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CAPÍTULO VEINTICUATRO

Estacionaron sus autos a unos metros del edificio en el que se encontraba el apartamento de Mew. Los primeros en bajar fueron Boun y Zee pues ellos fueron los primeros en llegar y estacionar el auto, seguido de ellos fueron Gulf y Perth. Los cuatro ingresaron al hotel en el cual rápidamente la recepcionista los atendió.

-Buen día, ¿en qué puedo servirles? - Les atendió una bella chica, con una amable sonrisa labial.

-Hemos venido a buscar al señor Mew Suppasit -dijo Gulf.

-Me temo que no se encuentra -informó la chica. Todos fruncieron el ceño, compartiendo interrogativas miradas.

-¿No se encuentra? ¿Usted lo vió salir? -Volvió a preguntar Gulf.

-Así es. - La chica sonrió. -El señor Suppasit salió hace más de tres horas. - Los compañeros de Mew fruncieron sus ceños, cuestionando a dónde iría Mew si salió de su departamento pero jamás llegó a cuántico.

-¿De casualidad iba acompañado de alguien, o iba él solo? -preguntó Boun esta vez.

La chica comenzó a recordar el momento en que había notado que Mew salía del hotel, efectivamente ella alcanzó a verlo con alguien más, aunque en ese momento estuviese ocupada atendiendo a un huésped que recién llegaba a instalarse al hotel.

-Sí, salió acompañado de un hombre mucho más mayor que él. - Todos se miraron mutuamente. Boun frunció el ceño, ¿quién estaba con Mew?

-Perdone las molestias, pero,¿podría describirlo? -pidió Perth, con la amabilidad en cada una de sus palabras. La recepcionista aceptó gustosa.

-Bien, tenía casi el mismo tamaño del señor Suppasit. Era caucásico, cabello negro, con un semblante bastante serio, me atrevería a decir que intimidante... -Tragó grueso -daba un poco de miedo. En el momento en que salieron, el señor Suppasit venía detrás de él, mientras que él parecía estar escribiendo en su celular.

-¿Es Suchart? -susurró Boun. Gulf lo miró con sorpresa -¡Es Suchart!

-¿Puede darnos la llave de su habitación? -pidió Gulf, de inmediato.

-Me temo que...- El pelinegro rápidamente sacó su placa y se la mostró a la chica. La recepcionista asintió y de inmediato se inclinó para buscar en los cajones que se encontraban bajo el escritorio -aquí tiene, agente. Habitación 261, en el quinto piso.

-¡Gracias! - Gulf fué el primero en prácticamente correr hacia el elevador y presionar el botón con el número cinco.

Los chicos corrieron para alcanzar ingresar al elevador. Todos estaban preocupados, pero Gulf parecía estar más preocupado que cualquiera. Al encontrarse todos dentro del elevador un silencio suspensivo se instaló entre ellos. Todos querían decir algo y a la vez no, la preocupación, impotencia y cuestionamiento eran palpables en la pequeña atmósfera de aquel cubículo que para todos ellos, parecía que subía con la mayor lentitud del mundo.

-¿Por qué creen que haya vuelto? - Zee decidió romper el silencio.

-No puedo encontrar una razón exacta, pero queda muy claro que no es una buena señal -comentó Perth.

-Suchart jamás ha querido a Mew. Todo este tiempo ha permanecido en paz en su puesto en el gobierno de Tailandia, no veo por qué volver ahora. - Boun rascó el puente de su nariz y luego cruzó sus brazos a la altura de su pecho.

-Mew ha llegado lejos... - Todos posaron sus miradas en el agente del FBI -siempre lo ha visto como un rival o como competencia, como cualquier otra cosa... menos como su hijo. -Parpadeó, intentando alejar aquellas lágrimas que hacían picar sus ojos.

-Volvió para deshacerse de él -susurró Perth, entendiendo el sentido en las palabras de Gulf.

-Suchart se equivoca si cree que lo logrará. Mew ya no es el pequeño niño al que siempre lastimó -dijo Boun.

-Pero si no aparece es porque cayó en su juego -expresó Zee, confundido y preocupado.

-Porque así lo quiso -aclaró Gulf. Parecía estar en un trance al mirar solamente a un punto específico del elevador, las lágrimas en sus ojos le daban a estos un aspecto brilloso y lamentable.

-¿A qué te refieres? -cuestionó Boun.

-Si tú conoces a su padre, Mew lo conoce el doble. - Boun comenzó a encontrar sentido en las palabras de Gulf. -Mew sabía que Suchart no regresó solamente para visitarlo o para ponerse al día con lo que sea que sucede en sus vidas. Desde un principio supo que se traía algo entre manos.

-Sabía que tramaba algo - Perth estuvo de acuerdo.

-Cayó en su juego por elección propia -siseó Boun. El pelinegro asintió.

-Porque eso juega a favor de su plan. - Boun miró a Gulf -Solo piénsenlo, Mew no iría con Suchart sin haber tramado algo antes, sin haber dejado una pista, una señal o un rastro que pueda llevarnos a él y al por qué accedió a jugar su juego. - Gulf apretó sus puños al hablar.

-Becca - Todos miraron a Perth.

-Yuteng escapó de prisión -soltó Gulf.

-¿Y tú cómo lo sabes? -preguntó Boun.

-En Wisconsin encontré a Dink y a Maximiliano. - Todos fruncieron el ceño, ninguno de ellos conocía a quienes mencionaba Gulf. Tomando un respiro, Gulf se apresuró a explicar: -En las grabaciones que encontramos en el hotel de Tokio aparecían esos dos tipos junto a Yuteng. El más jóven de todos: Dink. Fué quien asesinó junto a Yuteng a las últimas veinte personas de las cuales te inculparon, Maximiliano fué quien al parecer había hecho la reservación. Al encontrarlos en Wisconsin, los seguí y así fué como escuché que Yuteng había escapado y que la nueva mercancía había llegado a salvo a manos de Trent.

-El líder la mafia -dijo Perth -Wattana me habló de él. Saenghtong Chantara trabajaba para Trent, según se dice lo hacía para que este dejara en paz a su hija a la cual envió a Tailandia. Charyung Chantara es su nombre.

-En la carta que dejó Earth, mencionó su nombre también -recordó Boun.

-¿Estaría Suchart relacionado también con la mafia? -inquirió Zee.

-Realmente no me sorprendería que así fuera. Debemos dar cuánto antes con el paradero de Mew y encontrarlo, si Suchart lo tiene... - Miró a Gulf, con una expresión de lamento en su rostro, como si quisiera pedirle disculpas porque era posible que lo peor estuviese por suceder -es posible que no dure mucho tiempo con vida. - Gulf apretó sus puños, él entendía que eso era posible, pero por supuesto que no lo aceptaría y mucho menos lo permitiría.

Él mismo asesinaría con sus propias manos a quien se atreviera a tocar a Mew. Ni siquiera lo conocía pero, odiaba a Suchart, lo odiaba con todas sus fuerzas por haber lastimado a Mew. Ese hombre no merecía ser llamado padre.

El elevador abrió sus puertas en el quinto piso y rápidamente todos salieron de este. Gulf abrió la puerta del apartamento de Mew, pues él llevaba las llaves. Inmediatamente caminaron hacia la sala, todo estaba en orden, ni siquiera un plato o vaso fuera de lugar.

-Ustedes revisen alrededor, yo revisaré su cuarto - Gulf dió la orden. Los demás asintieron, Boun fué a la cocina, Perth al cuarto de huéspedes y Zee permaneció buscando en la sala.

-En la cocina no hay nada -anunció Boun.

Al encontrarse en la habitación Gulf abrió el cajón de la mesita de noche que Mew mantenía a un costado de su cama, misma en donde descansaba una foto de su hermana pequeña. El agente no pudo evitar el suspiro que escapó de sus labios al contemplar la cama y por inercia recordar la ocasión en la que se unieron en cuerpo y alma en ese lugar, lo mágico de esa noche, de ese sentimiento... de esa unión.

"Lo siento, perdóname por dejarte." Pensó.

Cerró el cajón para luego caminar hacia el estante café de la derecha, tampoco había nada. Luego caminó hacia una pequeña librera que se encontraba al costado izquierdo de la salida del baño, contempló detenidamente todos los libros, cada uno de ellos, dándose cuenta de que había uno en específico que resaltaba por centímetros de la perfecta orden en la que desfilaban.

"Mentes criminales" era el título.

Sonrió, era el libro favorito de Mew. Lo tomó y comenzó a hojearlo, primero con lentitud, pasando sus dedos por los bordes de las páginas, en busca de que alguna tuviera un grosor doble. Estando seguro de que no era así, aumentó la velocidad; en el veloz pasar de las páginas de este, cayó una nota al piso. Gulf llevó su vista al suelo y colocando el libro en su respectivo lugar se inclinó para levantar la nota.

Extendió la mediana página blanca que estaba doblada cuatro veces, su corazón se estremeció al observar aquellas palabras escritas por el puño y letra de Mew, extrañamente sintiendo una cercanía hacia el detective. Con la yema de sus dedos palpó cada trazo dado en cada letra, tragando el nudo en su garganta y el pesar en su corazón. Con un lento parpadeo se deshizo de aquellas ardientes lágrimas y se enfocó en leer.

Aquella carta de Mew, decía lo siguiente:

"Boun, si encontraste esta carta quiere decir que el plan de Suchart salió como esperaba. Ayer cuando volví encontré a mi padre en mi apartamento, ambos sabemos que no se debe a una visita normal o a que extrañara ver a su hijo y por eso volvió. Vino con la excusa de que me ayudaría a buscar a Becca, sé que no es así pero también sé que trama algo y ese algo está relacionado con Becca, lo sé. En este momento saldré con él, se supone que vamos a reunirnos con un informante. Tengo un presentimiento bueno y uno malo acerca de esto.

Boun, sea cual sea el resultado, si no vivo, debes rescatar a Becca, no la dejes en sus manos de nuevo y, por favor... debes cuidar a Gulf por mí. Si yo no tengo la oportunidad de hacerlo por favor dile que no lo culpo por nada, que él corrió tan rápido que no me dió tiempo para alcanzarlo y explicarle que mi amor por él sobrepasaba cualquier cosa, que no importa el pasado, solo quiero... quería, mi presente a su lado y de ser posible, igual mi futuro. Dile que lo amo, Boun, y que está bien, todo estará bien.

Dios, amigo, no sé qué es lo que pueda ocurrir en realidad, solo sé que de esta guerra... solamente uno de los dos puede sobrevivir. Y si no soy yo quien lo haga, dejo en tus manos que te encargues de cumplir mi deseo y encierres a mi padre en donde se merece.

En el cajón izquierdo del pequeño mueble gris en el interior del baño, se encuentra un folder gris que contiene toda la información que he podido encontrar sobre Suchart, Trent y Yuteng, pude dar con algunas pistas más pero sucedió lo de Perth y ya no tuve tiempo de incluirlos en ese expediente.

Por favor, has lo que mejor sabes hacer.

Confío en tí."

Mew"

Una lágrima rodó por su mejilla en el momento en que terminó de leer la carta. ¿Cómo debería sentirse exactamente? Había cometido un error al irse de esa forma, no dejó que Mew dijera más nada, Mew incluso trató de detenerlo y él simplemente corrió.

Como deseaba poder retrasar el tiempo ahora mismo y haberse quedado con Mew, haberlo abrazado y decirle lo mucho que lo sentía, decirle que lo amaba y su mayor deseo era tener una vida junto a él. Pero por más que pidiera ahora hacerlo, no podía, los "hubiera" son como un espejismo de agua en el desierto, tan anhelantes y deseosos, pero tan imposible de volverlos realidad.

-Yo voy a encontrarte, Mew. - Apretó los puños. -Haré que vuelvas conmigo, amor. Lo prometo. -Fué por el folder que se encontraba en el baño y al tenerlo de inmediato salió de la habitación. -Sí está con Suchart. -informó a los demás.

-¡¿Qué?! - Todos fueron hacia él, Gulf le entregó la carta a Boun y sin esperar nada salió del apartamento. Sacó su celular y marcó a Mild mientras prácticamente corría hacia el elevador.

-Gulf, ¿ya estás en Virginia? Coates no se ha presentado hoy en la oficina. -Limpió sus lágrimas.

-No importa Coates, Mild. Debes venir cuánto antes, trae a los demás. - Sin dar más explicaciones simplemente finalizó la llamada.

-¡Debemos irnos ahora! -exclamó Boun, luego de leer la carta.

Salieron del hotel y emprendieron su camino de regreso a CUÁNTICO, en el transcurso del camino Boun recibió un mensaje de Prem indicando que NamJoon y Maxiin habían llegado, y que junto a ellos también lo habían hecho Fluke y SeokJin.

Sí, aquello sería de mucha ayuda en este momento.

"Resiste, Mew, vamos a encontrarte" Gulf cerró sus ojos y guardó la carta en su bolsillo. Boun se la había devuelto al entrar al auto.






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Como resultado del incesante llanto y dolor por la muerte de su madre, Becca se había quedado dormida sobre las piernas de Mew, quien sin molestias se lo había permitido. Acariciaba su cabello con suavidad mientras observaba el fino y porcelánico rostro de su hermana. Aquello le resultaba simplemente increíble, cinco largos años sin poder verla o abrazarla, y hoy por fin la tenía frente a él, haría lo que fuese necesario para sacarla de ahí. No importaba si aquello implicaba morir en el camino, su hermana tenía derecho a vivir la tranquila vida que le fué arrebatada desde hace cinco años cuando ella era tan solo una pequeña niña.

Samantha se encontraba en una esquina de la celda en la que los habían encerrado. Mew se había ahorrado el siquiera dirigirle la mirada.

¿En qué momento su amistad había muerto?

Para Mew aquella amistad había muerto el día en que Sam lo traicionó, pero para Sam parecía que aquella amistad había muerto desde mucho más antes, puesto que un amigo verdadero jamás sería capaz de causarte un daño tan inmenso como el que ella le causó.

-Lo siento -siseó ella, como si sus pensamientos se hubiesen conectado con los de Mew.

-... - Mew simplemente apoyó su cabeza en la pared, cerrando sus ojos y evitando recordar todo.

¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué fue lo que hice mal siendo tu amigo?

Esas fueron las preguntas que siempre quiso hacer, pero que jamás pudo y entendía que ahora ya era demasiado tarde como para recibir una explicación. Pero irónicamente parecía ser el momento en que su ex mejor amiga quería darlas. Posiblemente porque presentía que la oz de la muerte estaba a las puertas de su vida; pues el estado de Sam era bastante crítico.

Sus pupilas estaban dilatadas y bañadas en rojo, producto de los golpes que había recibido en su rostro, su cuerpo sufría temblores y una parte de su cuello se encontraba manchada con un moretón amplio, las tonalidades variando en verde, amarillo y morado, incluso con un atisbo de sangre coagulada.

En el momento en que Mew la escuchó jadear de dolor, la volvió a ver y se dió cuenta de su estado. Sam tenía su espalda apoyada sobre la pared de la celda mientras que su cabeza descansaba apoyándose en el otro extremo de la pared, permaneciendo justamente en la esquina, sus piernas estaban extendidas en el piso, al igual que sus manos descansaban en el frío suelo, su mirada era vacía y su gesto lamentable.

-Perdóname, Mew. -Volvió a hablar, al percatarse que Mew la observaba. Tosió y escupió sangre, había más acumulada en su garganta, cortándole la respiración y agitando su pecho en desesperación por inhalar oxígeno de forma correcta.

Con sumo cuidado Mew colocó a Becca en el suelo para poder dirigirse hacia Samy. Con pasos lentos y cuerpo adolorido llegó hacia ella y se posicionó de rodillas para comenzar a atenderla.

-No hables, no te esfuerces en vano. -Comprobó su pulso, este estaba débil, tocó su frente y tal como pensó tenía fiebre.

-Y-yo t-tenía m-mucho miedo de é-él...-Comenzó a llorar, su pecho subía y bajaba lentamente, aquello no era una buena señal. -p-perdón-name..., -Sollozó -n-no hay día en que no me culpe por todo el daño que les hice. - Mew rompió el cuello de tortuga de la camisa, dejó que el corte llegara hasta una distancia considerable del busto de Sam, de modo que no fuera visible.

-Este cuello no ayuda -comentó al aire, intentando ignorar lo que Sam decía. Si la continuaba escuchando probablemente ya no haría nada por salvarla, porque el rencor crece con cada vez que ella menciona ese suceso. Porque los años en que él luchó por tratar de olvidarlo no sirvieron de nada -. Te ayudará a respirar mejor. -Terminó de arrancar el cuello de la camisa y de colocar a Sam en una mejor posición para que pudiera respirar con normalidad.

-G-gracias - Sam sollozó nuevamente.

En ese momento la puerta fué abierta interrumpiendo el intento de plática y disculpas de Sam. Suchart, Maximiliano, Yuteng, Trent y Dink ingresaron a la habitación. Trent llevó su mirada hasta Becca, quien continuaba durmiendo dentro de la celda. Tragó grueso sintiendo el dolor por la "traición" de la chica. Aclarando su garganta decidió centrarse en el objetivo de su llegada.

-Suppasit, -canturreó, caminando hacia Mew -me encantaría saber... ¿cuáles son tus peticiones para morir? - La pregunta obviamente fue retórica y con motivos de burla.

-En tus sueños me verás morir -respondió fríamente el detective, provocando el inmediato descontento en los presentes.

-¿Aún te preocupas por ella luego de lo que te hizo? - Yuteng miró con desprecio a Sam, dándose cuenta de que Mew había hecho el intento de auxiliarla -Ésta... -Ingresó a la celda y tomó a Sam del cabello -es solamente una marioneta que puede ser manipulada a tu antojo y de la forma que quieras. -Golpeó a Sam, sacando un sonoro grito de parte de su ex esposa.

-Eres un cobarde - Mew rió sarcásticamente -. Manipulas y golpeas a una mujer porque no eres lo suficientemente hombre como para enfrentarte a alguien de tu misma calaña. - Los demás se burlaron por las palabras del detective. -Dime, Yuteng, ¿cómo continúa tu tabique luego del saludo de Perth, eh? - El superintendente corrió hacia él y le lanzó un puñetazo, pero Mew lo vió venir, logrando esquivarlo y a la misma vez devolverlo. -¿Lo ves? Eres un maldito cobarde.

-¡DISFRUTARÉ EN PRIMERA FILA MIENTRAS TE OBSERVE MORIR, MALDITO SUPPASIT! -Escupió la sangre que se acumuló en el interior de su boca.

-Muy bien - Mew habló firme, marcando esas palabras con sus dientes -pues es lo único que puedes hacer: observar mientras otros hacen las cosas por tí. ¡Porque hasta para eso eres un maldito inútil! - Yuteng sentía la furia recorrer todo su cuerpo.

-Háganlo -ordenó Trent.

Maximiliano y Suchart comenzaron a golpear a Mew, ambos al mismo tiempo, sacándolo de la celda para golpearlo con mayor libertad. El detective trataba de defenderse y al mismo tiempo golpearlos, pero la debilidad de su cuerpo y los golpes que había recibido anteriormente no jugaban a su favor. Aún así, logró golpearlos varias veces en el rostro, pecho, piernas y abdomen.

Becca despertó debido al ruido y al divisar a Trent en la celda, su pánico volvió. Aún más cuando se percató de que su hermano no estaba con ella.

-¿Q-qué están haciendo? ¡Mew! - Su llanto inició nuevamente al observar como su hermano era tan brutalmente golpeado por los dos hombres. -¡NO, POR FAVOR! PAREN. YA BASTA.

Trent decidió ignorarla y en cambio caminar hacia Mew, quien aunque estaba sangrando y adolorido, le mantuvo la mirada firmemente.

-Por fín te veré morir, Suppasit. Te odio, no imaginas cuánto te odio. -Dejó ir una patada sobre su estómago y al mismo tiempo con el arma golpeó su cabeza, dejándolo instantáneamente inconsciente. El grito de Becca le hizo dirigirle una mirada que contenía irá, celos y dolor, se sentía traicionado debido a la decisión de la chica, pero al mismo tiempo la adoración que sentía por ella le impedía hacerle daño

Tomó un par de esposas y colocó la primera en la muñeca izquierda de Mew. Suchart y Maximiliano levantaron el cuerpo del detective mientras que Trent levantaba su mano para que este pudiera alcanzar una barra de hierro de un grosor medio, pero resistente, que atravesaba aquel lugar. Trent pasó la pequeña cadena de las esposas por sobre la barra y al otro lado levantó la otra mano del detective y le colocó la otra esposa.

Maximiliano y Suchart soltaron el cuerpo de Mew, este quedando colgado en el aire cual cerdo llevado al matadero, siendo sujetado de las esposas que pasaban por sobre la circular barra de metal. Inmediatamente las esposas comenzaron a dejar profundas y moradas marcas alrededor de las muñecas del detective.

-¡Maldito bastardo! - Yuteng golpeó el cuerpo inconsciente.

-Odio su parecido con el maldito de Tom, ¡todo este tiempo ha sido el maldito recuerdo del imbécil de mi hermano! - Suchart golpeó al detective en el rostro.

-¡YA BASTA! ¡POR FAVOR, DÉJENLO EN PAZ! -gritó Becca, suplicando que se detuvieran. Añorando que todo ese miserable sufrimiento acabara cuánto antes.

-¡Todos son unos malditos cobardes! - El grito de Sam los hizo detenerse y mirarla con desprecio.

-¡Tú deberías callarte! - Yuteng le dió un puñetazo que le sangró la nariz -¡¡Cállate!! ¡No tienes ningún maldito derecho de hablar, basura! Me tienes harto, ¡tu existencia me fastidia! - La tomó del cabello y a rastras la sacó de la celda para luego sacarla del cuarto.

-¡N-no, no se la lleven, por favor! ¡Sam! ¡Sam! - Becca continuaba llorando. Trent la miró con desdén y caminó hacia ella.

-No me mires así... -Apretó ambas mejillas abultadas de la chica, las cuáles se coloreaban de rojo por el llanto y con humedad por la misma causa -tú misma elegiste morir junto a tu amado hermano después de todo. -La soltó con brusquedad. Sintiendo el resentimiento arder en su interior. Sacando su llaves cerró la celda desde afuera.

-Y jamás voy a arrepentirme -afirmó, con enojo y seriedad. Trent levantó el rostro, le dedicó una mirada llena de dolor y se retiró del lugar. Becca solo podía observar a Mew colgando de aquella barra de metal y aún vagando en la inconsciencia. -Por favor, resiste, Mew.

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Maxiin y NamJoon al igual que el equipo de Gulf, ya se encontraban en CUÁNTICO, gracias a que Boun envió el Jet privado a Washington para que estos pudieran llegar pronto a Virginia. Por otro lado, Maxiin y NamJoon habían llegado desde las doce del mediodía. Habían permanecido seis horas en la sala de juntas revisando toda la información y uniendo las piezas faltantes para poder dar con el paradero de Mew y de Becca. Thongdi había llegado hace unas horas.

-Según la información recolectada por Mew, Yuteng siempre ha trabajado con Thongsuk. Dink ha permanecido con él luego de que Trent lo encontrara en las calles a sus trece años. Será difícil jugar en contra de su lealtad -dijo Mark, habiendo sido él el encargado de leer completamente el reporte de su líder.

-No lo creo, todos tienen un punto débil -expresó Gulf -. Bass. - El aludido entendió de inmediato y sin perder ni un solo segundo, comenzó a informar:

-Maximiliano Thiwat es un muy importante empresario Tailandés, llegó a Estados Unidos huyendo de la policía Tailandesa debido a que su propio hijo lo denunciara luego de que asesinó a su prometido a sangre fría en un callejón. - Gulf bufó molesto por aquello.

-Debemos ser discretos, aún no sabemos su locación exacta. - NamJoon suspiró -Jin llegará con Fluke en unos minutos, su información podría sernos de mucha ayuda.

-Además, él se ofreció a venir -aclaró Maxiin.

-Thongdi, ¿tú qué sabes al respecto de los negocios de Yuteng? -preguntó Boun.

-En realidad nunca había salido a la luz la clase de persona que era, pero debido a su cargo siempre permanecía en las oficinas centrales de Japón. Así que supongo que realizaba todo desde ahí, perfectamente cubierto de las sospechas -explicó. Todos estuvieron de acuerdo en que el hombre supo como manejar todo a su favor, desde su cargo hasta sus negocios ilegales.

-Tanto aquí como en Japón se le puede acusar de abuso de poder -mencionó Gulf -sus delitos son aplicables a juzgar en ambos países.

-Y no solamente de eso, -intervino Mark -desde hace cuatro años vende mezclas de drogas desde una farmacia en el norte de Tokio.

-Disculpen, - Un oficial llegó a la sala de juntas -el psicólogo Kim Seokjin ha llegado. Me pidió que les avisara.

-Bien, hazlo pasar, por favor -respondió Perth. El oficial asintió y se retiró. Un momento después Jin llegó a la sala de juntas.

-Buenas noches - El bonito psicólogo llegó sonriente. Todos correspondieron dicho gesto al verlo.

Fluke caminaba detrás de él, un tanto cohibido. Se le veía mucho mejor desde aquella última vez, ya no estaba tan delgado, su rostro se veía más relleno y más lleno de vida. Con una sonrisa se dirigió a todos los presentes.

-Bu-buenas noches.

-Buenas noches, Fluke. Gracias por venir. -Gulf estrechó su mano con la del tímido chico.

-Tenía que hacerlo, señor, y... perdón por tardar tanto en mejorar. -Inclinó su cabeza. Gulf le sonrió amable.

-Has sido muy valiente, Fluke. No hay nada que deba disculpar. - El delgado jóven sonrió.

-No tiene que verme así, sé que debe hacer sus preguntas - Todos rieron ante el comentario del chico.

-Puedes hacerle todas las preguntas que quieras... - intervino Jin -pero debe ser una por una, con lentitud y dándole su tiempo. Fluke ha mejorado mucho, pero sus ataques de pánico continúan. Como su psicólogo me gustaría estar presente en el interrogatorio, si no te molesta.

-Por supuesto, Seokjin. Podemos realizar el interrogatorio aquí, así no será necesario llevarlo a un lugar cerrado y correr el riesgo de que sienta mayor presión -sugirió Gulf. Jin asintió sonriente.

-Si sientes que una de las preguntas te hace sentir incómodo o asustado, solo dí que quieres parar y te daremos tu espacio, no estarás obligado a responder, ¿de acuerdo? -explicó Perth, recibiendo un asentimiento por parte del chico.

-Muy bien, podemos empezar cuando gusten -dijo Jin, tomando asiento a Fluke del hombro.

En ese momento Boun llevó una especie de trípode a la sala de juntas, por encima tenía una base horizontal con pequeñas luces repartidas de lado a lado. Era un aparato para realizar EMDR.

-Muy bien, primero déjame explicarte qué es lo que haremos, ¿ok? No debes temer. - Fluke asintió. -Utilizaremos hipnosis regresiva*¹, sé que se escucha extraño, pero todo estará bien. Vamos a utilizar el método EMDR*². Esto no te hará ningún daño, Fluke, te lo aseguro; nos ayudará a saber lo que queremos, pero al mismo tiempo a estar contigo mientras revives los eventos que pueden resultar... traumáticos.

[() Hipnosis regresiva. Muy bien, Feeniks, les explico: la hipnosis regresiva nace como una rama de la hipnosis clínica, en este tipo de hipnosis se utiliza la técnica para llevar atrás en el tiempo a una persona, para que reviva en un estado de relajación y de forma controlada sucesos del pasado.

() EMDR, más bien conocido como: DESENSIBILIZACIÓN Y REPROCESAMIENTO POR MEDIO DE MOVIMIENTOS OCULARES. (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), es una técnica de tratamiento psicológico a través de la que se realiza una desensibilización y reprocesamiento por medio de movimientos oculares o estimulación bilateral. Este tratamiento es bastante eficaz para superar acontecimientos traumáticos. A través de este abordaje terapéutico se pueden recordar traumas que la persona tiene olvidados en su inconsciente porque no pudo integrarlos en su momento, pero tras los cuales ha quedado una huella emocional de los mismos y le siguen influyendo y haciendo sufrir.]

-S-sí, está bien, agente.

-Bien, ven acá y toma asiento. - Perth lo guió hacia la silla que habían ubicado en el centro de la sala de juntas, la mesa había sido movida a la esquina para más espacio en el centro.

-Bien, Fluke, al empezar solo debes concentrarte en escuchar atentamente mi voz, seré el único que te haga las preguntas. No importa lo que pase, estaré aquí, ¿ok? - Gulf le sonrió y Fluke asintió.

-De acuerdo -respondió Fluke.

Mild apagó las luces de la sala de juntas, estando ya todo ubicado como debería, los demás salieron dejando adentro únicamente a Gulf, Perth, Boun y NamJoon. Los tres últimos se encontraban al fondo de la habitación, Gulf era el único al frente de Fluke y Jin a un costado del chico.

-Correcto, primeramente quiero que me digas si te sientes seguro mentalmente aquí entre nosotros. Eso es vital para proceder, ¿ok?

-Sí, señor, lo estoy.

-Bien, ahora voy a pedirte que te enfoques en una imágen o recuerdo que te haga felíz, aférrate a esa imágen y cuando te sientas listo debes avisarme, ¿ok? - Natouch asintió y cerró sus ojos, tomó la mano de Jin entre las suyas y exhaló lentamente. Pocos minutos transcurrieron cuando aún con un temor mínimo, Fluke sintió que estaba bien para seguir.

-Estoy listo -avisó.

-Muy bien, ahora voy a pedirte que sigas la luz que va de lado a lado, ¿de acuerdo? -Recibió un asentimiento y seguidamente observó como Fluke comenzó a seguir con la vista aquella parpadeante luz verde

-Empecemos por el día de tu secuestro, Fluke. ¿Hace cuanto fué?-Lanzó la primera pregunta, con voz suave y lenta.

-H-hace tres años...

-¿En dónde te abordaron?

-En el aeropuerto, f-fué en el aeropuerto. -Apretó la mano de SeokJin, el psicólogo le devolvió el apretón, haciéndole saber que estaba ahí con él.

-¿Por qué motivo viajaste a Estados Unidos? - Después de darle su tiempo al chico, Gulf formuló la otra pregunta.

-Venía a vacacionar junto con mi mejor amigo, nos acercamos al mapa del aeropuerto. Queríamos llegar a Wisconsin pero no sabíamos cómo hacerlo.

-Bien, ¿que sucede ahora? Algo extraño o fuera de lugar, ¿qué ocurre cuando están viendo el mapa?

-U-un chico, h-hay un chico que nos observa. - A medida que Fluke seguía la luz sus ojos comenzaron a cerrarse mientras entraba en la hipnosis completamente, presionando con fuerza la mano de Jin.

-Ok, ok, muy bien, Fluke. Descríbelo, ¿cómo es? ¿Cómo luce?

-Parece de no más de dieciocho años, e-es moreno, delgado, jeans ajustados y camisa blanca por dentro, de-de vestir por encima. Su cabello cae a sus lados, es un poco largo únicamente por la parte de arriba.

-Bien. El chico los observa, ¿él intenta algo ahora o espera más tiempo? - Fluke niega.

-A-ahora. Él se acercó a nosotros, nos dijo que era un guía turístico, que podía ayudarnos a llegar a Wisconsin.

-¿Ustedes aceptan? ¿Él se ve amable?

-Sí, parece muy amable. P-por eso Raím rápidamente le creyó. Yo comencé a negarme, le dije que agradecía su amabilidad pero que sabía cómo llegar, él me sonrió y se retiró. Raím se molestó conmigo pero pronto lo olvidó.

-Bien, ahora dime todo lo que sucede después, tómate tu tiempo y dime si quieres parar. - Fluke guardó silencio tan solo un momento, luego de inhalar y exhalar tres veces, asintió.

-To-tomamos un taxi. Dos calles más adelante me di cuenta que un auto negro nos estaba siguiendo, le avisé al taxista, él de inmediato incrementó la velocidad... pero fué inútil, - Su respiración se aceleró, Jin de inmediato le dió un apretón en la mano -cho-chocamos en la entrada de un callejón, el taxista quedó inconsciente al igual que Raím. M-me arrastré p-para salir del auto...

-... con mi rostro ensangrentado salí del auto, se me dificultaba ver con claridad. Minutos después volví a ver a ese chico, le pedí ayuda y él me sonrió. M-me ayudó a levantarme y luego me subió a un auto, me sentía desorientado y todo mi cuerpo dolía horrible, mi cabeza palpitaba y mis oídos parecían cubiertos. D-desde el auto pude ver como el chico revisaba a Raím, negó con la cabeza a su compañero en el auto, yo entendí a qué se refería así que comencé a llorar.

-¿El otro hombre era el conductor? - Fluke asintió -¿Cómo era él?

-N-no lo sé, ¡no lo ví! ¡No lo ví! ¡La sangre no m-me... no me deja! ¡N-no puedo... no puedo verlo! ¡No puedo!

-Tranquilo, Fluke. ¡Está bien, está muy bien! ¿Qué ocurre luego?

-El tipo en el asiento del piloto me grita que guarde silencio. Le pregunté a dónde iríamos, pero no me respondió. Luego el chico ingresó al auto y se sentó a mi lado, me-me dijo que su nombre era Dink, lueg-go de eso me cubrió la nariz con un pañuelo y... ¡todo se volvió oscuro!

-¿Qué fué lo primero que viste al despertar?

-T-todo era m-muy reducido, pa-parecía ser en una cajuela. ¡Sí! La cajuela de un auto. ¡Es la cajuela de un auto! Estoy en la cajuela, estoy en la cajuela...

-¿Había alguien más contigo?

-N-no lo recuerdo - Fluke comenzó a alarmarse. Sus lágrimas continuaban bajando incesantes por sus mejillas y cada vez más se le dificultaba hablar sin que su voz se entrecortara.

-Tranquilo, Fluke, vas muy bien -calmó Gulf, ignorando la pequeña luz verde que aún sé movía de izquierda a derecha -. Jin y yo estamos contigo, si necesitas tiempo solo dilo, ¿está bien? - Fluke asintió. - ¿Quieres parar o puedes continuar?

-Puedo continuar -aseguró, decidido.

-Bien, Fluke, despertaste en el interior de la cajuela del auto, ¿qué es lo primero que ves a tu alrededor? ¿Hay algo extraño?

-Veo herramientas... u-una tenaza... un martillo, una llave y u-una pala, pienso que él va a enterrarme y entro en pánico. ¡Tengo miedo, mucho miedo! ¡Que no me haga nada, por favor!

-Bien, bien, lo haces muy bien, Fluke. Todo está bien, está bien. ¿qué logras escuchar? ¿Puedes distinguir si estás en una carretera o en una calle rocosa? - Gulf preguntó nuevamente.

-E-escucho el sonido de pequeñas rocas golpeando en la superficie de la cajuela. - Jin volvió a apretar la mano de Fluke.

-¿Escuchas a alguien? - Fluke negó eufórico -¿Escuchas algo? ¿Ruidos?, tal vez... ¿música? - Esta vez el chico asintió. -¿Qué clase de música, Fluke?

-E-es muy fuerte, parece... parece... ¡Rock! Es rock.

-Muy bien. ¿Qué ocurre ahora, Fluke?

-El auto se detuvo... - Fluke comenzó a transpirar.

-Tranquilo, tranquilo, todo está bien. ¿Puedes continuar? - Asintió.

-Escucho el ruido de un portón siendo abierto... luego el de una tarima y... el auto comienza a bajar.

-¿Aproximadamente cuánto tiempo tarda en bajar el auto?

-No lo sé re-realmente - Fluke tartamudea, su cuerpo comienza a inquietarse nuevamente, su pecho continúa con eufóricas subidas y bajadas.

-Un aproximado.

-T-Tres minutos, tal vez... ¿cuatro?

-Muy bien, estás siendo muy valiente, Fluke. ¿Qué ocurre ahora?

-El mismo chico me saca de la cajuela... luego llega ¡é-él! - Fluke comienza a llorar y a negar horrorizado.

-¿Quién? ¿Quién llega, Fluke?

-Es él... es T-Trent... - Fluke negaba a la vez que sus lágrimas recorrían sus mejillas -e-está c-con ella. -Sollozó Está con ella!, debe ayudarla, la ha golpeado. Por favor, ¡por favor, ayudela!

-Todo está bien, Fluke, estás a salvo, estás a salvo, podemos parar y--

-¡No!,... por favor continúe, por favor, ¡por ella!... continúe, continúe, por favor. - Gulf miró a NamJoon

-De acuerdo, de acuerdo. Tranquilo. ¿Quién está con Trent y cómo actúa él con ella?

-Es ella.

-¿Quién?

-Es B-Becca... - Todos los presentes se paralizan ante la mención de la Suppasit menor, Gulf suspira intentando retener las ganas de llorar. -Trent le acaricia el cabello y a e-lla no le gusta... - Boun apretó los puños -tiene miedo, ella tiene mucho miedo. Se ve muy triste.

-Muy bien, Fluke, lo has hecho muy bien, lo hiciste excelente, te felicito, has sido muy valiente. Ahora encenderemos las luces y puedes abrir los ojos, ¿está bien? Pararemos aquí. - Fluke asintió. Gulf le hizo una seña a Perth y este de inmediato encendió las luces, poco a poco Fluke fué abriendo los ojos, acostumbrado sus orbes a la luz nuevamente.

-Lo has hecho excelente -calmó Jin. Fluke sonrió.

-Ese lugar es un infierno, hay celdas, el agua se filtraba por el techo de las habitaciones y en ocasiones se escuchaba el ruido de unas máquinas. Era horrible, señor.

-Espera, ¿qué dijiste? -preguntó Perth

-¿Máquinas? - Boun frunció el ceño.

-¿Cómo si en la cercanía estuviesen construyendo algo? -cuestionó NamJoon, Fluke asintió inmediatamente.

-La construcción del nuevo centro comercial -susurró Gulf, para sí mismo.

-¿Qué dijiste? - Le preguntó Boun.

-Están en Charlosteville, - Todos guardaron silencio -e-ese centro comercial lleva más de diez años en construcción. Su construcción siempre se ve pausada debido a bases de concreto, todo este tiempo han estado ahí... - Los ojos de Gulf se cristalizaron.

-¡Espera! - Boun habló sobresaltado -en la USB de Kiyomi habían unos documentos de las propiedades de t-tu... - Gulf bajó la mirada -Trent y Somsak son los dueños de más de doce manzanas en Charlosteville.

-Necesitaremos a los Swat para poder ingresar. - Gulf dijo.

-Llamaré a Ohm en este instante. - Boun salió de la habitación a toda prisa.









꧁×}•{×꧂





Mew despertó poco a poco de su inconsciencia, con lentos parpadeos intentó acostumbrarse al picor de sus ojos, lo primero que sintió fué el ardor en sus muñecas y lo suspendido de su cuerpo. Miró hacia el suelo y luego hacia las esposas en sus muñecas. Sintiéndose como un completo costal de papas al estar colgado de esa manera.

-¿Be-cca?

-¡¿Mew?! - Becca se puso de pie, sosteniéndose de los barrotes. Ya eran más de las doce de la noche. -Mew, ¿estás bien?

-¿D-dónde... e-está Sam?...

-Yuteng se la llevó, Mew.

-M-maldito -balbuceó. Soltó un quejido de dolor en el momento en que las esposas escocieron su piel.

-¿Mew?

-T-tranquila... saldremos de aquí - Becca no había parado de llorar en todo este tiempo.

-P-pero... estás muy lastimado, Mew. Podemos quedarnos aquí un poco más.

-P-por supuesto que n-no, eso no es una opción. So-solo... déjame esto a mí, ¿sí? - Le sonrió.

Cerró sus ojos, recordando el loco truco del que Thongdi le había hablado hace muchos años, para que lo pusiera en práctica en su primera misión como detective. Aunque en esa ocasión pudo salir librado sin necesidad de emplearlo, todo apuntaba a que esta vez no correría con la misma suerte. Sonrió temeroso y aún incrédulo de lo que haría a continuación.

Pero, situaciones extremas requieren de medidas extremas, ¿verdad?

El truco para poder zafarse de las esposas, consistía en dislocar su dedo pulgar para que este pudiera ser movido con facilidad y la esposa se deslizara liberando su muñeca por completo. Suspiró. Entrecortado debido a los nervios y a la adrenalina de lo que debía hacer a continuación.

"Tú puedes, Mew, solo... solo será un poco más de dolor y ya. No más, solo un poco más." Se animó a sí mismo.

Con dificultad debido a que la barra de metal le estorbaba unió sus manos por encima de la barra, con ayuda de su mano derecha comenzó a ejercer una gradual fuerza sobre su dedo pulgar izquierdo, inhaló una y otra vez para ahogar los gritos de dolor que rasguñaban su garganta para ser liberados. Exhaló. No evitó las lágrimas que sin permiso se acumularon en sus ojos, suspiraba acelerado, volvió a exhalar y ejerciendo más presión ayudado del borde de la esposa, empujó con todas sus fuerzas, lograndolo por fin. Ahogó un alarido de dolor en el momento en que su dedo pulgar se dislocó completamente, la esposa se deslizó fuera de su muñeca e instantáneamente su cuerpo se solto callendo al suelo.

Su espalda se arqueó al impactar contra la dureza del piso de aquel lugar, sintió como si el aire se escapara de sus pulmones. Ingenuo ante todo a su alrededor, su audición se volvió nula por un momento, apenas escuchaba a su hermana gritar al fondo.

-¡Mew! ¡Por Dios! ¡¿Estás bien?! -Cuando los gritos de su hermana por fin se esclarecieron, él logró sentir el aire volver a sus pulmones y la fuerza a su garganta, soltando un jadeo y asintiendo a su hermana para que se tranquilizara un poco.

Presionó su mano izquierda, con su mano derecha, colocó su mano izquierda sobre su pierna mientras que con la derecha comenzó a retirarse su saco. Luego de retirarse el saco, con su mano derecha comenzó a tirar de la manga izquierda de su camisa hasta que logró romperla, introdujo un dedo en el orificio y tiró de ella hasta que este se volviera más grande. Luego de romperla por completo la retiró de su brazo, se quejó debido al dolor en el momento en que le tocó pasarla por su mano izquierda. Al tenerla frente a él, con ayuda de sus dientes la rompió hasta arrancarla por completo y usar esa manga para vendar su mano, ejerciendo presión en su dedo pulgar izquierdo para que así el dolor no fuera un impedimento, al menos no uno muy grande.

Escuchó el sonido de unos pasos acercándose, Becca y él se miraron mutuamente. Rápidamente tomó su saco, se puso de pie y corrió a la parte trasera de la puerta, escondiéndose ahí.

Yuteng ingresó con autosuficiencia, pero bufando furioso al notar que Mew ya no se encontraba donde debería de estar. Se giró hacia atrás y en ese momento Mew le dió una patada en el estómago, cayó al suelo con su rostro cerca de la puerta, Mew empujó con fuerza la puerta y golpeó su rostro dejándolo inconsciente.

Se apresuró a buscar las llaves en los bolsillos de este y el encontrarlas lo primero que hizo fué abrir la celda para que Becca pudiese salir, luego Becca le retiró las esposas a él, Mew se acercó a la puerta al recordar a los guardias que había visto camino al cuarto.

-¿Algún cambio de guardias? -preguntó a Becca.

-A la una - Mew miró su reloj, faltaban cinco minutos.

Tomó a Becca de la mano, llevándola detrás de la puerta, en ese momento ingresó uno de los guardias que se alarmó al ya no ver a Yuteng salir, Mew lo golpeó con la puerta en el instante en que entró.

-Vamos a salir de aquí, princesa, ¿estás lista? -Becca tomó uno de los tubos de metal que se encontraban en la esquina de aquel lugar y sonrió.

-¡Lista! - Mew sonrió, orgulloso de su valiente hermana.

El primero en salir fué él, Becca detrás suyo. Tres de los hombres de Trent se lanzaron hacia ellos, Mew dió una patada a uno y un puñetazo a otro, Becca golpeó al tercero con el tubo en la cabeza y este inmediatamente cayó inconsciente al suelo. Tomaron a los tres hombres y los encerraron en el cuarto junto al aún inconsciente Yuteng. Subieron las escaleras e ingresaron a la primera habitación, quedando impactados ante lo que yacía frente a ellos, Becca llevó su mano a su boca para ahogar el grito que estuvo a punto de salir, Mew cubrió los ojos de Becca con su mano.

El cuerpo desnudo de Sam yacía en el suelo, sangraba de ambos lados, su frente tenía un hematoma, sus muñecas tenían heridas verticales y un charco de sangre yacía bajo de cada una. A un costado del cuerpo de Sam se encontraba una gruesa varilla de madera con una punta fina al final de esta, dicha punta estaba cubierta de sangre. Mew parpadeó anonadado. Sam tenía su boca cubierta con una pañoleta negra, su parte íntima estaba completamente destrozada y el área de sus senos tenía quemaduras que por lo diminuto de ellas, el detective dedujo que habían sido hechas por cigarrillos.

Caminó hacia ella y comprobó su pulso, ya no tenía. Con suavidad y tacto cerró los ojos de la mujer, por más odio que haya sentido hacia ella jamás le deseó una muerte tan catastrófica e inhumana como esa. Sintió coraje de tan solo pensar que Sam había muerto a manos del único verdugo que había tenido en toda su vida. Yuteng.

Tomó a Becca y la sacó de la habitación, esta aún seguía en shock. -¿Dónde están los demás? - Becca continuaba con sus ojos grandemente abiertos -Becca, mírame - No hubo reacción -¡Mírame y escúchame! - La tomó de ambos hombros -Voy a sacarte de aquí, ¿me oíste? Pero necesito que me ayudes, ¿sí? -Becca asintió. Mew limpió una lágrima que bajó por la mejilla de su hermana. -¿En dónde están los demás?

-A-arriba - Mew apretó el agarre sobre la mano de Becca para luego ambos dirigirse hacia las habitaciones de arriba.

×

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-Hay dos rutas para llegar desde Richmond hasta Charlottesville, -informó Mark -la primera es cruzando por Glen Allen, pero esta ruta tarda una hora con treinta y dos minutos.

-Necesitamos que dure menos -siseó Gulf.

-Los autos SWAT son más rápidos, podemos viajar en ellos -ofreció Ohm.

-Debemos ir en silencio, esos autos serán perfectos -aceptó Boun.

-La segunda ruta es ir derecho hasta Charlottesville, cero cruces, cero retornos, pero solamente son veintitrés minutos menos -dijo Mark.

-Es nuestra única mejor opción, -habló Gulf -estamos preparados, debemos partir ahora. Llegaremos a las dos de la mañana.

Todos asintieron y salieron a prepararse. Mark, Bass, Jin y TopTap se quedarían en CUÁNTICO. Todos los demás irían con uniformes especiales, completamente preparados y armados con lo necesario para entrar a aquel lugar.

Gulf fué el primero en ingresar al auto del SWAT, él conduciría el vehículo en el cual irían Boun, Perth y NamJoon.

"Resiste, Mew. Ya voy por tí."

Luego de que el reloj marcara la una y quince de la madrugada, encendió el auto, seguido por todos los demás para por fin emprender camino.





꧁×}•{×꧂


-¿Estás seguro de que atacarán? -cuestionó Dink, curioso por la evidente seguridad de Trent ante un posible ataque por parte de la CIA.

-Vendrán por él -intervino Suchart, respondiendo en lugar de Trent -. Todo su equipo es igual de testarudo que él -resopló.

-Solo son cinco, cuatro si descartamos al nerd. - Se burló el líder. -Suchart puede encargarse de Boun, Maximiliano que se encargue de Zee, Yuteng de Prem y tú mi querido Dink, por fin se ha llegado tu hora para buscar la venganza que has querido. - Dink frunció el ceño.

-No entiendo a qué te refieres -Sonrió -¿Qué venganza, Thongsuk?

-Cuando te traje conmigo me pediste que investigara tu pasado, ¿recuerdas? Dijiste que no tenías familia. Pues te equivocaste, tu hermano mayor aún vive. - El asombro se instaló en el rostro de Dink. -Tu padre murió a manos del hermano de tu madre, tu tío buscaba venganza porque tu padre te abandonó, así que lo asesinó. Dos años después descubrió que tenía un hijo tres años mayor que tú y que era felizmente casado, debido a esto había rechazado a tu madre y te había desconocido a tí, el hijo legítimo siempre había sido su primogénito. Por ello, nunca se molestó en siquiera reconocerte. - Los ojos de Dink se cristalizaron ante la revelación de tan impactante verdad.

-No puede ser. -Negó varias veces, retrocediendo, queriendo irse, queriendo huir nuevamente. Había vivido la mayor parte de su infancia en las calles, y hoy descubría que había sido a causa de un padre que simplemente rechazó su vínculo con él.

-Perth Tanapon es tu hermano mayor. -Aquel nombre retumbó una y otra vez en la cabeza de Dink. Sus ojos bien expandidos y sus manos vueltas en un puño. -Asesinalo, Dink... él te arrebató todo. - Maximiliano y Suchart asintieron. - Debes matar a ese bastardo. - Aún entre el shock y sus lágrimas, el chico asintió.

-Lo mataré con mis propias manos -sentenció.



ו

-¡Salgan, salgan! - Becca despertó a otras tres chicas, esta ya era la cuarta habitación en la que entraban y sacaban a las chicas. Algunas se encontraban desnudas.

-¿Becca?, - Earth la miró sorprendido -¿q-qué estás haciendo?

-Vamos a salir de aquí, Earth -anunció ella, con la emoción y la esperanza marcada en sus ojos. Earth correspondió el sentimiento de forma inmediata, sonriendo alegre.

-Iré por los nuevos. - Se lanzó de la cama y prácticamente corrió escaleras abajo.

-¡Rápido, rápido! - Mew tomó el arma de uno de los cuerpos, revisó si esta estaba cargada y le indicó a Becca continuar.

Al salir de la habitación disparó a tres tipos que se acercaban a ellos, estando seguro de que todos los niños y jóvenes caminaban detrás de él, continuaron hacia el frente en busca de la salida.



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-Esto está desolado -Bufó Ohm.

-Es subterráneo -siseó Gulf -. Ese baño. -Señaló el baño portátil.

Perth caminó hacia el cubículo, de una patada lo tiró al suelo y este al caer dejó descubierta una palanca que estaba en su costado. Perth miró a todos los presentes, algunos parpadearon, algunos otros tragaron grueso.

Aquello apenas estaba por comenzar.





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Prometo que este será el último suspenso en el que los dejaré.🥺

El equipo ha llegado al lugar de la mafia
¿Qué ocurrirá ahora?
¿Lograrán rescatar a Mew, a Becca y a todas las demás víctimas?
¿Qué ocurrirá con Mew y Gulf?

Los espero mañana en el capítulo final, para descubrirlo.

😭Mañana se acaba😭, desde ya déjenme sus comentarios de consuelo 🥺🥺 y de lo que creen que sucederá.

¿Qué les pareció el capítulo.

Gracias por el apoyo, esperaré sus comentarios de consuelo y sus teorías. Sin más que decir, nos leemos mañana.

Bye

💜

[Publicado: 15/09/21
Corregido: 01/07/23]

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