Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟸 | 𝙵𝚘𝚞𝚗𝚍 𝙷𝚒𝚖?

La clase de historia siempre es la más aburrida de todas, y no es que odie la materia, en realidad me gusta, pero el profesor no es muy bueno enseñando. Lo único que sabe hacer es darnos trabajo y pedirnos que lo resolvamos mientras guardamos silencio.

Afortunadamente, es la última clase del día y falta aproximadamente media hora para que podamos irnos a casa.

De pronto, unos golpecitos en la puerta nos interrumpen a todos.

El profesor deja su libro sobre su mesa, se levanta y se dirige hacia la puerta, abriéndola y hablando en voz baja con quien quiera que sea.

—Zella Goldsmith— me llama el profesor. —Te buscan.

Frunzo el ceño mientras dejo mi bolígrafo sobre mi libreta. Nunca nadie me ha buscado en la escuela, ni siquiera mi padre, así que me pregunto quién podría ser, pero no logro pensar en nadie en específico.

Me pongo de pie y salgo del aula, topándome en el pasillo con nada más y nada menos que el sheriff Goode.

Ruedo los ojos de tan solo verlo, no soporto su actitud de "policía perfecto".

—¿Se te ofrece algo, Nick?— le pregunto de mala manera.

Él suspira, como si también se hartara de tener que tratar conmigo.

—Tengo buenas noticias— responde, provocando que mi corazón se acelere. —Al parecer hemos encontrado a tu caballo.

Busca algo en el bolsillo de su camisa y me lo entrega. Es una fotografía donde se puede ver a un caballo blanco, atado a un árbol. De inmediato lo reconozco y sé que se trata de Mr. Fancy.

—Es él— le digo con una sonrisa de oreja a oreja. —Estoy segura.

Le devuelvo la fotografía y él la guarda de nuevo en el bolsillo de su camisa.

—Perfecto— responde. —Iremos por él y lo llevaremos a casa, sano y salvo.

—Me parece bien.

Si nada más que decir, le dedico una sonrisa y vuelvo a entrar al aula, cerrando la puerta detrás de mí.

No puedo creer que hayan tardado solo un día para encontrar a mi caballo. Eso quita un gran peso de mis hombros, al fin ya no tengo que preocuparme de si Mr. Fancy se encuentra bien, y al fin volverá conmigo.

Regreso a mi pupitre y tomo asiento para continuar trabajando.

Unos cuantos minutos después, la campana suena y todos nos apresuramos a guardar nuestras cosas en nuestras mochilas para largarnos lo antes posible.

—¡Zella!— dice Sam, una de mis mejores amigas, mientras se acerca a mí. —¿Quién te llamó hace rato? ¿El director?.

Niego con la cabeza.

—No, era el sheriff.

—¿El sheriff Goode?— me pregunta asombrada. —He oído que es muy apuesto.

Suelto una risa por la manera en que lo dice, pero si, lo admito, el sheriff Goode es apuesto. Tiene unos bonitos ojos verdes y aún está joven y en forma.

—Sí, es algo lindo— respondo.

—¿Y qué quería?.

—Vino solo para decirme que habían encontrado a mi caballo, ya que ayer escapó... o lo robaron, no lo sé, pero movió su trasero hasta encontrarlo.

Sam ríe mientras acomoda su cabello rubio detrás de sus orejas.

—Vaya, es la primera vez en mi vida que escucho que un policía hace su trabajo.

—Lo sé, yo igual.

Cuando termino de guardar todas mis cosas, ambas salimos de aula y caminamos por el pasillo atiborrado de estudiantes, abriéndonos paso hasta la salida.

Una vez fuera, comienzo a buscar las llaves de mi auto, las cuales siempre pierdo. Tal vez debería de ponerles un llavero más llamativo.

—¿Vendrás al partido de esta noche?— me pregunta Sam.

Cierto, había olvidado que es viernes de partido, y si mal no recuerdo, toca enfrentarnos contra los de ShadySide. Por lo tanto, es un rotundo no de mi parte.

—No lo creo, sabes que mi padre odia que me junte con los de ShadySide. Además, el football me aburre.

—Bien, tú te lo pierdes— dice, cruzándose de brazos.

—No te enojes conmigo, Sam, puedes ir con tu novio, como los lindos jugador y porrista que son.

Ella se aguanta la risa y me muestra su dedo corazón. Sé que no le gusta que la moleste recordándole la bonita pareja "cliché" que forma con él, pero lo hago por una buena razón, quizá algún día se harte de su propia farsa y decida volver con Deena, su verdadero amor.

Yo también le muestro el dedo corazón, y cuando por fin encuentro mis llaves, me alejo de ahí mientras le grito:

—¡Te veo el lunes, porrista!.

Subo al auto y me pongo en marcha. Si tengo algo de suerte y conduzco lo suficientemente rápido, tal vez llegue en el momento oportuno para recibir a Mr. Fancy.

Las calles están vacías al igual que siempre, así que tardo menos de cinco minutos en llegar a casa.

Mientras aparco en el garage, puedo observar lo que parece ser un remolque para caballos cerca de las caballerizas, cosa que me hace sentirme realmente emocionada.

Bajo del auto lo más rápido que puedo y corro hacia ahí, observando cómo uno de los oficiales baja a Mr. Fancy del remolque y el sheriff platica con papá, probablemente alardeando el hecho de haberlo encontrado.

Ni siquiera me molesto el saludarlos y voy directo hacia mi caballo, abrazándolo por el cuello con todas mis fuerzas. Lo extrañé demasiado. Y por fortuna, sigue igual que la última vez que lo vi, solo que con sus patas sucias de lodo.

Un momento. Mr. Fancy odia el lodo, no hay manera de que él solo haya decidido ensuciarse las patas, a menos que alguien lo haya obligado.

—¿Dónde lo encontraron?— le pregunto al sheriff.

—En ShadySide— responde. — Una familia lo encontró vagando por el bosque.

Río descaradamente y doy unos cuantos aplausos, burlándome de él en su cara. Esa es la historia menos creíble que alguien podría haberme dicho.

—Muy buena historia, Nick— le digo sarcástica. —Ahora dime la verdadera. Yo conozco a mi caballo y sé que jamás iría al bosque, simplemente por que odia el lodo.

El sheriff mantiene una expresión seria y ladea la cabeza, pero a mí no me intimida en lo más mínimo.

—Esa es la verdadera ¿por qué tendría que mentir?.

—No lo sé, quizá por que todos los policías son unos mentirosos de primera.

—¡Zella! ¡Basta!— mi padre interviene, llamándome la atención antes de que diga algo peor. —Dale las gracias y vete a duchar ese caballo.

No puedo creer que en verdad me esté obligando a darle las gracias cuando claramente no nos está diciendo la verdad, eso es lo más humillante de este mundo, pero tengo que obedecerlo o de lo contrario me pondrá algún castigo estúpido durante toda la semana.

—Gracias por encontrar a mi caballo, Sheriff— le digo de mala manera.

—Por nada, Zella— me responde de la misma manera, soltando una sonrisa triunfal que me hace hervir la sangre.

Papá me dice con la mirada que me retire y yo ruedo los ojos, molesta a más no poder. El ambiente está demasiado tenso como para quedarme aquí, así que tomo a mi caballo por la cuerda y lo llevo hacia otro lado para darle una buena ducha.

De igual manera, no me quedaré tranquila hasta enterarme de lo que sucedió en verdad. Si se meten con mis caballos, se meten conmigo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro