Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 10

Jennie kim

Nos habíamos detenido en un banco que  estaba en una de las calles del pueblo debido a que ambas ya estábamos algo cansadas. Es aquí donde vuelvo a notar la fatiga en Lisa. No podía evitar preocuparme.

— Lisa, ¿Ya tomaste tu medicamento? —le había preguntado a mi hermano los horarios a los que tenía que tomarse sus medicamentos y según recuerdo, alguno de ellos le tocaba por esta hora.

— Y-yo lo olvidé en el hotel.

Me levanté de golpe. Estaba preocupada, pero sobretodo molesta por el hecho de que no lo hubiera mencionado antes.

— Vamonos ya —espeté.

— Pero cenariamos por aquí cerca ¿No? —suspira—. Los planes no deben cambiar por mi, estaré bien.

— ¿Por eso no mencionaste que habías olvidado el medicamento?

— ¿Tú que crees, Jennie?

Lo supuse. Pero me molestaba el hecho de saber que era cierto.

— La cena da igual, podemos pedir algo en el hotel.

— Pero Jen...

— Nada —la interrumpí—. Esperame aquí, iré a buscar el auto.

Fui lo más rápido que pude por el, dejando así a Lisa sentada sobre aquel banco. Debía decir que no quería dejarla sola, pero era mejor a hacerla caminar unas cuantas calles y causar que su fatiga fuera peor.

Al llegar al auto y subirme, conduje lo más rápido que pude hacia donde la rubia. Y nada más llegar me bajé para ayudarla a subirse.

— No necesito que me ayudes —dijo molesta, quitando mi mano de su brazo.

— Solo quiero hacerlo —Lisa suspiró, pero aun así no hizo más que ignorarme y subirse al vehículo. Yo la seguí y lo puse en marcha hacia el hotel.

Debido a que estábamos cerca del hotel, llegamos con bastante rápidez. Me estacioné y bajé del auto para abrirle la puerta a Lisa y ayudarla a bajarse. Al verme ella rodó los ojos y siguió su camino sin siquiera molestarse a aceptar mi ayuda.

Si, ya no me sorprendía.

— Lisa ¿Podrías apresurarte?

— No.

Puedo jurar que Lisa estaba caminando más lento de lo usual, y no, su fatiga no tenía nada que ver, pues la primera ves que la vi con una ella caminaba distinto y no como en estos momentos. Lo más seguro era que, conociéndola, lo estuviera haciendo apropósito y detestaba eso. Yo estaba muy preocupada porque tomara sus medicamentos y ella me hacía esto.

Despues de un camino corto, pero que me pareció eterno, por fin llegamos a la habitación. Lisa se apresuró a ir por su mochila y sacar un frasco blanco, mismo del que sacó dos pastillas, las cuales se pasó sin absolutamente nada de agua. Así tal cual.

— ¿No necesitaste agua? —ella negó.

Sabía que habían personas que lo hacían, pero sin duda era mucho más asqueroso, según algunas personas y más complicado.

— No es la primera vez que olvido tomar mi medicamento —dice mientras que guarda las pastillas—. Me acostumbré a pasarlas así debido a que cuando recordaba tomarlas no siempre había agua cerca o porque simplemente me daba flojera ir a buscarla.

Me senté sobre la cama, soltando un suspiro de alivio.

— En verdad me preocupaste demasiado, Lisa.

— Deja de hacerlo, de preocuparte por mi —ella se levantó para poner su mochila en el suelo—. Estos medicamentos no me van a alargar la vida, no van a evitar que me duela nada, que me fatigue y mucho menos que me muera.

— Entonces ¿para qué son?

— La mayoría para controlar mi presión, y que no me desmaye o algo por el estilo.

— ¿Alguno si quiera ayuda con el dolor?

— Creo que solamente uno de ellos, pero no hace efecto, no el que debería. Aún así lo tomo —miró hacia el suelo—, solo por mi mamá.

¿Estaba exagerando demasiado?

— Antes si hacían más efecto en mi, me ayudaban más. Pero hace tiempo que dejó de ser así.

— Pero si haces el tratamiento constamente y de la manera correcta, puedes curarte ¿No?

Ella se quedó en silencio.

— Los tumores cardiacos cancerosos siempre son incurables.

Habíamos pasado lo que quedaba de la tarde ahí en la habitación. Pedimos comida a domicilio y vimos películas en la televisión. Quizá no fue como había planeado terminar el día, pero sin duda fue uno bueno, sobre todo porque Lisa estaba ahí.

— No hemos abierto la ventana en todo el día —mencionó Lisa mientras que se acercaba y hacia las cortinas a un lado.

— Es de noche, ya no habrá un lindo paisaje.

Pude darme cuenta de que Lisa miró confundida la ventana, y al abrirla pudimos darnos cuenta de que más bien se trataba de una puerta transparente.

— Ah, tuvimos un balcón todo el tiempo en nuestra habitación y no estábamos enteradas.

Me levanté y fui hacia donde ella estaba. En el balcón. Teníamos uno en nuestra habitación.

¿Cómo no me di cuenta antes?

Creo que ni siquiera me detuve a fijarme en esos detalles cuando reservé la habitación.

El balcón daba una vista perfecta hacia la piscina, que se encontraba solitaria. Nosotras nos encontrabamos en el segundo piso del edificio, y desde aquí veíamos cada detalle de ella y del paisaje nocturno. También alcanzabas a ver un poco de la playa, pero muy poco debido a que se encontraba algo lejos.

— ¿Quieres ir a la piscina? — Le pregunté a Lisa.

— Claro ¿por qué no?

Lisa y yo bajamos hasta la piscina. Al llegar yo me fui a sentar a la orilla de esta y la rubia no dudó en seguirme y sentarse a mi lado.

Quité mis zapatos y metí mis piernas en el agua. Estaba helada, pero se sentía bien. Me sentía cómoda.

— ¿En serio no sabías que había un balcón en nuestra habitación? — ha preguntado Lisa mientras que reía.

— No, según yo eso no venía cuando la reservé.

— Para nuestro próximo viaje yo haré la reservación.

¿Había dicho próximo?

Entonces ¿Esto estaba funcionando?

— ¿Te está gustando el lugar? —pregunté.

— Si…es lindo

— ¿Crees que esto te haga camb-

— No lo menciones —me detuvo—. No arruines el momento, por favor.

Tal y como dijo preferi no decir más para no arruinar el...momento. Al parecer ahora si era uno.

Para distraerme preferí comenzar a mover mis piernas que se mantenían dentro del agua, de un lado a otro.

— Este lugar de noche me parece muy tranquilo, muy relajante. Durante la mañana había mucha gente y eso no me agradó.

— ¿La gente no te agrada?

— No me refería a eso, bueno no puedo decir si me agradan, no los conozco, no seré prejuiciosa. Pero me refería a que no me gusta que hayan demasiadas personas cerca mío.

— Lo entiendo.

Lisa ha sonreído.

Su sonrisa era muy bonita. Desde el primer momento en que la vi desee que la tuviera siempre plasmaba en su rostro. Y aquel día había sido así. Todo el tiempo había estado sonriendo y tan enormemente que en ocasiones sus dientes se llegaban a apreciar. Yo no había hecho más que admirarla, a ella y a su bella sonrisa.

— Lisa, tengo que preguntar...—dije de repente, sin poder ocultar más mi curiosidad.

— Imaginé que hablaríamos de eso aquí abajo. Bueno, no puedo evitar que tengas curiosidad sobre esto —señaló su pecho—. Así que solo dilo ya.

Ella sabía que preguntaría sobre su enfermedad. Aquello hizo que me sintiera un poco mal, pues quizá cuando la gente se enteraba de lo que tenía, no paraban de hacerle preguntas al respecto.

Y yo era una más de todas esas personas molestas...

— ¿Hace un año dejaste el tratamiento? —Lisa me miró confundida.

— ¿Un año?, No yo…lo dejé hace tres meses aproximadamente. Estoy segura de que si lo hubiera dejado hace un año ya estaría muerta —me sorprendió lo fácil que mencionaba su muerte. Aunque quizá era porque ya había tenido el tiempo de decirse o prepararse para recibirla en cualquier momento— ¿Quién te dijo eso?

— E'dawn.

— Es un exagerado —ella suspiró—. Siempre exagera las cosas.

— Pero se preocupa por ti.

— Todos se preocupan por mí.

Lisa ha alzado sus brazos y ha bostezado. Finalmente se acostó en el suelo, manteniendo su mirada fija en el cielo estrellado.

— Me gusta observar el cielo, me relaja —alzó su cabeza un poco, pero sin levantarse, y dió leves toques al suelo a su lado— Ven, acuéstate tú también.

Hice caso a lo que ella me decía y me acosté a su lado. Ambas quedamos demasiado cerca, incluso nuestros brazos se tocaban.

— Me gusta ver el amanecer, el atardecer y las estrellas. Siempre que puedo voy a lugares abiertos donde pueda verlos cómodamente.

Ella alzó su mano y la movió en el aire, como si estuviera dibujando algo.

— ¿De qué le ves forma a eso?

Miré hacia arriba y había una constelación.

— Parece un conejo, ¿Tú que ves?

— Parece más bien un gato — Lisa sonrió y yo también — Pero seguramente no sea nada de lo que estamos diciendo.

Acaricié tímidamente su mano, y note que lisa me miro un poco, pero no sé quejo, de hecho todo lo contrario, coloco su mano encima de la mía.

— Me preguntaste que me gustaría estudiar el otro día — me gire hacia ella sorprendida, y puse mi cabeza de lado, apoyada en una de mis manos, lisa hizo lo mismo, haciendo que nuestros rostros quedarán cerca el uno del otro — Me gustaría estudiar algo relacionado con esto, las estrellas y el espacio, la vía lactea, me gusta.

— Entonces hazlo.

— Ni siquiera terminaré la preparatoria, ¿Por qué ilusionarme con estudiar la universidad?

— Porque quiza tengas la oportunidad de hacerlo, pero eso depende de tí.

— No completamente.

— Pero el que puedas vivir unos años más si que depende de tí — susurré cerca de sus labios. Puse una de mis manos en su mejilla, acariciándola delicadamente.

Entonces mi mano se desvío hacia su pecho, y pude sentir su corazón latir muy rápido, me preocupe un poco por ello.

— ¿Estás bien? — pregunté algo preocupada.

— N-no es nada —ella se acostó nuevamente, volviendo a mantener su mirada en el cielo.

No le tomé importancia e hice lo mismo, pero sin quitar mi mano de la suya.

Me encanta tanto estar aquí a su lado, con nuestras manos unidas, simplemente que estemos aquí tendidas la una al lado de la otra me gusta, quiero que estemos aquí toda la noche sin nadie mas, y que este momento no termine.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro