[Extra 3.3]
Los niños corrían por el lugar alegremente.
Taehyung terminaba de preparar algunos bocadillos en la cocina, Jimin se los comía y Jungkook se encontraba platicando con la abuela de su esposo acerca de su dolor de rodillas.
El castaño se hallaba mucho mejor, pues la conversación con el rubio se había instalado en su cabeza, por el contrario estaba el peli negro, quien aún no lograba despejar su mente para encontrar una solución a su inseguridad.
De pronto el timbre retumbó por todo el departamento.
—¡Yo abro!—grito Jimin saliendo literalmente corriendo de la cocina para abrir la puerta con emoción recorriendo sus venas.
Emoción convertida en desilusión cuando divisó a dos señores de madura edad en la entrada.
—Señor y señora Jeon—exclamó fingiendo alegría.
—Ay, a quien engañas Park, no te alegra tanto verme—mencionó la mujer divertida entrando al apartamento— ¿Otra vez esperando a una chica de algún bar?
—¿Qué? ¡Claro que no!—espetó el rubio—¡Por supuesto que sabía que eran ustedes!
—No puedes mentirme, te conozco como si fueses un hijo para mi—habló esta vez el padre de su amigo.
—¡Abuela!—gritó el niño corriendo a los brazos de la peli negro.
—¡Mi hermoso retoño!—dijo apachurrándolo entre sus brazos—¡¿Qué crees?! El abuelo y yo trajimos un obsequio.
—¡¿Qué es?! ¡¿Qué es?!—exclamó el niño emocionado.
—Ta-da—exclamó el hombre sacando un guantelete de Thanos electrónico.
—¡Oh por Dios! ¡Ahora sí podré parecerme a Iron Man!—exclamó el niño desparramando emoción.
—¡Ve y canaliza esas gemas para controlar el universo!—le exclamó su abuelo y el niño prácticamente corrió hasta su habitación con sus amigos detrás suyo.
—Si sabe que Iron Man muere por el guante ¿No?—dijo Park recibiendo una mirada con desaprobación.
—Lo consienten demasiado—dijo Jeon llegando a su lado.
—Tengo derecho, es mi nieto—exclamó su madre en defensa—Además, no se porque te quejas tanto, tú eras igual que él a su edad.
—¡En eso tiene razón!—gritó Park con la boca llena y riendo sin control alguno—Siempre fuiste un fanático del universo marvel, me daba pena salir contigo y tu casco de Iron Man.
—¡Ay cállate!—se quejó el peli negro.
—Por cierto hijo, Jung Hyun lamenta no haber venido, pero ya sabes, el trabajo lo tiene vuelto loco—le dijo su padre.
—Descuida, ya le hablaré después para ver cómo está.
—¡Jimin! ¿Podrías dejar de comerte los aperitivos, son para los invitados—le regaño el castaño.
—¿Y yo que soy? ¿Crees que estoy aquí solo por el cuarto cumpleaños de ese niño del demonio?
—Claro que estás por el cumpleaños de tú casi sobrino, y es su quinto cumpleaños, cumple cinco—le corrigió.
—Olvídalo Tae, ese niño no va a entender—le dijo la madre de Jeon caminando a saludarle.
—¡Soy un hombre!—dijo el rubio indignado.
—Al menos debo intentarlo—contesto ignorando por completo el comentario de Jimin.
Los padres de Jeon, poco después tomaron asiento al lado de la abuela de Tae. Jimin salió un momento a la terraza para atender una llamada, y los niños jugaban alegremente en la habitación de Seong-Jin.
Tanto Jeon como Kim, se quedaron solos en la cocina.
—Jungkook, sobre lo de anoche...
—Fue mi culpa, no era la reacción que esperabas y sólo te hice preocupar, lo siento—le interrumpió antes de que la conversación se tornara incómoda—Es que, estaba en shock, no sa..
—¿Entonces lo has pensado mejor?—le interrumpió sonriendo ligeramente—Jinnie estará muy contento al saber que tendrá alguien con quien compartirlo todo, desde experiencias, secretos, hasta sus juguetes y...
—Tae...Si, lo pensé, y después de pensarlo, volví a hacerlo—le dijo tomándole de la mano—Y...¿No crees que ya es momento de que seamos solo tú y yo? Ya sabes, pasar tiempo como pareja, hace mucho no hacemos nada juntos.
—Tú...—susurró el castaño bajando la mirada hacia sus manos entrelazadas—No quieres tener al bebé, ¿No es verdad? ¿Pero y lo que dijo Park?
—No es lo que quise decir, yo solo quiero pensar más en nosotros, no en cambiar pañales otra vez.
—¿Sabes que?—de pronto su ceño se frunció y se soltó con algo de brusquedad—¡Eso lo hubieras pensado antes de meterme la polla sin un jodido condón!—exclamó en voz baja para no armar una escena frente a sus familiares, ni mucho menos en el cumpleaños de su hijo, y luego camino hasta el baño dejando solo al peli negro en la cocina.
—¡Maldición!—exclamó en voz baja—¿Qué mierda le dijiste Jimin? Voy a matarte.
—Hijo, ¿Estás bien?—irrumpió una voz a sus espaldas.
—Eh, si, estoy bien—respondió desviando la mirada, pero su madre simplemente río por su actuar.
—No, no lo estás—le dijo tomándole por el hombro—¿Pelearon?
—Mamá, ¿Puedo preguntarte algo?
—Lo que quieras cariño, sabes que voy a estar para ti siempre que lo necesites.
—¿Cuándo decidiste tenerme?—cuestiono en voz baja tomándola por sorpresa.
Un silencio la invadió causando algo de pánico en el peli negro, quien ya se encontraba pensando en lo peor, pero ese pánico se disipó cuando una sonrisa se dibujó en el rostro de su progenitora.
—Era joven, tu padre y yo aún éramos algo inmaduros, pero...decidimos quedarnos contigo, tan pronto supimos de ti—respondió—Cometí un error cuando, le pregunté a la doctora si eras una niña o un niño, y me lo mostró en una ecografía, supe que era la mujer más feliz del mundo cuando escuché tu corazón latir. Y tú hermano y tu padre, ¡Estaban vueltos locos! No podían esperar a verte. Ahí supe, que nunca podría dejarte ir.
—Y...¿Nunca creíste que ese fuese un error?
—Oh, no, no, no para mi—respondió rápidamente tomándole de la mejilla—Jamás podría creer eso.
El peli negro sonrió satisfecho.
Era momento de tomar una decisión.
Jungkook caminaba tranquilamente con su café en manos. Había decidido tomarse un pequeño e intermedio descanso del trabajo y decidió ir a comprar su bebida para mantenerse despierto, no había podido pegar ojo en toda la noche.
De pronto, un vehículo demasiado familiar comenzó a seguirle causando algo de pánico en el, y cuando el conductor comenzó a presionar la bocina repetidas veces, se vio obligado a acelerar el paso, ¿Acaso iban a secuestrarlo?
—¡Jeon Jungkook!—escuchó un grito a sus espaldas haciéndole detener.
El carro se detuvo a su lado de igual manera, y la ventanilla del copiloto bajó mostrando a un rubio demasiado alterado.
—¿Jimin? ¿Que rayos haces a...no, espera. ¿Cómo mierda conseguiste las llaves de mi auto?—dijo metiendo las manos a sus bolsas, él juraba las tenía ahí.
—¡Eso no importa ahora maldita sea, tienes que subir ahora!—le exclamó causando más confusión en el contrario—¡Pero ya! ¡No te quedes ahí parado como estúpido!
—Agh, bien, bien.—se quejó entrando al auto de mala gana.
Y casi se vacía el café encima cuando el rubio avanzó bruscamente.
—¡¿Qué demonios?! ¿Me vas a decir qué pasa?
—Fui a visitar a mi padre en la clínica...
—¿Seguro que no fuiste porque la enfermera de tu padre es sumamente sexy? Y no lo digo yo, fueron tus palabras de la última vez.
—¡A mi padre, la enfermera! ¿Qué importa? Estaba en esa clínica, cuando visualicé a Tae.
—¿Tae? ¿Qué hacia Taehyung ahí?
—¿No hablaron anoche verdad? Y si hablaron terminó mal.
—¿Cuál es el punto aquí que te hace conducir como un lunático?
—¡Taehyung va a interrumpir su embarazo Jeon! ¡Va a abortar a tu hijo!—grito golpeando el volante.
—¿Qué? ¡No! ¡Debemos impedir que lo haga!
—¿Y para que mierda crees que vine por ti?—le reclamo el rubio.
—¡Cállate y acelera!
Los dos chicos entraron eufóricos a aquella clínica topándose con la recepcionista hablando por teléfono. No fue mucho el tiempo que les hizo esperar, pero estos dos lo sintieron una eternidad.
—El consultorio del señor Lee está en el tercer piso, atravesando los dos jardines. Uno en el primer piso y el otro en el segundo.
—¿Dice que tiene un jardín arriba de otro jardín? ¿No es estúpido? —dijo el rubio ganándose un codazo del peli negro.
—Lo tenemos, gracias—respondió Jeon prácticamente corriendo al ascensor.
Ascensor que nunca llegó. Así que optó por usar las escaleras. Pero al octavo escalón Jimin ya no podía con su existencia.
—¡Jungkook! Vete sin mi, creo que me acabo de torcer la espalda.
—¿Seguro?
—¡Jeon!—y con ese grito el chico entendió y siguió corriendo hasta el famoso consultoría del tal doctor Lee.
Atravesó los jardines, y comenzó a buscar en las puertas alguna placa con ese nombre hasta que lo observó al final del pasillo, ahí estaba, su Tae acababa de entrar.
Corrió como fiera enloquecida para alcanzarle.
—¡No lo hagas!—grito abriendo de un portazo asustando a los dos hombres ahí dentro.
—¿Jungkook?—cuestiono el castaño al verle parado en la puerta.
—¡No lo hagas! No te deshagas de nuestro hijo—pidió el chico tomándole de las manos suplicante.
—¿De qué hablas?
—Vas a interrumpir el embrazo, pero no voy a dejarte, esa es una decisión de ambos.
—¿Quién te dijo eso?
—¡Ya llegue!—exclamó el rubio haciendo presencia en el lugar con las gotas de sudor recorriéndole las sienes—Uff, escaleras, odio las escaleras, y el jardín...es espantoso.
—Jungkook...no voy a abortar—explicó Tae riendo ligeramente—Vine a una consulta para ver cómo se encuentra nuestro bebé.
—¿Qué? Pero yo creí que...tienes 19 semanas de embarazo, se puede irrumpir hasta la semana 22, juro que pensé que...—se detuvo cuando el nudo en la garganta ya no le dejo hablar.
—No sería capaz de hacer algo así con nuestro hijo Kookie—le dijo Tae tomándole de la mejilla.
—Es que avisa hombre, cualquiera se confunde—le reclamo Jimin sentado (cuando había tomado asiento, ni idea)—Mira como lo tienes, veni, veni que te abrazo Kook.
—Bueno..—hablo el doctor Lee carraspeando su garganta—Ya que los malos entendidos fueron aclarados, y que mi puerta casi es derrumbada, ¿Les gustaría saber que es?
—¿De verdad?—cuestiono Jeon separándose de Park.
—Kim Taehyung, recuéstese por favor.
Una ves el castaño se acosto, el doctor aplico un gel claro en la piel del área que se iba a examinar. El transductor se desplazó sobre su estómago.
Las imágenes actualizadas constantemente, no tardaron en mostrar los movimientos de aquel bebé. Un sentimiento de felicidad absoluta recorrió la cenas de aquel peli negro quien se tumbó al lado de su esposo para tomar su mano.
—¿Y entonces? ¿Puede ver un pilin?—cuestiono el rubio con ojos cristalinos—¿O se puede ver una...
—Jimin—le calló Jeon volteando a mirar al doctor de nuevo.
—Bueno, el bebé se encuentra en un ángulo inferior a 30 grados, de forma más horizontal siguiendo la línea de la espina dorsal así que...Señor Jeon, usted y su esposo esperan una linda niña.
—¡O por Dios!—exclamó Tae cubriendo su boca para ahogar un grito.
—¡Tendremos una niña!—exclamo Jeon pegando su frente con la del castaño, soltándose a llorar emocionado.
—¡Maldición! Tendré mucho trabajo alejando a los chicos de ella—susurró Park.
—Gracias Tae—mencionó Jungkook y luego se acercó al estómago del susodicho—Hola mi niña, estás oyendo a tu papá.
—No sé si llorar por este momento tan conmovedor o decirte que te ves muy estúpido hablándole a un estómago—susurró Jimin limpiando sus mejillas.
—Solo quiero decirte, que no puedo esperar a tenerte ya envuelta en mis brazos, tengo tantas cosas planeadas para hacerlas a tu lado—continúo Jungkook ignorando completamente a su amigo—Y aunque aún no te he visto nacer, ya te amo más de lo que me amo a mi. Más de lo que te imaginas. Más de lo que cualquiera pueda imaginarse.
—Y él se ama demasiado—susurró Jimin provocando que Tae riese.
Después se separó para fijar la mirada en el castaño.
—Soy muy feliz Tae—dijo sonriéndole con serenidad—Tengo todo lo que necesito, más de lo que cualquiera podría tener, justo aquí.
—Bueno, no aquí, ya que es un consultorio pero...ya, me calló—dijo el rubio al recibir una mirada asesina de su amigo.
—Te amo Kim...
—Y yo te amo a ti Jeon.
Dos de nuestras realidades, están trufadas de momentos de incertidumbre, de dolor, incluso de ira. Tenemos dos vidas, una comienza cuando nacemos, la otra cuando no damos cuenta de que solo se vive una vez, y que se debe aprovechar cada momento, estar consientes de lo que en verdad importa, de quien en verdad importa.
Quienes consiguen este reto son aquellos matrimonios que se saben sobreponer ante los problemas que les presenta la vida, con un objetivo: la unión fijada hasta la muerte.
Holaaaaaaaaa.
Hoy me levanté normal, como cualquier otro día, y de repente: Boom. Me doy cuenta de que esta pequeña historia ya ha llegado a 6K, y no saben lo feliz que estoy por esto.
Así que, para celebrar y agradecerles todo el apoyo brindado, decidí escribir estos 3 capítulos extra que ya han leído para dar a conocer qué pasó después de la alocada aventura. (Por supuesto que ambas partes estamos de acuerdo).
Espero que les gusten muchísimo.
Las quiere @Esojairam20 🧡
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