Capituló dedicado a: kimseokri_0903
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Pasaron dos semanas después de aquella pelea que tuve con Jungkook, no he ido a la universidad durante este tiempo. ¿Por qué? Tengo muy buenas calificaciones y en estas semanas han estado tomando recuperatorios a los que no van bien, así que me salvo de verlo.

Aunque Hyunjin me ha mantenido al tanto de su recuperación, su brazo ya estaba perfecto, al igual que sus costillas, luego de la pelea hizo el reposo necesario para mejorar y también se tomó las pastillas y las vitaminas, eso me alegraba.

En todo este tiempo ha venido a buscarme repetidas veces a mi casa, pero siempre le digo a mi padre o a mamá que le digan que no estoy, sé que es demasiado cobarde de mi parte hacer eso, pero es que todavía me duele lo que pasó y no me olvido de las cosas así de simple. También me ha mandado notas con mis amigos, en las cuales me pide perdón, me dice que necesita verme, que quiere que le conteste las llamadas, en fin, que le vuelva a hablar.

—TN —mamá entró a mi habitación, se veía mal, todo por culpa de las sesiones de quimio—. Tú papá y yo iremos al doctor, hoy toca que me revisen.

—Todo saldrá bien —tomé sus manos y ella besó mi frente, mamá es mi mejor ejemplo, de ella aprendo a ser fuerte día a día.

—Cuídate —asentí y la vi irse.

Me acomodé en la cama y puse una película de Netflix, nada romántico, en estos momentos no estoy para el romance, pues a mí no me está yendo muy bien que digamos. Estaba tan concentrada viendo la televisión, que cuando el timbre me interrumpió quise gritar con todas mis fuerzas.

Bajé con toda la pereza del mundo y llegué a la puerta, cuando la abrí, me encontré con Jungkook. Mi cuerpo no reaccionaba, hacía tanto que no lo veía, pero seguía igual, bueno, con la diferencia de que traía más tatuajes y que su playera no era negra sino blanca, muy raro de parte suya. Nos quedamos mirándonos por varios segundos, ninguno tenía el valor de decir algo, el silencio era tan incómodo que tenía ganas de cerrarle la puerta e ir corriendo a mi habitación.

Sí, soy una gallina.

—Hola —su voz sonaba un poco tímida, algo raro en él—. ¿Puedo pasar?

Anastacia, es ahora cuando necesito un consejo.

Deja que pase y escucha lo que te tenga que decir.

Bien, pero si las cosas empeoran, será todo tu culpa.

—Sí —me hice a un lado y él entró. Nos fuimos a la sala y ahí de nuevo nos quedamos en silencio—. ¿Qué necesitas?

—Te extraño TN, no me gusta estar lejos de ti —quiso acercarse , pero aunque me doliera di un paso hacia atrás—. Ya no te alejes, por favor te necesito.

—Tú fuiste el que quiso que las cosas fueran así Jungkook —hablé con firmeza y seriedad—. Si solo viniste por eso, vete por favor.

—No, TN por favor, ya no quiero estar así contigo —caminó nuevamente hasta mí, esta vez no pude hacerme para atrás porque él fue rápido y me tomó de ambas manos—. Bonita por favor, no me hagas más daño.

—Tú me hiciste daño a mí, no yo a ti.

Fue en un abrir y cerrar de ojos cuando ya estábamos besándonos, bueno, él me besaba y buscaba que yo moviera mis labios, pero quería ejercer resistencia, cosa que me fue imposible, amo sus finos y delicados labios. Abracé con mis brazos su nuca y él hizo presión en mi cintura, apegándome más a su cuerpo.

Hace tanto que no nos probamos, que en ese delicioso beso tan hambriento, demostrabamos cuanto nos necesitábamos el uno al otro. Quería soltar sus labios, pero no me dejaba, quería seguir y seguir, al parecer anhelaba arrancarme los labios.

—Maldición, como necesitaba tus besos —confesó agitado—. No te vuelvas a alejar de mí, estos putos días fueron un infierno.

—Siempre y cuando tú no me lastimes  con tus palabras —sus labios se ensancharon formando aquella hermosa sonrisa que tanto me gusta—. ¿Te quedas a mirar películas conmigo?

—La verdad es que no tenía planeado irme —reí, lo besé y tomé su mano para llevarlo a mi habitación, pero él me detuvo—. ¿En serio me perdonas?

—¿No te ha quedado claro todavía? —formó un puchero fingiendo tristeza. Sonreí y lo besé de nuevo—. Cuando quieres puedes ser verdaderamente tierno.

—Soy bipolar, lo sé.

Subimos a mi cuarto y nos tiramos a la cama para seguir viendo la película, quise hacerme la fuerte y no perdonarlo, pero soy débil y más con él.

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—Eternitely