Max Emilian Verstappen, 24 años de edad, con un campeonato del mundo recién obtenido y un contrato a largo plazo junto a la escudería del momento, Red Bull. Hijo de Johannes "Jos" Franciscus Verstappen, antiguo piloto de la Formula Uno, y Sophie-Marie Kumpen, una gran piloto de karting que pudo haber llegado a la categoría reina de haber seguido con su carrera. Su familia incluye a una hermana menor del mismo matrimonio y tres medios hermanos de las otras dos relaciones de Jos.

El joven Verstappen es el piloto más joven en entrar a la Formula Uno, de los más jóvenes en ganar una carrera y muchos expertos lo llaman el líder del futuro de los pilotos en el deporte. Con dos "tercer lugar" en el campeonato de pilotos, se espera que este año sea uno donde esta promesa del deporte pueda ganar un subcampeonato.

Oscar subió su mirada de la revista que tenía en sus manos para observar su entorno mientras trataba de calmarse. Alrededor podía ver a los chicos de Prema quienes estaban realmente ilusionados con la nueva temporada de la Formula Dos y querían darlo todo para ser los campeones por segundo año consecutivo. Todos ellos esperaban que él y Robert los guiaran a ese triunfo.

El joven piloto se mantenía en silencio mientras se levantaba de su antiguo lugar y caminaba hacia unos escritorios que el equipo técnico había colocado para la revisión de datos previo a la primera carrera para poder acomodarse y dormir un poco en medio de ellos. Era un lugar raro para dejar sus cosas y descansar, pero Oscar había aprendido cuando era muy joven a no esperar lujosos lugares para una siesta.

Las noches en las que tuvo suerte su padre lo había dejado dormir en el asiento trasero del auto o en el maletero, junto a otro pequeño cuerpo. Las noches donde no era tan suertudo, su hermano y él la pasaban bastante difícil tratando de descansar en medio de las calles. Sin comida, agua o dinero para poder sobrevivir un día más.

Unos gritos lo despertaron de golpe un par de horas después. Podía escuchar a los otros pilotos de Prema y de otros equipos emocionarse mientras hablaban de los pilotos de Formula Uno que pasaban por el área para saludar. Sin embargo, Oscar no se levantó ni salió corriendo para encontrarse con nadie, siguió en su lugar, en completo silencio.

Aún no era el momento, aun no podían verse, las cosas aun no estaban listas. Oscar todavía no tenía un asiento en Formula Uno y no había hecho historia todavía. Todavía no era tiempo de llegar ante su hermano y hacer de su reencuentro una ocasión inolvidable.

Aun no podía enfrentarse a su padre y silenciarlo, demostrándole que no tenía que haber hecho de sus infancias un infierno para que Max y él fueran los mejores del mundo. Solo tenía que haberles dado las oportunidades, ayudarlos a abrir las puertas por sus propios méritos. No era necesario destruirlos y reconstruirlos a su gusto para que ellos pudieran ser alguien en la industria.

-Oscar, ¿Listo para iniciar?

Los ojos chocolate se enfocaron en la presencia de su manager y mentor. Mark estaba ahí, viéndolo fijamente y con calma. El hombre sabía mejor que nadie que estaba pasado por la cabeza de su pequeña estrella y necesitaba sacarlo de ahí antes de que se cometiera un crimen. En el futuro, cuando la fama fuera suficiente para conseguir lo necesario, el australiano mayor lo ayudaría con lo que quisiera hacer. Pero, hasta entonces, ambos sabían que el piloto debía calmarse.

-Sí. Comencemos esta temporada con el pie derecho.

Aún no podía ver a su hermano y a Jos. Pero lo haría. Oscar se convertiría en un recordatorio constante para el monstruo bajo la cama de su hermano mayor. Lo obligaría a notar sus errores y le haría pedazos en el proceso.

Porque Oscar era paciente y calmado. Pero, sobre todo, era rencoroso. Y no había nadie que guardara más rencor por alguien que un hijo olvidado e ignorado por su violento y maltratador procreador.

Y él tenía el tiempo de su lado. Haría hasta lo imposible para asegurarse de que Jos Verstappen lo viera como un recordatorio de la basura que era. Un recordatorio de que no siempre sería el ganador y que sus demonios regresarían a cazarlo tarde o temprano. El australiano sería su juez y su verdugo.

La revista que el joven había estado leyendo, con la anotación "Ella no es su madre y Victoria es otra media hermana. Ella no será jamás como yo." era una clara muestra de los sentimientos del menor por su progenitor y la cantidad de mentiras que él decía sobre su familia.

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Los gritos que hubo durante la noche eran algo sin igual para Oscar. Esta era la primera vez que veía una final de Formula Uno desde un lugar privilegiado y no desde la televisión o la página oficial de la FIA. No, esta vez estaba ahí, parado en un punto específico mientras veía a Hamilton ser rebasado en la última vuelta luego de la controversial decisión que se había tomado con respecto al vehículo de seguridad.

Oscar podía escuchar a varios pilotos de Formula Dos quejándose detrás suya, maldiciendo sin parar el nombre del neerlandés que acababa de cruzar la meta coronándose a sí mismo como el campeón del mundo. El menor sabía que la mayor parte de sus compañeros de categoría apoyaban al anterior campeón, y por lo tanto maldecirían el apellido Verstappen por los años venideros. Así que mucho enojo contra ellos no pudo tener, habría reaccionado igual si su león hubiera perdido durante la carrera.

Aun así, no pudo calmar su enojo hasta que su teléfono comenzó a sonar y lo sacó de sus pensamientos llenos de quejas y furia. El actual campeón de la Formula Dos ni siquiera dudó en contestar la llamada entrante mientras sus ojos seguían puestos en el joven que estaba llorando debido a su victoria.

-Logan

-¡Felicidades! ¡Es increíble todo lo que ha pasado este fin de semana!

El joven de cabellos castaños sonrió mientras se alejaba del resto de pilotos y miembros de la Formula Dos. No muchos entenderían el motivo de su distancia, pero sabía que debía hacerlo antes de que su mejor amigo pusiera en riesgo su existencia actual. Logan era muchas cosas, pero ser discreto con los secretos de Oscar no era uno de sus fuertes.

-¿Eso crees?

-El dúo de hermanos ganó el campeonato en sus respectivas categorías, en el mismo país, con la misma emoción, durante el mismo año. ¿¡Por qué creerías lo contrario!? Max y Oscar Verstappen acaban de demostrarle al mundo que la victoria está en sus venas.

El australiano sintió un escalofrío recorrer su cuerpo en cuanto escuchó el apellido de aquel sujeto y de su hermano justo después de su nombre. Habían pasado demasiados años desde que alguien lo llamó de aquella manera, así que ahora era demasiado extraño el pensar en sí mismo como parte de aquel árbol genealógico.

-Logan...

-¡Perdón! Olvidé ese detalle. Pero dime... ¿Está todo listo?

¿Lo estaba? No, por supuesto que no. Su plan para poder confrontar a su progenitor y reencontrarse con su hermano aún estaba muy lejos de ser la realidad que Oscar quería presentarles. Pero aún tenían tiempo para lograrlo.

-Estamos en eso.

-Significa que todavía hay tiempo para que termine mi temporada en Formula Dos, ¿Correcto?

-Tienes este año.

-¡No inicies con el plan hasta que yo esté contigo! No podré disfrutar del drama correctamente si estoy en otra categoría.

El de ojos color chocolate solo pudo reír mientras terminaba la llamada y observaba desde su nueva posición a su hermano en el podio que tanto tiempo había estado persiguiendo. Los ojos del mayor brillaban con ilusiones y sueños cumplidos, mostrando lo feliz que estaba con el resultado obtenido.

"Te lo mereces, León. Te mereces todo lo bueno que te ocurra."

El joven campeón de la categoría menor se fue del lugar en silencio mientras pensaba en el regalo que podría enviarle al actual campeón de la categoría superior para felicitarlo. No importa que aún no se hayan reunido, esta celebración merecía toda su atención e interés. Era para su hermano después de todo.

Más tarde planearía la desaparición de Jos de una vez por todas.

Tenía un año para comenzar con ello.

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¡Hola a todos!

Primer capítulo completado. Veamos cuanto tardo en narrar todo lo que quiero narrar en la historia.

Consejos, quejas, peticiones, todo puede ser dejado aquí.

¡Nos leemos pronto!