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CAPÍTULO VEINTIDÓS

Gulf ingresó al pequeño pero cómodo apartamento en el que se hospedaría,  colocó su maleta sobre la cama y se dejó caer sobre ella, bufando mientras veía directamente al techo.

—¿Cuántos secretos más debo descubrir, padre? —Suspiró. Su pregunta gravitó en el aire. Cerró sus ojos intentando dormir para poder conseguir un momento de paz.

Extrañaba mucho a Mew, verlo sonreír o la seriedad en su rostro cada vez que estudiaban un nuevo caso, extrañaba la calidez de su compañía y lo bien que podían entenderse sin necesidad de palabras. Lo muy conectados que ambos estaban y sin siquiera haberse conocido o relacionado de años. Todo lo suyo con Mew era mutuo y especial, profundo y sincero, era imposible no amarlo y no amar la sensación de paz y tranquilidad que sentía al estar con él.

Su teléfono vibró sacándolo de su profundo mar de pensamientos y anhelos. Respondió sin siquiera ver la pantalla, pero esperando que fuese Mew quien le llamaba.

—Gulf, ¿en dónde estás? — La voz de Mild hizo eco en sus oídos.

No era Mew.

—Wisconsin —respondió nada más.

—¡¡¿Wisconsin?!! ¿Pero qué rayos, Gulf? ¿Cómo se te ocurre irte tan lejos? — Gulf separó el teléfono de su oreja pues los gritos de Mild no ayudaban con su dolor de cabeza.

—¿Qué es lo que quieres, Mild? Deja de darme dolores de cabeza, ¿quieres? — Se escuchó el bufido de Mild al otro lado de la línea.

—Pues, primeramente, eres tú quien me está dando dolores de cabeza a mí, en segundo y más importante, yo quiero que cumplas tus obligaciones, Kanawut. Eres el líder de este equipo y desapareciste durante meses.

—No desaparecí, eran mis vacaciones —Hizo énfasis —. Luego viajé a Japón y de eso notifiqué a la oficina, ayudé a... —Guardó silencio, las lágrimas se acumularon en sus ojos y su corazón se encogió nuevamente con tan solo recordar a su detective —ya no importa. Solo quiero tiempo para pensar, Mild. Ayúdame. Mild suspiró al otro lado de la línea.

—Solamente puedo darte cuatro días, Gulf. Samantha ha vuelto más insoportable que nunca y todos queremos que se vaya muy pronto.

—Creo que será suficiente. —Suspiró. Gracias, amigo.

—Está bien, solo no olvides comunicarte conmigo siempre, debo saber dónde estás, ¿de acuerdo? — El agente asintió de inmediato, como si Mild pudiera verlo en ese momento.

—Te enviaré mi dirección por mensaje... —Guardó silencio —gracias de nuevo. — Sin esperar respuesta acabó con la llamada. Tomando las llaves de la habitación, su celular y su billetera, se dispuso a buscar algo de comer.

Subió al ascensor que en ese momento estaba vacío, un piso después ingresaron dos empresarios con sus respectivas vestimentas formarles, Gulf se movió hasta la parte trasera del ascensor. Dos pisos más abajo ingresó un tipo vestido con jeans azules con roturas en la altura de las piernas, un centro blanco y una chaqueta negra de cuero, alrededor de su cabeza una pañoleta negra se amarraba en la parte trasera. Aunque Gulf solamente podía ver su espalda, su apariencia le resultaba familiar. El tipo que le acompañaba vestía solamente jeans ajustados de color negro, una camisa de color grisáceo y una chaqueta blanca, este era mucho más mayor que el otro.

Entrecerrando sus ojos comenzó a prestar total atención al actuar de ambos al momento de ingresar al elevador, mientras que el más chico palmeaba el costado de su pierna derecha, el mayor golpeaba levemente el suelo con el talón de su pie izquierdo. Gulf continuó atento a algún cambio, presentía algo, aquellos tipos le resultaban muy sospechosos y en su mente continuaba buscando en dónde los había visto anteriormente.

El elevador anunció la llegada al primer piso y en el momento en que abrió sus puertas ambos tipos se miraron, permitiendo así que Gulf observara perfectamente sus rostros de perfil, abrió grandemente sus ojos al reconocer que el más jóven de ellos era quien había asesinado junto a Yuteng a las últimas veinte víctimas en el hotel de Japón, y el mayor era quien había pedido la llave de la habitación del hotel.

—Vamos tarde, debemos apresurarnos. — El menor de ellos indicó.

Observó de un lado a otro, cuestionando, ¿cuál sería la mejor decisión en ese momento?, si les gritaba pidiéndoles que se detuvieran estos harían lo contrario y correrían; si simplemente se acercaba a ellos les sería muy sospechoso y posiblemente huirían o lo atacarían, por último solo tenía la opción de seguirlos.

Al diablo, los seguiría.

Salieron del ascensor y giraron a la izquierda, esperó un momento para conseguir una distancia considerable para no ser tan visible y al mismo tiempo, que ellos continuaran siendo visibles para él. Luego de unos pocos minutos emprendió camino detrás de ambos hombres.

Los tipos caminaban con prisa mientras hablaban entre ellos. Salieron del hotel y caminaron directamente hacia el frente, un pequeño árbol de nueces le sirvió de escondite en el momento en que el mayor de ellos miró hacia atrás. Caminando unas calles más atravesaron hoteles, una cafetería, una barbería, un parque, llegando por último a lo que parecía ser un callejón bastante solitario, luego de mirar a sus alrededores ingresaron a este. Un viejo edificio abandonado estaba al costado derecho de Gulf y una fábrica al lado izquierdo.

—Dink, ¿Trent llegará en este momento o debemos continuar sin él? — El mayor de ellos habló. En ese momento el más jóven recibió una llamada.

—Claro — Se dió un poco de viento con su mano derecha —Maximiliano está conmigo. ¿Yuteng logró escapar? — El mayor lo miró interesado en la plática, incluso haciendo preguntas en bajos siseos. —Está bien, ¿la mercancía ya está bajo tu cuidado? —Asintió nuevamente, más para sí mismo que para alguien mas. —Entiendo, volveremos a Virginia en este instante. —Finalizó la llamada.

—¿Y? ¿Qué ocurre? —preguntó Maximiliano, un poco desesperado por la respuesta.

—La mercancía está con Becca — Gulf tragó grueso, recordaba que ese era el nombre de la hermana de Mew, ahora con más razón debía seguirlos. —Solo debemos esperar a Yuteng, Suppasit y su equipo lograron liberar al imbécil de Perth, al parecer en el camino también encontraron el vídeo de lo sucedido. Yuteng logró escapar, en unos minutos llegará al aeropuerto de Merril, debemos ir por él, es hora de que esté junto a nosotros. — Dink frunció el ceño, frustrado con toda esta situación.

—No veo por qué Trent deba ayudarlo, prometió que se desharía de él si llegaba a ser descubierto. — Maximiliano habló con molestia, recordando las anteriores palabras de su ahora líder.

—Lo ayuda porque nosotros —Se señaló a él primero y luego al otro aparecemos en el vídeo, luego se deshará de él. Andando. —Palmeó el hombro de Maximiliano.

Gulf rápidamente comenzó a caminar en dirección al hotel, había grabado todo con su celular pero era conciente de que no debía ser visto por los hombres. Sus pasos no eran lentos pero tampoco rápidos. Fingió hablar por celular en el momento en que Dink y Maximiliano pasaron a su lado. Cuando ambos habían avanzado una cierta distancia, Dink miró hacia atrás, Gulf continuó sin inmutarse y continuó caminando, incluso mirando al suelo mientras sonreía y mantenía su mano libre en el interior del bolsillo de su pantalón, fingiendo muy perfectamente el estar inmerso en su "conversación". Dink miró nuevamente al frente y sin más aceleraron los pasos hasta que Gulf ya no pudo verlos.

El agente esperó unos segundos más para guardar libremente su celular y apresurar sus pasos para volver a su habitación. No sabía si el chico había logrado reconocerlo o no, pero en este momento realmente no le importaba. Lo único que quería era que Mew estuviese bien y ahora mismo su mente repetía una y otra vez el nombre de la hermana de Mew, asimilando que estaba viva.

Ella aún vive.

La hermana de Mew sigue con vida.

×

Al llegar al hotel nuevamente, la recepcionista le saludó, Gulf inclinó la cabeza y se dirigió al elevador, no habían transcurrido más allá de quince o veinte minutos, imaginaba que los tipos ya habían salido del lugar, de inmediato sacó su celular al ingresar al elevador. Debía llamar a Mew y hacerle saber lo que había descubierto.

Maldito Yuteng había logrado salir ileso.

El elevador abrió sus puertas dejando ver el pasillo frente a él, con pasos presurosos salió del ascensor y en el momento en que se acercó a su habitación escuchó ruidos en el interior de esta, frunció el ceño y de inmediato acercó su oído a la puerta. Al menos en este momento le resultaba ventajoso lo pequeña que era la habitación que había logrado obtener con tan poco dinero.

—¿Estás seguro de que es él? — Se escuchó la voz de Maximiliano.

—Estoy seguro, es Kanawut, el hijo de Spencer —respondió Dink. Gulf sintió una punzada profunda al escuchar el nombre de su padre.

—¿Por qué no simplemente lo atrapamos y lo asesinamos? — La voz de ambos hombres sonaba en leves tonos.

—Porque no es un tipo cualquiera, es un agente del FBI. Además, él no es el objetivo, el objetivo es Suppasit... y Kanawut nos llevará hacia él. — Gulf sintió la rabia recorrer cada célula de su cuerpo. Estaban completamente locos si creían que él pondría en peligro a Mew. —¡Ahora mete todo esto de nuevo en su maleta!

—¿Es un rastreador?

—¡Sí, idiota! Es un rastreador. ¿Nunca has visto uno?

—Suppasit trabaja en Virginia y Kanawut en Washington, ¿cómo planeas que te lleve hasta él? Además la última vez vigilaste su casa, ¿no? Sabemos donde vive.

—Lo hice, pero desde la última vez no he podido regresar al edificio del frente, necesito saber si Suppasit ha vuelto a Virginia, es seguro que Kanawut se encontrará con él y eso nos confirmará que ya llegó a Virginia. Será nuestra señal para iniciar el plan. — Gulf caminó hacia el fondo del pasillo al momento en que creyó que ambos hombres iban a salir.

El rastreador estaría en su maleta.

Gracias a que las habitaciones del quinto piso continuaban de forma horizontal a la izquierda, se escondió tras el dobles de la pared, minutos después los vió salir de su habitación. Esperó hasta el momento en que ingresaron al elevador y este cerró sus puertas, corrió a su habitación y encontró todo en un aparente perfecto estado, pero sabiendo que eso era solamente una facha, con prisa comenzó a sacar toda la ropa de su maleta. La tiró sobre la cama y buscó en los bolsillos más pequeños de la maleta, la desesperación era evidente en sus movimientos. En el fondo de esta bajo un pequeño forro transparente encontró el pequeño aparato color negro y diminuto que se iluminaba con una pequeña y parpadeante luz roja, se sentó en la cama mientras continuaba observando aquel diminuto objeto en su mano.

Sacó su celular del bolsillo y suspirando, con duda, nervios y mucho temor, marcó el número de Mew. Le haría saber lo que sucedió minutos antes, le haría saber que su hermana continuaba con vida. Sonó una vez, dos veces y nada, no había respuesta alguna.

—Vamos, Mew, responde por favor. Debes responder. —Volvió a llamar pero fué inútil. Rendido, decidió llamar a Boun pero este rechazó sus llamadas. Bufó con frustración, buscó el contacto de Mild y marcó, después de unos segundos el otro pelinegro respondió.

—Gulf, ¿está todo bien?

—Volveré hoy mismo a Virginia, necesito contactar a Mew porque es urgente hablar con él, pero no lo he logrado, ayúdame Mild.

—¿Está todo bien entre ustedes? — Mild no evitó preguntar aquello. Gulf suspiró sintiendo el vacío en su pecho.

—Solo llámalo, Mild, por favor, e infórmame si tú lograste contactarlo.

—Está bien, lo haré, te llamo en cuanto sepa algo.Cuando la llamada culminó, Gulf colocó el pequeño dispositivo debajo de la almohada.

Aquello los mantendría creyendo que él seguía en el hotel cuando en realidad habría vuelto a Virginia.

Tomó toda la ropa y de nueva cuenta la guardó dentro de la maleta, esta vez sin un orden alguno, simplemente esforzándose porque cupiera toda. Al estar lista la cerró y seguidamente la ubicó sobre el piso para salir del apartamento cuanto antes. Con su celular aún en su mano continuó insistiendo en llamar a Mew pues le parecía muy extraño que este no atendiera ni una sola de sus llamadas.








꧁×}•{×꧂





—¿Qué haces? ¿A dónde vas? — Suchart bajó de la caminadora eléctrica para beber un trago de su botella de agua.

—Tengo un trabajo, creo que lo sabes, padre. Necesito volver, me he ausentado mucho tiempo. — Mew terminó de abotonar su camisa y comenzó a colocar su corbata.

—Debido a ese trabajo no has podido avanzar en la investigación de Becca, Suppasit. — Mew rodó los ojos.

—Debido a ese trabajo he avanzado mucho en la investigación de Becca, —corrigió a su progenitor sé muchas cosas al respecto y cada vez estoy más cerca de encontrarla.

—¿Cómo lo sabes? — El detective se giró hacia su padre, sintiéndose un poco frustrado por su presencia y sus interrogantes.

—Porque soy un detective, el mejor detective de Estados Unidos. Lo soy gracias a el entrenamiento al que me he sometido desde niño, lo soy gracias a mis estudios y gracias al deseo de encontrar a Becca y regresarla a casa con vida, Suchart. Si me disculpas, no tengo tiempo. Puedes hacer lo que quieras aquí. —Caminó hacia su habitación.

En ese momento el celular del detective comenzó a vibrar en la mesa de cristal, Suchart caminó hacia el artefacto, notando como la pantalla se iluminaba indicando: “Llamada entrante de Kana.”

Frunció el ceño y miró hacia la dirección de la habitación de Mew, tomó el celular, lo apagó y por último lo guardó en el bolsillo de sus pantalones de ejercicio.

—Termina pronto, quiero que vengas conmigo —dijo, luego se dirigió a la habitación de huéspedes para cambiar su ropa de ejercicio por una vestimenta un poco más formal.


|×~





Minutos después Mew salió de la habitación en busca de su celular, el primer lugar al que recurrió fué a la mesa de la sala, luego a la cocina e incluso en el sofá, recordaba según él, haberlo puesto sobre la mesa cuando bajó por un vaso de agua, y eso fue incluso antes de que su padre despertara. Suchart salió de su cuarto vistiendo un traje elegante

—¿Has visto mi celular? —Le preguntó de inmediato.

—No tengo idea en dónde está, no son mis cosas, — Mew bufó ante el sarcasmo del hombre —es hora de irnos. — Suchart caminó hacia la puerta sin importarle si Mew ya estaba listo o no.

—Espero que lo que tengas que hacer no tome mucho tiempo, debo regresar a CUÁNTICO cuanto antes. — El detective preparó las llaves.

No creo que puedas preocuparte por eso luego de lo que suceda, de todas formas no creo que vayas a poder volver.” Pensó Suchart, escondiendo una sonrisa ladina que quería brotar de sus labios.

—No te preocupes... —dijo en cambio, sonriendo suavemente —será rápido, veremos a un amigo que tiene algunas pistas sobre la mafia Americana, nos ayudará con lo de Becca. — Mew lo observó un tanto dudoso.

En estos cinco años Suchart jamás se había interesado en ayudarle con la investigación de su hermana. Tenía que mantenerse alerta.

—Claro, solo dame un minuto.Regresó a su habitación, tomó una pequeña arma de bolsillo y la escondió en el bolsillo interior de su saco.

Mientras esperaba con un tanto de impaciencia, Suchart sacó su teléfono “ Todo está listo, prepárate” —Envío el mensaje.

—Vámonos — Mew salió pocos minutos después, Suchart asintió y ambos salieron del apartamento del menor.

°

°


°

—No responde. — Todos se miraron con el ceño fruncido.

—Ya escuchaste a Perth, Mew no responde y aún no llega. Probablemente no se sienta bien hoy, lo siento, Mild, en cuanto sepa de él, te llamaré.

—Te lo agradezco, Boun. Esperaré tu llamada. — Mild cortó la comunicación.

—Es muy extraño que Mew aún no llegue, esto me parece demasiado sospechoso —murmuró Zee.

—Todos pudimos darnos cuenta que no se encontraba bien, discutió con Gulf, es más, Gulf lo dejó, sería demasiado lógico que no quisiera estar presente hoy —comentó Prem, también preocupado por su amigo.

—No lo creo, — Perth suspiró —Mew no es una persona que faltará al trabajo por problemas personales o sentimentales, simplemente no es esa clase de persona. Algo tiene que haber ocurrido. — Mark miró a Perth y asintió estando de acuerdo.

—De todas formas, por el momento solo podemos esperar, estoy seguro que lo que él querría en este momento sería investigar sobre la mafia. Hicimos un gran descubrimiento en Japóncomentó Boun, los demás asintieron —. Prem, este día no tomes ningún caso, trabajaremos en lo que tenemos hasta el momento. Mark, tú y Perth revisen la información desde el principio y traigan la que nos sea de ayuda, la revisaremos en la sala de juntas por el momento solo nosotros y luego le pediremos a Mew que él también indague al respecto.

—Muy bien —respondieron todos.

Boun caminó hacia la ventana del edificio, con su vista un tanto perdida y su corazón latiendo en lentos palpitares, sintiendo una extraña e inexplicable preocupación.

—¿En dónde estás, Mew? —susurró, tan bajo que era imposible de escuchar para alguien que no estuviese cerca suyo.

×


×


×


—¿En dónde estamos? — Mew fué el primero en bajar del auto y observar la enorme construcción al frente suyo.

—El informante se encontrará aquí con nosotros. — Mew frunció el ceño.

—Padre...

—Camina.

Suchart comenzó a caminar hacia el interior de aquella fábrica, barrotes de metal los rodeaban y unos tubos de poliducto eran visibles en la parte superior. Suchart detuvo sus pasos y se giró hacia Mew, este al verlo también se detuvo, sin inmutarse y sin demostrar ninguna emoción ante la ladina sonrisa de su padre. Claro, por supuesto que se esperaba aquello. El mismo Suchart le había enseñado a no confiar en nadie.

—¿Dónde está Trent Thongsuk? — Su padre lo miró anonadado e incrédulo. —¿Sorprendido? — Mew comenzó a caminar lentamente de un lado a otro —¿Acaso crees que sería tan estúpido de venir contigo simplemente porque me lo pides?Su padre enarcó una ceja y sonrió.

—Toda la vida has sido estúpido, Suppasit. — El aludido lo observó inexpresivo —Pero este será el día en que tú y tu estupidez lleguen a su final.

—No te tengo miedo, padre. Mi trabajo es encerrar a basuras como tú y como Trent Thongsuk, y te juro que los haré caer a todos. ¿Acaso crees que no sé que Becca fué secuestrada gracias a tí? ¿Que fuiste tú quien asesinó y abusó de la cuñada de mi tío? — Suchart lo miró con furia, las palabras de su hijo realmente lo desequilibraron, siempre creyó que iba un paso adelante de él. —¿No estás orgulloso de tu hijo? Ahora mismo está frente a tí lo que tú creaste, ¿no te encanta? — La cornisa de la boca de Mew se elevó hacia un lado, mostrando una perfecta y ladina sonrisa, Suchart tragó grueso al contemplarla.

—Me será más fácil acabar contigo, niño estúpido. —Sacó un arma y apuntó hacia la cabeza de Mew.

°


El celular de Boun sonó, haciéndolo sobresaltarse. —¿Quién habla?

—Boun, es Photsi. ¿Mew está contigo?

—Me temo que no, aún no llega y no responde su celular, pero dime, ¿qué ocurre?

—Es Yuteng, logró escapar de los policías. — Boun golpeó con furia la pared No sabemos con exactitud a dónde fué, pero logró escabullirse de la autoridad. ¿Crees que haya viajado a América?

—Es lo más probable, la mafia está aquí y él está de su lado. —Rascó el puente de su nariz —No te preocupes, yo le informaré a Mew y nos haremos cargo, su delito también aplica en Estados Unidos, por lo cual también podrá ser juzgado en este país.

—Lo sé, por eso quise avisarte. Mantenme al tanto.

—Así lo haré, gracias por informarme. —Acabó la llamada —¡¡Maldito Yuteng!! —Pateó la silla frente a él.

—¡Detective Nopanut!El chico de recepción se acercó a él con evidente prisa, Boun se giró rápidamente. —Este paquete ha llegado para usted — Boun frunció el ceño. El chico le entregó una pequeña caja café sellada con cinta transparente.

—Gracias, puedes retirarte.

—¿Qué es eso? — Los demás iban llegando en ese preciso momento.

—No lo sé, acaba de llegar. —Se encogió de hombros.

—¿Quién lo entregó? —preguntó Mark, tomando asiento al costado de la mesa redonda, sobre la cual se habían apoyado Perth y Zee.

—Lo trajo el recepcionista. — Con ayuda de una pequeña cuchilla Boun abrió la caja.

—¿Dice de quién es? —cuestionó Prem. Boun negó y continuó con su labor de sacar el contenido.

Una pequeña USB y un sobre blanco eran el contenido de esta. Boun colocó la USB sobre la mesa y sacó la carta, extendió el papel y ante la atenta mirada de todos comenzó a leer:

Boun, sé que no existe perdón alguno o remedio para todo lo que hice, en el momento en que descubrí que tú no eras Thomas, me arrepentí de todo el daño que te causé, sé que esto no es una compensación pero estoy segura que podría ayudarles a tí y a tu equipo.

En esta USB se encuentra toda mi investigación sobre Spencer Traipipatanapong, inicié esta investigación con el propósito de encerrarlo y hacerle saber al mundo lo corrupto que era, debido a que él murió, no pude hacerlo”

Boun guardó silencio y miró a Prem, este le devolvió una melancólica mirada. Todos sentían el pesar por la muerte de la chica, Boun más que cualquier otro. Tomando una inhalación profunda continuó con la lectura:

En ella encontrarás todas las alianzas que creó con algunos delincuentes o lavadores de dinero, encontrarás fotos de sus alianzas desde el líder de la mafia Tailandesa hasta el de la Americana. Trent Thongsuk y Spencer tienen terrenos al norte de Virginia. Kanawut es intocable para Trent debido a que el mismo Spencer fué quien ayudó a Trent a levantar la mafia en sus inicios.

Lamento tanto no poder entregarte más información pues esto es todo lo que pude conseguir, sé que no cambio nada de lo que hice y mis culpas no se redimen, pero espero toda esta información te sea útil para que tú y tu equipo puedan hacer la justicia que yo no.

Nuevamente me disculpo por todo y deseo seas muy felíz al lado del amor verdadero.    

Nahomy.”

—¿Quién diablos es Spencer Traipipatanapong? —preguntó Perth. Tal parecía que haber estado en prisión un mes entero le había hecho olvidar ciertas cosas.

—El padre de Gulf —respondió Mark.

—Esta información nos será de mucha ayuda en verdad —siseó Zee.



꧁×}•{×꧂






Mew sacó su arma del bolsillo de su chaqueta y también apuntó a su padre, su mano ni siquiera temblaba en esta situación. Sabía perfectamente que desde el inicio de todo esto, este momento llegaría. Él debería enfrentar a su padre tarde o temprano.

—Adelante, te dije que no te tengo miedo. —Encogió sus hombros.

—Vaya, vaya, vaya. — Aplaudiendo  Trent salió de su escondite, caminando con lentitud y sonriendo victorioso. —El pequeño Suppasit ha crecido mucho. — Mew miró hacia atrás para encontrarse con Trent, por fín encontraba al maldito que lo había alejado de su hermana. Por fin estaban frente a frente. —Que gusto verte, admito que tu apariencia me sorprende. —Detuvo sus pasos al lado de Suchart.

—¿En dónde está mi hermana? — Trent fingió asombro, mirando a Suchart ambos compartieron una burlesca risa.

—Mi princesa está feliz conmigo — Trent sonrió. Mew sintió su sangre hervir, negó con la cabeza ante la palpable "adoración" que desbordaba este tipo al tan solo mencionar a su hermana.

—Estás demente. Rescataré a mi hermana de tus garras, maldito idiota demente, y me desharé de tí así mismo como lo haré de él.Señaló a Suchart. Trent y Suchart se carcajearon de forma exagerada.

—Muero por ver cómo lo harás —dijo Trent, y con un chasquido de sus dedos varios hombres salieron de los alrededores del lugar, para luchar contra Mew. Algunos llevaban bates, navajas o tubos metálicos.


El primero se lanzó sobre Mew apuntando el golpe en su cara, Mew se defendió golpeando su cuello y haciéndolo caer al suelo, uno de ellos tomó por detrás al detective, de ambos brazos mientras que otro se abalanzó hacia él. Mew dejó ir su peso sobre el tipo que lo sostenía y con ambos pies golpeó el pecho del tipo que intentó lanzarse sobre él, tomó el brazo izquierdo del tipo que lo sostenía y de un giro lo hizo caer al suelo.

Otro de ellos golpeó su rostro y luego su estómago haciéndolo retroceder, otro más se lanzó sobre él y comenzó a golpear su rostro, Mew dejó ir un puñetazo en la parte del costado de su cabeza y lo hizo caer al suelo de un solo impacto, tomó al otro de su chaqueta y lo hizo caer, se puso de pie e intercalando su pie entre los pies del otro lo hizo caer de rodillas, tomó su rostro y lo golpeó contra su rodilla, dejándolo inconsciente.

Aunque demás tipos se lanzaron hacia él y algunos lograron golpearlo, el detective logró derrumbarlos a todos, por supuesto que los largos años de incansable entrenamiento no habían sido en vano. Con un labio sangrando, su pierna lastimada y un fuerte dolor en su abdomen, se puso de pie con un poco de dificultad, tomó el arma de uno de los tipos que él mismo había derribado y apuntó a ambos hombres frente a él, los únicos que seguían de pie y habían sido espectadores de la brutal lucha.

V-voy a matarte —dijo, de forma grave y un poco entrecortado. Trent sonrió.

—De acuerdo, pero primero déjame darte una sorpresa. —Hizo una seña, levantando su brazo.

¡Mew!

Aquella femenina voz recorrió desde sus oídos hasta el fondo de su cabeza, deteniendo incluso los más leves latidos de su corazón. Las lágrimas se instalaron en sus ojos en pequeños grupos, después de tanto tiempo volvía a escuchar la tierna voz de su hermana, su corazón se aceleró, no podía creerlo. La espera había acabado, la búsqueda incansable había terminado. Su hermana estaba ahí, en ese horrible lugar de mala muerte, pero estaba detrás suyo, viva.


Viva

Su hermana estaba con vida

Trastabillando se giró hacia la dirección de donde provenía el llamado y... ahí estaba, su pequeña hermana. Sintió su corazón detenerse y los latidos del mismo retumbar en sus oídos, sintió la esperanza iluminar su corazón y su vida. Era su hermana, su pequeña hermana a quien había buscado durante cinco largos años. El cielo había escuchado sus súplicas y había dado a su hermana las fuerzas para soportar tal maldito infierno.

Aunque Becca lucía diferente, él seguía viendo a su princesa en esos iris cafés. Esos orbes que lo observaban con total adoración y anhelo, con amor. Esa mirada que le transmitía calidez y un cariño sincero. Esa misma mirada que su hermanita siempre había tenido para ofrecerle.

Sus manos estaban atadas y su cabello despeinado, su cuerpo estaba demasiado delgado y sus rodillas bastante maltratadas, sus lágrimas bañaban su rostro en un torrente de ellas. Sin perder más tiempo corrió hacia ella y la abrazó fuertemente luego de desatarla, la apegó a su pecho en una súplica silenciosa de que esto fuese real y no una alucinación.

—¡B-Becca, eres tú! ¡Eres tú! —Lloró mientras la abrazó, mientras extraía todo el temor y la tristeza de su pobre hermanita, al mismo tiempo revisaba que estuviera bien y que no tuviera más golpes en sus brazos, rostro y cabeza. Ambos cayeron de rodillas permaneciendo aún abrazados. —Perdóname, mi niña, lo siento tanto, tanto. Debí hacer más y encontrarte antes, lo siento, lo siento mucho. —Becca negó con la cabeza, sonriendo dulce y tristemente a su hermano mayor.

—No tengo nada que perdonarte, Mew. —Acarició su mejilla con la palma de su mano, por inercia el detective cerró sus ojos ante el delicado tacto de su hermana. Llegaste... —Sonrió, como si ella tampoco pudiera creer que esto fuera real —viniste a salvarme. —Se lanzó a sus brazos para sentir nuevamente la protección de su hermano.

—¡Ya basta! ¡Fue suficiente! ¡Llévensela! —ordenó Trent, Suchart únicamente observaba lo patéticos que le parecían sus hijos.

—¡¡N-no!! ¡No, por favor! ¡Mew! — Becca gritaba mientras se aferraba a su hermano, no quería ser separada de él otra vez. No cuando por fin pudo verlo nuevamente y pudo sentirse protegida luego de cinco malditos años en agonía y sufrimiento. —¡No dejes que me lleven, Mew, por favor! ¡No, no, no!

—¡No la toques! — Mew dió una patada en el pecho del hombre que la sostenía, haciéndolo chocar contra la pared de aquel lugar, soltando a Becca debido al golpe. La chica rápidamente corrió hacia su hermano y se aferró a él. —¡No se le acerquen! — La protegió con ambos brazos. Suchart caminó hacia ellos.

—Mi princesa--

—¡Aléjate de ella! — Mew tomó nuevamente el arma y apuntó a su padre. —No dejaré que le pongas una de tus sucias manos encima.

Bájala.Suchart lo miró furioso. —Si no quieres que le pase nada a tu querida hermana... ¡¡Baja la maldita arma!!


—¡Eres un maldito! —gritó Becca. Trent observaba todo desde lejos. — No la bajes, Mew, por favor, no quiero regresar ahí. — Mew apretó la mano de Becca. —Te lo suplico.

El detective observó todo a su alrededor, más de treinta hombres les apuntaban con sus armas. Sabía que Trent no le haría nada a Becca, veía el celo excesivo en sus ojos y aunque eso lo llenaba de rabia, en este momento podía hacer que ello jugara a su favor. Así mismo sabía lo que ocurriría al momento en que bajara el arma, pero necesitaba entrar al lugar, estaba seguro de que su equipo encontraría la carta y lo encontrarían a él.

Esta era la única oportunidad que tenía para ingresar al lugar. Con todo el dolor de su corazón se giró hacia Becca y mientras la abrazó fuertemente besó su frente, esperando transmitir con ello la seguridad de que no iba a dejarla, de que no piensa abandonarla y perderla nuevamente.

No otra vez. No lo va a permitir.

—Hoy y siempre... voy a protegerte. — Becca negó mientras lloraba, pues entendió de inmediato lo que su hermano haría —Por favor, confía en mí, ¿si? No voy a dejarte, no otra vez. — La chica asintió mientras apretó sus ojos y sus lágrimas bañaban su rostro, estaba asustada, aterrada.

No quería volver a ese infierno y peor aún, no quería que le hicieran algo a su hermano. Dándole una tranquilizadora sonrisa Mew apretó su mano y luego dejó caer el arma al suelo. Instantáneamente todos los tipos se lanzaron hacia él comenzando a golpearlo sin piedad alguna.

—¡¡NOOO!!, ¡¡DÉJENLO, DÉJENLO, POR FAVOR,!! ¡¡MEW!! ¡NO LO GOLPEEN, POR FAVOR! ¡¡MEEEW!!— Trent tomó a Becca de la cintura y la levantó para llevarla con él, esta pataleaba e intentaba hacer de todo para liberarse, pero era inútil, por más que se resistiera ella no podía librarse del fuerte agarre. A medida que se alejaba pudo presenciar el momento exacto en que Mew terminó inconsciente en el suelo y fué bruscamente levantado por Suchart —¡¡DÉJALO!! ¡NO LO TOQUES! PADRE, POR FAVOR NO LE HAGAS DAÑO, ¡¡SUÉLTALO!!

Becca continúo gritando, pero Trent de un fuerte golpe en el rostro la noqueó. Suchart tiró a Mew en el suelo y luego sonrió.

—Maldito bastardo. 

—No te quejes, tiene la misma cara de su padre. — Se burló Trent.

Seguidamente dejó ir una fuerte patada en el estómago de Mew provocando que su cuerpo se moviera en reacción. Aquello había sido una venganza por los celos que sintió al observar la adoración de Becca hacia el detective. Era su hermano y él lo sabía, pero no podía evitar querer asesinar a cualquiera que pusiera un solo dedo sobre su adoración y obsesión más grande.


—Maldito — Luego de su patada Suchart propinó otra al inconsciente detective en el piso, Mew reaccionó debido a los golpes, Trent lo volvió a patear provocando que este escupiera sangre y continuara inconsciente.

—Por fín morirá el maldito hijo de Tom. —Escupió el cuerpo de Mew.

—Súbelo al auto —ordenó Suchart, a uno de los tipos. En ese mismo momento él se subió al mismo auto que Trent.

El tipo metió a Mew en la cajuela y se subió al auto, encendiendo de inmediato el auto y emprendiendo camino hacia su destino. En aquel lugar la sangre del detective era la única muestra de lo que ahí había ocurrido.

[😭😭😭 Solo diré que cada vez más quiero asesinar a Suchart😭😭 estoy llorando 🤧]


_____________________________________________

Mew ha sido secuestrado por su padre,
¿Qué sucederá ahora?
¿Podrán Mew y Becca librarse de Suchart y Trent?
¿Cuál será la reacción de Gulf al saber de lo que le ocurrió a Mew?

Nos leemos en el cap de mañana para descubrirlo.

¡HI!, perdón la tardanza, pero es que como les dije ayer, el bendito dolor de cabeza no me deja escribir en paz entonces me dormí hoy por la tarde y ¿que creen? Se me fué la noción del tiempo, pero como bien dicen: ‘más vale tarde que nunca’ así que aquí está el cap, no se olviden de comentar.

Les cuento que en máximo tres capítulos más y llegamos al gran final, 😥 estoy feliz pero triste.

Sin más que decir, nos leemos mañana.

Bye
💜

[Publicado: 13/09/21
Corregido: 27/06/23]

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