Narrador omnisciente:

Número Cinco cayó brutalmente al suelo gracias al portal, pero se levantó rápidamente al oír y ver una explosión cerca.

Fue hacia el final del callejón viendo como varios militares atacaban.

Este fue hacia un periódico leyendo la portada.

-Pero que hemos hecho ahora.. - dijo más para el mismo.

Todos los militares estaban haciendo como si el muchacho no estaría, pero el estaba más ocupado en buscar a sus hermanos en medio de la multitud, más específicamente a Ocho.

Cuando un misil salió de un tanque pudo ver a su hermana Vanya pararlo con sus poderes.

Un poco más lejos vio a Klaus reviviendo a muertos para que atacasen, mientras que Luther lo salvaba de una bomba.

Vio arriba de un tejado a Ben, este estaba sacando sus tentáculos y atacando y matando a todos los que pillaba.

Después pudo divisar a Allison que con sus poderes hizo que varias personas explotaran su cabeza muriéndose en el acto.

Vio a Diego esquivar alguna bala y atacar con sus cuchillos a los militares.

Pero el seguía buscando a Ocho.

Hasta que..

-Ocho! Necesito ayuda! - grito Diego rodeado de personas.

Como si fuera una diosa, apareció volcando con su Telequinesis y aterrizando correctamente al lado de Diego.

Sus ojos estaban rojos y de sus manos salía un aura escarlata y con un movimiento ágil hizo, para que no se escaparan, los rodearon con llamas.

Cuando terminaron y Ocho estaba haciendo crecer unas plantas enormes para matar a varias personas, Diego se dio cuenta de la presencia del chico, que no paraba de mirar a la castaña.

-Cinco! Menos mal! - grito Diego, pero nadie lo escucho.

Cuando Cinco se les iba a unir, una mano se poso en su hombro, se guaro para encarar los pero se relajo al ver quién era.

-Hazel- dijo en un susurro lo bastante alto para que el también lo oyera.

-Ven conmigo- dijo sin rodeos.

-Pero mi familia.. -

-No podrás salvarlos si estas muerto- acotó Hazel, haciendo que el joven entraré en razón y se fueran.

-Donde estamos? -

-En Dalas-

-Año? Día? - pregunto rápidamente.

-1963, es el 21 de julio, 10 días antes del Apocalipsis. - dijo Hazel sentándose en un Banco.

-Siempre tiene que haber una fe ha de caducidad... - dijo el en un susurro que Hazel no pudo escuchar.

-Mira Hazel, no soy ningún experto en Historia, pero no recuerdo ningún Apocalipsis en el 63 - dijo el también sentándose en el banco.

-No me digas! - dijo sarcásticamente- no tenemos mucho tiempo.

Y tenía razón, porque unos minutos después de que estuvieran hablando unos hombres se posicionaron delante de ellos y Hazel rápidamente le dio el maletín y escondió algo en su bolsillo.

Cinco por instinto se transportó, sabiendo que Hazel no quería ir con el y que ya era su hora.

Se escondió detrás de un coche y miro el maletín.

-Cuantas veces habré dicho un maletín anti balas... - susurro soltando el maletín.

Los disparos se volvieron a oír y no tuvo más remedio que huir