Hyunjin y yo ya no podíamos correr más, mis piernas ya me estaban doliendo y mi pecho se estaba cerrando, sentía ganas de vomitar, pero debía seguir, por Jungkook, todo sea por él.

Finalmente llegamos al edificio, nos metimos corriendo al ascensor y Hyunjin tocó repetidas veces el botón que era del piso donde estaba Jungkook, cada segundo que pasaba la duda de si él estaba bien me carcomía la cabeza, mi corazón no soportaría ver a Jungkook lastimado.

El ascensor se abrió, pero nos detuvimos en secó cuando vimos a muchas personas fuera de sus departamentos, algo ocurría y para nada era algo bueno, en sus caras se podía ver reflejado el miedo y la preocupación.

— ¿Que ocurre?. —pregunta Hyunjin ganándose la atención de todas las personas.

— Es el vecino del departamento 320, llegó como un loco, abrió la puerta con una patada y ahora se oye que está rompiendo las cosas de su departamento. —contesta una señora ya mayor de edad.

¿320?.

— Hyunjin ese es el departamento de ¡Jungkook!. —lo sacudo del brazos y él se queda estático.

No lo espero y corro pasando por el medio de todas esas personas. La puerta del departamento estaba abierta, el marco estaba destruido, así como la puerta misma tenía marcada la huella de las botas de Jeon.

Entre con mucho miedo, pero no se oía nada, tape mi boca cuando ví el desorden que había dentro, todo estaba destruido, pensé que Jungkook estaba bien, pero ahora veo que no, las terapias con el Psicólogo y los medicamentos no lo han ayudado para nada.

— TN, mi amor, que bueno que llegas. —dice bajando por las escaleras.

Tenía poca estabilidad, estaba borracho y la botella de whisky en su mano me lo confirmaba.

— Jungkook, ¿que hiciste?. —pregunto llena de dolor.

No me gustaba para nada verlo en ese estado, ese no era el chico del cual me había enamorado.

— Nada, simplemente le quise hacer una remodelación a mi departamento ¿no te gusta?. —dice riendo y empinando la botella de alcohol.

— Jungkook basta, deja de tomar.

Quise ir hasta él para quitarle la bebida, pero doy un paso hacia atrás cuando de la nada saca un cuchillo de adentro de su ropa, mi corazón estaba apunto de sufrir un paro cardíaco.

— Baja el cuchillo Jungkook. —le pido con tranquilidad, aunque calma era lo que más falta me hacía, pero gritarle o ponerme como loca solo lo desesperara más.

— ¿Por qué? ¿Acaso no te gusta la idea de morir conmigo? Sería muy romántico ¿no lo crees?. —una sonrisa retorcida aparece en su rostro.

Mierda, ya se nos jodió.

— Jungkook por dios, deja el cuchillo.

— ¿Por qué lo besaste TN?. —pregunta balanceándose de un lado a otro.

— En ese estado no podemos hablar.

— ¡Contestame mierda!.

Ese no es Jungkook, él verdaderamente no es así.

— Eres mía TN, ¡mía!, y no pienso dejar que ningún hombre te toque, nadie que no sea yo.

Comienza a caminar hacia mi, yo retrocedia pues era lo único que podía hacer, no podía irme y dejarlo solo, Jungkook necesitaba apoyo y yo le prometí ayudarlo, aunque en estos momentos estoy pensando seriamente en salir corriendo.

— ¡Jungkook!. —Hyunjin aparece poniéndose enfrente mío.— Baja el cuchillo, piensa bien en lo que estás haciendo.

— Déjame Hyunjin, estoy harto de que te metas en todos mis asuntos, esto es entre ella y yo, tú no tienes nada que hacer aquí, así que ¡largo!. —le ordena apuntandole con el cuchillo.

Ahora la situación se había puesto peor.

— No me pienso ir, ¿quieres matar a alguien?, mátame a mi entonces, pero a TN no le hagas nada. —Hyunjin quiso ir hasta él, pero yo lo jale hacia mi nuevamente.

Por mi cuenta corre que nadie salga de este departamento en una ambulancia o lo que es peor, un ataúd.

— Jeon, basta, ¿enserio quieres volver a la cárcel?, hermano tienes la oportunidad de cambiar, de ser mejor, ¿acaso no recuerdas que es por eso que nos fuimos de Busan?, vinimos a buscar un nuevo comienzo para ti, no que vayas a parar a un manicomio.

Jungkook se quedó en silencio por un rato, comenzó a llorar, pero aún así no soltaba ni la botella ni el cuchillo, quería correr y abrazarlo, quería decirle que todo estaba bien, pero se que en el estado que está eso sería como suicidarme a mí misma.

— Soy una mierda Hyunjin, siempre lo he sido y jamás dejaré de serlo, nunca podré vivir en paz mientras siga teniendo esta porquería de enfermedad. —dice mirándome fijamente a mí.

Era como si con sus ojos me estuviera pidiendo perdón y eso me dolía, por qué él no quería ser así, no quería que está situación siguiera, pero su odio, sus celos enfermizos no lo estaban dejando pensar con claridad.

— No eres una mierda, yo te conozco desde que somos niños y puedo decirte con sinceridad que eres mucho mejor que esto de ahora, este no eres tu Jungkook.

Yo no sabía que decir, jamás en mí vida había vivido una situación como está. Jungkook vuelve a quedarse en silencio, pero fue solo cuestión de segundos para que levantará la botella de whisky y la estrellara contra una pared, yo cerré fuerte mis ojos y mire hacia otro lado, muchos pequeños vidrios habían saltado muy cerca de mí y Hyunjin.

— ¡Soy una mierda que no merece vivir!. —grita llorando y tomando con la otra mano el cuchillo.— Lastimé a Jinami, quien se suponía era la persona que amaba y ahora, casi lastimo al amor de mí vida...jamás podré ser mejor, está es la versión de mí que siempre existirá y que nunca va irse, siempre seré esto. —mira el cuchillo y es ahí cuando mí miedo crece más.— Por eso no me merezco vivir, soy una basura que tiene que ser exterminada, sin mí el mundo seria mucho mejor.

Pone el cuchillo en su cuello, sentí una punzada muy fuerte en mí corazón, no iba a permitir que cometiera esa locura. Quite a Hyunjin de enfrente mío y me puse cerca de Jungkook, en sus ojos aún podía ver ese bonito brillo que siempre se enciende cuando me ve, dentro suyo aún estaba ese chico que me salvó aquella noche, que logro enamorarme y me hizo feliz durante todo este tiempo.

— Jungkook por favor, no lo hagas, tú no eres un monstruo, eres el chico más maravilloso que conocí, tal vez tengas tus defectos y errores, todos los tenemos, pero no eres una mala persona, solo necesitas ayuda y suicidarte no te servirá para nada, eso sería como darse por vencido y yo recuerdo haberte visto pelear, te vi en el suelo, apunto de perder la pelea, pero te levantaste y seguiste, ganaste y ahora le puedes ganar a esa enfermedad que no te deja vivir, ¿no me amas? ¿no quieres seguir conmigo? ¿no quieres que seamos felices por mucho tiempo más?. —cada palabra dolía, pero era algo que debía sacarlo por qué sino me asfixiaria. Las lágrimas caían por sus mejillas y bajaba lentamente el cuchillo.— Dame el cuchillo Jungkook, dámelo y vamos a salir de esto juntos, vamos a seguir amándonos como hasta hora, seamos felices.

Me acerque lentamente, tenía miedo, si, pero no me importaba morir, no lo dejaría cometer un error, que él se lastimara también me heria a mí. Tomé su mano y le quite el cuchillo, se lo entregue rápidamente a Hyunjin.

— Perdoname. —balbucea.

Ya no tenía palabras, tampoco tenía más para decirle, simplemente lo abrace y sentí como todo se arreglaba, él me rodeó con sus brazos y me apretó fuerte, mientras lloraba con la cara escondida en mí cuello.

— Shhh....tranquilo, saldremos de esto, yo no te dejare solo.

Él me aprieta con más fuerza y siento la necesidad de nunca soltarlo, quería quedarme ahí donde nada dolía, dónde no existían los problemas, donde era excesivamente feliz, en sus brazos, cerca de su corazón, sintiendo sus rápidos latidos.

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                   —HAPPYXJJK