Antes de que lean déjenme decirles que los amo mucho 😙♥

Jennie Kim

Lisa y yo habíamos tenido la aprobación de su madre, bueno ella había accedido y dijo que estaba bien que lo hicieramos si queríamos pero la única condición es que nos visitaría los fines de semana cosa a la cual no le ví nada de malo.

Encontrar un lugar nos llevó Masomenos dos semanas enteras, fue complicado pero al final ambas quedamos bastantes satisfechas con el lugar que habíamos elegido, era grande, pero no demasiado, solo lo necesario para que dos personas pudieran vivir ahí, el lugar tenía dos habitaciones y un baño, el salon era amplio y la cocina también lo era. Nada extravagante pero tampoco nada tan pequeño.

En este momento estaba de camino a casa de lisa, puesto que el día de hoy llevaríamos todas nuestras cosas para allá, yo llevaba ya unas cuantas cajas en la cajuela y solo faltaba esperar a que lisa saliera. Entonces la vi salir  por la puerta de su casa con unas cuantas cosas en mano, al instante yo me bajé del auto para poder ayudarla, recogí unas cajas que estaban en el suelo y abrí la cajuela.

— ¿Es todo? — le pregunté.

— De momento si, bueno solo me falta una maleta con ropa pero yo puedo ir por ella — fue hacia la casa y salió con la maleta arrastrándola por el suelo — Está un poco pesada — ha dicho ya cuando la ha dejado a mi lado.

— Yo la subo, anda entra al auto — respiraba cansadamente y por ello fue que accedió.

Estos días había visto como se fatigaba con muchas más facilidad que antes, notaba que cada vez le dolía más su pecho y notar cosas que antes no, me comenzaba a preocupar mucho.

Metí la maleta y fui a sentarme en mi asiento para enseguida encender el auto.

Lalisa no habló en todo el camino, simplemente se digno a mirar por la ventana y a mirarme a mi un par de veces. Me pareció extraño el que no hablase demasiado, estos días habíamos estado pasando mucho tiempo juntas y hablando en todo momento que tuviéramos oportunidad.

— ¿Estás bien? — pregunté llamando su atención.

— Lo estoy.

Cuando llegamos al edificio del departamento lisa se bajó al instante y abrió la cajuela. Yo le seguí y la ayude a bajar unas cuantas cosas. Subimos por el elevador con las cajas en nuestras manos y al llegar al piso dejamos todas nuestras cosas en el departamento. Así fue, bajando y subiendo con cajas en mano y dejándolas en el suelo. Cuando terminamos ambas nos sentamos en el sofá del departamento, el lugar ya venía amueblado así que no hizo falta comprar cosas.

— ¿Te parece bonito el departamento? — le pregunté.

— Me gusta mucho, y más teniendo en cuenta que lo compartiré contigo — ella se acercó hacia mí y me abrazó — No puedo esperar a que nos mudemos a este lugar.

— Mañana será, así que no esperaremos demasiado — ella acarició mi cabello mientras sonreía.

— Eres muy bonita jennie — instintivamente me sonroje y ella al notarlo se rió — Pensé que la tímida era yo.

— No, en absoluto lo eres tú.

Recosté mi cabeza sobre sus piernas mientras ella acariciaba mi rostro.

— podría quedarme así todo el tiempo — murmuré.

— Yo también podría quedarme mucho tiempo así a tu lado, jamás me cansaría de hacerlo — ella dejó un beso en mi mejilla — Gracias por haber ido aquel día a ese hospital.

— Pensé que no me dejarías acercarme cuando te conocí, pero lo hiciste.

— He de admitir que no tenía pensado hacer amigos o algo parecido, de hecho ese día no iba a ir pero algo me dijo que lo hiciera y te conocí, así que no me arrepiento.

— Lisa — ella me miró — Si no hubiéramos hecho ese viaje ¿Estaríamos aquí?

Ella se quedó un momento mirando hacia la pared que estaba frente nuestro, pensativa y después de pensarlo ella asintió.

— Estoy segura de que en algún hubiera llegado a sentir algo por tí.

— Pero hubiera sido mucho después ¿No crees?

— Posiblemente pero…no es como que lo tuviéramos ese tiempo.

Me quede pensando demásido en esas palabras, no podía dejar de escucharlas como bucle en mi cabeza.

Mientras miraba la pared que estába frente nuestro noté el rejol que estaba en una parte y enseguida al darme cuenta de la hora que era levanté abruptamente mi cabeza de entre las piernas de lisa, causando que ella me mirase confundida.

— Se te hará tarde para la quimioterapia — exclamé.

— Lo había olvidado por completo — murmuró ella con molestia en su voz — Pero jen, no quiero ir, quiero pasar más tiempo contigo, así que ven para acá.

— No, esta llendo bien ¿No? — ella me miró dudosa — Tienes que ir, e'dawn ha dicho que si sigues así podrías mejorar Rápidamente.

— El no puede asegurar eso, recientemente hace unos días me dió un tratamiento y no sabe si funcionara y como reaccionará mi cuerpo.

— dijo que hoy nos diría, pero después de tu quimioterapia, ayer te hizo unos estudios y dijo que hoy sabríamos.

— No sé si quiero saberlo — dijo lisa ladeando su cabeza.

— Tenemos que saberlo, andá vamos — la jale de su brazo levantandola y cuando ella lo hizo se colocó frente mió. Me colocó un mechón de cabello detrás de la oreja y me dió un pequeño beso en los labios.

— ¿Hoy en la noche vemos una película? — preguntó mientras salíamos del departamento.

— Claro — respondí.

Nos adentramos al auto y fuimos de camino al hospital, está vez al llegar fuimos directamente a qué le hicieran su quimioterapia, me senté en una silla frente suyo. A lisa no le gustaba que lo hiciera porque sabía que me cansaba estar sentada tanto tiempo en esa silla tan incomoda, pero llevaba ya dos semanas haciendolo y me daba igual. El día de hoy no tenía trabajo que hacer así que me puse a charlar con lisa sobre la cita que tendríamos está noche.

— ¿Que película vamos a ver? — cuestionó ella.

— No lo se, alguna que esté en el cine — lisa me miró con una cara de "¿en serio?".

— ¿Una romántica? — dijo alzando sus cejas.

— No lo sé, no soy de ver películas romanticas.

— Perfecto mejor para mí, ¿De terror?

— Te abrazaría toda la película, soy demasiado miedosa.

— Una película de terror será entonces — apuntó ella.

Yo solo la mire disgustada mientras sacaba mi celular y le mostraba las películas de terror que habían.

Cuando terminó de hacer su quimioterapia salimos de ahí y fuimos en busca del consultorio de mi hermano, el cual ya debía estarnos esperando ahí. Caminabamos tomadas de la mano y no pude evitar sonreír. Quien hubiera pensado que terminaríamos así, siendo una pareja, cuando todavía recuerdo cómo lisa me intentó evitar el primer día que la conocí.

Llegamos frente a la puerta de su consultorio y lisa se quedó un momento ahí parada simplemente mirandola.

— ¿Lisa?

— Solo estoy nerviosa, ¿Y si me da más medicamentos o un tratamiento más fuerte?

— Nunca lo sabrás si no entras.

Lisa me miró nerviosa, yo me acerque hacia ella y pose mis labios en su mejilla. Entonces ella abrió la puerta dejándonos entrar. En la pequeña habitación se encontraba mi hermano sentado en la silla de su escritorio mientras miraba unos papeles. Su cabello estaba muy desordenado y me sorprendió verlo así, aunque seguramente está cansado estos dos días me ha dicho que no ha podido ir a dormir a su casa ya que ha estado demasiado ocupado.

El al darse cuenta de nuestra presencia nos indicó que nos sentamos y nosotras hicimos caso, al hacerlo el nos dedicó una pequeña sonrisa.

— ¿Cómo fueron los resultados? — preguntó lisa señalando los documentos que él tenía en mano, ni siquiera yo me había dado cuenta de que eran los estudios que le había hecho.

— Bueno recientemente me los entregaron hace unos quince minutos y los estaba viendo, y también muchas cosas más durante el día, pero antes necesito saber ¿Cómo te has sentido?

— Bien creo.

— Con exactitud.

— Estos días me ha dolido más el pecho de lo normal, y la fatiga es un poco más que antes.

E'dawn hizo una mueca confundido y entonces miró nuevamente a lisa, la cual lo miraba expectante a qué dijese algo. Yo tan solo me limitaba a escuchar.

— ¿Entonces? — cuestionó lisa.

— No está llendo bien, no como debería.

— ¿De que hablas?

— Los resultados no fueron buenos, el tratamiento no está funcionando, más bien está haciendo que retrocedas más.

— ¿No podríamos probar otro tratamiento?

— Todos los tratamientos posibles fueron probados en tí.

— ¿Eso que quiere decir? — preguntó con hilo de voz lisa.

Yo no estaba comprendiendo la situación, no estaba entendiendo a que era exactamente a lo que quería referirse mi hermano, pero al parecer después de mirarlo mucho lisa pareció comprender las palabras de mi hermano, pareció entender lo que ello significaba.

— ¿Cuánto? — cuestionó lisa.

Cuando ella mencionó esas palabras lo comprendí y sentí que mi corazón se detuvo.

No podía ser cierto.

Pero las siguientes palabras que mi hermano pronunció me destruyeron por completo:

— Ocho meses.