
Capitulo 7
Jennie kim
— ¡Lisa! —grité mientras observaba como ella se iba alejando mucho más de mi. En realidad ella no caminaba demasiado rápido, pero llevaba zapatos algo altos así que todavía no la podía alcanzar.
No iba a dejar que se fuera así después de esa pequeña discusión que habíamos tenido, y que sin duda yo no quería que se tornara como una. Lo único que yo quería era una explicación, y convencerla de que siguiera con su tratamiento. Pero claramente las cosas no habían salido como las planee.
Llevaba siguendo a Lisa varias calles atrás. Cuando la vi salir de mi auto había pensado en que simplemente entraria a su casa y no me abriría aunque insistirá, pero no fue lo que ella hizo y al principio me sorprendió. Pero luego me di cuenta de que lo había hecho por su madre, que muy probablemente se habría hecho muchas preguntas sobre qué hacia una desconocida armando un alboroto fuera de su casa.
— ¡Lisa! —he vuelto a gritar, y ésta vez logrando que se detenga.
— ¿Qué? —dijo girandose bruscamente hacia mi.
— Lo siento —murmuré mientras que me acercaba más—, no queria presionarte, solo que...me preocupas, es todo.
— Pues deja de preocuparte por mi jennie — Su cabello se había alborotado un poco y ella lo ha a acomodado — Yo no quiero que nadie lo haga, ya tengo suficiente con mi mamá y mi tía.
— Solo quiero saber algo mas, solo algo más y te prometo que dependiendo de tu respuesta dejaré de insistir respecto a este tema —Lisa desvió su mirada hacia el suelo, dudosa, pero finalmente ha asentido.
— Suéltalo.
— Si encontrara algo que te motivara a hacer tu tratamiento ¿Lo harías? —ella no se inmutó, solamente se quedó ahí, de pie y en silencio, mirandome.
— Sí —dijo finalmente. Debo decir que su respuesta me sorprendió, por supuesto que lo hizo, pensé que me diría que era una tontería y que no aceptaría algo así, pero en cambio, ella acababa de responder afirmativamente y aquello me daba esperanza, muchas esperanzas—. Encuentra eso que me motive y prometo volver a mi tratamiento.
Tenía su aprobación, ahora solo faltaba encontrar ese algo que la motivara. Lo que era la parte más difícil de todo esto.
— Tendrás que ayudarme.
— ¿Por qué debería? —espetó— Tu eres quien quiere buscar eso, así que hazlo por tu cuenta.
Debí suponer que ella no querría ayudarme con esto, no quería que la ayudara tampoco, menos me apoyaría con esto.
Y no importaba si tenia que hacerlo sola. Si creía que sin ella no podría encontrar eso que la motivara se equivocaba. Estaba segura de que en menos de dos semanas ya habría encontrado eso que buscaba. No importaba lo mucho que me tuviera que costar.
— Bien, lo haré por mi cuenta.
Lisa ha sonreído con satisfacción, y por fin se acercó más hacia mi. Ya no tenia que mantener la distancia, ya no había nada por lo cual discutir, así que intenté mantener una conversación normal.
— ¿A dónde habías ido? —pregunté con curiosidad, recordando que al llegar ella no se encontraba en casa.
— A un lugar —hice una mueca—. Tampoco te tengo que contar toda mi vida, Jennie
Bien, no preguntaría más.
— De acuerdo.
Un banco se encontraba cerca a dónde nosotras estábamos y Lisa hizo ademan de que nos dirigieramos hacia el. Ambas nos sentamos en aquel banco algo pequeño, la una al lado de la otra y con nuestras vistas fijas en el frente.
Lisa parecía algo perdida en sus pensamientos, y no sabía si aquello tenía que ver con la conversación que acabábamos de tener.
Pero daba igual eso, pues yo también estaba algo perdida en mis pensamientos y en ella.
Me sentía abrumada, solo podía pensar en que de mi dependía que Lisa hiciera o no su tratamiento. Y yo sentía que podía fallar y no encontrar aquello que la motivara a seguir. En realidad ahora mismo no esperaba que existiera algo en si y que quizá por ello había aceptado a esto.
Desvié mi mirada hacia la rubia nuevamente, y ella solo se limitaba a mirar a nuestros alrededores en completo silencio. No estábamos hablándonos, solo haciéndonos compañía mutua.
Había momentos en los que me daba cuenta de que respiraba algo cansada, como si estuviera muy agotada. Sin duda no había caminado demasiado, aunque si con un poco de rápidez. Su respiración no parecía normal, más bien muy agitada, y aquello me preocupó aún más cuando la vi toser y colocar su mano en su pecho, por supuesto que intentaba disimularlo girandose hacia otro lado para que no la viera. Aun así me di cuenta.
— Lisa —ella se giró y me miró expectante a qué hablara—, ve a casa.
— ¿Por qué? —preguntó confundida.
— Es tarde.
No lo era tanto, apenas anochecía, pero quería que se fuera a descansar ya que parecía no sentirse muy bien.
— Solo descansa —me levanté del banco para extenderle mi mano y que la tomara, ella, dudosa, terminó por hacerlo—. Te acompaño.
Se levantó y yo solté su mano, pero al hacerlo Lisa dejó la suya quieta, justamente dónde la había soltado. No comprendía porque no movia su mano pero no dijo nada y yo tampoco.
Durante parte del camino noté que ella jugueteaba demasiado con sus manos y, que de ves en cuando, acercaba la suya a la mía más de lo debido, o más bien no estaba segura de si yo era la que acercaba mi mano más de lo debido o si éramos ambas las que queríamos que nuestras manos rozaran.
Estuvimos así todo el camino, con nuestras manos rozando y la una al lado de la otra. Pero el momento terminó cuando llegamos a su casa, donde Lisa se despidió de mi con su mano y yo solo le dediqué una sonrisa antes de que entrara por la puerta.
Al llegar a casa por la noche, fui directamente hacia mi habitación para encender mi laptop. Me planté ahí por las próximas dos horas buscando en internet cosas que pudieran motivar a personas que, bueno, ya no tienen muchas ganas de seguir viviendo.
Quería ayudar a Lisa, y estaba segura de que no me rendiría tan fácilmente.
Mucho más por lo que ví cuando estábamos sentadas, sin duda se veía fatigada, y seguramente su pecho le dolia. Yo sabía la razón, y lo peor es que no era la primera vez que la veía hacer eso. Cuando había almorzado conmigo en mi oficina, justo después de la pregunta que le había hecho recuerdo el haberla visto poner su mano sobre su pecho, pero en ese momento no le di la debida importancia que ahora.
Leí diversas opiniones sobre "expertos" con personas desmotivadas, pero en su mayor parte hablaban sobre depresión. Yo pensaba que Lisa no tenía eso porque no parecía tener los síntomas de los cuales se hablaba aquí. Lo de Lisa parecía más bien otra cosa, solo estaba desanimada pero no hasta tal punto, o no en estos momentos, pero quien sabe si al principio, cuando comenzó a dejar de hacer su tratamiento si había tenido algo más fuerte.
Ahora estaba aun más preocupada...no deseaba que Lisa sufriera aun más.
Despues de una larga búsqueda en la que no encontré nada que me fura útil, cerré mi laptop para tumbarme en la cama con mi mirada fija en el techo, pensando en que podría hacer.
Estueve así un buen rato, hasta que una idea me inundó por completo.
Me levanté repentinamente de mi cama y volví a encender mi laptop.
¿Un viaje?
Había leído algo sobre eso en alguna parte, estaba segura. Busqué y busqué en cada página web, pero no volví a dar con lo que había leído minutos antes. Sin embargo ya daba igual, ya tenía una idea en mente y eso era suficiente.
¿Una viaje podría ser lo que Lisa necesita?
Estaba dudando mucho sobre eso, en si era o no una buena idea hacer aquel viaje hacia un destino que todavía no me planteaba.
Quizá un viaje despertaría un interés aventurero en lisa, esas ganas de viajar mas y de esta forma hacer que tuviera demasiadas ganas de seguir viviendo con ese propósito de ir a distintos lugares.
¿Funcionaría?
Tenía tantas preguntas en mi cabeza que me hacían dudar de mi idea, pero en realidad no tenía otra opción. Esto era lo único que por ahora tenía, y no perdía nada intentando.
Comencé a buscar por mi celular distintos lugares para visitar, con diversas culturas que pudieran llegar a interesarle a lisa, pero no la conocía demasiado para saber con exactitud que Lugar le gustaría. Así que todo estaba siendo más difícil de lo que esperaba.
¿Lisa tendría límitaciones para consumir algunos alimentos o para hacer actividades?
No le había preguntado al respecto y como no he salido demasiado con ella no estaba segura, debía de saber sobre eso también. No podía simplemente llevarla a un lugar y que ella no pueda disfrutarlo por sus limitantes.
Pero eso lo podría resolver. Debia de ver lo bueno de todo esto, por fin estaba avanzando.
Parecía que había encontrado la motivación de Lisa, o quizá me estaba equivocando con lo que decía.
Gracias por las 1,500 lecturas ♥
Espero que les haya gustado el capítulo :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro