En estos momentos, YuJin podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperando entrar al cine. 

Los días anteriores las tres chicas, en especial ella y YeNa, habían sido atormentadas por las chicas del instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez porque esas chicas eran muy resentidas, demasiado. 

La mayor parte de sus recesos terminaba en el baño o comiendo en la parte de atrás del edificio. 

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigas, ya que YuJin no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de ojos chocolates. Especialmente está semana tuvo una actitud muy irritante. 

En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no sé acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda. Ella se convencía a sí misma que el cambio de actitud en WonYoung era simplemente porque quería ganar más popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y más porque no había hecho algo que pudiera enfadar a la pelinegra. 

También decidió ignorarla y disfrutar de la película con sus amigas. Suspiraron las tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas de acción.

Era el amor platónico de YeNa. A YuJin le parecía atractivo pero su amor literario era y siempre sería Percy Jackson.

Si ese chico fuese real, hace años que lo hubiera despojado. Tomando en cuenta que era tan solo una niña de catorce años aunque dentro de un mes, al acabar las clases, cumpliría los quince. 

Todo se fue al garete al salir de la sala de cine. 

—Chicas, ¿quieren ir al baño? – preguntó ChaeWon, sirviendo el refresco por la pajilla. 

—No, ¿y tú? – le preguntó YuJin, divertida al ver a su baja amiga asentir frenéticamente. — Pues claro, si te tomaste los tres vasos. 

—Las palomitas me dejaron sedienta. – dijo botando el pote en la papelera, después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras decía. — Ya vuelvo, iré a depositar. 

Eso logró que YeNa hiciera una mueca y riera seguidamente. 

YuJin estiró los brazos y en verdad tenía frío, a pesar de que llevaba una chaqueta encima, la castaña sonrió al escuchar lo que dijo ChaeWon. Ella y sus comentarios eran peor que la propia YuJin. Se podría decir que YeNa era la más inocente del grupo (𝚜𝚒 𝚌𝚕𝚊𝚛𝚘 :𝚟), aunque ella a veces no se quedaba atrás. 

—Oh, mierda. – murmuró YeNa mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas las veces en las que su amiga maldecia. — Son ellas. – le susurró a YuJin acercándose, observando hacia un punto frente a ellas. 

La castaña intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allí estaba el pequeño grupito del colegio. 

Obviamente reconoció a WonYoung de primera. Claro que lo que pensó era que estaba muy hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza, era muy imbécil la niña. 

Después logró ver a SungHoon, uno de los chicos que la molestaban en el colegio, a HeeSung, otro que la fastidiaba, y obviamente a YuRi y a Sakura. 

Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo. Solo esperaba que ellos aún no las hubieran visto. 

—Descuida, Yen. Ellas… – no pudo terminar de hablar ya que su amiga no la escuchaba. 

Sus ojos café estaban clavados en la pelinegra más baja, que en estos momentos reía por algo que había comentado Sakura. YeNa parecía realmente hipnotizada mirándola, y YuJin tuvo que sacudirla por el hombro para que volviera su atención a ella. 

—¿Estás bien? – alzó una ceja y YeNa negó con la cabeza. 

—No quiero que nos vean. – dijo en un tono bajito. 

—Descuida, ella no nos… – se calló al ver cómo los ojos de WonYoung se posaban en ella por accidente. 

La miró sorprendida, como si en verdad no hubiera esperado encontrarla allí, en el cine. 

Al menos YuJin podía estar segura de que no las seguían para fastidiarlas fuera de clases. Sin poder evitarlo, comenzó a sentir cosquillas en su estómago y quiso golpearse mentalmente. 

Sólo estaba nerviosa porque le hicieran algo a YeNa, debía de ser eso. No podría haber otra cosa que explicará su nerviosismo. 

Cuando YuRi las observó, al igual que el agua caliente, YeNa se apartó de YuJin y comenzó a jugar con sus manos. 

La sonrisa de YuRi se hizo más pronunciada al ver a la rubia, le comento algo a los chicos y estos al verlas comenzaron a reír entre ellos. YuJin sintió sus piernas temblar, percatandose de que caminaban hacia ellas. Debía de hacer algo, había sido un día increíble y ahora se iba a arruinar. WonYoung, mientras caminaba, hablaba con Sakura y observaba fijamente a YuJin con una sonrisa coqueta. 

La pelinegra era muy linda. Llevaba un vestido corto color negro junto con una chaqueta corta de jean y observaba a YuJin como si se tratara de un pequeño animalito acorralado. 

—¡YuJin, amiga mía! – dijo una voz femenina a sus espaldas mientras un brazo se posaba en sus hombros. 

Era una chica muy guapa de cabello marrón y ojos grises, llevaba una camiseta blanca y observaba con diversión.

—¡YeNa! – otra chica, con el cabello castaño y los ojos de un similar color gris a la otra chica, diferenciados por las tonalidades verdes que la pelimarrón tenía, abrazó a YeNa.

Las dos aludidas estaban tan sorprendidas que no hicieron nada. El grupito se detuvo al ver a los dos desconocidos que estaban junto a las chicas. SungHoon murmuró algo y YuRi observó a YeNa. 

Volvió a hablar, observando a la chica que se colgaba de ella mientras WonYoung y los demás escuchaban. Casi de inmediato apareció ChaeWon, sonriendo.

—¡Oh, chicas! Veo que ya conocieron a mis amigas. – dijo alegremente mientras observaba al grupo con intención. 

—Es un gusto, me llamo Nako. – se presentó la chica, acercándose a YuJin y jalarla hacia abajo para besarle la mejilla. 

WonYoung hizo una mueca similar a la reacción que tendría alguien luego de haber chupado un limón.

—Yo soy ChaeYeon. – se presentó la pelirroja, llegando a dónde YeNa y plantando un suave beso en el dorso de su mano. 

YuRi hablaba con los labios apretados. Al final, el grupo se dió la vuelta y se fueron. Las dos chicas suspiraron y observaron a las hermanas como si fueran unos ángeles del cielo. 

—Gracias, muchas gracias. – YeNa se lanzó a abrazar a NaKo, así de adorable era la rubia y la chica la recibió con gusto. 

—Nos han salvado de una buena. – dijo YuJin y le dió una mirada significativa a ChaeYeon, está le sonrió, encogiéndose de hombros. 

—Mi buena amiga, ChaeWon, nos dijo que necesitaban ayuda y eso hemos hecho. No hay que agradecer. 

—Gracias a Dios que me las encontré, aunque se supone que las iba a ver mañana pero, miren la sorpresa. – dijo abrazando a sus dos amigas de la infancia y luego fue hasta sus amigas, rodeando la cintura de cada una con los brazos. — Gracias por salvar a mis chicas, no hubiera podido yo sola con esos idiotas. 

—Parecían unos niños, aunque el chico pelinegro no estaba mal. – dijo NaKo con una sonrisa pícara y su hermana rió. 

—Eres imposible. – dijo y las otras estuvieron de acuerdo.

Fueron hasta una pizzería, para la satisfacción de YuJin, y duraron una hora hablando y riendo entre ellos. Eran amigos de ChaeWon desde hace años y llevaban un tiempo que no se veían. El próximo año iban a entrar en el instituto de ellas y habían llegado hasta la ciudad para pasar las vacaciones. 

YuJin estaba feliz por tener a otros dos amigos más en el instituto. Así sería más fácil pero también esperaba que fueran vacaciones. 

Quería divertirse al máximo y al ver que sus amigas la invitaron a pasar los días que quisiera en su casa, la hizo más feliz. 

Sinceramente las dos hermanas eran agradables y muy graciosas. Sólo esperaba que el lunes el grupito no fuera a hacer algo malévolo, más de lo normal, hacia ellas por lo sucedido hoy. 

Teóricamente ellas no habían hecho nada, así que no podían, pero conociéndolas sabía que algo iba a suceder.