Sus ganas de vivir se iban junto al líquido carmesí abandonando lentamente su anatomía. El dolor tarde o temprano terminaría por mermar y por fin sería capaz de descansar.

Pese a que sabía que aquello era lo mejor, las lágrimas expresaban algo tan distinto a lo que creía sentir, que lo tenía por una amarga ilusion. Pues tal vez había alguien al que todavía no quería dejar atrás.

Las fuerzas escasean para cuando se da cuenta de que quiere seguir viviendo, o al menos hacerlo por él. Y el dolor que siente en su pecho no tiene comparación al dolor de esa bala que atraviesa su pulmón y lo oprime lentamente, privandole de una segunda exhalación.

Taehyung yace en el suelo, bajo un charco con su propia sangre, con las ansias de poder verle una vez más antes de morir.

Tose con fuerza y la sangre se desborda entre sus labios. La respiración le falla, ya no es capaz de filtrar oxígeno hasta sus pulmones y lo único que puede hacer es dejarse ir. Los recuerdos se vuelven difusos y bloquean sus sentidos. Solo entonces es capaz de verlo una vez más. Y aunque sabía que sólo era una mera ilusión, para él lo era todo.

Porqué Jeon Jungkook tenía la sonrisa más bonita que había visto en su vida.

『 𝙆𝙖𝙡𝙞𝙨𝙨𝙝𝙖 』