eight || the new friendly threat
Durante las próximas semanas, Athleana y Olov se encargaban de siempre vigilar el perímetro del hogar del senador Tregar Renking y gracias a la información que ofreció el Lasat, estaban enterados de que Olov trabajaba como informador para unos rebeldes Mandalorianos que buscaban terminar cuentas con los Renking. Sin embargo, se desconocía la razón detrás que este conflicto.
—Sabes que clase de negocio hacía tu familia con los de Mandalore? —Desea Athleana saber.
—Siendo sincero, no estaba enterado que mis padres tuvieran una relación con los Mandalorianos. —Desmiente Tregar.
La Jedi se toma su tiempo para analizar la situación y pensar en un plan para capturar a los Mandalorianos aún aprovechando que estos desconocen del paradero de Olov—. Realizarás un viaje.
Tregar mira con desconcierto a la caballero—. Cómo?
—Haremos como que te irás del planeta por temas de agenda. Olov le informará a los Mandalorianos que ha estado en cubierta y les dará esa información para que ellos intenten emboscarte en lo que pensarán que estarás más vulnerable. Unicamente tendríamos que pensar en el planeta perfecto.
—Qué tal Coruscant o Naboo? —Sugiere Olov.
—No. Coruscant está bajo la protección de los Jedi... —Justo antes de terminar lo que iba a decir, se le ocurre un mejor plan.
Así es como deciden los tres ir a Coruscant aterrizando en una zona alejada del centro. Con ello una vez pisando terreno de la capital, Athleana escucha pasos aproximándose a ellos. Tal como sospechaba, su plan iba funcionando al pie de la letra, por lo que una vez que los rodean Athleana saca su sable de luz para defender a Tregar de los Mandalorianos.
Todos los apuntan con sus armas creando un círculo alrededor de ellos, se acerca al parecer el líder de los rebeldes con Athleana alzando su sable de luz hacia él—. No te acerques más. —Demanda la Jedi.
—Tolói. —Comanda el líder y con ello el Lasat sale de la nave y desarma a Athleana quitándole su lightsaber de las manos—. Sabes? Para ser una Jedi, confías demasiado rápido en tus enemigos.
—Quién eres? Por qué tienes intensiones de matarme? —Intenta Tregar sacar la verdad.
—Senador Renking, no tenemos intensiones de matarlo. Únicamente venimos a negociar con ustedes.
—Que irónico decir aquello cuando envío a Tolói a asesinar al Senador Renking en medio de su coronación. —Responde Athleana.
Los insurgentes obligan a la Jedi y senador a caminar donde se encontraba su nave para conversar en un lugar más privado. Con ello, separan a los prisioneros dejando que Tregar hable con el líder mientras Athleana es encerrada bajo la vigilancia de una mujer mandaloriana. En lo que esperaría de Olov, aprovechó el momento para sacarle provecho a la guardia.
—Acaso la Duquesa sabe de esto? —Cuestiona la castaña y al ver que no había respuesta, siguió insistiendo—. Temo que eso es un no. Me imagino que esto no le sentará bien saber que un ejercito de Mandalorianos rebeldes buscan una guerra con Lothal.
—No buscamos entrar en conflicto con Lothal. —Habla por fin la Mandaloriana—. Pero si el senador se rehusa a seguir colaborando, me temo que su planeta correrá peligro. —Añade con maldad.
—Para qué necesitan al senador Renking?
—No es de tu incumbencia, Jedi. —Niega en seco.
Athleana analiza la situación con los pocos pero suficientes datos que tiene—. Supongo que como ustedes son rebeldes y quizá van en contra de los ideales de la Duquesa, me imagino que buscan recursos para aumentar sus números. O me equivoco? —Alza una ceja cuando la Mandaloriana se gira para verla.
—Tu no sabes nada.
—Conozco que Lothal es uno de los planetas que maneja los mejores materiales en la construcción de armas. Asumiendo que ustedes son un grupo pequeño que tiene como objetivo revelarse ante su Duquesa, en busca de más armamento para pelear en contra de... —La mandaloriana apunta con su blaster a la Jedi en un intento de amenazarla para que deje de hablar—. Supongo que me estoy acercando a la verdad.
—Te subestimé. Eres inteligente.
—Me temo que sí. —Afirma con calma y segundos más tarde la puerta del cuarto se rompe gracias a que Olov había llegado al rescate. La puerta logró retener a la mandaloriana alejándola de Athleana. Su padawan le entrega el arma y con ello salen corriendo de la sala en busca de Tregar a quien lo encuentran a punto de ser torturado por el líder.
La Jedi lanza al líder contra la pared mientras que Olov libera al senador para escapar corriendo de la nave donde Tregar le revela lo que Athleana ya suponía sólo que añadiendo información nueva. Los padres de Tregar habían llegado a un acuerdo que Lothal abastecería a los insurgentes de Mandalore para una futura rebelión en contra del pacifista reinado del planeta. No obstante, ahora que hay un nuevo senador, Tregar se rehusa a seguir ayudando a los rebeldes.
Una vez llegando a su transporte, Athleana ordena a Tregar a iniciar la nave para escapar mientras que Olov y ella se quedan a retener a los Mandalorianos. Olov evade los disparos de los blaster mientras que Athleana se dispone a pelear cuerpo a cuerpo con el líder quien identidad conocida gracias al senador es Pre Vizsla. El combate dura lo suficiente para que la Jedi salga victoriosa. No obstante, cuando intenta acercarse a la nave ya despegando, alguien logra tomar de su pierna para impedir aquello.
Esta se gira para ver que la Mandaloriana que había compartido diálogo previamente era la responsable de su percance. Ambas sin ayuda de sus armas se ven envueltas en otro combate sólo que a diferencia con Vizsla, los movimientos de ambas se estaban sincronizando. Era como si se leyeran la mente descifrando el siguiente desplazamiento de la otra. No fue hasta que Athleana logró quitarle el casco a su adversaria que se contuvo en darle un golpe directo al rostro de la pelirroja.
Algo dentro de Athleana le impedía dañar a la mandaloriana hasta que logró salir de sus pensamientos terminando la pelea y logrando salir victoriosa con el nuevo descubrimiento que habían hecho.
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