𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐
Me reincorporo lentamente en la cama, miro a mí costado y ahí estaba mí precioso esposo, Jeon Jungkook. Si, nos casamos; un mes luego de que él saliera del centro de rehabilitación me invitó a salir, me dijo que me pusiera elegante. Me llevo a uno de los restaurantes más caros de todo Seúl, como le dije a él, no era necesario que me llevara ahí para pedirme matrimonio, con un picnic en cualquier lugar, bastaba y sobraba.
Pero él solo dijo: "Nada es mucho para la mujer que amo".
Está por demás decir que aquella noche, fue maravillosa.
FLASHBACK
— Jungkook. —murmuro con mí cabeza apoyada en su pecho.
— Dime. —su voz sé oía tranquila y armoniosa.
— Siento que estoy soñando y me asusta despertar y ver que tú no estás a mí lado.
— Bonita. —me separa con cuidado y toma mí rostro con sus manos.— Si esto es un sueño, créeme que te buscaría para hacerlo realidad. Pero no, no lo es, estamos aquí y muy pronto nos casaremos, formaremos nuestra propia familia.
— Esa idea me gusta mucho. —beso sus labios y vuelvo a recostar mí cabeza en su pecho.
Sus latidos se mezclaban muy bien con la lenta melodía de aquella canción que movía nuestros cuerpos.
FIN DEL FLASHBACK.
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Esa noche fue la mejor de todas y marco el comienzo de una nueva vida e historia para mí y Jungkook. Él ha cambiado mucho con el paso de los años, cada día es una mejor persona.
Luego de que nos casamos, él dijo que para cambiar cien por ciento su vida, todavía debía hacer algo. Volamos a Busan, buscó a Jinami y mirándola a los ojos le pidió perdón por todo el daño que le hizo, si, ella todavía le tenía miedo y no pudo perdonarlo, pero aún así él se sintió libre, por qué pudo disculparse, aunque sabía que con eso no iba a borrar las cicatrices que le dejo a ella.
Jungkook dejo de ser tan agresivo o impulsivo, dejo de guiarse por lo que ve y ahora pregunta para sacarse la duda sobre algo, no recurre a la violencia cómo lo hacía antes. También trabaja, hace años atrás mí papá le dio trabajo en su empresa, poco a poco fue aprendiendo más y hoy en día creó su propia empresa, volviéndose uno de los empresarios más prestigiosos de todo Seúl.
Estoy más que orgullosa de él.
Yo por mí parte, me convertí en doctora, si, así como lo oyen, seguí con mis estudios de medicina y luego de casarme con Jungkook comencé a ejercer el oficio. Estoy tan feliz de poder ayudar a las personas, de poder curarlas.
— Mami. —me doy vuelta y me encuentro con la otra razón de mí felicidad.
— Buenos días princesita. —me acercó a ella y la alzó.— ¿Cómo despertó la princesa de la casa?.
— Súper bien. —sonríe ampliamente.— Pero tengo hambre.
— Ya está tu desayuno listo, come y luego papá te irá a dejar al jardín.
La bajo y ella toma asiento para luego recibir su desayuno y comenzar a devorarcelo. Si, Jungkook y yo somos papá, esa cosita preciosa que le roba el corazón a todos los que la ven se llama Wendy y tiene 5 años.
Literalmente no se parece en nada a mí, tiene todos los genes de su padre, ambos me sacan canas verdes, pero igual los amo. El día que Jungkook se enteró de mí embarazo no se hacen una idea de cuánto lloro, todo el tiempo me cuidaba, un solo sonido que hacía ya lo tenía ahí preguntándome si me dolía algo, tocaba mí panza esperando que la bebé diera una patada y si no lo hacía me llevaba al hospital.
Enserio daba mucha ternura verlo.
— Buenos días. ¿Cómo despertaron mis preciosas mujeres?. —Jungkook entra en la cocina, primero besa a la niña de sus ojos y luego a mí.— Hola mí amor. —me abraza por detrás.
— Buenos días guapo. —giro mí cabeza y beso sus labios.— Siéntate y te sirvo tu desayuno.
— Okey. —me da un beso más y se sienta al lado de Wendy.
— Papi ¿cómo conociste a mami?.
— Una noche la salve de un hombre malo que le quería hacer daño.
— ¡Mí papi es un héroe!. —grita con orgullo.
— Así es mí amor, de no haber sido por tu papá, ese hombre me hubiera hecho mucho daño.
— Por eso mí papá es el mejor y siempre lo presumo con mis amigas. Ellas dicen que sus papás son mejores, pero yo sé que no son ni la mitad de buenos que mí papi.
— Claro que no son como yo. —dice egocéntrico.
— No cabe duda de que son tal para cual. —digo negando y Jungkook ríe.
— Oigan ¿que les parece si en la tarde vamos al mar?.
— ¡Siii!. —grita Wendy con emoción.
— Bonita ¿que dices?.
— Vamos mami, di que si. —ambos me ponen carita de cachorrito abandonado y no me puedo resistir.
— Está bien. —digo rendida. Ambos se ponen a festejar, eran tan lindos juntos.— Pero ya, coman que luego tenemos cosas que hacer.
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Mí hora de trabajo había terminado, salgo del hospital y a lo lejos en el estacionamiento veo el auto de Jungkook. Él se baja a abrirme la puerta, pero antes de entrar me rodea con sus brazos y me da un beso lleno de ternura y dulzura.
Subimos y en la parte de atrás venía mí princesa. Llegamos al mar y Wendy fue la primera en bajar, salió corriendo ni bien tocó tierra, esa niña no se cansa nunca, tiene demasiada energía, aunque eso es bueno, por qué te contagia de esa felicidad y energía.
Fuimos a la arena y me sorprendió no ver a nadie, éramos literalmente los únicos. Las olas chocaban con las rocas, el viento era refrescante y desordenaba nuestros cabellos, era tan relajante, pero tenía esa sensación de ya haber estado aquí antes.
Si, ya había estado aquí, es como en aquel sueño que se repetía mil veces cuando Jungkook estaba dentro del centro de rehabilitación. Ahora mismo tenía miedo de que en verdad estuviera soñando, que nada de lo que habíamos logrado estos años, era real.
— Si es real. —la voz de Jungkook detrás mío me asusta. Él rodea mí cintura y apoya su mentón sobre mí hombro.— ¿Recuerdas años atrás cuando te dije que era momento de escribir una nueva historia dónde el final fuéramos tú y yo en el fin del mundo felices y más enamorados que nunca?.
— Claro que sí, como olvidarlo.
— Pues bienvenida al fin del mundo bonita. Esto es real, estamos aquí, con nuestra princesa, casados y más enamorados que nunca.
— Entonces este es el final de nuestra historia. —balbuceo, pero él logra oírme.
— Aunque todavía nos queda mucho camino por delante.
— ¡Papi, mami, vengan!. —grita Wendy desde el agua.
— Nuestra niña nos llama, ¿vamos?. —él se para enfrente mío con esa sonrisa que me enamoró hace años atrás.
— Ve tú, enseguida los alcanzo.
Jungkook sale corriendo y en el trayecto se va quitando la parte de arriba de su ropa. Entonces aquel sueño no significaba que jamás lo volvería a ver, era un adelanto de lo que sería nuestro futuro.
Anastasia.
Dime.
Gracias.
¿Por qué?.
Por qué parte de toda esta felicidad que hoy estoy viviendo, es gracias a ti.
Yo solo te abrí la mente, todo lo demás es mérito tuyo. Además, te lo mereces.
¿Que más podía pedir? Lo tengo todo, no tienen una idea de cuanta felicidad tengo dentro mío, es tanta que no me cabe en el pecho. Sabía que no debía dejar solo a Jungkook, sabía que cambiaría, por qué no hay nada que el amor no pueda lograr.
Me siento tan completa.
Ya no necesito nada más, lo tengo todo.
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Ella fue la luz que llegó a iluminar el pozo oscuro en donde estaba, TN fue mí luz.
—Jeon Jungkook.
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—HAPPYXJJK
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