Al llegar al hospital, el doctor nos dijo que lo que mi madre tuvo solo había sido un simple desmayo a causa de las quimioterapias. La dejan muy débil y le provocan este tipo de cosas.

Aún así le tienen que hacer muchos estudios y quiso esperar a papá para hablar de otras cosas con él, cosas que no puede decirme a mí, que espero y no sean graves.

Una enfermera salió de su habitación y nos dijo que podíamos pasar. La madre de Taehyung estuvo unos minutos con nosotros, pero cuando el doctor dijo que mamá no tenía nada malo, se fue.

-¿Vienes conmigo? -miré a Jungkook. El pobre está aquí a mi lado desde hace horas y se está durmiendo-. Kook, vete si estás cansado, yo me puedo quedar.

-No, no pienso dejarte sola -se puso de pie-. ¿Por qué me miras así?

-Es que eres muy lindo -le di un pequeño beso-. ¿Entras conmigo entonces?

-Te acompaño al fin del mundo si es necesario.

Tomé su mano y nos encaminamos a la habitación donde estaba mi madre. Al entrar, ella estaba ahí, sentada en la cama, con el rostro pálido, cansado, un poco demacrado. Me partía el alma. Solté la mano de Jungkook y corrí a abrazarla.

-Mi amor, tranquila -daba suaves caricias a mi cabello, eso solo me hacía llorar más-. Jungkook, vas a tener que lidiar con una llorona.

-No se preocupe, igual la amo -respondió, con una sonrisa.

-¿Cómo te sientes? -acaricié su mejilla con ternura.

-Cansada, pero bien.

-No mientas, sé que te debe doler por lo menos algo.

Desde pequeña he sufrido viéndola en las camas de los hospitales, y estoy más que cansada de siempre oir esa excusa de "estoy bien", cuando sé que no es verdad, sé que solo lo hace para tranquilizarme, pero no funciona, nunca funcionó, lo único que hace con eso es preocuparme más.

-TN, hija estoy bien en serio.

-Mamá no me mientas, siempre dices eso -mis mejillas ardían y mi vista se nublaba por las lágrimas.

-Si te lo digo es porque así es, no por otra cosa. Créeme cariño -besé su frente.

-Amor -Jungkook se sentó detrás mío-. Debes creerle, con cuestionarla solo ganas mortificarla más y ella necesita descansar, estar tranquila.

-Mierda, tienes razón -mamá tomó mi mano y le dio un golpe, dolió y mucho.

-¡Nada de malas palabras! -me señaló con su dedo índice y oí a Jungkook reírse.

La puerta de la habitación se abrió y papá por fin había llegado. Jungkook y yo nos levantamos de la cama para dejarles espacio a ambos. Me sorprende que con los años que llevan juntos y por la enfermedad de mamá, él no la ha dejado de amar todavía, mucho menos la ha traicionado o dejado sola.

-Ojalá nosotros lleguemos a esa edad y sigamos juntos -murmuró Jungkook en mi oído, instantáneamente me giré y le sonreí.

-Ojalá -rodeé su cuello con mis brazos y le di un beso. Pero luego nos tuvimos que separar rápido por los celos de papá.

-Seguimos aquí, eh.

-Perdón suegro -le hizo una reverencia, aunque eso tampoco pareció gustarle. Mamá solo se burlaba de la situación.

-Hija, ya se está haciendo de noche, mejor ya vayanse -sugirió mamá.

-Sí, yo me quedaré toda la noche aquí.

-Entonces señores, si no les molesta, me llevaré a TN conmigo a mi departamento -les informó Jungkook. Mis padres se miraron y nos dieron su aprobación.

Nos despedimos de ambos antes de retirarnos. Ahora podía respirar con tranquilidad nuevamente.

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-¡Jungkook! ¡Ya llegó la pizza! -le avisé gritando, ya que él estaba en su habitación.

Le pagué al repartidor y llevé todo a la cocina.

-¡Por fin! -exclamó-. Ya sentía que me estaba por morir.

-Exagerado.

-Un minuto más y te estaría comiendo a ti -soltó de la nada. Era increíble como podía sonreír tan natural, como si no hubiese hecho nada-. No dije nada que no fuera cierto.

-Jungkook -pronuncié, algo nerviosa. Dejó su porción de pizza a un lado y me prestó atención-. Me quedé pensando en eso que me dijiste debajo del árbol en la universidad.

-¿Qué te dije? -bebió un poco de jugo. Mi cuerpo temblaba por miedo a repetir aquello.

-Pues eso, acerca de atar a una persona y utilizar vibradores, lubricantes...

-Ah, eso -lo dijo tan normal, que deseaba golpearlo-. ¿Y qué quieres saber o que sucede?

-Yo...es que...me gustaría probar hacer esas cosas -mis piernas no dejaban de moverse, ni siquiera podía mirarlo a los ojos, era demasiada la vergüenza que tenía.

-Mírame -ordenó. Con algo de duda, lo hice. Ahí estaba él, mirándome con aquellos ojos negros-. ¿Por qué quieres hacerlo?

-¿Por curiosidad? -ni yo misma estaba segura-. No lo sé, solo quiero saber cómo es, cómo se siente. Pero no es necesario que lo hagas si no quieres.

-Oh, claro que quiero.

Antes de poder reaccionar, me tomó en sus brazos cargándome como si fuéramos a nuestra noche de bodas.

¿En serio me iba atar a la cama?

¡Ay dios mio!

¿En qué me metí?

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¿En serio creyeron que iba a matar a la señora? Jsjsjsj, perdón por hacerlxs sufrir.

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-ᴇᴛᴇʀɴɪᴛᴇʟʏ