nuevo sistema de seguridad en la entrada principal y trasera.
—¿De verdad? — lo miro expectante.
—Lo instalarán hoy mismo. Nadie podrá entrar aquí con ese sistema — responde él con seguridad —. Además, estuve pensando, no sé, en contratar a alguien que te haga compañía por las mañanas cuando estoy fuera. Nayeon me parece una buena opción.
—¿Hablas de algo parecido a una niñera? — encaro una ceja y niego con la cabeza —Estaré bien el tiempo que no estás aquí. Tan solo son algunas cuantas horas...
Desciendo la mirada a mi regazo.
Debo estar actuando como idiota, no debería reprimir lo que realmente siento, pero por alguna razón lo hago. Simplemente no quiero ser una carga. No quiero seguir siendo tratado como enfermo.
—Lo sé, joder — suspira Jungkook estresado y se recarga en el lavabo, agarrando el puente de su nariz —. Solamente quiero que te sientas bien aquí — confiesa él y sonrió brevemente con ternura.
Me siento profundamente agradecido porque Jungkook se preocupe tanto por mi y vele tanto por mi seguridad, sin embargo, a pesar de eso, aún hay otro detalle inquietante surcando en mi pecho y no puedo dejar de pensar en ello desde la tragedia en la madrugada.
—Jungkook, ¿por qué tienes un arma? — le pregunto directamente sin filtros de por medio.
Debo admitir que me lleve un gran susto cuando vi la pistola automática. No me gustan las armas, pues no me gusta la función para la que fueron creadas; arrebatar vidas. ¿Por qué Jungkook tiene una en nuestro hogar? ¿Acaso él sabía que algo como esto podía suceder? No parecía sorprendido por lo que sucedió sino más bien enojado. Todo es tan raro.
Me he preguntado seriamente: ¿Hay algo que debería saber y no me está diciendo?
Al escuchar mi pregunta Jungkook deja la vajilla en su lugar correspondiente y vuelve a la mesa, sentándose en la silla a mi lado. Nos miramos fijamente un instante y espero su respuesta, inquieto.
—Cuando vives en una casa en medio del bosque lamentablemente pueden ocurrir situaciones como estas y hay que estar preparados para defenderse de lo que sea. La policía tardaría demasiado en llegar aquí si algo malo estuviese ocurriendo — avisa seriamente.
Me quedo en silencio, ahora preocupado por su último comentario. Eso quiere decir que estamos totalmente solos y desamparados en medio del bosque, y la policía no será de mucha ayuda en una emergencia.
—Haré cualquier cosa para que te sientas más seguro, Jimin. Lo que sea — enfatiza. Jungkook toma mi mano entre las suyas más grandes y luego suspira, abatido —. Sé que este no es el comienzo que habíamos esperado, pero trataré de que todo mejore.
Le sonrio suavemente para reconfortarlo, pues creo en sus palabras. Es verdad que imagine esto muy diferente, pero ambos estamos padeciendo todo lo que ha ocurrido en el último tiempo, no solo yo y estoy agradecido de que Jungkook me acompañe en el proceso.
—Sé que así será... Es una etapa que pasará — o eso espero —. Agradezco todo lo que haces por mi, Jungkook, realmente no se que haría sin ti.
Jungkook muestra una sonrisa que llega hasta sus hermosos ojos de ciervo.
—No, no se que haría yo sin ti — corrige y me da un beso en el dorso de la mano.
Siento mis mejillas ruborizarse.
Mis emociones cada vez se alteran más ante sus muestras de afecto y palabras endulzadas. Cada vez me siento más encantado por la forma en que cuida de mi y me protege como si fuera el material más valioso del planeta. Jungkook me ama, no tengo duda alguna de eso y me transmite tanta seguridad que estoy completamente convencido que mientras esté a mi lado nunca me pasará algo malo.
No hay otro lugar en el que desee estar sino es junto a él.
[...]
Un rato más tarde, Jungkook comienza a colocar seguros extras en las ventanas mientras me encargo de limpiar la cocina y ordenar las alacenas. Las tareas domésticas simples me ayudan a distraerme, no obstante, me canso demasiado pronto al usar el bastón para moverme de aquí para allá.
Aún no estoy acostumbrado, es pesado y tampoco puedo excederme.
—Jungkook me ayudarias a subir a nuestra habitación, por favor — lo llamo y agacho la cabeza —. Quiero tomar una ducha.
Jungkook me sonríe y deja sus herramientas sobre la mesa.
—Por supuesto, ven aquí, pequeño.
Con esas palabras automáticamente levanto mis brazos delgados hacía él para que me alce en los suyos. Jungkook me carga con delicadeza y una vez que me encuentro en sus brazos, recargo mi mejilla en su hombro. Sinceramente me esta empezando a gustar que Jungkook me lleve en brazos... no porque sea flojo sino porque en estos breves momentos es cuando tengo una excusa y me permito verlo de tan cerca sin sentir vergüenza.
Justamente aquí, en sus brazos, es donde me siento plenamente seguro y mi corazón está tranquilo; latiendo nervioso únicamente por la cercanía que compartimos. Su presencia es como si borrara todos mis miedos, me hiciera olvidar por lo que estamos pasando y los transformara por deseos pecaminosos que he creado hacía él sin darme cuenta. Ahora mismo no hay otra cosa en la que piense que no sea Jeon Jungkook.
Sus manos se sienten grandes y rasposas alrededor de mi cuerpo tan frágil. Observo su mandíbula fuerte y perfilada, sus pestañas largas, su peculiar nariz, admiro hasta los detalles más pequeños de su rostro como el lunar debajo de su labio inferior y el arete plateado tintineando de el.
Podría estar así todo el día...
—Lo siento, debes estar muy cansado de siempre llevarme en brazos — le digo. Me siento mal porque tenga que llevarme así cada vez que deseo subir y bajar de planta —. La próxima vez intentaré hacerlo por mi mismo — le digo mientras subimos las escaleras.
—Hago esto porque me gusta ayudarte en todo lo que puedo — aclara rápidamente —. Además, eres como mi nueva rutina.
—¿Eres amante del ejercicio? ― pregunto un tanto curioso.
—¿Acaso no se me nota? — Jungkook encara una ceja negra —. Ahora tendré que esforzarme más.
Mi respuesta es un bufido mientras tuerzo los ojos.
Jungkook me lleva hasta el cuarto de baño en donde me sienta sobre el bater. Me ayuda a nivelar el agua caliente de la ducha mientras me quito el anillo, los zapatos y deshago el moño que sujeta mi cabello que ya está bastante largo, dejándolo un poco alborotado sobre mis hombros. No me importa despojarme del suéter y desabrocharme los botones de mi pantalón, pero me detengo ahí cuando veo a Jungkook todavía delante de mi...
Él carraspea.
—Aquí está tu bastón —señala —, y dejaré tu silla afuera. Si necesitas otra cosa solo grita. Estaré al pendiente de ti.
—Esta bien — le sonrió cálidamente.
Jungkook sale del baño, sin embargo, rápidamente vuelve para decir.
—No pongas el seguro.
—No lo iba a hacer... — le contesto en voz baja.
Nos miramos unos instantes y puedo notar como Jungkook se obliga a mantener la vista en mis ojos.
Jungkook aspira aire y sonríe suavemente como siempre.
—Cuidado con el piso mojado — finaliza.
Cierra la puerta detrás suyo y por fin vuelvo a respirar.
Una vez que estoy a solas, empiezo a quitarme la ropa restante con cuidado. Arrastro el pantalón lentamente por mi pierna hasta quitarlo. La fractura de mi pierna aún esta reciente y no sanara en mucho tiempo (si es que lo hace), mis movimientos son muy limitados, también duele si la toco o si piso muy fuerte.
Tengo que ser muy cuidadoso.
Cuando estoy totalmente desnudo cierro la puerta corrediza y comienzo a bañarme mientras me sostengo de las baldosas para tener un soporte. El agua caliente cae deliciosamente sobre mi y el vapor me envuelve como una nube de algodón. Primero, masajeo mi cuero cabelludo con el acondicionador de aroma a coco y despues, paso la barra de jabón por todo mi cuerpo, empezando por mis largas piernas largas en donde quedaron algunas cicatrices pintadas como un recuerdo permanente de mi accidente.
Una vez que subo, veo el tatuaje en mi costilla.
"Nevermind".
No recuerdo el significado de eso.
La sensación de autodescubrimiento es abrumadora y deprimente al mismo tiempo. Es tan devastador el hecho de que siquiera puedo reconocer mi propio cuerpo, un tatuaje, un lunar, una marca de nacimiento, no reconozco absolutamente nada de mi.
¿Quién carajos soy?
Dejo salir un suspiro, intentando pensar en otras cosas.
En la única cosa que me distrae...
Pongo mis manos sobre mi abdomen plano, acariciándolo y no puedo evitar recordar la cuadrícula bien marcada de Jungkook. Nos sentimos diferentes. Él es tan grande, fuerte e imponente, una simple mirada suya me hace encoger de hombros y obedecer sin rechistar a lo que diga.
No lo esperaba pero me gusta más de lo que me atrevo a decir.
Y me da miedo que me guste ese tipo de sensación.
Cada parte de Jungkook me es atractiva, perfecta... e inalcanzable por las barreras que me pongo a mi mismo. Por alguna razon tengo miedo de seguir avanzando, lo cual es ridiculo. Me pregunto porque sigo posponiendo lo que sucederá tarde que temprano, sobre todo cuando yo también fantaseo con eso.
Fantaseo con Jungkook y lo que nos depara el futuro, en todas las cosas que haremos juntos...
Cierro los ojos, echo la cabeza hacía atrás dejando que el agua baje por mi cuerpo ardiendo y sin darme cuenta las imágenes de Jungkook inundan mi mente. Imagino como se sentirían sus gigantescas manos paseando libremente sobre mi cuerpo desnudo, sus labios besando cada tramo de mi piel, sus dulces palabras susurradas en mi oído mientras nuestras pieles chocan directamente entre ellas.
Realmente lo deseo... Lo deseo tanto que casi puedo sentirlo...
El agua caliente cae sobre mi y quema mi piel. Pasó la barra de jabón por mi cuello morado y luego por mi abdomen para deshacerme de los rastros de semilla seca que quedaron ahí. Me deshago de toda la evidencia incriminatoria, pero es en vano cuando siento un torso tonificado pegarse contra mi espalda. El tigre despertó. Sonrio de lado mientras mantengo los ojos cerrados por el jabón cayendo de mi cabello.
—¿Alguien no quedó satisfecho? — pregunto.
Él me responde con un sonido gutural y pasa sus grandes manos por mis caderas para pegarme a su regazo. Otra vez está duro como una roca, es grande y me estremezco. Luego, sus manos se deslizan por mi abdomen hasta bajar a mi entrepierna, lo que me arranca un gemido y dejo caer la cabeza en su hombro.
No puedo negarme. No puedo luchar contra él porque sabe justamente lo que necesito. Sabe todo de mi. Sabe como tratarme. Sabe como manejarme. Sabe como llevarme al abismo. Sabe como volverme loco...
Me dejo llevar por las sensaciones y me fundo contra él, echándome hacia atrás. Él gruñe, su respiración áspera choca contra mi oído cuando su hombría se desliza entre mis glúteos, frotándose contra la parte más íntima de mi cuerpo, la cual está roja e irritada por el encuentro previo.
Aún así lo quiero.
El placer es más grande que el dolor.
Él me muerde el lóbulo de la oreja cuando me muevo contra su polla desesperadamente. Es una bestia. Su mano vuelve a subir por mi cuerpo para sujetarme del cuello y ejercer presión allí, sacándome un suave jadeo junto a una risa.
Sé que eso lo provoca y hace enojar.
—Deja tus ridículos preámbulos — le digo —. Jodeme ahora. No me gusta esperar. Vamos.
Llevo mi mano a su entrepierna para introducir su miembro excitado en mi de una sola vez, pero él aprieta mi cuello con más fuerza a modo de advertencia. Me detengo totalmente cuando tengo problemas para respirar y tomo su antebrazo con ambas manos.
—Eres una pequeña zorra insaciable, ¿verdad? — su voz baja hace que mi cuerpo tiemble —. Me aseguraré de que me sientas dentro de ti por días.
Sus palabras me hacen arder.
Eso es lo que quiero.
Y lo que quiero, lo obtengo.
Suelto un gemido cuando me da la media vuelta y me estampa bruscamente contra las baldosas heladas. Él toma la parte trasera de mis piernas para que las enrolle alrededor de sus caderas y pueda alinear su miembro despierto contra mi entrada abusada... Una vez que entra de golpe, él ataca mi boca abierta para besarme descuidadamente debajo del agua hirviendo.
Las sensaciones que vienen después de eso me debilitan por completo...
Las nubes negras en mi cabeza se disipan una vez más y abro los ojos abruptamente.
Mi cuerpo está asombrosamente caliente y las piernas me tiemblan como gelatina. Tengo las emociones a flor de piel como si hubiera vuelto a vivir esa escena, como si otra vez estuviera contra las baldosas heladas, como si tuviera una boca devorando la mía, unas manos sobre mi cuerpo y algo caliente incrustado en el rincón más profundo de mi ser...
Pude sentirlo.
Gimo en voz alta. Tengo una erección golpeando contra mi abdomen y me asusta como si en verdad fuese la primera en toda mi vida.
Una parte de mi se siente terrible por haber recordado precisamente ese suceso y otra emocionada. Es el recuerdo más largo que he tenido. Sigue estando un poco borroso, como si hubiese una cortina de humo encima y estoy seguro de que falta una parte importante ahí pero fue tan verosímil... Aunque definitivamente no muy normal.
Intento no tomar en cuenta el hecho de haber tenido una mano alrededor de mi cuello e ignorar las palabras grotescas susurradas en mi oído, puesto me esta creando un conflicto al excitarme con ello...
Mi miembro lo sabe mejor que nadie, palpitando del dolor.
Con movimientos torpes, le doy atención la atencion que neceisita aún con el recuerdo fresco en mi cabeza.
Me siento mareado y terriblemente cachondo. Nunca creí sentirme así, desesperado.
Ahora se lo que se siente follar... Ahora sé que con seguridad que otras cosas se sentirían mucho más placenteras que mi mano alrededor de mi pene... Jungkook se sentiría mejor. Ahora no puedo dejar de pensar en qué tipo de cosas habremos hecho en el pasado.
Quiero recordarlo.
Me pregunto si en este preciso momento gritara su nombre, Jungkook vendría hasta aquí y después, ¿qué pasaría si me viera en este estado? ¿Si le dijese que se bañará junto a mí y me ayudara con mi excitación?
Él dijo que si quería algo solamente lo pidiera y lo tendría... Cualquier cosa... y lo que quiero es recrear mi recuerdo, pues es como si las emociones que tuve en ese momento se hayan transportado al presente.
Y lo que quiero, lo obtengo...
Me dejo llevar por esas palabras, las cuales estan sembrando raices ponsoñosas en mi cabeza.
―Jungkook... ― llamo su nombre en un suave murmullo que más bien se convirtió en un gemido.
―Jungkook...
Paso mis manos alrededor de su cuello, nuestros pechos se presionan y mi polla queda atrapada entre ambos, buscando fricción. Gimo en voz alta mientras él aprieta mis nalgas para dar estocadas mas fuertes contra mi próstata. Es salvaje, desenfrenado... implacable. Vuelvo a gemir y entierro las uñas en su espalda hasta sacar sangre que baja en ríos.
―Eres la mejor polla que he tenido ― le digo en el oído, endulzando el tono de mi voz ―. No quiero a nadie que no seas tú.
Él se detiene un momento para verme entre los mechones mojados que tiene en la frente.
―No trates de engañarme ― gruñe, furioso.
―Jamás lo haría, mi amor.
Saco la lengua para lamer obscenamente desde su barbilla hasta la punta de su nariz. Él se enciende como un cerillo gracias a eso y vuelve a la carga, golpeando mi punto dulce mientras levantó la mirada hacia el techo y sonrío maliciosamente para mis adentros...
Placer, diversión, control, locura... son emociones que se dispararon desde mi subconsciente como fuegos artificiales. Pude sentirlos otra vez como parte de mi. Un torbellino de recuerdos cortados de esa velada hacen que la cabeza me de vueltas. Pasan en el curso de pocos segundos, como un fragmento cinematográfico acelerado; sexo, agua caliente, besos, caricias, gemidos, palabras sucias y una mirada oscura...
Todo vuelve a mi abruptamente.
Es demasiado.
Desorientado, me tambaleó hacia atrás y alcanzó a sostenerme de la barra de lociones, tirando algunas de ellas, lo cual hace demasiado ruido.
Me quedó ahí un segundo y abro los ojos vidriosos.
Un balde de agua helada me cae encima y hace que la calentura deje de nublar mis sentidos, dándole paso a otro tipo de sentimiento. Con el corazon agitado, cierro la llave y me recargo contra la pared mientras el vapor de la ducha me envuelve.
¿Qué mierda fue eso?
Me toco el pecho, pues mi corazón está agitado. Me abrazo a mi mismo.
Mis propias palabras y mis pensamientos envenenados resuenan en mi cabeza una y otra vez.
¿Por qué diría algo así?
¿Por qué estoy sintiendo esto en mi pecho?
Es culpa.
¿Qué está sucediendo conmigo?
No lo entiendo. No entiendo absolutamente nada.
Cada vez que he tenido un recuerdo todo se siente mal, he tenido miedo de algo desconocido, sin embargo, en esta ocasión de quien tuve miedo fue de mi mismo.
No pude reconocerme.
Tengo miedo del alcance de mis deseos y que tan poderosos se pueden volver querer alcanzarlos.
[...]
Me envuelvo en una toalla y salgo del baño con ayuda del bastón. Agarro prendas nuevas de los cajones y voy a la cama para cambiarme. Me quedo sentado ahí, mordiéndome las uñas mientras cierro los ojos.
Los recuerdos no llegan cuando lo intento sino esporádicamente. Es desesperante. No se porque solamente puedo recordar fragmentos sin sentido.
Primero, veo el cuarto de baño en donde alguna vez dos cuerpos desnudos estuvieron allí dentro, frotándose mutuamente... Luego, deslizo mi mirada al gigantesco closet marrón que esta en la esquina...
Entonces, sentado en la silla de ruedas me dirijo al mueble para verlo de cerca. Toco las rejillas con mis dedos, me parece familiar, pero no es suficiente, así que me levanto y con mucho esfuerzo aviento la ropa colgada hacia los lados para hacer espacio.
Dando una respiración envalentonada, me meto en el clóset. No estoy pensando con claridad. Simplemente quiero recordar. Estoy apunto de cerrar la puerta hasta que un escalofrío me recorre la columna vertebral.
—No.
Salgo de inmediato.
No sé qué demonios estoy haciendo.
Estoy volviéndome loco.
Con miedo, salgo de la habitación sentado en la silla de ruedas para buscar a Jungkook porque no puedo bajar a la primera planta sin su ayuda, sin embargo, cuando estoy apunto de llamarlo escucho su voz en la lejanía.
Rodeo el barandal tallado en madera, guiándome con el sonido de su voz y oír mejor lo que está sucediendo allá abajo.
—Si, ¿cómo van con la investigación? ¿Algo nuevo? ¿Ya encontraron el automóvil? — pregunta Jungkook.
Está hablando por teléfono.
Con razón no vino a verme luego del ruido que hice.
―¿Entonces qué han conseguido? ― pregunta ―No tienen los videos de las cámaras de seguridad del lugar, tampoco testigos de la escena y todavía no encuentran al hombre que lo arrolló. Dígame, ¿qué se supone que han estado haciendo hasta ahora? ― dice y lo escuchó caminar de un lado hacia otro sin parar.
Está hablando sobre mi accidente, así que hago lo posible por escuchar mejor.
―No, no están haciendo todo lo posible ― espeta enfadado, lo que hace que me pregunte con quien está hablando ―. ¿Qué? ― cuestiona, cambiando su tono de voz.
Hay una larga pausa en donde Jungkook no dice nada.
―Él no ha mencionado nada parecido a eso ― responde con seriedad. Hay un silencio ―. Espere un segundo.
Jungkook abre la puerta para salir al jardín delantero. Ya no puedo escuchar desde aquí. Regreso a la habitación principal lo más rápido que puedo y me obligo a salir al maldito balcón que me trae malos recuerdos para seguir escuchando el hilo de la conversación a pesar de que me trae malos recuerdos estar aquí.
Me acercó a la orilla con cuidado.
—Acabamos de llegar a la casa y como usted habrá visto en su expediente medico, su salud no es muy buena, lo que menos quiero es agobiarlo — contesta y hace otra pausa larga —. Si, lo entiendo perfectamente, pero lo que usted no entiende es la parte en que su memoria se vio afectada.
La conversación acalorada sigue y hago lo posible por enfocar mi oído en sus palabras, ya que se pierde un poco con el soplar del aire que viene desde el bosque.
—Únicamente hagan su jodido trabajo. ¿Sabe lo difícil qué está siendo esta mierda para nosotros? No, obviamente no lo sabe ― se contesta a sí mismo, irónico ―. Dudo mucho que la persona que más quiera en su vida haya pasado por algo similar que la mía...
Ansioso, aprieto mis labios en una línea al escuchar las palabras de Jungkook. Creo que he escuchado suficiente y vuelvo a entrar a la habitación.
Por alguna razón mi corazón se apachurra. Tal vez no he sido suficientemente empático y no me he detenido a pensar lo suficiente por todo lo que ha pasado Jungkook desde que sufrí el accidente.
Primero, días de incertidumbre en el hospital al no saber si iba a despertar. Tener que trabajar por las mañanas para ser el sustento de ambos y cuidarme cuando llega a casa, darme apoyo emocional para que siga con mis ejercicios de rehabilitación y no decaiga cuando me siento deprimido o asustado ante un peligro desconocido que nos acecha. Sin mencionar que prácticamente perdió a su esposo; no puedo recordarlo en ningún aspecto y eso debe dolerle aunque siempre me muestre su mejor sonrisa y diga que no importa.
Jungkook no merece nada de esto.
Me quedo un rato pensativo y por fin consigo valor.
—¡Jungkook! — lo llamó en voz alta.
Después de escuchar mi grito, Jungkook no tarda demasiado tiempo en ingresar a la estancia.
—Hey, te tardaste más de lo normal en el baño, ¿todo en orden? — cuestiona y simplemente asiento con la cabeza pasando por alto lo que estuve haciendo en la ducha. Eso no es importante en este momento.
Jungkook me da la espalda para buscar algo en los cajones.
―Mañana iré a la ciudad después del trabajo, compraré algunas cosas que necesitamos y también tu teléfono ― dice mientras sigue revolviendo los objetos ―. Dime, ¿qué marca te gusta?
—¿Con quién estabas hablando? — le pregunto rápidamente. Jungkook deja de hablar enseguida y después, me mira un momento, taciturno —. Te escuche hablar por teléfono ― completo.
Dubitativo, Jungkook deja lo que está haciendo y como no queriendo se agacha frente a mi para quedar a la misma altura.
—Llamaron de la estación de policía para actualizar la información del caso... Aún no tienen mucho que sea útil para su resolución, pero quieren que vayas a relatar lo ocurrido esa noche ― explica, calmado ―. Les mencioné que tu salud no era muy buena en estos momentos ―se queda pensando ―. Jimin no estoy seguro que estés preparado para involucrarte en esto. No quiero que te agobies más. Sé que estás asustado todo el tiempo.
Guío mi mirada hacia el suelo y confieso: —Jungkook no fue un accidente ― expongo, lo cual le hace abrir los ojos como platos.
—¿A qué te refieres, Jimin? — pregunta viéndome fijamente si pestañear.
Dudo un poco, no puedo asegurar lo que creo saber porque todo es muy confuso pero continuo.
―No puedo recordarlo, pero tengo muy claro que lo que sucedió esa noche no fue un simple accidente... Había alguien allí... Alguien provocó todo ― aprieto mis manos ansiosas a mis piernas y Jungkook me sigue viendo fijamente, esperando que continúe ―. Una parte de mi no quiero recordarlo porque sé que fue horrible pero otra quiere saber que sucedió. Tienes razón... preferiría ignorar todo aunque sé que es imposible.
Jungkook aparta la mirada por mis palabras y deja salir el aire de los pulmones.
—¿Qué quieres hacer, Jimin? — cuestiona con voz neutral.
—No lo sé... — respondo y tomo una bocanada de aire —Lo único que quiero es seguir viviendo tranquilamente en el aquí y en el ahora... contigo. Empezar de nuevo los dos... ser felices juntos, Jungkook. Eso quiero.
Quiero recompensarte por todo lo que has hecho por mí.
Jungkook sonríe por mis palabras y puedo asegurar que es la primera vez que lo veo sonreír de forma tan genuina. Su rostro irradia luz.
―Y así lo haremos, ¿si? Yo también lo que más deseo es empezar de nuevo y olvidar el pasado — dice con emoción en su voz.
Eufórico, Jungkook se inclina a mí para levantarme en sus brazos, lo cual me saca una risa sorprendida. Jungkook salta conmigo en brazos y me rio más fuerte mientras me sostengo de sus hombros cuadrados para no caer cuando me da vueltas en el aire.
[...]
Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴
Sigo presionando el botón del control remoto mientras me llevo una palomita de caramelo a la boca. No hay nada bueno en la programación de hoy. Ya le di la vuelta a los canales nacionales al menos unas cuatro veces y lo más "divertido" que veo es un canal de cocina japonesa.
Jungkook dijo me explicó como usar una famosa aplicación para ver películas pero no le puse atención cuando lo dijo. Mi cabeza está distraída todo el tiempo y los intensos dolores de cabeza son casi diarios.
Sigo estando mal. Haría un memorama si tan solo recordara en donde dejamos la caja en la que se encuentra guardado.
Miro el reloj de la pared que marca las diez de la noche. Jungkook ya no tardará en regresar de la ciudad con las cosas. Todo el día ha sido muy aburrido sin él, prácticamente no he hecho nada más que regar las flores de la cocina, limpiar un poco porque todo siempre está impecable, comer la comida que Jungkook deja preparada, ir de aquí hacia allá para conocer la mansión pero sentado en la silla de ruedas, para terminar en el sillón viendo televisión comiendo cualquier cosa o durmiendo como un panda.
Me siento tan aburrido y solitario.
Desanimado, cuento los minutos hasta que por fin escucho la puerta de la entrada abrirse.
—¿Jimin? — escucho su voz llamarme.
—¡Estoy aquí! — lo llamo, girandome al respaldo del sillón para ver la entrada.
Jungkook aparece en el marco de la entrada cargando varias bolsas de compra en cada mano.
—Oh, aquí estás — sonríe levemente con sus dientes perlados —. He vuelto.
—Ya lo note — me burlo de la obviedad —. ¿Qué tienes ahí, uh? — pregunto de inmediato con curiosidad.
—Como lo prometí esto de aquí es tu teléfono — señala la primer bolsa —, pero eso no es lo mejor. Te traje otras cosas que probablemente te van a encantar — sonríe.
—¿En verdad? ¿De qué se trata? — sonrió con emoción, acomodándome sobre el sillón —. ¿Son más golosinas? Oh, dime que son chocolates con avellana. Son tan deliciosos.
Jungkook suelta una risa.
—No es algo comestible. Te dije que esas palomitas de caramelo serían lo último que te compraría — señala el bowl en mis piernas y hago un puchero —. Bueno, cierra los ojos para que sea sorpresa — pide e inmediatamente dejo las palomitas en el mueble del frente y cierro los ojos obedientemente.
Escucho cosas moverse de aquí para allá, Jungkook se ríe y se va unos minutos.
—¿Qué estás haciendo, eh? — pregunto.
No recibo ninguna respuesta porque, de repente, siento algo pesado posarse sobre mis piernas.
—Ábrelos.
Abro los ojos y hay una caja considerablemente grande encima de mis piernas.
—¿Qué es esto?
—Tendrás que abrirlo para saberlo — contesta divertido, sus ojos no se despegan de la caja —. Estoy seguro que lo amarás al igual que yo.
—¿Ah, enserio? — encaro una ceja —. Bueno, ahora tengo mucha curiosidad.
Comienzo a desamarrar el listón azulado que mantiene la caja ligeramente cerrada y entonces me sobresalto cuando se sacude abruptamente por sí sola.
Oh, por Dios.
Apenas termino de aflojar el listón cuando una pequeña cabecita peluda golpea la tapa de cartón y la hace caer al suelo. La criatura emerge y emite un ladrido agudo en mi dirección. Es un cachorrito. Tiene pelo esponjoso color blanco en la mayor parte del cuerpo mezclándose con pelo color castaño alrededor de sus ojos y orejas.
Es un perro bastante pequeño, pero su pelo esponjado lo hace ver un poco más grande de lo que es. Debe pesar unos cinco kilos. Tiene dos moñitos rojos en las orejas, aunque puedo notar que es un macho.
Es realmente precioso.
—¡Oum, es la cosa más adorable que he visto jamás! — lo envuelvo entre mis brazos, aunque el cachorro es demasiado inquieto y se revuelve desesperado, mientras mueve la colita felizmente de un lado hacia otro —. No puedo creerlo. Es tan suave.
Acercó al cachorro a mi cara para darle un beso, recibiendo como respuesta un lengüetazo en la nariz.
Jungkook nos ve con una enorme sonrisa plasmada en su rostro.
—Creí que te vendría bien algo de compañía — se sienta a nuestro lado y le revuelve el pelo al cachorro —. Es un Shih Tzu. Opte por una raza pequeña considerando tus condiciones... ¿Te gusta?
—¡Me encanta! — exclamó al instante desbordando alegría. Su compañía me será de mucha ayuda, ya no me sentiré solo —. Oh, Jungkook, muchas gracias.
Me lanzo contra Jungkook y le doy un abrazo con fuerza, mientras el cachorro se queda en mi regazo. Él me abraza de vuelta con una suave sonrisa y se aleja.
—Tendrás que pensar en un nombre.
—¡Lo tengo! — respondo de inmediato.
—¿Tan rápido? — Jungkook me mira asombrado.
—Lo llamaré GumGum — sonrio ampliamente.
No se de donde vino eso pero me gusta.
—¿GumGum? — repite Jungkook. Pienso que se va a burlar de mí, pero en lugar de eso me da un casto beso en la mejilla y abro los ojos de par en par —. Me parece un nombre adorable para nuestro pequeño cachorro.
Jungkook toma a GumGum en brazos y empieza a jugar con el, éste le muerde las mangas de la camiseta de vestir. Es un bebé, a los cachorros les gusta morder.
Mis labios se curvean en una sonrisa mientras los veo jugar. No puedo evitar tocarme el lugar donde Jungkook puso sus labios. Su beso se sintió tan normal, tan íntimo, tan hogareño y fue capaz de acelerar mi corazón a mil por hora, anhelante por más de ellos.
Sin pensarlo demasiado, me acerco a Jungkook para darle un beso en la mejilla y me alejo rápidamente esbozando una sonrisita picara como si hubiera hecho una travesura.
Jungkook se quedo pasmado un segundo, mirándome intensamente por mi movimiento, el cual no esperaba. Es la primera vez que le doy un beso. Deber significar mucho para él por la forma en que le brillan los ojos negros.
Sin previo aviso, Jungkook deja al cachorro en el suelo y vuelve a inclinarse para darme un beso cerca de la comisura de la boca haciendo un ligero chasquido.
—Espero la réplica — murmura divertido, absteniendose a moverse de lugar.
Suelto una carcajada y le doy un empujoncito por el hombro, sin embargo, él también se ríe.
Él ha sido paciente y muy comprensible conmigo. Estoy viviendo nuestro amor como si fuera la primera vez, pues todo lo que hace Jungkook es como si me estuviera cortejando para enamorarme lentamente con sus detalles como si no fuéramos ya esposos...
Y sus esfuerzos están sembrando raíces en mi corazón.
[...]
Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴
Sin señal.
Eso dice el anunció en la pantalla de mi celular. No tengo ninguna barra. No importa en qué parte de la casa me encuentre, siempre arroja el mismo mensaje, lo cual me hace desesperar. Vivir en un lugar en medio del bosque y rodeado por grandes montañas tenía que tener sus desventajas.
Ya me canse de intentarlo por hoy, cuando salga al jardín trasero lo haré de nueva cuenta, ahí debe tener señal, así que devuelvo mi atención al álbum de recuerdos que estaba guardado en el armario.
Lo encontré cuando estaba buscando mi memorama, estaba un poco escondido debajo de unas mantas de invierno.
Tiene fotos que no había visto antes, algunas son demasiado viejas, son fotografías de mi niñez y adolescencia. Es adorable verme en miniatura. Mi corazón se estruja en mi pecho. Debía ser mi primer día de clases en preescolar, con mi trajecito blanco, zapatos con punta de bola y un enorme moño en mi cuello.
Todo esto es muy hermoso. Aprecio los momentos, las etapas y acontecimientos importantes de mi vida plasmadas en papel, sin embargo, es a lo único a lo que tengo acceso. Es lo único que me confirma que en verdad sucedió esto en mi pasado.
Las fotografías son una forma de recordar.
Suspiro largamente.
Me conformaría con saber que fui un chico alegre y disfrute estos días de mi vida...
Trato de no ponerme triste y salto a la siguiente página.
—Debería pintarme el color de cabello, ¿qué opinas? — le preguntó a GumGum que está acurrucado perezosamente al lado de mi pierna.
Ahora lo tengo en mi color natural, pero al ver mis fotografías antiguas me hizo desear un cambio. Al parecer he pasado por muchos colores de cabello. En esta fotografía lo tengo anaranjado... en esta otra lo tengo rubio. Negro azulado, ese me gusta.
Aparentemente me gustaba ser extravagante y hacerme notar porque no hay forma de pasar desapercibido con esos tonos de cabello.
Otra de las razones por la que quería ver estos recuerdos es porque hasta ahora no he encontrado alguna fotografía de la boda. Jungkook dijo que fue algo pequeño, con personas muy cercanas a nosotros.
Por alguna razón, nos imagino vestidos de blanco con un moño de color negro y yo con un ramo de flores lila en mis manos. Un piso lleno de pétalos y una bella canción de fondo para armonizar... En mi defensa, tengo mucho tiempo para echar a volar mi imaginación.
A la siguiente hoja encuentro una fotografía de Jungkook. Fue un obsequio suyo al parecer, porque atrás está firmado. El álbum es enorme, pero prácticamente me pertenece. Tiene mis iniciales grabadas en la pasta.
Jungkook está sentado en un bonito jardín, vistiendo un hoodless negro y pantalones de mezclilla rasgados. Está frunciendo el ceño, provocando que su mandíbula se marque más de lo habitual. Aquí ya tiene los piercings en su ceja y labio inferior, aparte de algunos tatuajes sobresaliendo en su cuello. Se ve bastante apuesto cruzando los brazos sobre su pecho y flexionando una pierna cuyo músculo se marca a través de la mezclilla.
Al verlo así, me hace cuestionarme seriamente como termino siendo mi pareja. Estoy completamente seguro que tenía muchos o muchas pretendientes aunque lo niegue cuando se le pregunto.
"Desde que te conocí, solamente he tenido ojos para ti"
Siempre dice eso.
Creo que es un mentiroso, pues no hay forma de que alguien así pase desapercibido.
Todavía tengo muchas preguntas. ¿Cómo nos habremos conocido exactamente? ¿Cómo fue el primer encuentro? ¿Cómo nos habremos enamorado? ¿Cómo él se habrá enamorado de mí? Me gustaría decir que mi personalidad lo cautivo, sin embargo, no estoy muy seguro de que tipo de persona era en el pasado.
¿En verdad seré muy diferente a mi yo del pasado?
Puedo asegurar que en el presente jamás se hubiera acercado a alguien con el porte de Jungkook. Él lo tiene todo, cientos de cualidades para hacerlo el novio ideal de cualquier persona. Es un hombre amable, dulce y considerado, sin mencionar su apariencia. Jungkook es muy apuesto. Su estilo con piercings, tatuajes y ropa de chico metalero cuando no usa trajes de vestir para salir al trabajo lo hacen ver rudo y entiendo que eso atrae a la mayoría de la gente.
—¿Jungkook es bastante apuesto, verdad?
GumGum me mira un instante, bosteza y vuelve a acostarse como si no lo hubiera hecho durante todo el día.
—El día que lo conocí, ni siquiera me alegro que fuera guapo por estar tan asustado al saber que estaba casado con un hombre — recuerdo y me da bastante gracia a diferencia de aquel momento.
Ahora no puedo imaginar a nadie más que él entrando por la puerta de mi habitación en el hospital aquel día, proclamando ser mi esposo.
Con una sonrisa sigo pasando las páginas del álbum encontrando fotografías cada vez más antiguas que me sacan unas carcajadas de la vergüenza. A veces creo que es bueno no recordar ciertas cosas.
Tengo una fotografía individual y una grupal del instituto, estoy justamente en medio, rodeado de mis jóvenes compañeros. Jungkook dijo que era popular entre los alumnos y creo que puedo notarlo.
Sigo viendo la fotografía detenidamente, analizando a todos y cada uno de los estudiantes que hay allí hasta que me detengo en una persona que llama toda mi atención.
—¿Jungkook...?
Entrecierfo los ojos y saco la fotografía del plástico para verla mejor.
Jungkook también está en la fotografía, al fondo, y... por poco no lo reconozco.
Su corte de cabello prácticamente le cubre todo el rostro. En ese entonces estaba realmente delgado, se nota en sus brazos y cara, incluso el uniforme le queda gigante, me atrevería a decir que no era saludable. Su expresión se ve apagada, tiene una mirada inocente y asustadiza, sus labios están levemente curvados hacía abajo y su postura denota incomodidad como si le hubiesen tomado esta fotografía grupal a la fuerza.
Hago una mueca confundido.
Entonces, agarro la fotografía más actual de Jungkook y después la comparo con esta añeja.
Deslizo mi vista de una hacia otra sucesivamente varias veces... En cualquier universo podría reconocer sus grandes y expresivos ojos negros de venado.
Indudablemente es él, pero no se asemeja en nada al Jungkook del presente, más allá del físico, su presencia desprende otro sentimiento más sombrío e inseguro, no se como explicarlo, incluso... melancólico, que me dan ganas de abrazarlo. Está en el fondo, alejado de todos los compañeros, todos están sonriendo, incluyéndome a mí, pero él simplemente...
No lo entiendo.
¿Entonces esto significa que nos conocimos en nuestros años de instituto? Jungkook nunca especificó a qué edad nos conocimos, ni cómo o en donde exactamente.
¿Cómo habrá sido la primera vez que hablamos?
Intrigado, sigo pasando las páginas del álbum rápidamente en busca de otra fotografía parecida a esta, pero es la única existente. No conforme, repaso de nuevo todas las hojas hasta que me veo interrumpido por el timbre de la residencia e instantáneamente saco la cabeza del libro, con los sentidos en alerta.
Olvido todo lo que estoy haciendo y mi corazón se acelera cuando me doy cuenta de lo que está pasando.
Alguien está llamando a la puerta.
[...]
Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴
Diganme sus opiniones de esta historia de locura. Cada vez se pone mas intensa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro