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cap 2: König

Sentía estar flotando mientras se alejaba de la luz, teniendo de compañia restos de materia, muebles, tablas, juguetes, etc...
Lo único en que pensaba era en su familia, en las últimas palabras de su madre, en que si le pasará lo mismo si llega a tener una familia antes de oir la voz de un hombre, de voz gruesa pero dulce llamándola...

Cerecita...

Pequeña...

Esa voz retumba en su mente antes de despertar bruscamente sudando frío, con la garganta seca y la ropa húmeda de sudor. Solo suspira ante eso y se levanta, aunque sus compañeros aún estuvieran dormidos decidió ir a "relajarse" en las duchas las cuales estaban frías por el clima, es como le gusta comenzar las mañanas para despertarse. Al estar allí se quitó la ropa dejando ver su cuerpo, abdomen plano, senos algo pequeños al igual que sus caderas. Solo se dispuso a mojarse y lavarse, el agua era más fría que la de su hogar; no de quejaba y lo disfrutaba. Comenzó sentir la presencia de alguien, así que tomó su toalla y cerró la regadera para posteriormente ponerse la ropa lo más rápido posible. Hasta por esa voz fría y sería atrás suyo:

—¿que haces levantada a esta hora? —pregunta el de máscara de calavera, no tenía camisa asi que podía apreciar su cuerpo formado y atractivo.

Shoko al ver el cuerpo del hombre solo traga saliva y desvía la mirada para evitar la del mayor:

— «Hola de nuevo...» —Piensa al verlo—No es nada... —aclara Shoko mientras dejaba su ropa en una canasta—

Por lo que parecía, él era alguien  de apodo Ghost, daba escalofríos de solo pensar en ser su victima. Aunque ella no lo demostrara, sentía cierto temor hacia él por lo grande y atemorizante que era. Tal vez por que ellos dos sabían lo que había sucedido tiempo antes de que ella entrara y ascendiera...

(...)

El desayuno había llegado. Como era de esperarse Shoko se mantenía alejada de su "grupo" aunque al hacerlo llamó la atención de alguien, quien solo se sentó y bajo la tela que negaba la vista a su rostro comía la comida biscosa y blanda. Mirando de reojo a la asiática quien solo se dedicaba a ignorar su alrededor donde solo había charlas y risas que no estaba enterada de que se reían o no.

El de rostro escondido se sentó un poco más cerca, justamente frente a ella. Antes de que formulara una sílaba la joven Ashley interrumpió:

—Coco... —Abrazó a la de pecas por atrás, cosa que la tensó por aquel acto—

—O-oh... Solo eras tú... —Suspira aliviada— ¿Que ocurre?..

La morena solo se posicionó frente a su lado. Antes de haber notado al más grande:

—Hola König... —Saluda con una leve sonrisa simpática—

El hombre frente a ellas de dicho nombre, König, solo bajó la mirada. Levantando la tela negra para comer sin revelar su boca, algo nervioso solo saludó con su gran mano enguantada. Así que Ash solo se dispuso a ver a su nueva "amiga":

—Él es König, otro soldado... —Suelta presentando al Alemán—

Shoko solo se voltea a verlo.

—Hola, soy Shoko... —estrecha su mano—

El mayor solo estrechó su mano y le dió un leve apretón, ya que a diferencia de él, la mano de Shoko era sumamente pequeña y suave:

—Es... Un gusto... —Suelta suavemente antes de soltar la mano y seguir con la comida—

(...)

3 años antes que Shoko entrara a las fuerzas especiales. Ella caminaba con su tío por las calles de la ciudad estando de compras, tras chocar levemente con alguien revisó su mochila. Antes de percatarse que faltaba su billetera y observó en dirección a donde corrió el hombre:

—¡Ey! —Llama antes de impulsarse a correr tras el ladrón—

—¡Shoko, espera! —Pide el tío Ben antes de perseguir a la en ese entonces adolescente—

Mientras la menor corría se encontraba dispuesta a recuperar el dinero que logró obtener trabajando en un estúpido y grasoso McDonald's. Donde soportó a niños malcriados e irrespetuosos junto a madres que no sabían educar a los mocosos, así que debía recuperar esos $70. Así que a la vez que corre salta sobre un vehículo el cual era una patrulla de las fuerzas especiales volviendo de una misión. Los 4 hombres adentro se percataron que el hombre le arrebató a la chica así que los siguieron con la patrulla.
Cuando Shoko dió un salto frente a una tienda de ropa se aventó sobre el ladron, enojada por el intento de robo:

—Este dinero es mío... —Toma su billetera con expresión seria— Maldito infeliz...

Cuando se percató de que el vehículo que saltó la persiguió levantó las manos por si acaso. Pero en vez de que la arrestaran lo hicieron con el hombre, el cual solo pedía que no lo llevasen:

—Eres rápida niña... —Dice un hombre de barba, castaño y con voz que podría decirse de vaquero— Soy Price ¿Como te llamas? —Pregunta curioso y educado—

—Shoko... —Contesta sin nada más—

Price solo buscó algo en su bolsillo y se lo entregó a la menor una pequeña tarjeta con el número de él y de un lugar, agachandose levemente para quedar a su estatura.

—En un campamento están haciendo entrenamiento militar, tu serías la mejor a juzgar de tu tamaño... —Entona él dándole suaves palmaditas en la cabeza de la chica—

Shoko piensa; pareciendo llamarle la atención. Pues era un modo de defender aos más débiles del país o del mundo así que toma la tarjeta y se lo guarda para más tarde:

—Gracias, señor... —Dice seria sin nada más antes de percatarse de su tío—

—¡Shoko! Dios, corres muy rápido... —Dice Ben con cansancio y tratando de controlar su respiración—

Antes de que el tío Ben y el señor Price se pusieran a hablar del campamento se volteó a ver, percatándose de un hombre con máscara de calavera mirándola atentamente. Tal vez por su Heterocromia o por que sí, pero por alguna razón, se le hacía algo atractivo su mirada penetrante...

(...)

Estaba entrenado con sus compañeros. Pues no estarían haciendo nada todo el día ¿verdad? Pues obviamente no carajo, mientras ella hacia piernas otros como Soap, Gaz o Ash haciendo abdominales, lagartijas o pesas. Aunque Ghost al igual que ellos hacia pesas, sin percatarse de la mirada de reojo que le daba Shoko, pues la camiseta sin mangas, capucha y que revelaba un poco de sus pectorales la solía distraer. Dios Santo, seguramente tenía a mil mujeres tras su trasero, se veía mejor de lo que recordaba.
Mientras hacia su ejercicio oyó una familiar voz atrás suyo, acercándose como si nada cuando estaba por tomar una de las pequeñas pesas:

—Cuanto tiempo, señorita Shoko... —Dice con una sonrisa Price— ¿18 ya?..

Al verlo sonrió levemente.

—Capitán Price... —Suelta antes de que inesperadamente recibir un abrazo del mayor, con un brazo sobre sus hombros—Ha pasado tiempo, señor...

—Lo se, si no me equivoco unos 2 o 3 años, felicidades por el puesto... —Se separa y le revuelve el cabello—

Mientras ellos hablaban eran observados por alguien, el cual no se lograba ver su rostro por su máscara con diseño de calavera. Las paredes eran testigo del recurso que Ghost tenía de ella unos meses antes de llegar aquí...

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