❲ Minho ❳

Christopher es mi novio oficial desde hace un mes y no he podido aceptar que esto es la realidad y no un sueño. Sinceramente, nunca creí que esto fuera a volverse realidad puesto que tenía tanto miedo de perderlo para siempre a causa de que estaba enamorado de él. Fui un completo estúpido por no haberle confesarle mis verdadero sentimientos cuando estábamos en la universidad. Sí, perdimos mucho tiempo, pero estamos dispuestos a recuperarlo.

Afortunadamente, fui contratado en una empresa que no tiene relación alguna con mi padre y me siento demasiado agradecido pues por fin estaré alejado de él. Por otro lado, Christopher continúa trabajando en un reconocido hospital privado puesto que mi padre no pudo intervenir para arruinar su vida a causa de que el propietario del hospital es amigo muy cercano a Christopher.

Nuestras vidas están yendo de maravilla y lo mejor de todo es que ya tenemos mejor comunicación pues estamos completamente seguros de lo que deseamos y por supuesto, tenemos muy claros nuestros verdaderos sentimientos que van creciendo conforme transcurren los segundos.

Lo único que me abruma un poco es el hecho de que Christopher suele estar demasiado ocupado con su trabajo y lo entiendo por completo pues es médico y no es fácil tener tanto tiempo libre cuando tienes esa profesión. Es solo cuestión de adaptarme a nuestros horarios y todo estará mucho mejor.

Christopher me presentó a su familia y me aceptaron sin problema alguno, al menos, puedo contar con la familia de mi novio y eso me hace sentir más feliz. Ah, no cabe duda de que amo la vida que estoy teniendo desde que Christopher reapareció en mi vida.

Me bajé del auto y caminé hasta la entrada del hospital en donde esperé durante treinta minutos hasta que apareció cierto chico atractivo de cabello negro y sonrisa hermosa. Y me fue inevitable sonreírle de vuelta. Christopher se acercó a mí, posó sus manos sobre mi cintura y me acercó a él para darme un suave beso en los labios que me hizo sentir maripositas en la pancita.

—¿Que hace mi hermoso novio aquí? — me preguntó tan pronto me dejó en libertad.

—He venido a traerte algo para cenar— le dije mientras extendía una lonchera que no dudó en tomar. —Yo lo he preparado y realmente, espero que te guste.

—Todo lo que viene de ti, me encanta— me aseguró.

Solté una risita antes de decir con tono pícaro—: Eso lo tengo muy claro.

Christopher me tomó de la mano y dijo—: ¿Te he dicho que me gustas demasiado?

—Sí, muchas veces.

—¿Y yo te gusto?

—Bastante— respondí y no dudé en agregar con seguridad—: Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no me canso de repetirlo.

—Mi novio es tan perfecto.

—¿Verdad que sí?

—Sí, demasiado.

—Por cierto, ¿a qué hora llegarás a casa?

—Mi turno acabará a las siete de la mañana— se quejó. —Deberás esperarme en la cama listo para mí, ¿entendido, bebé?

—Siempre estoy listo para ti, bebé— dije con voz seductora.

Christopher se relamió los labios antes de decir—: Tengo treinta minutos de descanso, ¿por qué no vamos a divertirnos un poco?

—Será mejor que uses ese tiempo para cenar y descansar. Mañana podremos hacer lo que quieras, ¿entendido, bebé?

—Espero que no te arrepientas sobre lo que has dicho.

—Te aseguro que no.

Christopher me dio un beso en los labios antes de decir—: Vuelve a casa. Mañana nos vemos.

Hice un puchero antes de decir—: Está bien. Nos vemos mañana.

Me subí al auto después de que Christopher entrara al hospital. Sinceramente, no puedo negar que me siento tan vacío cuando él no se encuentra a mi lado, pero tengo bien claro el hecho de que ambos somos adultos y tenemos responsabilidades que atender y las noches de pasión han quedado en segundo plano después de que nos hicimos novios pues no consideramos que sean más importantes que descansar, trabajar, comer o disfrutar de nuestra compañía. 

¿Me arrepiento de haber creado la excusa de las lecciones para conquistar a un chico? No porque eso me ayudó a acercarme por completo a Christopher Bang, el chico que me ha gustado desde el primer momento en que le vi, pero lo había negado porque temía molestar a mi padre, sin embargo, decidí enfrentar mis miedos pues de lo contrario, Christopher no estuviera a mi lado.