II: The Kings And Queens
-¡Oscar Piastri es el ganador del campeonato de Formula Dos del 2021!
El piloto neerlandés de Formula Uno se detuvo frente al área donde podía ver la carrera de la categoría menor que se estaba disputando en ese momento. Su mente había estado enfocándose en su propia carrera y en sus posibilidades de ganar el campeonato de Formula Uno así que había ignorado todo lo que ocurría alrededor, pero no podía hacerlo más.
-¡Tres campeonatos seguidos para el piloto australiano! ¡Formula Renault, Formula Tres y ahora Formula Dos! ¡F1 contrátalo!
La boca del piloto de Red Bull se secó inmediatamente mientras escuchaba la celebración por el tercer lugar que le había asegurado el campeonato al joven piloto de Formula Dos. Al igual que él, las posibilidades de ganar el campeonato se habían reducido al último lugar del calendario y no querían fallarle a su equipo ahora que estaban tan cerca de lograrlo.
Sus ojos de enfocaron en el rostro del joven que estaba quitándose su casco de carreras y sintió un tirón en el estómago al reconocerlo. Mismo niño de mirada tranquila y decidida, mismo cabello castaño que parecía nunca haber sido peinado, misma sonrisa amistosa que ocultaba su deseo de hacer pedazos y darles pesadillas a sus enemigos.
Si, Max podía reconocer lo peligroso que su hermano se había vuelto después de tantos años separados.
Los ojos azules del posible campeón de Formula Uno abandonaron rápidamente la imagen del muchacho que caminaba hacia el área del podio para tomar el trofeo por el que tanto había luchado en estas últimas carreras. A diferencia del menor, a él todavía le quedaba una pelea que dar y no iba a dudar en luchar hasta el final.
----------------------------
-¡Checo es un animal!
El neerlandés estaba tan feliz al ver a su compañero delante del auto de su contrincante para ralentizarlo y permitirle disminuir la distancia contra el actual campeón. Sabía que el mexicano era un gran piloto y que podía demostrarlo con el carro y equipo correctos, y era lo que estaba haciendo justo en ese momento, aun cuando Lewis logró pasarle y recuperar su primer lugar.
Max agradeció tanto el haber convencido a Horner de contratar a Sergio para la temporada.
El auto de seguridad fue llamado un par de vueltas después y Max logró salir de pits con la misma posición que tenía antes de entrar. Una ventaja injusta, él lo sabía, pero si le iban a dar la ventaja de pelear por el puesto, entonces iba a darlo todo por obtener su victoria.
Cruzar la línea de meta con la bandera a cuadros reflejando que había sido su victoria solo lo hizo gritar y llorar de la emoción. Finalmente, luego de tantos años intentando, luego de pelear con dientes y garras por su posición como piloto. Luego de que su padre le gritara incontables veces que nunca sería nadie.
Era finalmente el campeón de la Formula Uno.
El de cabellos claros se lanzó con fuerza para abrazar a su compañero de equipo y llorar en su hombro. Todos sabían que su victoria no hubiese sido posible si su compañero no hubiera decidido defender su posición hasta el final. El campeonato de Max estaba asegurado gracias al hombre del que llevaba tiempo interesado románticamente hablando.
Unas cuantas entrevistas más, unas palabras por parte de sus amigos y sus compañeros de trabajo. Felicitaciones y celebraciones por parte del equipo de ingenieros debido al maravilloso trabajo que habían hecho durante la temporada. Todo se alineo para que, luego de un par de horas, el nuevo campeón llegara tarde a su cuarto de hotel para dormir.
Un golpe en su rostro cortó rápidamente cualquier sentimiento de felicidad en su ser y lo trajo de vuelta al mundo real. Sus ojos se enfocaron rápidamente en el hombre que había estado esperándolo en su habitación para hablar con él. Por un momento el pánico comenzó a inundar su ser, como cuando era menor, pero trató de calmarse a sí mismo. Había conseguido lo que querían, tenía que darle ese beneficio.
-Tu carrera se vio opacada por un niñato de Formula Dos.
-¿Ah sí?
-Dicen que acaba de ganar el tercer campeonato seguido en categorías menores.
El piloto de Red Bull comenzó a caminar por su cuarto para tratar de disimular el miedo en su alma al escuchar aquel comentario ser hecho. Jos no podía saberlo, él no podía descubrir que era su tercer hijo el que estaba haciendo todo ese tipo de desorden en otra categoría. Su padre no podía enterarse de su hermano o buscaría la manera de recuperarlo y hacerlo miserable, justo como a él.
-Es solo Formula Dos. Si no tiene asiento para los próximos años entonces de nada habrá servido sus victorias consecutivas. Pero yo soy el campeón y lo seré por más años.
-Bien, más te vale que ese sea el caso.
Su padre solo tomó sus cosas y se fue sin decir más. Ya habían hablado de su victoria en el paddock así que no era necesario volver a tocar el tema, o al menos el mayor no lo haría. Y si el joven piloto era sincero, él tampoco quería hacerlo o terminaría en algún problema mayor y necesitaba poder moverse al día siguiente, así que era mejor terminarlo todo por la paz.
Su cuerpo se dirigió con la poca energía que le quedaba al baño para darse una ducha que quitara cualquier resto de champan o Red Bull. Una vez que se sintió suficientemente limpio su cuerpo terminó rápidamente en la cama y luego de unos minutos cayó completamente dormido. Estaba exhausto física y mentalmente luego de todo el juego de emociones por el que su padre le había hecho pasar.
A la mañana siguiente se levantó más temprano de lo que le habían permitido debido a unos toques en su puerta. Por un momento pensó en no abrir, pero debido a la insistencia de los mismos él estaba seguro que no le dejarían en paz hasta que atendiese a quien fuera que estaba molestando desde temprano.
Frente a su puerta había un hombre vestido como mensajero, con una caja grande que decía su nombre en una de las esquinas. El neerlandés no tuvo tiempo de decir o actuar de ninguna manera antes de que la caja fuera dada y el sujeto se retirara deseándole un buen día y que disfrutara de su entrega.
Max solo observó la caja en sus manos y la bajó con cuidado al piso, lo más cerca de la puerta que se pudiera en caso tuviera que lanzarla fuera de su cuarto. Sin embargo, lo único que encontró al abrirla fue un par de peluches de Jimmy y Sassy, los gatitos que había adoptado hace un par de meses. Junto a ello había algunos juguetes e insumos para gato que no había comprado para ellos todavía, pero que estaba seguro que les iban a encantar.
Al fondo de la caja había una pequeña tarjeta que esperaba le explicara quien había mandado el detalle o que al menos diera algunas instrucciones extra de cómo llevaría aquello de vuelta a Mónaco. Y aunque esperaba que la persona que le mandara un detalle así de analizado fuera alguien importante en su vida, no esperaba realmente ver aquel nombre en la tarjeta.
"Un pequeño detalle que sé que valoraras más que un ramo de flores.Felicidades por ser el nuevo campeón. Te lo mereces. Estoy orgulloso de ti, como siempre. Lograste un resultado tan maravilloso como tú.
PD: Gracias por haberte quedado durante la carrera corta del sábado y estar en el área hasta que me dieron mi trofeo.
O.P."
Max solo pudo sonreír mientras guardaba el mensaje y tomaba la caja una vez más para descubrir cómo podría llevarse todo aquello de vuelta a su hogar. Probablemente tendría que llamar a Christian para que lo ayudase a empacar todo sin que su padre lo notara. Pero aún tenía un par de horas para pensar qué haría con ello.
Hasta entonces seguiría disfrutando del calor que se había alojado en su pecho al saber que su hermano le había mandado tal detalle sabiendo que sería mejor que cualquier otra cosa que la gente pudiera darle en aquel momento.
Oscar era sin duda el mejor hermano del mundo y una parte de Max, la que no tenía miedo de su padre, deseaba que su carrera despegara pronto para que ambos pudieran competir en la misma categoría. Pero otra parte de él deseaba que nunca estuviera en un equipo, para poder mantenerlo a salvo de su padre.
Sin embargo, parecía que Dios nunca escuchaba las suplicas que hacía el mayor de los hijos Verstappen.
----------------------------
-Si tu compañero te pasa en esta carrera, o si tú renuncias a tu posición. Me encargaré de que el hijo de Nicole no corra jamás con ningún equipo.
-Él ya tiene un contrato. No puedes quitarle eso.
-No, pero un accidente podría ocurrir en cualquier momento.
Y Max haría cualquier cosa, incluso renunciar a Red Bull, con tal de mantener al menor a salvo del hombre que les dio vida a ambos.
Incluso renunciar al corazón del hombre que amaba.
----------------------------
¡Hola!
Vengo con actualización doble, porque quería narrar el mismo año para los chicos desde diferentes puntos de vista. Se me hizo curioso que fuera durante el mismo año el que Max y Oscar marcaran la historia del deporte a su manera, así que decidí que tenía que narrar ambos en paralelo.
Espero les gustara el capítulo y nos leemos en el futuro.
Consejos, quejas, peticiones, todo puede ser dejado aquí.
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro