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➪ 𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

Ese fin de semana fue gratamente increible. Después de esperar casi tres meses al fin había llegado el sábado en el que era el concierto de 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘𝑝𝑖𝑛𝑘.

Fue difícil convencer a sus padres pero, al final, las chicas ahorraron y fueron juntas al concierto. Fue una noche emocionante, en la cual fueron acompañadas por la mamá de YeNa, pero eso no importó.

Cantaban las canciones juntas y aunque ChaeWon no supiera ninguna, igual la pasó increíble cuando lanzaron el confeti de colores.

Después durmieron en la casa de YeNa, hasta el domingo, y fue la mejor pijamada del mundo. Habían visto en la tarde una película y los padres de YeNa fueron muy agradables e incluso graciosos.

Ahora, ya era lunes por la tarde y los exámenes del semestre estaban a la vuelta de la esquina. YuJin iba con paso alegre a la biblioteca con su nuevo suéter negro, que llevaba el símbolo en color rosa de la banda estampado en él, que habían regalado en el concierto.

Ella realmente no era muy glamorosa a la hora de vestirse, pero ese suéter, en especial, le encantaba y le parecía muy cómodo. Esperaba encontrarse a la pelinegra al llegar y así fue.

Al abrir la puerta de la biblioteca inmediatamente captó el rostro de WonYoung alzando los ojos, como si esperara a alguien. Cuando los ojos chocolate se posaron en ella, tardaron un segundo mirándola, y volvió su atención al libro.

Obviamente, si WonYoung estaba esperando a alguien no era a YuJin. Se sintió como una gran idiota al descubrir que se encontraba decepcionada.

Durante estos dos meses había logrado formar varias conversaciones con WonYoung, aunque siempre al final terminaban peleándose y duraban mínimo tres días sin dirigirse la palabra, cuando estaban en la biblioteca, que era lo más común. Aunque sus conversaciones fueran poco significativas, o principalmente por estudios, a YuJin le daba la oportunidad de escuchar su voz y de incluso conocerla un poco más a fondo.

Se había enterado, por un vago comentario de la pelinegra, que su plato favorito era la pizza y que su película favorita era The Notebook.

Se sentía ridícula ya que, aún después de varias semanas de aquella conversación, ella aún recordara esos detalles y que la hicieran sentir bien.

Durante todo ese tiempo también había aprendido de algunas expresiones faciales de WonYoung, cuando ellas estaban estudiando y ni se hablaban. Mordía el lápiz al concentrarse, arrugaba la nariz al estar disgustada o que comenzaba a morder sus dedos cuando claramente estaba aburrida.

"𝐼𝑑𝑖𝑜𝑡𝑎, 𝑖𝑑𝑖𝑜𝑡𝑎" se decía a ella misma mientras se sentaba en su mesa de siempre. Parecía una acosadora cuando ni siquiera eran amigas.

La observó un rato, está vez sin disimular mucho, y después frunció el ceño, enojada con ella.

¿Por qué la hacia sentirse así? Ya lo tenía claro, detestaba a las niñas mimadas como ella, con todo su ser y todo por WonYoung, que parecía no terminar de salir de su cabeza.

Extrañamente, WonYoung levantó el rostro y, con cierto cuidado, observó a la castaña. Sus ojos se encontraron y YuJin permaneció (o al menos intentó aparentar) tranquila, como si estuviera mirando hacia el pasaje al otro lado de la ventana que había detrás de la pelinegra.

Parecía funcionar, ya que de reojo podía observar como WonYoung ya no la miraba extrañada, la castaña incluso sospechaba que la miraba fijamente. YuJin no lo pudo evitar, se le disparó el pulso y ahora sintiéndose más valiente, dirigió sus ojos fijamente a WonYoung que tensó los hombros al haber sido descubierta mirando.

YuJin intentó alzar una ceja aparentando que se extrañaba de la mirada de la pelinegra, cuando hace poco ella también la había estado observando dándole a entender que no entendía por qué WonYoung la miraba con tanta insistencia y la pelinegra apartó la mirada.

Volvió el rostro hacia abajo y el cabello le cubrió la cara mientras leía su libro.

Por un momento, YuJin sintió una gran emoción invadirle por completo e incluso permaneció en ella horas después de haberse marchado de la biblioteca.

Intentó ver películas tristes o lavarse la cara pero nada quitaba su emoción. Bufó frustrada con ella misma y durmió, lanzando maldiciones contra aquella joven compañera suya.

A la mañana siguiente era martes. Se levantó apresurada y se vistió a duras penas, lo único era que no le había alcanzado el tiempo para desenredar su cabello y dejarlo caer liso por sus hombros y se fue a la escuela. Tomó un breve desayuno y prácticamente llegó con una tostada en los labios.

Logró ver a YeNa y a ChaeWon, junto al casillero de la última, y fue hasta ellas.

—Buenas, gracias por traerme el desayuno. – saludó felizmente ChaeWon mientras le quitaba la tostada y le daba un mordisco.

—¡Hey! – le reclamó la chica del cabello castaño y su amiga le dió un guiño.

—Adivina. – comenzó a decir YeNa, sus ojos café brillaban de la emoción.

—Soy mala adivinando. Llega al punto, Yen. – le dijo YuJin, divertida, observando a sus dos amigas sacudir la cabeza.

—¡Eso es injusto! Yo tuve que adivinar y tardé unos buenos diez minutos. – reclamó ChaeWon, la cual ya se había terminado de comer la tostada.

—¡Adivina! – insistió YeNa, haciendo pucheros con sus labios e inflando sus mejillas.

—Bueno… mmm ¿Te compraste un nuevo libro? – preguntó deseando que fuera aquello.

—No. – se burló YeNa.

—¿Vamos a ir a comer a mi pizzería favorita?

—Para nada, pero podríamos. – dijo sonriendo y YuJin asintió. — ChaeWon invita.

—¡Claro que no! – y sus dos amigas comenzaron a reír. Pronto los ojos de YuJin se abrieron por la sorpresa. Podría ser aquello, pero no estaba del todo segura.

—¿Vamos a ir al estreno de Divergente? – preguntó, ansiosa, y comenzó a saltar al ver los cabeceos positivos de su amiga.

—Ya compramos las entradas. – dijo una YeNa victoriosa, mientras las dos amigas saltaban para abrazarla.

—¡Eso es increíble, te adoro, YeNa! – gritó YuJin y ChaeWon comenzó a aplaudir.

—Está bien, yo invito las palomitas.

—Yo también. – dijo YuJin y las tres chicas fueron emocionadas a clases.

Claro que todo era perfecto, hasta que te encontrabas con el grupito de las chicas. YuRi, al pasar, empujó "accidentalmente" a YeNa, haciendo que está se chocará contra los casilleros.

YuJin apretó los puños y ayudó a su amiga a levantarse.

—Aww, perdón. – se disculpó falsamente la pelinegra mientras observaba únicamente a YeNa. YuJin iba a decirle algo pero tuvo que sostener rápidamente a su amiga cuando ChaeWon quiso lanzarse sobre YuRi. Le rodeó el estómago con los brazos y la sostuvo mientras ella estiraba las manos en un intenso de rasguñarla.

—¡Déjame, YuJin, la voy a matar! – le decía furiosa y que YuRi se riera no lo hacía más fácil.

—Claro, niñita, quiero ver eso. – se burló y Sakura se rió junto a ella.

Al igual que siempre, WonYoung las observaba sin hacer o decir nada pero su sonrisa burlona en el rostro era lo suficiente como para hacerla enojar.

—Te debería dar un… – comenzó YuJin, soltando s su amiga y avanzando, dispuesta a borrarle la sonrisa de un guantazo, hasta que sintió como YeNa la abrazaba por el brazo. De inmediato la sonrisa burlona desapareció del rostro de YuRi y sorpresivamente, también del de WonYoung.

—YuJinnie… déjalas… no, no valen la pena. – le dijo con unos ojos cargados de preocupación, aunque muy pronto se posaron en YuRi y se apartó de la castaña.

La pelinegra más baja ahora observaba con fastidio a YuJin, pero pronto su atención fue la chica de ojos cafés. Las mejillas de YeNa estaban rojas cuando la chica más baja le sonrió con arrogancia.

YuJin seguía sin comprender pero prefirió observar.

—No… no vuelvas a empujarme. – dijo un poco nerviosa y YuJin lo notó. YeNa era una de sus mejores amigas y no quería dejarla sola. Capturó la mano de su amiga y le sonrió, YeNa se sintió más relajada y le correspondió con un apretón. Los ojos de YuRi ardían, soltó una risotada y observó a las dos chicas.

—¡Claro! ¿Y yo te voy a hacer caso?

—¡Sí! – le soltó y observó los ojos de YuRi. Sus manos comenzaron a sudar y YuJin también lo percibió. — Por favor… – dijo un poco más bajo, casi por un momento YuJin pensó que le iba a dar algo y apretó su mano.

YuRi parpadeo un par de veces, sorprendía al escuchar el tono de YeNa, e iba a hablar cuando escucharon una voz.

—Esto es una ridiculez. Solo no te atravieses en nuestro camino y ya. – dijo WonYoung, exasperada, y antes de irse observó a YuJin con disgusto. Se dió la vuelta y comenzó a caminar por el pasillo, junto con las chicas.

YuRi no tuvo otra opción que seguirle, pero no sé marchó sin antes mirar a YeNa por última vez y luego siguió con paso decidido a su amiga.

Por primera vez, ChaeWon soltó el aire y una pequeña risa nerviosa.

—Yen, eso fue increíble. – la felicitó y está soltó la mano de su amiga, cubriéndose el rostro.

—Te enfrentaste a ella, estoy orgullosa. – le dijo YuJin, observando una pequeña sonrisa en los labios de su pequeña amiga rubia.

—Viste… cómo… ¿viste cómo Jo me miró? Se las va a cobrar. – comentó, negando con la cabeza, y ChaeWon le rodeó el cuello con el brazo.  

—Descuida, la próxima vez YuJin me dejará darle su merecido. – le guiñó un ojo y la mencionada comenzó a reír.

—Te hubiera dejado, porque la verdad, yo también quería. – la mayor de las tres las observó con desaprobación.

—Son imposibles. – dijo y las chicas comenzaron a reír.

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