𝚅𝚊𝚕𝚑𝚊𝚛 (𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟽)
Hoy era el día en el que iba a hablar con Jungkook sobre su cortejo. ¿Estaba nervioso? Definitivamente, se sentía como cuando tenía que hablar frente a todo el salón en primaria y no se sabía ni mierda sobre su presentación. Recuerda que una vez lloró porque se le había olvidado la mitad del tema y la profesora estaba grabando las exposiciones para luego enviárselas a los padres (en su caso, a su abuela) aún conserva el video y no puede evitar sentir pena por su yo de diez años.
Se rió pequeñito ante el recuerdo, definitivamente extrañaba esos tiempos y mucho más a esa Omega tan cariñosa que lo había criado hasta que cumplió los quince.
La vida es cruel con las personas que no se lo merecen.
Su burbuja se rompió al ver a un grupo de estudiantes que se aproximaban hasta donde él se encontraba, rodeando la banca y el árbol que le proporcionaba sombra. Confundido, detalló a los jóvenes que estaban frente a él, francamente nunca los había visto.
Eran algunos Alfas y muchos Omegas que lo veían inquisitivos, como si lo estuviesen evaluando de pies a cabeza.
Se sintió cohibido, ya que, sí, por lo que sabía, era conocido en la Universidad, pero nunca se le habían acercado más de dos personas al mismo tiempo.
Hubo un silencio incómodo (al menos para él) durante varios segundos, hasta que uno de los chicos con bonitas curvas habló.
- ¿Tú eres el Omega del líder de Valhar?- Cuestionó incrédulo.
- ¿Perdona?- Frunció el ceño, confundido por la repentina y un poco brusca pregunta.
- Hay rumores sobre el profesor Lee, tú y el señor Jeon, dicen que él tuvo un enfrentamiento con el profesor por ti, y que además de eso, te reclamó como suyo.- Dijo lo último con una mueca.- Preguntó otra vez: ¿Tú eres el Omega del líder de Valhar?
Se quedó cargando información como una de esas computadoras del año mil A.C. hasta que una bombilla se encendió en su cabeza tras comprender a lo que se refería.
Por eso todos en el edificio empezaron a murmurar y cuchichear ni bien puso un pie en la instalación. ¿Cómo mierda se enteraron de eso? Sabe que DaHyun no pudo haber dicho algo. ¿Alguien estuvo espiando la escena? Puede ser. ¿Es que no piensan en otra cosa que no sean chismes y follar? Cuando no estaban restregándose mutuamente y sin pudor alguno en los pasillos, estaban esparciendo rumores o alguna mierda sobre cualquiera que estudiara ahí.
Maldice a los estúpidos de su Universidad y su incesante necesidad por opinar y meterse en asuntos que no les incumben.
Soltó un suspiro y revisó su reloj de muñeca, dándose cuenta de que lo más probable es que Eunwoo y los demás ya estén por llegar a recogerlo, debido a que Jungkook estaba ocupado con unos asuntos de su empresa, por ende; no podría verlo hasta la noche.
- Si ese llegase a ser el caso, no tendría nada que ver con ustedes.- Respondió mientras se levantaba y tomaba su mochila.- Si me disculpan, tengo que irme.
El Omega desconocido abrió la boca, claramente indignado por sus palabras. Tardó unos segundos en recomponerse al verlo alejarse. Le hizo una seña a las personas que lo acompañaban y lo siguieron de cerca, ni siquiera se molestaron en ser discretos, solo lo observaron caminar tranquilamente hasta llegar al estacionamiento, viendo como se quedaba parado para revisar su celular.
A los pocos minutos, una camioneta se estacionó, de ella bajó un joven de cabellos color chocolate, muy atractivo a decir verdad. Le hizo una reverencia a Taehyung y tomó su mochila mientras este último se reía por la formalidad con la que lo trataba.
Estaban por subirse al vehículo cuando el chico que los veía le gritó al platinado.
- ¡Eres una pequeña puta!- Se rió.- ¡¿Tan rápido de hartas de uno que ya estas con otro?!- Caminó hacia él, tomándolo del brazo y apretándolo.- ¿Eso quiere decir que el señor Jeon ya está libre? Porque si es así, yo podría hacerle compañía.
Vean a este. ¿De cuál se fumó?
Kim estaba a punto de decir algo cuando escuchó como las puertas de la camioneta se abrían y se cerraban rápidamente, dejando ver a otros cuatro Alfas con rostro serio que miraban amenazantes al Omega, quien se quedó congelado en su sitio tras oírlos gruñir. Un segundo después, sintió como Eunwoo tomaba con delicadeza su brazo y con su otra mano la muñeca del desconocido. Esta con un poco más de fuerza para liberar al peligris de su agarre, apreciando como el contrario había logrado dejar una sutil marca rojiza sobre su piel canela.
- Con el debido respeto, le pido amablemente que no le hable al señor Kim de esa manera.- Sus ojos destellaron en dorado.- Mucho menos refiriéndose a él de forma tan vulgar cuando usted tiene marcas de chupetones por todo el cuello y el olor de varios Alfas sobre su persona.-Se acercó un poco a él para susurrar.- Y déjeme decirle que no son olores superficiales.- Se alejó.- Con permiso.
Cosechó, cocinó, emplató y devoró.
Luego de decir eso, se giró junto con Taehyung quien simplemente estaba muy sorprendido como para decir palabra. Félix, Changbin, Hyunjin y Bangchan casi se abalanzaron sobre él para revisar su brazo, evidentemente preocupados, regalándoles miradas filosas a las personas que no podía creer la escena que estaban presenciando.
Una vez todos estuvieron dentro de la camioneta, emprendieron camino hacia la casa del peligris, quien no hacía más que reír por la situación. ¿Cinco Alfas gigantescos le acababan de gruñir a un Omega que apenas y le llegaba a los hombros? No había parado de molestarlos, dejándolos ruborizados en el proceso.
Muy fácilmente pudo haberse hecho cargo de él, pero en serio agradece que se preocupen por su bienestar, aun cuando posiblemente sea solo por órdenes de Jungkook, era linda la forma en la que actuaban.
Ya habían estacionado frente a la casa del menor, los Alfas informándole que iban a estar a los alrededores por si se le ofrecía cualquier cosa, él solo asintió y sonrió en dirección ellos, dándoles una última mirada burlesca por su forma de actuar antes de adentrarse a su hogar. Soltó un suspiro nervioso, aún faltaba mucho para que Jungkook estuviese con él.
Estaba ansioso como la mierda y podía sentir sus piernas temblar de tan solo imaginar la conversación que tendría con el azabache en unas horas.
Puede que Taehyung nunca haya sido cortejado, pero sí tenía cierto conocimiento de lo que se hacía, su abuela se había encargado de explicarle todo el procedimiento, advirtiéndole que solo lo hiciese con la persona correcta.
No estaba preocupado por los regalos o las citas. Ciertamente era algo a lo cual no estaba acostumbrado, pues tener que salir con alguien que no fuesen sus amigos o por el contrario, sus Hyungs, era raro para él.
Pero ese no era su dilema, no señor.
Lo que lo agobiaba, lo que lo inquietaba de sobremanera hasta el punto de comerse las uñas, era imaginarse la escena de sí mismo junto al pelinegro haciendo... Eso. Porque, vamos ¿Cómo estarían ustedes si de un momento a otro empiezan a "salir" con un hombre que además de ser un mafioso, está ofreciéndose a cortejarlos cuando parece que se ha cogido a media Rusia? Cuando él no ha dado ni un beso, ni siquiera por error o por accidente.
No podía creer que ahora le tenía envidia a Jimin, el muy hijo de perra dio su primer beso en el Kínder.
Malditos niños hormonales.
¿Quién le dice que Jeon Jungkook es igual o más virgen que él? ¿Nadie? Bueno, pobre alma en desgracia.
Ya se enterará en su debido momento.
Como el ansioso que claramente sí es, se dispuso a limpiar para tratar de distraerse con cualquier cosa, además de tener su hogar presentable para el Alfa... Aunque ahora que lo piensa, su casa está limpia, el azabache lo ha visto en fachas (cosa de la cual no se siente orgulloso) en realidad no hay mucho que pueda hacer.
¿La cena? No, son las dos de la tarde, ya comió y de seguro los demás también.
¿La tarea? Menos, lo más seguro es que no podría concentrarse en lo más mínimo.
¿Posibles rutas de escape por si la cobardía le ganaba? Nah, antes de siquiera pensar en huir ya tendría a seis lobos sobre él.
Estaba jodido.
Soltó un suspiro ¿Cuántas veces ha suspirado en tan solo unas pocas horas? No le pregunten, no lleva la cuenta.
En eso, el hámster que giraba la rueda en su cabeza empezó a correr más rápido, provocando que su última neurona funcional hiciera chispa, recordando los sucesos del día anterior... Su mejor amigo se había besado con el Alfa que según decía odiar, y no solo eso, casi follan en el baño de la cafetería.
Sonrió y sacó su celular del bolsillo de su pantalón.
Ya tenía algo que hacer.
Ω La Banda De Tae Ω
Reunión de emergencia en mi casa, Chim nos debe un chisme.
✓✓(Visto)
Momito UwUr
¿Es por el dolor de estómago de ayer? Tae estaba que se sacaba los ojos con una cucharita de plástico, sinceramente no entendí.
Pero ya voy para allá.
✓✓(Visto)
ChimChim OwO
Mierda, el cabeza de viejito le pegó lo retrasado a Momo, hay que reiniciarla, es la única que está cuerda.
Después de mí, obviamente.
Aunque, no tengo que hablar de eso con ustedes, es privado.
✓✓(Visto)
Primero, deja de decirme así.
Segundo, tengo Vodka y galletas de chocolate.
✓✓(Visto)
ChimChim OwO
Yendo no, papi, llegando. UwUr
✓✓(Visto)
...
Sonrió nuevamente, convencer a Jimin era fácil siempre y cuando hubiese alcohol y algún postre de por medio.
Sacó la botella de Vodka para dejarla sobre la mesa ratona, fue a la cocina y tomó las galletas que su Hyung le había dado, agradece no habérselas comido ayer mientras estaba viendo su serie. Esperó unos minutos y escuchó como la puerta era tocada suavemente, se levantó de su asiento y la abrió, encontrándose a Bangchan.
- Joven Taehyung, el señor Park y la señorita Hirai están aquí.
Luego de un asentimiento de su parte, ambos Omegas se adentraron a su hogar como Juan por su casa, echándose en su sofá, Jimin destapó la botella para empezar a servirse mientras Momo ya estaba atacando las galletas, dejando migajas a los costados de sus mejillas. Al parecer no les sorprendió que uno de sus guardaespaldas supiera sus apellidos, ni él mismo quería preguntar que tanto investigaron sobre ellos.
- Hola ¿Cómo están? Bien, me alegro, yo también estoy excelente.- Dijo con ironía, sentándose en el pequeño sofá, rodando los ojos al ser completamente ignorado.
- Ya, ya, deja el drama.- Habló el rubio, bebiendo su trago de un solo golpe.- ¿Qué quieres saber?
- Todo.- Se cruzó de brazos, recostándose en su asiento.- ¿Por qué estabas casi follando con el amigo de Jungkook en el baño? ¿No se supone que te cae mal?
La pelinegra se ahogó con una chispita de chocolate al escucharlo, tosiendo frenéticamente hasta que Taehyung le dio un vaso de agua para que se le pasara.
¿No sienten un pequeño Déjà vu?
Bueno, no importa, seguimos.
- Perdón, se me fue por el camino viejo, pero... ¡¿Qué tú qué?!- Exclamó exaltada.- Si ayer estuviste toda la tarde diciendo lo mucho que lo odiabas, además, fue luego de que salieras del baño.- La confusión era clara en sus facciones.
- Oigan, oigan.- Puso sus palmas al frente, pidiendo tiempo.- No se hagan una idea equivocada, yo odio a ese tipo.
Lo único que hicieron el peligris y la pelinegra (que casi se va a hacerle compañía a la abuelita del primer mencionado), fue mirar al más bajito como si le hubiese salido una segunda cabeza.
Jimin suspiró pesadamente.
¿Hoy era el día de los suspiros o cómo?
- ¿Podrían dejar de mirarme como si fuera un perro ornitorrinco que baila bachata?- Los acusó.
-- ¿Qué clase de comparación es esa?- Preguntó el menor, frunciendo el ceño.
- No sé, el Vodka ya está haciendo efecto.- Le restó importancia, sus mejillas ligeramente sonrojadas debido al alcohol en su sistema.
-- Solo habla, Park Jimin.- Momo entrecerró los ojos en su dirección.
Exhaló pesadamente antes de iniciar con el relato, los contrarios yacían evidentemente emocionados y no era para menos. Es la primera vez que el Omega mostraba algún tipo de interés por alguien (si es que se le puede decir de esa forma) en más de un año, luego de lo ocurrido con su ex novio.
(Flashback)
Jimin estaba saliendo del cubículo, encontrándose con Yoongi, quien lavaba sus manos. Ambos se vieron a través del espejo, teniendo una lucha de miradas donde el pelirrojo terminó vencedor al observar como el rubio apartaba sus ojos color miel de su reflejo. Sonrió socarrón, las reacciones del menor eran extremadamente divertidas a su parecer, el mero hecho de molestarlo le causaba gracia.
- ¿Ahora me acosas?- Fingió estar ofendido.- Te dije que antes de cualquier cosa, deberías invitarme un café. ¿No te resulta conveniente que en este momento estemos en una cafetería?- La burla era más que obvia en sus palabras.
- Sigue soñando, imbécil.- Fue lo que dijo.
- ¿Por qué tan agresivo Jimin-ah? No te he insultado para que me trates así.- Hizo un puchero, aparentando estar herido.
- Lo hiciste al insinuar que te acoso.- Gruñó.- Ni siquiera tengo algún tipo de interés por ti.
El de mirada felina solo sonrió, secando sus manos para luego acercarse al contrario, que hacía lo mismo.
Al ver sus intenciones, Park fue retrocediendo cada vez que Yoongi daba un paso, maldiciendo para sus adentros cuando chocó contra la pared.
El baño quedó en un profundo silencio, solo se escuchaban los lejanos murmullos de las personas fuera de esa burbuja que ellos mismos habían creado. Sus respiraciones estaban mezcladas, el aliento ajeno erizándole la piel al de mejillas regordetas, quien no sabía cómo reaccionar.
No entendía por qué su cuerpo no respondía, por qué la simple presencia del mayor lo dejaba aturdido... ¿Por qué estaba esperando un movimiento por su parte, deseando acortar la distancia aun cuando su rostro reflejaba lo contrario? Su ceño está profundamente fruncido y sus labios pomposos teniendo una clara mueca de desagrado en ellos.
Ni él mismo se entendía.
- Es divertido molestarte ¿Lo sabias?- Susurró el de tez pálida.
- ¿Por qué eres así? ¿No te basta con ofenderme? ¿Ahora me acorralas en un baño?- Bramó irritado, notando como el contrario solo lo miraba fijamente, sin responder.- ¿Qué? ¿Ahora vas a besarme?- Rió sin gracia.- Eso sería muy cliché de tu parte.
- ¿Y qué si lo hiciera?- Inquirió sonriendo.
- Quiero verte intentarlo.- Retó.
Y cuando sintió la boca ajena estamparse contra la suya con rudeza, casi moliéndose contra sus labios, supo inmediatamente que no había vuelta atrás.
Ante todo pronóstico y todas las posibles reacciones que pudo haberse imaginado por parte del Omega, este le devolvió el beso, siendo igual de brusco que él, tomándolo por el cuello de su camisa con firmeza, cortando cualquier tipo de distancia que pudiesen tener sus cuerpos.
Yoongi tomó las caderas del menor, rozando de esa forma sus pelvis, sonriendo en medio del beso por el sutil gemido que abandonó los labios de Jimin.
No había ningún tipo de sentimiento además de rabia y molestia. No eran delicados. Todo lo contrario, tenían choques de dientes, sus lenguas enredándose de tal forma en que la saliva se escurría por sus mentones.
La situación era excitante, sin duda alguna, pues sus movimientos desesperados y manos inquietas subían el libido de ambos. El rubio gruñía, jadeaba y gemía, mientras el pelirrojo exploraba su cuerpo. Desconoce el momento en el que le había desabotonado la camisa y sinceramente le importaba una mierda.
Se sentía bien.
Min lo subió al lavamanos sin ningún tipo de esfuerzo, abriendo sus piernas para posicionarse en medio de ellas, apretando sus muslos con una mano mientras la otra se encontraba en su cintura, apegándolo hacia sí, provocando que sus hombrías se rocen tan deliciosamente que los hizo suspirar a ambos.
Park entrecerró los ojos cuando el mayor se tomó el atrevimiento de redirigir sus palmas en dirección a su trasero, sintiendo como lo amasaba tan exquisitamente, que su entrada había empezado a lubricar y a contraerse, deseando ser expandida por algo grande, grueso y caliente.
Yoongi aspiró el aroma a almizcle, ronroneando por lo bien que olía. Su miembro había despertado hace mucho. ¿Se le paró con un beso? Sí, no iba a negarlo, Jimin era caliente y besaba de puta madre. Debía admitir que la tensión entre ellos fue algo que no pasó de ser percibido por él, pero no esperaba que estuvieran en este tipo de situación así de pronto.
¿Iba a desaprovechar la oportunidad? Claro que no, en cambio, bienvenida sea.
Sus besos bajaron hasta su mentón, gruñendo satisfecho al percibir las feromonas a mandarinas y miel con mayor intensidad. ¿Acaso era una coincidencia? Él amaba las mandarinas, eso solo lo entusiasmó más de lo que ya lo estaba, enterrándose en su fuente de olor, escuchando los quejidos emitidos por el menor que solo eran como una hermosa melodía para sus oídos.
- Voy a hacerte mío, Jimin-ah.- Dijo con voz gruesa, aún desde su lugar en el cuello contrario.
- Cállate y haz algo.- Casi suplicó, restregándose contra él.
Cuando estaba por bajar los pantalones ajenos para posiblemente comerle el culo, un grito les bajó la calentura rápidamente, más rápido que mi papá abandonándome cuando se enteró que mi mamá estaba embarazada.
- ¡Diosa Luna!- Ambos voltearon a ver al platinado, completamente alarmados.- ¡No vi nada, sigan con lo suyo!- Gritó nuevamente antes de salir disparado del lugar.
Si, definitivamente el ambiente se fue al carajo...
Así como cuando mi papá fue a comprar cigarros y leche y nunca volvió.
Ya paro, ya paro.
- Mierda.- Maldijo el rubio en un susurro, apartando a Yoongi para bajarse rápidamente del lavamanos, acomodándose la ropa y peinando su cabello con los dedos.
- ¿Y ahora?- Cuestionó Min con un puchero.- ¿Qué hago con esto?- Señaló el gran bulto entre sus piernas.
- ¡¿No conoces las pajas?!- Gruñó irritado.- Jálatela, no es tan difícil.
- Yo esperaba que me ayudaras con eso...- Se acercó nuevamente a él.- Con esto de aquí.- Pasó su pulgar por los labios pomposos del menor.- O con esto de aquí.- Con su otra mano apretó fuertemente su trasero.
- Aleja tus manos, anciano.- Apartó su toque con un manotazo.- Esto no pasó ¿De acuerdo?
Yoongi solo sonrió, dando unos cuantos pasos hacia la salida, volteando de media cara solo para agregar:
- Dije que te haría mío, Jimin-ah...Y lo que digo, lo cumplo.
Le guiñó el ojo antes de dejarlo solo, con las mejillas ardiendo y el corazón latiéndole como si hubiese corrido una jodida maratón.
(Fin del Flashback)
Luego de terminar de contar lo ocurrido el día anterior, la pequeña sala de estar se quedó en silencio. El rubio casi se terminaba la botella él solo, no quedaba ni una sola galleta en el tazón ya que Momo se las había comido todas, y Taehyung estaba lo suficientemente impactado como para decir algo o siquiera moverse de su lugar en el sofá.
- ¿Besa bien?- Habló la pelinegra, rompiendo el mutismo.
El platinado arrugó el entrecejo, no pudiendo creer que esa fuera su primera pregunta.
- ¿En serio?- Dijo incrédulo.
- ¿Qué? Tengo curiosidad.- Se defendió.
- Besa como un maldito actor porno.- Respondió el Omega, estaba más ebrio que mi tío en una reunión familiar.- O sea, no creo que lo sea, pero fue increíble...- Hipó.- ¿Será posible que sí se dedique a eso?
Su mirada fue tan seria al realizar la pregunta, que los contrarios dudaban que fuese una broma.
Ambos amigos se miraron y solo asintieron para ellos, era más que obvio que a Park le gustaba ese Alfa, aun si solo fuese atracción física, simplemente no se podía negar la tensión entre ambos.
La pelinegra se levantó de su asiento, sabía que Taehyung tenía una reunión con Jungkook en su hogar, así que era mejor sacar a Jimin de ahí antes de que se pusiera a bailar sobre la mesa...
Ya había pasado...
Larga historia.
En fin, después de despedirse y prometer cuidar al más bajito, Momo se subió a su auto y emprendió su camino, perdiéndose por las calles en dirección a su propia casa.
[...]
La tan ansiada hora llegó
Lo más probable es que lo que sienta vibrar en su pantalón, no sea su celular, sino sus nalgas por la agitación que estaba sintiendo en cada fibra de su ser.
Ni siquiera sabía por qué se encontraba de esa forma, pues no iban a iniciar el cortejo hasta después de que tuvieran su charla.
Oh, bueno, sí lo sabía. Pero era mejor no pensar en eso, al menos si no quería convertirse en una maldita maraca humana.
Los toques en la puerta solo provocaron que sus temblores se intensificaran, miró la hora en el reloj que estaba situado en su pared y se dio cuenta de que eran las siete en punto de la noche. ¿Es que llegó con cinco minutos de antelación y se quedó esperando en la puerta hasta que diera la hora? ¿Por qué era tan puntual? No le importaría si se hubiese demorado un poquito, así habría tenido más tiempo para prepararse mentalmente para su plática sobre como al finalizar el cortejo, iban a coger.
Diosa Luna, ten piedad de su pobre alma virginal que se conserva de esa forma desde hace veintitrés años.
Saltó en su lugar al escuchar como tocaban la puerta nuevamente.
Soltó un suspiro tembloroso (y dale con lo de suspirar) para luego aproximarse a la entrada, abriendo esta para encontrarse con el rostro preocupado de un Alfa pelinegro, quien al verlo, solo exhaló aliviado y le regaló una mirada cargada de cariño.
No está seguro, pero apuesta su bonito trasero virgen, a que el mayor se ha vuelto muchísimo más expresivo que antes. Aun cuando su rostro se mantiene serio, sus facciones demuestran más que hace dos meses. Desconoce si eso se debe a su causa, pero su pecho se vuelve cálido de tan solo pensar en esa posibilidad.
- Mi Luna... ¿Puedo pasar?- Preguntó el azabache al darse cuenta que el peligris solo se le quedó viendo.
- Oh, sí, claro que sí.- Se hizo a un lado, dándole espacio para que pudiera avanzar.- Lo siento, es solo que... Bueno, esto es un poco... Nuevo para mí.- Comentó con un sonrojo.
- No te preocupes, Omega, lo es de igual forma para mí.- Admitió mientras se adentraba hasta la sala, sentándose cuando Taehyung le indicó que podía hacerlo.- Sé que debes estar nervioso, quiero que sepas que yo estoy igual.- Trató de tranquilizarlo.
No podía creer lo que Jeon estaba diciendo, se veía demasiado relajado como para estar igual que él, que parecía que estaba a punto de exponer en su clase de ciencias naturales... Maldita materia, lo dejó traumado.
En cambio, solo asintió en dirección al hombre que se veía tan fresco como una lechuga, buscando la forma de apaciguar el revoltijo de emociones que se instalaron en la base de su estómago.
Dio pasos hacia la cocina, regresando a los pocos segundos con unos pasabocas. No es como si estuviese tan intranquilo como para pasar dos horas preparando algo para comer... No, claro que no...
Bueno, sí.
- Gracias.- Jungkook Realizó una ligera inclinación de cabeza.- No debiste molestarte.
Se quedaron en silencio por unos segundos, sin saber exactamente como comenzar realmente. Al menos, hasta que el Alfa se atrevió a hablar.
- Quisiera que comenzáramos lo antes posible con el ritual de cortejo.- Carraspeó.- Si estás de acuerdo, por supuesto.
- Sí, no tengo problema con eso.- Rió un poco.- Me siento bien cuando estoy con usted, supongo que esa es una señal.- Se encogió de hombros.
Oh, si tan solo supieras, Kim Taehyung...
El azabache asintió de acuerdo a sus palabras.
- ¿Cómo vamos a proceder?- Inquirió.- Quiero decir, se lo teórico, mas nunca lo he hecho y digamos que la explicación que me dio mi abuela está un poco borrosa en mi cabeza.- Se apenó un poco.
- No te avergüences Omega, está bien.- Tomó otro de los pasabocas que estaban en la mesa ratona, el peligris solo sonrió por lo mucho que comía.- El cortejo tendrá una duración de tres semanas, donde te entregaré regalos y te llevaré a citas, tendremos catorce días para estos dos primeros pasos.- Informó después de tragar.- Durante ese tiempo, nuestra relación debe volverse más fuerte, deberemos conocernos a fondo, abrirnos al otro, entrar en confianza... Crear un vínculo, en pocas palabras.- Aclaró.- Luego de eso, tendremos que relacionarnos de manera intima.- Dicho eso, el menor se sonrojó, Jungkook sonrió pequeño, casi imperceptible.
>> Crearemos un nido entre ambos, lo bañaremos con nuestros olores... Luego de eso, te tomaré y marcaré. Los primeros seis días después de ese paso debo cuidarte, proveer para ti, atenderte y velar por tu bienestar. Los Omegas están sensibles luego de crear el lazo.- Se levantó de su lugar mientras hablaba, rodeando la mesa, para situarse frente a Kim, colocándose de cuclillas para quedar cara a cara.- No deseo que te preocupes por eso.- Tomó su mano, acercándola a sus labios, besando su palma, para luego posar la misma en un mejilla, cerrando los ojos.- Seré un buen Alfa, verás que sí. Será un momento que no olvidaras y yo tampoco.- Sus miradas se encontraron.- ¿Estás seguro de querer hacerlo ahora? Podemos esperar si no estás preparado.
Su corazón latía rápidamente, sus mofeles debían estar pintados de un color carmesí intenso, los sentía extremadamente calientes, casi que a punto de explotar. Estaba seguro de que ganaría un concurso contra un semáforo. Diosa ¿Cómo es que podía decir esas cosas? Sentía que iba a morir en cualquier momento.
Su lobo estaba chillando de felicidad en su pecho, provocando que las emociones del momento le ericen los pocos vellos en su piel.
Además ¿Cómo es que creía que iba a rechazarlo luego de haber dicho ese testamento que por poco y no lo hace gimotear? ¿Acaso estaba loco? Es más, si quiere pueden saltarse las primeras dos semanas e ir de una por el nido y la marca.
"Relaja las hormonas, Kim" Se reprendió a sí mismo.
Aunque, algo de lo que dijo logró llamar su atención, sin embargo, primero debía responder a su pregunta.
- Sí, Alfa, sí quiero hacer el cortejo ahora, no hay nada que esperar.- Sus palabras sonaron decididas.- Pero... Hubo algo que no entendí.- Sonrió apenado.
- Dime que es, Mi Luna.- Frotó la mano de Taehyung aún más contra su mejilla, se sentía bien, era cálida a pesar de que su temperatura era mayor a la ajena.
El platinado lo miró enternecido por su manera de actuar.
- Dijo que va a cuidar de mi luego de... Después de...
- Después de que te tome.- Completó, sus ojos encontrándose nuevamente. El menor notó un ligero destello rojizo en los orbes ajenos, estremeciéndose un poco por lo grave que salió su voz.
- Sí, luego de eso.- Carraspeó, el calor subiendo a su rostro otra vez.- ¿Qué haremos el ultimo día?
- Bailaremos.- Dijo simple. Luego de notar la confusión en las fracciones del peligris, decidió explicarle mejor.- El cortejo no termina hasta que bailemos por primera vez, así que primero lo haremos en nuestras formas humanas, luego tendremos que hacerlo siendo lobos. Es una manera en la que las partes animales se reconozcan mutuamente.
- Ya veo... No lo sabía.- Susurró para luego colocar su otra palma en las hebras azabaches, dando sutiles caricias.- ¿Cuándo empezaremos?
- Mañana.
Alto ahí, velocista, relaja la raja.
Taehyung boqueó, sin saber que decir exactamente. Sabía que iban a iniciar rápido, pero no esperaba que TAN rápido, al parecer Jungkook se creía Flash.
- ¿Mañana?- Cuestionó.
- Sí.- Jeon asintió, disfrutando de las caricias.- Si queremos bailar en luna llena, que es el momento perfecto para realizar el último paso, tenemos que empezar mañana.- Señaló el pequeño calendario sobre la mesa.
El Omega miró el almanaque y abrió los ojos, sorprendido. Y sí, efectivamente, dentro de tres semanas exactas era luna llena. Dirigió su vista al Alfa que ahora reposaba su cabeza sobre su regazo y sonrió en grande, al parecer no tenía nada de qué preocuparse, el pelinegro tenía todo planeado.
Un silencio cómodo volvió a instalarse entre ambos, los dos disfrutando de la compañía del contrario. Taehyung comenzó a liberar feromonas relajantes, solo para que un ambiente más agradable los rodeara, por consiguiente, el Alfa inhaló profundamente de manera inconsciente, llenando sus pulmones de tan deliciosa esencia, sintiendo a su animal interior ronronear a gusto.
Tan a gusto como él mismo se encontraba.
Levantó su vista para encontrarse con esos orbes avellanas que tanto le encantaban, notando así como el Omega ya lo estaban observando. Se admiraron mutuamente, detallando sus rostros, deleitándose con la vista tan hermosa que estaba frente a ellos. Uno preguntándose cómo es que su destinado parecía un ángel que cayó del cielo solo para iluminar su vida, mientras el otro no podía creer que un hombre tan irreal quisiese cortejarlo para convertirlo en su pareja.
Sin notarlo, sus caras iban acercándose cada vez más, dejándose llevar por el momento, quedando a solo centímetros del otro, sus respiraciones convirtiéndose en una sola, combinando sus alientos, sin quitar los ojos de los labios ajenos.
Cuando ya no quedaba distancia entre ellos, Kim apretó los parpados fuertemente, esperando el beso que se supone, iban a darse.
Sin embargo, este nunca llegó.
No sabía cómo sentirse, pues por una lado lo deseaba, pero al mismo tiempo se sentía nervioso al pensar que no iba a ser suficiente para el azabache, su inexperiencia siendo su más grande inseguridad en ese instante.
Abrió uno de sus ojos, dándose cuenta de cómo Jungkook solo se dedicó a mimar sus cabellos platinados.
- No quiero forzarte, Omega.- Murmuró.- Cuando estés listo, lo haremos.
Con esas palabras, sintió un inmenso alivio y al mismo tiempo una oleada de decepción situarse en su interior. No sabía cómo reaccionar, así que colocó su dedo índice y medio en sus labios, presionando para luego posarlos en los de Jeon. Dándose un beso indirecto.
- Lo siento, solo estoy nervioso...- Susurró inaudiblemente, notándose sonrojado.
Cuando quiso retirar sus dedos, el Alfa le tomó la muñeca, presionándolos con mayor fuerza a su boca, deseando tener más contacto.
- Mi Luna, cualquier toque de tu parte es una bendición para mi...- Habló, aun apresando su mano, manteniéndola cerca de si.- Más aun si esa parte de tu cuerpo ha sido tocada por tus labios.- Sonrió.
Si lo que Jungkook buscaba es provocarle un ataque al corazón, déjenme decirles que si sigue de esa forma, pronto cumplirá con su objetivo.
Después de tener una mini crisis donde estuvo gritando internamente por aproximadamente veinte segundos, el mayor le informó que debía irse, pues quería preparar todo para poder iniciar con el cortejo. Sin mencionar que el peligris debía ir a clases temprano por la mañana y no había avanzado con una tarea que le habían asignado.
Una vez el azabache se había ido, adelantó su trabajo, se dio una ducha y se colocó su pijama, para posteriormente; desplomarse en su cama, disponiéndose a abrazar la chaqueta del primer mencionado, pues cuando quiso devolvérsela, este le había dicho que estaba bien, que podía conservarla, y ¿Quién era él para decirle que no a esa ofertan tentadora?
Absolutamente nadie, por si se lo preguntan.
Su corazón saltaba emocionado tras recordar lo que ocurrió hace tan solo unas pocas horas. Sinceramente, la situación aún era algo irreal y poco creíble a pesar de que mañana iniciaba su proceso de cortejo. No lo culpen, pues es algo que dudó que en algún momento le llegase a pasar, posiblemente solo estaba sobrepensando y lo único que tenía que hacer era dejarse llevar...
Sí, tal vez debía de hacerlo.
Con ese último pensamiento, se dispuso a dormir.
4:23 A.M.
Namjoon ingresaba a su hogar luego de haber terminado un trabajo para Jeon.
Ciertamente era algo difícil para él, pues debía levantarse temprano para ayudar a SeokJin en la cafetería y sinceramente siente que se está consumiendo a sí mismo, debido a que solo duerme unas pocas horas.
Aunque con lo que Jungkook le ha dado, logró pagar la mayoría de las deudas, además de que ya le informó que una vez termine, dejará de hacerlo.
Eso no pareció molestarle, pues dijo que era su decisión y que él no obligaba a las personas a trabajar para Valhar. Pero que todo lo que se realizaba dentro de la organización, se queda en la organización.
No sabía si había sido una amenaza, el pura sangre era difícil de leer. De todas formas el moreno no tenía nada que decir ante eso, ya que tampoco pensaba contarle a nadie.
Después de una ducha corta, dónde se deshizo de los rastros de sangre en su complexión; suspiró mientras subía las escaleras. Estaba agotado y lo único que quería hacer era tirarse en ese mullido colchón para acurrucarse contra su pareja. De verdad lo extrañaba, deseaba dormir toda la noche con él, estando abrazados luego de haber hecho el amor... Pronto podría, pronto lo haría suyo como tantas veces lo hizo antes.
No obstante, su mirada cambió de estar cansada a notarse confundida... Las luces de la habitación que compartía con su Omega estaban encendidas. Se acercó lentamente, escuchando como el pelimorado sollozaba audiblemente ¿Cómo no lo notó? ¿Por qué no sintió que estaba mal? Su marca debía...
Oh, su marca.
Alarmado, entró a la recamara estrepitosamente, encontrándose con una escena que le rompió el corazón.
Jin estaba hecho bolita sobre la cama, sosteniendo su nuca con fuerza, mientras que su rostro estaba bañado en lágrimas, sus mejillas teñidas de un rojo intenso debido a su llanto y el dolor que la mordida en la parte trasera de su cuello le estaba provocando.
Su lazo se está deteriorando y la ausencia de su Alfa solo lo empeoraba.
Cabe aclarar que no se trata de la renovación de la marca, pues esto se realiza en cada celo o cuando la pareja quiera realizarlo en el acto sexual. El dolor es debido a que su Omega se siente abandonado por Namjoon, la inseguridad de estar siendo engañado y la angustia lo carcome al pensar que es su culpa.
"No podemos darle cachorros, es por eso que no nos quiere" Esa y más frases que su lobo le decía mientras aullaba tristemente, eran como puñaladas a su corazón, oprimiendo su pecho de tal forma en la que se le hacía casi imposible respirar.
- Jin, amor ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?- Preguntó alterado, tomando sus brazos.
- No me toques.- Bramó mientras lo apartaba.
- ¿Qué? ¿Por qué?- El miedo se instaló en su cuerpo al notar la mirada filosa que le dedicó la persona, que se supone, siempre lo veía con ojos cargados de amor.
- No pienso dejar que me toques luego de haberte acostado con alguna ramera.- Su voz estaba quebrada, la mordida le ardía y palpitaba con cada palabra que salía de su boca.
Namjoon solo podía estar más confundido que antes, al escuchar lo que dijo. ¿Él? ¿Acostarse con alguien más? ¿Cómo es que pensaba eso? Él definitivamente no...
Y, ya entendió.
Discúlpenlo, por favor. Es Alfa y de paso; hombre, es medio lento para este tipo de cosas.
- ¿De que estas hablando? Yo nunca me he acostado con nadie que no seas tú.
La risa que soltó Jin, tan sarcástica y sin ningún ápice de gracia, logró erizarle los vellos del cuerpo.
- ¿No? ¿Y qué es lo que haces cuando sales todas las noches? ¿A dónde vas, que llegas hasta la madrugada?- El moreno palideció y el Omega sonrió.- Oh, sí ¿Creíste que no notaba como salías? ¿Cómo regresabas para darte una ducha y luego dormir como un jodido tronco? No me creas imbécil, Kim Namjoon.- Gruñó, aunque fue más lastimero de lo que hubiese deseado.
El aludido suspiró, rascando su cabeza y echando su cabello hacia atrás, estaba cansado y que su pareja pensase eso de él, lo destrozaba completamente. Aunque no lo culpa, por supuesto que no, sabe que sus acciones ocasionaron que pensara de esa forma, sin importar qué, él sabe que fue su decisión no decirle para no preocuparlo... Ahora ve que estaba equivocado.
- ¿Es porque no podemos tener nuestros propios bebés?- Murmuró el mayor ante su silencio, dejando caer las lágrimas que había estado reteniendo desde hace unos minutos.- ¿Es porque no puedo darte una familia?- Ya no podía mas.- ¿Qué pasa con Taehyung? Él es nuestro cachorro, nuestros lobos lo aceptaron como tal... ¿Eso no significa nada para ti? ¿Ya tienes a alguien más? Otro Omega, uno que no sea inservible.
Namjoon había empezado a llorar.
- ¿Qué estás diciendo?- Se acercó otra vez, deteniéndose cuando lo escuchó gruñir nuevamente.- No tengo nadie más, no he estado viendo a nadie, para mí solo estas tú, SeokJin.- El aludido trató de disimular el estremecimiento que tuvo al haberlo escuchado decir su nombre, generalmente no lo llamaba así.- No necesito a nadie más. Te amo, tengo una vida hecha contigo, tenemos un cachorro hermoso que a pesar de no haberlo criado y que no es ni de tu sangre o de la mía, es nuestro.- Un mar salado se colaba por su rostro, impotente de no poder consolar a su pareja.
>> Estoy trabajando para Jeon.- El Omega lo miró con los ojos bien abiertos.- Estamos en un mal momento, amor, tenemos deudas de las cuales no te haces una idea de lo grandes que son.- Exhaló.- Él me ofreció trabajo, me está pagando lo suficiente, ya tengo todo cubierto.- Dio pasos cautelosos, no queriendo alterarlo de más.- Lamento no habértelo dicho, no quería preocuparte...- Pasó su mano por los cabellos morados del mayor.- Pero veo que eso solo empeoró la situación.- Besó su frente.- Lo siento, mi vida.
Sentía como un peso era removido de sus hombros, sabe que estuvo mal no contarle, y desearía retroceder el tiempo para hacerlo desde el principio. Nunca esperó que la situación se le saliera de las manos de esa forma.
- Debiste decirme, somos una pareja, estamos enlazados ¿No tienes la suficiente confianza en mí como para hablar de algo que nos afecta a ambos?- Estaba resentido, sí, pero cualquier cosa era mejor a que su Alfa le fuese infiel.
- Ya estabas preocupado por la relación de Tae con el señor Jeon, no quería que fuese peor.
- ¡Lo es, Namjoon! ¡Ahora trabajas con un jodido mafioso que además de eso, va a ser el que va a cortejar a mi cachorro!- Por fin explotó.- ¡No solo eso, ahora resulta que estamos endeudados! ¡¿Estos años de relación no crearon un lazo de confianza entre ambos?! ¡Se supone que soy tu Omega, no puedes cargar con todo tu solo! ¡No trates de hacerte el macho Alfa, yo también soy capaz de aportar algo y...
- ¡Lo siento!- Lo detuvo de seguir gritando.- ¡Sé que eres totalmente capaz! ¡Sé que eres autosuficiente! Es solo que...- Cayó de rodillas, apoyando su cabeza en la cama.- Déjame hacer esto, por favor.- Hipó.- Por favor, amor, déjame cuidar de ti por una vez, no al revés.
Los dos lloraron en silencio, perdidos en su propia bruma de pensamientos.
Estaban agotados, tanto física como mentalmente, esto solo fue la gota que colmó el vaso para ambos, fue lo que necesitaban para liberar la presión que los mantenía hundidos en ese mar de agonía. Pasaron los minutos, sintiéndose como horas. El ambiente era incómodo y los abrazaba tan fuertemente que no se atrevían a mirarse directamente. Solo estaban ahí, deseando poder hacer algo más que pelear.
- Hoy no vamos a abrir la cafetería, necesitamos resolver esto, quiero que hablemos como dos adultos, como dos personas civilizadas que están en una relación y son lo suficientemente maduros como para arreglar sus problemas.- Dijo Jin.
Namjoon no podía estar más decepcionado de sí mismo, pues como siempre, su pareja era el único que pensaba de manera racional sin importar las circunstancias.
Asintió de acuerdo con sus palabras, pero cuando estaba por abrazar al pelimorado, este se alejó de su tacto.
Su pecho se oprimió.
- No ahora, Namjoon, necesito pensar.- Le dio la espalda, arropándose para intentar dormir nuevamente, aun sabiendo que no podría hacerlo.
Con su lobo aullando dolido por su rechazo, se levantó del piso frio, aproximándose a la puerta.
- Estaré en la habitación de invitados.- Fueron las últimas palabras del Alfa, antes de abandonar la habitación.
Nuevamente, sintiéndose impotente y enojado al escuchar a su Omega sollozar.
-¿Cuándo lo haríamos?- Preguntó uno de los hombres que estaban sentados en la enorme mesa.
- ¿No es mejor hacerlo de una vez? Podremos tener a Jeon bajo nuestro control rápidamente si tenemos a ese chico.- Se quejó otro.
- Opino lo mismo.
- Señores, por favor, relájense un poco.- El líder hizo presencia.
Ante su entrada, todos se levantaron de sus puestos e hicieron una reverencia.
- No podemos actuar ahora.- Sonrió.
- Pero señor...- Uno de ellos trató de intervenir.
- No podemos actuar ahora.- Lo interrumpió.- Porque aún no forman un lazo.- Dijo tranquilamente, tomando asiento.- Sí, ese joven es especial para él, pero aún no hay una marca que los una.
Todos se quedaron callados ante eso, porque su jefe tenía razón.
- Si queremos tenerlo asegurado, es mejor esperar que Jeon lo corteje y lo marque.- Le dio un sorbo a su café.- Cuando lo haga, lo traeremos aquí y podremos hacer un trato.- Miró a los presentes, uno por uno.- Entrega Valhar y todo lo que tienes a cambio de tu pareja. Una mordida reciente lo llevará a pensar irracionalmente, lo más probable es que ni siquiera lo haga cuando ya nos esté dando lo que queremos.- Se reclinó en su silla.- Es por eso que debemos esperar, caballeros. Realizar movimientos precipitados solo pueden ocasionar que el plan salga mal.
Los hombres en el lugar quedaron maravillados ante su idea, el Alfa que estaba a cargo era, definitivamente, lo mejor que les pudo haber pasado.
Solo debían esperar a que Jungkook marque al chico de cabellos grises, para así poder secuestrarlo y extorsionarlo a cambio de toda su organización. ¿Quién sabe? Tal vez podrían tomar turnos con el joven Omega... O hacerlo todos al mismo tiempo, no importaba, realmente. Pero los prendía enormemente el imaginarse a si mismos follando con la pareja del mafioso más importante de toda Rusia.
No podían esperar.
Escribir lo último me dio tanta rabia y asco como a ustedes, así que lxs entiendo perfectamente.
Cabe resaltar que la anécdota de Taehyung llorando mientras exponía, es mía jaja, me pasó en tercer grado, la verdad fue una vergüenza total, aún lo recuerdo y sinceramente no puedo creer que en serio lloré. (En primaria tuve traumas con las buenas notas, so, haber olvidado una presentación era como si me hubiesen quitado la televisión). Además de que sí nos estaban grabando, el video lo tiene mi hermana, para colmo.
La parte de Namjoon y Jin me dolió mucho escribirla, hasta se me salieron unas lágrimas. Por el contrario, amé la parte de Yoongi y Jimin, aunque pensé mucho para poder hacerla, tuve un pequeño bloqueo hasta que escuché Tony Montana y las ideas fluyeron como agua.
En fin, espero que lo hayan disfrutado.
Cuídense mucho, tomen agüita, coman bien y descansen.
Tu existencia es importante. 💜
Meanwhile, the autor and her wife:
Como regalo hasta que nos volvamos a ver, les digo que el fondo de Azumi es el gato de Yari, se llama Shoto/Shiro.
Yari y yo tenemos gatos, Azumi esta más sola que tú el 14 de febrero. Yari tiene a Shoto y yo tengo dos gatas que mostraré más adelante (o puede que no).
(Actualización: Azumi ya va a tener un gato)
*Entrada épica*
Quiero decirles que ya no estoy sola, recientemente adopté a un gatito. Se llama Hannibal (soy fan, que no se note) actualmente tiene un mes y medio y cuatro días.
Cómo yo sí soy buena, aquí les dejo unas fotitos.
(Ignoren la pierna de mi hermano).
LAMENTO DEJARLXS SIN ACTUALIZACIÓN POR TANTO TIEMPO, LXS AMOOOOO. 😔
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro