CAPÍTULO CATORCE
—¿Entonces sí será así? ¿Estás seguro de comenzar esto? —preguntó Dink.
—Lo estoy —Asintió, mientras acariciaba el pelaje de Eos, ese felino que compró para su hermosa Becca. Lo obtuvo cuando este aún era una cría pero ahora era todo un felino elegante, claro está, que eso se debe gracias a los cuidados de Becca. Todo lo que llegaba a las manos de esa bella y pura niña, se transformaba en algo hermoso y sublime.
—¿Por qué ahora? ¿Por qué te sientes tan confiado? — Dink cuestionó nuevamente. Recostando su cuerpo en la pared y cruzando sus brazos a la altura de su pecho.
—Porque ya lo hice esperar demasiado. Mi guerra con Suppasit ha esperado tanto tiempo, desde hace muchos años, ¿sabes? — Trent se puso de pie y caminó hacia la ventana, Maximiliano se hizo a un lado mientras sonreía —Suchart me ofreció a su hijo desde hace muchos años... —Sonrió —claro que eso nuestro querido detective ni siquiera se lo imagina.
—¿Suchart? —preguntó Maximiliano.
—Suchart Suppasit —respondió Trent —. El padre de la leyenda de las investigaciones.
—¿Suchart sabe que eres tú quien secuestró a su hija y asesinó a su hermano? — Volvió a cuestionar, ganándose una indescifrable mirada por parte de su jefe.
—No lo hice yo — Trent se encogió de hombros.
—No entiendo muy bien — Maximiliano pasó el peso de su pie al otro.
—Así mismo como tú procediste a asesinar a Dylan. —Se giró hacia Maximiliano —Lo hiciste pero no con tus propias manos, utilizaste a tres peones para que se ensuciaran las manos por tí, fué lo mismo que yo hice. Suchart y yo fuimos compañeros en la milicia, desde jóvenes nos llevábamos muy bien.
—Si eran amigos, entonces, ¿por qué secuestraste a su hija?
—Déjame llegar a esa parte, Dink. — Trent guardó un suspensivo silencio —Cuando dimos de baja en la milicia Suchart se reencontró con su hermano. Tom tenía la habilidad para ser más fuerte que Suchart, si se lo proponía sería mucho mejor. Debido a ello, Suchart siempre le tuvo envidia, él no veía como un ejemplo a su hermano mayor, al contrario... lo veía como un rival.
—¿Suchart y tú se consideraban mejores amigos? —cuestionó Maximiliano, interesado en la historia.
—Quizás. —Suspiró. —Puede que en un tiempo lo hayamos hecho.
—¿Qué ocurrió después? —siguió el más jóven de los tres.
—Suchart obtuvo el puesto en una misión de Tailandia a Rusia, su objetivo era rescatar a una chica Italiana y regresarla a su padre quien era un alto al mando de la milicia Italiana. Todo marchaba bien hasta que a Suchart le indicaron seguir las órdenes de nada más y nada menos que Tom.
—Pero Tom era solamente un policía —comentó Dink.
—Pero ello no le quitaba su gran talento y habilidad, él amaba ser policía, por lo cual jamás aceptó ningún otro cargo. Pero, esa misión en particular, era especial para él.
—¿Por qué? — Trent sonrió al notar la curiosidad del nuevo, pero aún así no se negó a continuar relatando su historia.
—La chica en cuestión era su cuñada. — Dink y Maximiliano se quedaron sin palabras, se miraron mutuamente y ambos fruncieron el ceño. —¿Cómo lo supe? Suchart me pidió investigarlo, se negaba rotundamente a recibir las órdenes de su hermano, para todos era extraño que Tom hubiera aceptado una misión, siempre las rechazaba. Por ello, Suchart pensó que había algo importante de por medio, así que procedimos a investigar. La chica de 18 años era hermana de su prometida.
—¿Prometida? —exclamaron Maximiliano y Dink al mismo tiempo.
—¿Tom se iba a casar? ¿Suchart lo sabía? —preguntó Dink.
—Sí, Suchart no lo sabía. La prometida de Tom era la hija mayor del general Italiano, su compromiso con ella se debió al hecho de querer protegerla. En una misión encubierta fue como Tom la conoció
No tenían que enamorarse pero él lo hizo y eso lo llevó a aceptar la misión, pero pidió no fuera revelado a nadie más. Por ello, como segunda opción acudieron a Suchart. Se acordó que él lideraría desde las sombras y eso precisamente fue lo que no le pareció a su hermano menor
—Teniendo en cuenta la envidia que le tenía —siseó Maximiliano.
—¿Logró rescatar a la chica? —preguntó Dink.
—Lo hizo y a la vez no .— Trent dijo. Miró a ambos hombres con el ceño fruncido y sonrió al notar la visible confusión en ambos. —La rescató de manos de los soldados Rusos, la llevó a un predio baldío y luego de abusar de ella... la asesinó. — Tanto Dink como Maximiliano se sorprendieron ante aquella revelación.
—¿Suchart hizo eso? —siseó Maximiliano, incrédulo y perturbado. Trent asintió. Él mejor que nadie conocía que Suchart era capaz de cualquier cosa con tal de causarle dolor a su hermano o ir en contra de lo que lo hiciese felíz.
—¿Qué reacción tuvo Tom? ¿Cuál fué la excusa que dió Suchart? — Ésta vez preguntó Dink.
—Suchart dijo que había sido atacado por los Rusos y que habían sido ellos quienes abusaron de la chica. El mismo Tom fue quien viajó a Italia para dar la noticia a su suegro y a su prometida. Dos semanas después su prometida se suicidó lanzándose del octavo piso de un edificio, no soportó la muerte de su hermana y un mes más tarde su suegro murió de un paro cardíaco. — Trent se giró hacia ambos hombres, estos permanecían en silencio prestando total atención a sus palabras. —Suchart se encargó de culpar a Tom por aquel terrible fracaso, le decía que si él hubiese tomado la misión posiblemente su familia política seguiría con vida.
Escondida detrás de la puerta, Becca cubrió su boca con ambas manos al escuchar aquello. Había ido a la oficina de Trent porque uno de sus hombres la amenazó sin razón a ella y a otra chica, sabía que aunque a ella le pareciera desagrada, el hombre tenía una preferencia con ella y eso precisamente aunque le disgustara en sobremanera podía utilizarlo a su favor para mantenerse a salvo.
Pero mentiría si dijera que se esperaba haber escuchado aquellas palabras salie de la boca de Trent, los escuchó hablando y no creyó que estaría mal interrumpir, tampoco le interesaba escuchar a escondidas, no hasta que escuchó el nombre de su padre y decidió permanecer así, permitiendo que el destino abriera sus ojos a la verdad, una dolorosa verdad.
Intentaba retener sus lágrimas pero era algo imposible para ella. Tom, su tío, había sido un excelente hombre y todavía recordaba lo amoroso que era con ella y con Mew. Recordaba lo mucho que su tío añoraba una familia y lo triste que le volvía el no tenerla. Ahora mismo no podía creer que la mayor agonía de su tío fuese a causa de su propio padre, quien le había arrebatado aquella oportunidad a su propio hermano.
¿Acaso su padre era un monstruo?
Se recostó sobre la puerta y reguló sus respiraciones, no se iría, era su única oportunidad para saber la verdad y descubrir el por qué a ella le había ocurrido todo aquello. Una dolorosa corazonada le decía que ahí se encontraba la respuesta a la interrogante que se había formulado durante todos estos años.
¿Por qué su padre nunca la había buscado?
—Todo eso sigue sin explicar ¿por qué secuestraste a su hija y asesinaste a Tom? Él no te debía nada —dijo Dink.
—Yo no secuestré a Becca, ella ya me pertenecía. — Trent dejó ir a Eos y sonrió a medida que lo veía alejarse. —Fuí yo quien limpió su rastro en Rusia, gracias a mí nadie supo la verdad sobre su traición a la nación Tailandesa e Italiana. Como agradecimiento me dijo que le pidiera lo que quisiera y eso hice, desde que Becca nació se robó mi corazón. Suchart la llevaba algunas veces cuando nos veíamos en secreto, nadie sabía de nuestra "amistad" y si lo sabían resultaría sospechoso. Por ello nos escondíamos, poco a poco me fuí encariñando con ella hasta el punto de querer tenerla siempre conmigo. Como pago por encubrirlo le pedí a su hija a cambio, al principio aceptó pero cuando fue momento de dármela... —Apretó su puño —no lo hizo y huyó a Tailandia.
—...
—Becca tenía cinco años y prometí que dejaría que creciera un poco más, pero luego la tendría a mi lado a como diera lugar.
—... — Ambos hombres guardaron silencio al darse cuenta de la extraña fascinación que Trent tenía con la chica. Para Dink no era tan nuevo, pues lo había notado desde el momento en que llegó aquí, aunque ahora por fin conocía el orígen de esa obsesión.
—Fué así como ingresé a la mafia. La trata de blancas y el narcotráfico me ayudaron mucho para no perderla de vista, siempre que movía mercancía a Tailandia iba a su casa para observarla de lejos. Siete años después supe que había viajado a Estados Unidos, para mi mala suerte lo hizo junto a Tom, por ello, no pude dejarlo vivir. Él se opuso cuando supo la verdad, no dejamos ni un rastro puesto que Tom me reconoció y felizmente aceptó que los "ayudara a instalarse" aquí, pero cuando descubrió mis verdaderas intenciones me volvió todo más difícil. Así que, yo me lleve a Becca y bueno... di la orden de asesinarlo para poder tener a mi princesa. —Sonrió orgulloso al terminar su relato.
Becca no soportó más y soltó un sollozo que fue audible. No lo podía creer, su padre la había entregado a aquel hombre, su padre había propiciado aquel infierno para ella y su hermano.
Todo este tiempo había esperado que su padre entrara por una de todas aquellas puertas de ese tormentoso lugar y la rescatara, que la devolviera junto a su madre y a su amado hermano. Pero no, no fue así y no sería así, su padre era un monstruo. Su sollozo fué tan alto, que las tres personas al interior de la oficina lo escucharon.
—¿Quién anda ahí? —gritó Dink.
De inmediato Becca salió corriendo de aquel lugar sin importarle nada más, llegó a su “cuarto” y se tumbó en su cama.
¿Cuándo acabaría esa pesadilla?
¿Hasta cuándo podría ser libre?
¿Hasta cuándo podría refugiarse de nuevo en los brazos de su protector hermano?.
Parecía que nunca, parecía que ya no podría hacerlo, aquello era cada vez más lejano.
—Parece que alguien ya descubrió la verdad —murmuró Trent, restandole importancia. Sonrió y salió de la habitación, dejando en completo asombro a Maximiliano y a Dink.
꧁×}•{×꧂
—Gulf, ven aquí, tengo frío. — Mew se encontraba ya acostado en la cama, sonrió mientras se cubría con la cobija esperando a que el pelinegro saliera de la ducha y se uniera a él en la cama.
—Me sorprende lo mucho que cambias de un momento a otro — Gulf salió, cerrando la puerta frente a él. Llevaba solamente la toalla que cubría de su cintura para abajo, su cabello mojado dejaba caer las gotas sobre el largo de su cuello. Mew tragó grueso al verlo y sintió como una corriente atravesó por completo su cuerpo. —Unos días eres rudo y a los otros te vuelves como una fémina hormonal —continuó el agente, con esa juguetona sonrisa en su rostro.
—¿"Fémina hormonal"? ¿Quieres morir? — Mew le lanzó una almohada, haciendo que el chico frente a él soltara audibles carcajadas. El sonido de la escandalosa risa del menor hacía que el corazón de Mew se sintiera felíz y dichoso.
—¿Eso es todo lo que tienes? —Retó el menor, provocándole para que continuara con ese infantil e inesperado juego.
Aceptando el reto, Mew Se lanzó de la cama y corrió tras él. Gulf se sostuvo la toalla y comenzó a correr en círculos por la habitación, pasando incluso por encima de la cama, Gulf dió un giro hacia la derecha y Mew fue hacia la izquierda y parecía que ahora era Gulf quien perseguía a Mew. El castaño se giró repentinamente, sorprendiendo a Gulf cuando sintió que éste lo empujó sobre la cama y cayó con todo su peso encima suyo.
Mew se colocó a horcajadas sobre Gulf, le sostuvó de las muñecas con ambas manos y las pasó sobre su cabeza, formando un arco por encima de esta. Ambos se echaron a reír mientras se veían fijamente a los ojos. Sus corazones comenzaron a latir frenéticamente a la vez que sus pechos subían y bajaban debido a la adrenalina.
—Te atrapé — Mew expresó, en un susurro. Un susurro que salió con un aire de sensualidad y pasión, con la voz más ronca que Gulf haya podido escuchar en su vida. Sus largas pestañas adornaban los marrones orbes que lo observaban con devoción. —Ahora eres mío. — Se inclinó un poco hasta juntar sus narices. Gulf tragó grueso y llevó sus manos para entrelazar sus dedos con los de Mew.
—Siempre he sido tuyo —respondió bajito, dejando a merced del castaño sus sentimientos más profundos y sus anhelos más sinceros. Él quería que esto pasara.
Mew sintió que su corazón dió una voltereta al escuchar aquello, ese chico le provocó muchas cosas desde que lo conoció y ahora incluso era capaz de descolocar su mundo con tan solo una frase, de descontrolar sus emociones y sus deseos con tan solo contemplarlo, con tan solo sonreírle.
¿Qué exactamente había echo con él?
Sin duda alguna Gulf había llegado a su vida para darle un enorme giro , para transformarla y a él junto con ella, para volverlo mejor persona, Gulf había hecho renacer en Mew la esperanza de creer que merecía una oportunidad más para poder amar. Para amar y ser amado, nuevamente la llama de aquella esperanza estaba empezando a arder en el corazón de Mew.
Era inexperto en aquello, no sabía cómo debía tratar a una persona tan delicada ante sus ojos como lo era Gulf, solo sabía que a partir de ahí él cuidaría siempre del chico, lo protegería de lo que fuese, tomaría todos los riesgos que implicaran estar con él. Todos los riesgos que debiera correr para protegerlo. Lucharía por hacerlo feliz y rogaba al cielo que esta vez sí pudiera ser feliz porque de verdad lo quería, en serio añoraba tanto poder ser feliz con aquel pelinegro chico que le puso su mundo de cabeza.
Besó suavemente su nariz haciendo a Gulf cerrar sus ojos, ladeó un poco su rostro para poder depositar suaves besos en su mejilla, poco a poco soltó el agarre en las manos de Gulf quien de inmediato llevó sus manos a acariciar la espalda del mayor, sintiendo con la yema de sus dedos la suave tela de la camisa del detective. Mew comenzó a depositar húmedos besos en el cuello de Gulf, provocando que este echara su cabeza hacia atrás con intención de darle más acceso a la cálida lengua que lo buscaba.
Gulf acunó con ambas manos el rostro de Mew y comenzó a besarlo, era un beso lento y lleno de amor, un beso lleno de pasión, de inexperiencia e incluso lleno de muchos temores e inseguridades. Inseguridades que no solamente provenían de parte de Mew, también del pelinegro.
El beso poco a poco fué subiendo de intensidad pero la pasión no se dejaba de sentir, ambos cuerpos se acaloraban al transcurrir de los segundos, ambos sentían que el tacto del contrario quemaba en sus pieles.
Esa noche ambos darían paso a una nueva experiencia, ambos darían paso a una nueva realidad y a un nuevo sentimiento. Esa noche ambos se entregarían al otro, intercambiarán sus almas y sus corazones y junto a ellos la confianza de que ambos cuidarán del otro.
Un pequeño rayo de luz lunar iluminaba el interior de aquella habitación, los sonidos de ambos cuerpos uniéndose para formar uno solo, formaba una melodía perfecta, esa melodía que quedaría grabada en la mente de ambos amantes. Amantes que por primera vez se entregarían al otro, la luna y las estrellas serían testigos de ello, de aquel amor que se purificará esa noche.
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Mew acariciaba el cabello de Gulf mientras éste descansaba en su pecho, sonrió y suspiró disfrutando aquel momento.
—¿Mew? ¿Duermes?
—No, Gulf. Pensé que tú dormías, ¿qué ocurre? — El tono en su voz era suave.
—Creo que tengo insomnio — respondió. Mentira. Aquello era una completa mentira. Gulf no podía parar de pensar en la fotografía que vió hace unas horas en la sala, en ella se contemplaba a Mew junto a una chica muy linda, vió fotografías de ella por todo el apartamento de Mew, exceptuando su habitación. ¿Era su pareja? No lo sabía, pero la duda lo estaba matando. —¿Mew?
—¿Mn?
—¿Puedo...?, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, dime. Tú siempre puedes preguntarme lo que sea. — Mew besó suavemente la cabeza de Gulf.
Quería preguntar ¿quién era aquella mujer?, ¿que tenía que ver con él? ¿Era su novia? ¿Dónde estaba en este momento? ¿La había olvidado ya?
Pero simplemente no podía, no sabía cómo hacerlo, quizá esperaría un poco más de tiempo para poder preguntar acerca de ello. Sabía muy bien que Mew nunca hablaba de su pasado o de asuntos de su vida, ni siquiera sabía si Mew lo tenía en un alta estima para poder responder a todas las preguntas que él quería hacer.
Sí, tenía muchas inseguridades con respecto a aquello.
—¿Tú crees que mi padre es un monstruo? —preguntó en cambio, recordando que él sí había creído eso al darse cuenta de lo cruel que fue su padre al negarse a ayudar a Kiyomi.
—No, Gulf — Mew de inmediato respondió. Acarició suavemente el cabello del pelinegro. —Por supuesto que no.
—Siempre creí que mi padre era el mejor, quizá no lo veía como mi héroe así como hacen la mayoría de hijos, pero sí era mi mejor ejemplo a seguir. Me convertí en agente porque quería seguir su legado, quería ser tan justo e intachable como él... pero, me doy cuenta que no fue nada justo y tampoco intachable. — Una lágrima resbaló por su mejilla.
—Nadie puede ser completamente justo e intachable, pero por ello luchamos cada día, para poder serlo. Gulf, todos cometemos errores y estoy seguro de que tu padre cambió luego de aquello, estoy seguro que era un buen hombre. Con tan solo ver la fantástica persona que eres, me lo comprueba. — Gulf sonrió y se incorporó en la cama, sentandose en el regazo de Mew con una pierna a cada lado, acarició su mejilla. Mew sonrió y tomó a Gulf de la cintura.
Nuevamente unieron sus labios en otro beso, simplemente era hermoso, ambos jurarían querer detener el tiempo en ese mismo instante, sin dolor, sin problemas y sin preocupación, detenerse ahí, sería perfecto.
Completamente perfecto.
꧁×}•{×꧂
1 semana después .
[Pov: Mew]
El nuevo año había iniciado, lo cual indicaba que mi equipo volvería este día. Gulf continuaba conmigo ya que sus vacaciones habían iniciado tiempo después que las mías, le quedaban aún dos semanas para volver. Emocionado por ese hecho lo llevé a CUÁNTICO para mostrarle mi lugar de trabajo.
Lo presenté ante todo el personal del edificio, todos lo trataron muy bien y una que otra chica lo veian de forma deseosa.
‘Que se jodan , es mío.’ Lo tomé de la cintura al notar esas miradas cargadas de deseo hacia mi pelinegro, así que lo apegué más a mí. Sus mejillas se colorearon de un tenue rosa y simplemente sonrió inclinando un poco la cabeza. Era la primera vez que lo veía actuando tan tímido.
Llegamos a la sala de juntas, tomé a Gulf de la cintura y lo subí a la mesa circular que estaba en el centro, él me observaba espectante y sonriente, pero también con esa expresión que me decía que no me detendría en lo que fuese que yo planeara hacer.
Justamente cuando me dispuse a querer besarlo, la jodida puerta fué abierta. Ambos dirigimos nuestras miradas hacia esa dirección solamente para encontrarnos con Boun y Prem que nos veían de forma tan sorprendida y atónita.
—¡Vaya! — Boun sonrió ladinamente —Creí que estaba en CUÁNTICO, pero parece que me equivoqué y vinimos a parar a un motel —bromeó. Prem únicamente rió por el chiste de su novio, Gulf rodó los ojos.
—Buenos días. Discúlpen, no queríamos interrumpir —dijo Prem, con su aura y así mismo con su voz tranquila.
—Bienvenidos —saludó Gulf.
Caminé hacia Boun y nos saludamos con un abrazo, palmeando nuestras espaldas. Prem abrazó a Gulf de forma cariñosa, el pelinegro se sorprendió un poco por aquello pero al final correspondió sonriente el abrazo.
—¿Cómo les fue? —pregunté, volviendo hacia Gulf para rodear sus hombros.
—Nos fue muy bien. — Prem sonrió —Descubrí que Boun le teme a los gatos —Caminó para tomar asiento en su respectiva silla. Boun lo fulminaba con la mirada. Gulf y yo no evitamos soltar una carcajada ante aquello. —Mi padre fué bastante comprensivo y envío a Ñoki a dormir en el patio.
—Wow, fuiste solamente a despojar a un pobre gato de su cómodo hogar. —Me burlé.
—Cállate — Boun me lanzó una patada que ni siquiera me llegó. Yo no me quedé atrás y le respondí lanzandole una también, provocando que los otros dos presentes simplemente rieran.
Nuevamente la puerta fué abierta y en esta ocasión fué Zee quien ingresó. De inmediato su mirada se posó en Gulf y luego en mí, me sonrió ladinamente, de forma juguetona y luego cerró la puerta detrás de él.
—Vaya, —Sonrió, su voz era pacífica—No sabía que teníamos un invitado. —Caminó hacia Gulf y le extendió la mano, estrecharon sus manos y ambos sonrieron —Me da gusto volver a verte, Gulf.
—También me alegra verte —correspondió Gulf.
—¿Sabes, Mew? — Boun jugaba con un bolígrafo mientras hablaba —Todo este tiempo pasé pensando en que pasarías solo la navidad y el año nuevo... —guardó silencio y levantó su rostro, sabía por donde iba esa expresión en su mirada —pero veo que no lo pasaste solo y mucho menos aburrido. —Sonrió ladino.
—O triste —agregó Prem
—Estoy seguro que lo pasaste demasiado animado —comentó Zee, riendo mientras acomodaba sus cosas en su silla.
—Sus ojeras lo dicen todo —aportó Gulf, como si no fuese él el causante de las mismas. Lo miré sorprendido ante su traición, provocan que todos _incluído él_ se echaran a reír
—¿Dónde está Perth? —preguntó Boun.
—Supongo que vendrá junto con Mark —respondí —Fué tras de él una semana después de que el pequeño se había ido, creo que planeaba confesarle sus sentimientos o algo así —Me encogí de hombros.
—Vaya, otro que también cae —murmuró Zee.
—No te preocupes. Seguramente pronto llegará el tuyo, viejito —dijo Boun, todos nos echamos a reír por el comentario.
—Buenos días. — La tranquila voz de Mark nos hizo guardar silencio.
—Oh, Mark, me alegra que por fin hayas vuelto —Sonreí al ver de nuevo al nerd Siwat —¿Y bien? ¿Dónde está Perth? — En realidad esperaba ver al moreno llegar junto con el chico.
—También me alegra verlo, señor, a todos, y veo que hay un invitado especial. —Sonrió —Pero no entiendo, ¿por qué me pregunta por Perth, señor? — Todos nos miramos confundidos por aquella respuesta, sobre todo por la seriedad en la voz del chico.
—B-bueno..., Perth viajó a Japón justamente una semana después de que tú lo hicieras, dijo que se encontraría contigo allá y volverían juntos —expliqué, con un tono ya bastante preocupado.
—Llevo meses sin saber nada de él, señor. No sé dónde está. — Mark me miró con el ceño fruncido e inmediatamente la preocupación invadió su rostro.
—¿Dónde podrá estar? —siseó Prem.
—Seguramente llegará más tarde —comentó Gulf
—No lo creo —respondí —Perth nunca llega tarde y si su objetivo era ir tras Mark, no iba a desviarse de ello. No se anda por las ramas y no le gustan los juegos.
—Y-yo... rastrearé su celular en este instante. — Mark sacó su computadora rápidamente y comenzó a teclear. La preocupación y el sentimiento de que algo malo ocurría, no se iban de mi mente.
×}•{×
1 mes atrás
[Pov: Perth]
Llegué al pequeño hotel en el que me hospedaría , mi japonés no era muy bueno, para nada bueno. Pero al menos sabía muy bien inglés y por suerte la recepcionista manejaba ambos idiomas, además, estaba seguro que cuando encontrara a Mark él me ayudaría con lo de la comunicación. Aunque en realidad mi intención no era hablar con alguien más, solo quería hablar con él y él me entendía perfectamente.
Coloqué mi maleta en la cama y comencé a buscar un cambio de ropa para cambiarme y rápidamente ir a buscar a Mark. Sus padres residen en Tokio, por lo cual se me haría fácil llegar, puesto que ya estaba en la capital de Japón. Me encontraba a solamente unos cuantos kilómetros de distancia de mi nerd.
Escuché como la puerta fué tocada una vez, fruncí el ceño y lo ignoré pensando que era producto de mi imaginación, pero no, nuevamente sonó y esta vez de una forma más insistente.
¿Quién podrá ser? Nadie me conoce aquí.
A pasos rápidos me dirigí a la puerta para abrirla de inmediato. —Ah —Sonreí —Eres tú, ¿qué se te ofrece?
El chico que conocí en el avión, me miró de una forma extraña, sus ojos eran profundos y me miraban con tristeza y culpa a la vez, haciendo que una extraña sensación se instalara en mi pecho. Desde que lo conocí en el avión pude notar una profundidad y tristeza en sus ojos, aquello que te dice que algo anda mal, pero no sabes qué en realidad.
—P-Perth,... perdóname por esto que haré — Sus lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.
—¿A qué te refieres? —Fruncí el ceño y retrocedí. Sin darme tiempo a reaccionar sentí como un líquido fué esparcido en mi rostro y de un momento a otro, todo se volvió oscuridad.
×
×
Desperté a la mañana siguiente con un horrible dolor de cabeza, fué muy raro despertar y encontrarme sentado en el sofá. No entendía lo que estaba ocurriendo. Quise presionar mi cabeza por el dolor tan punzante, pero me horroricé al darme cuenta que sostenía un arma. Mi mano estaba completamente llena de sangre. Me levanté de impulso y revisé toda mi ropa, también estaba llena de sangre, realmente no sabía qué estaba ocurriendo.
¿Qué hice? ¿Qué sucedió? Me pregunté.
Di unos cuantos pasos hacia el baño, con la intención de lavar mis manos, pero ni siquiera ingresé a este porque al frente de la puerta encontré el cuerpo de la recepcionista con un tiro en la cabeza. Me quedé sin palabras y sin poder moverme.
¡¿Qué mierdas pasó?!
De pronto escuché como la puerta fué derribada y un puñado de soldados japoneses ingresaron a la habitación, gritaban sabrá Dios qué tantas cosas, no entendía ni un carajo.
Mierda, mierda, esto no pintaba nada bien.
Uno me gritaba mientras me señalaba el suelo. Los demás inspeccionaban con detenimiento todo el departamento.
—Perdón, no hablo Japonés, e-eh... ¿do you speek English? —Intenté en inglés, pero nada. Aquí me abofeteé mentalmente por no prestar atención en la clase de idiomas. Otro volvió a gritar muchas incoherencias mientras me señalaba a mí y luego al cuerpo. —¿Q-qué? ¿Qué pasa? ¿Ustedes saben que pasa? Yo no sé nada. Lo juro. — Los hombres solamente me miraban y seguían hablando entre ellos, jodida suerte la mía, no entiendo nada. De pronto, dos de ellos me sostuvieron de los hombros —¿Q-qué hacen? ¡Suéltenme! ¡Yo no he hecho nada!, ¡lo juro! ¡Suéltenme! —Comencé a forcejear con todas mis fuerzas, pero simplemente era inútil, cada vez se unían más soldados para inmovilizarme.
Sentí como uno dió una patada en mi espalda, haciéndome caer al suelo de inmediato, instantáneamente uno se colocó encima de mí y llevó su mano a mi cabeza haciéndome restregar la mejilla en el suelo.
Raspaba, ardía.
Seguían gritando y registrandome. Seguramente creían que yo asesiné a la recepcionista, lo cual de no estar completamente seguro que yo no lo hice, como detective también podría creer a primera impresión, que soy el culpable, pero ni siquiera yo sabía cómo había ido a parar ahí.
Me esposaron y luego me obligaron a ponerme de pie, me sacaron de la habitación y al salir a la recepción me quedé aún más perdido que antes, mi garganta se reseco y cada célula de mi cuerpo se congeló. Había alrededor de veinte personas asesinadas en aquel lugar, era una masacre, a algunas de ellas las ví ayer cuando llegué.
No sé lo que sucedió, pero lo que sí sé es que estoy perdido. Jodidamente perdido.
꧁ (•••) ꧂
Actualidad.
[Pov:Mew]
—Mark, ¿encontraste algo? — Mis nervios me estaban llevando al límite.
—N-no, la señal de su celular se pierde en el distrito 10, cerca de la torre de Tokio. Pero eso no me dice nada, señor.
—Por lo menos sabemos que sí llegó a Tokio —dijo Prem.
Mi celular comenzó a sonar y me extrañó ver que era Sam quien me llamaba, no planeaba atender, pero una especie de corazonada me indicaba que era mejor que lo hiciera.
—Coates —respondí.
—Mew, dime por favor que en este mismo instante estás viajando hacia Japón con tu equipo. — La voz de Coates sonaba preocupada y acelerada.
—¿Qué? ¿Qué sucede, Sam? ¿Tú sabes algo de Perth? —pregunté preocupado. El hecho de que mencionara Japón justamente cuando no sabíamos nada de Perth, era más que obvio que tenía que ver con él. Todos al escucharme se dirigieron a mí.
—Mew, Perth fué arrestado en Japón hace un mes. Lo acusan de haber cometido una masacre en un pequeño hotel —informó ella, dejándome como una estatua.
¿Perth en la cárcel? ¿Pero cómo? ¿Por qué?
—N-no... e-eso no puede ser. — Mi corazón se encogió al imaginar lo asustado que debería de estar. —Estás equivocada, seguramente no es él.
¿Pero cómo podría no ser él? ¿Cómo podría ser esto una broma de mal gusto? Si yo mismo fuí quien acompañó al chico al aeropuerto y todavía le jugué unas bromas que tenían que ver con Mark.
—Mew, su juicio fué hoy... y lo sentenciaron a más de veinte años de prisión.
[Después de todo, se llegó la hora de llorar para su escritora.💔🤧]
_________________________________________
¿Qué ocurrirá con Perth a partir de ahora?
¿Podrá Mew hacer que le regresen la libertad a Perth?
Nos leemos en el próximo capítulo para descubrirlo.
Solecitos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero les guste, no se olviden de comentar, espero lo disfruten y no sufran así como yo🤧.
Sin más que decir, nos leemos a la próxima .💜
[Publicado: 13/08/21
Corregido: 11/06/23]
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