❲ Minho ❳

Después de lo sucedido en mi departamento, la necesidad de encontrarme de nuevo con Christopher no ha parado de crecer; al parecer, el extranjero es como un imán que no deja de atraerme ni siquiera un poco. Tengo muy claro que haberle pedido ser mi amigo especial es muy peligroso, pero me pareció algo acertado porque sé que Christopher no me hará daño. Después de que finalizó mi clase, he decidido buscar al extranjero para pedirle que almorcemos juntos y espero que no se niegue.

De pronto, pude visualizarlo y me sentí bastante celoso al verle hablar alegremente con un chico que nunca había visto hasta el día de hoy. Y mi situación empeoró cuando el chico colocó su brazo sobre los hombros de Christopher y después se acercó a su oído para decirle algo y ambos soltaron una carcajada que me crispó los nervios por completo, así que, sin poder evitarlo, caminé hacia ellos y tomé al extranjero de la muñeca para alejarlo de ese idiota.

Tengo la necesidad de dejar muy claro que ese delicioso hombre es solamente mío y de nadie más. Sé que nosotros nos hemos acostado en dos ocasiones, pero solo somos amigos. No tenemos una relación, así que no tengo ningún derecho a celarlo, pero me es imposible evitarlo.

Mi corazón dio un salto cuando Christopher me dio una de las más bellas sonrisas que me dejaron deslumbrado.

—Minho, ¿qué haces aquí? — me preguntó.

¿Por qué no se puede acostumbrar a mis visitas inesperadas?

—He venido a verte.

El chico se aclaró la garganta por lo que Christopher no dudó en hacer las presentaciones.

—Minho, él es mi amigo y compañero de clase Kim Seungmin— dijo —Seungmin, él es mi amigo Minho.

—Es un placer— dijo Kim y me vio obligado a decir—: Lo mismo digo.

El chico miró el reloj en su muñeca y dijo—: Tengo que irme a clases. Nos vemos después.

Y tan pronto se fue, me giré hacia Christopher y le dije—: Vamos a almorzar.

—Tengo que ir a la biblioteca a buscar un libro.

—Podemos ir juntos y después vamos a almorzar, ¿qué dices?

—Bien.

Sonreí con satisfacción puesto que me gusta que Christopher esté de acuerdo con lo que yo digo.

Comenzamos a caminar hacia la biblioteca y me fue imposible enviar lejos el inmenso deseo que tengo de besar al extranjero. Por mi parte, no tengo problema en hacerlo, pero sé que Christopher no piensa lo mismo, así que me veo en la obligación de respetarlo.

Entramos a la biblioteca y sonreí para mis adentros al percatarme que no hay muchos estudiantes por lo que podré divertirme cómodamente con Christopher. Tomé asiento en el suelo, lo más alejado de las sillas en donde suelen estudiar los chicos y esperé a que el pelinegro regresara con el libro.

Después de unos minutos, el extranjero regresó y me preguntó—: ¿Qué haces en el suelo?

—Es un lugar bastante cómodo, ¿por qué no te sientas a mi lado?

Christopher no se opuso. Y tan pronto se sentó a mi lado, llevé mi mano a la parte posterior de su cuello y lo acerqué a mí. Lentamente, uní mis labios a los suyos y di inicio a un delicado beso que se volvió apasionado en cuestión de segundos.

Unos segundos más tarde, Christopher se separó de mí y dijo—: Nos pueden atrapar.

—No lo creo. No hay muchos estudiantes. Además, he elegido un lugar bastante ideal para no ser vistos.

—Aun así... ¿Qué haces, Minho? — me preguntó el pelinegro tan pronto besé su pene a través de la ropa. Al parecer, el extranjero se encuentra excitado, así que tengo que hacer algo al respecto. Llevé mis manos al cierre y lo abrí al igual que el botón y entonces Christopher dijo—: No deberíamos de hacer esto. Nos meteremos en problemas si nos descubren.

—Lo sé, me metería en un gran lio tratando de explicar que hago aquí abajo— respondí mientras lo continuaba besándolo a través de la ropa interior. Elevé la mirada hasta encontrarme con la del pelinegro y le pregunté con tono seductor—: Chris, ¿quieres que me detenga?