Inspirado en: Graciator.
-¡Es hora de terminar con la maldad!- exclamó cierta azabache, capturando así el Akuma que tantos problemas había causado esa noche. -Te tengo.- sonrió. -Adiós mariposita.- murmuró, para luego mirar totalmente apenada al hombre que se encontraba junto a su compañero, sintiéndose una tonta al haber hablado sin pensar y herir, no sólo los sentimientos de él, sino los del héroe, quién no había hecho más que intentar tener un detalle con ella.
Ese día se había equivocado bastante.
-¡Miraculous Ladybug!- exclamó, lanzando al aire el casco que le había ayudado con su misión, reparando todo daño causado por el Graciador.
Tras soltar un pequeño suspiró de alivio, se acercó al rubio, quien le regalo la mejor de sus sonrisas.
-¡Ganamos!- hablaron al unísono, chocando ambos puños en señal de victoria.
No había duda de que eran un equipo imparable.
-¡Qué encantador!- interrumpió el heladero, abrazando con emoción a ambos héroes. -¡Me salvó una pareja de súper enamorados!
Ante esas palabras la de ojos azules simplemente lo miró con sorpresa, prefiriendo no contradecir nuevamente al hombre.
Una vez lo hizo y las cosas no salieron tan bien.
-Él lo dijo.- murmuró con gracia el de traje negro, llamando así la atención de su líder, la cual sonrió ante sus palabras.
No tenía caso seguir peleando por lo mismo.
-Será mejor que lo llevemos a su hogar, André, díganos dónde y nosotros...
-¡No se preocupen!- respondió. -No es muy lejos de aquí, además, ustedes ya hicieron mucho por mi, es justo que vayan a disfrutar lo que resta de esta noche tan especial.- guiño un ojo en su dirección para posteriormente despedirse y agradecerles nuevamente antes de marcharse, no dejando que alguno lo acompañara hasta su morada.
Una pequeña risa brotó de los labios del joven, quien se alzó de hombros para luego mirar a su amiga.
-Bueno, lo mejor será que nos vayamos Bugaboo, en cualquier momento el tiempo se nos puede acabar y...
-A-Antes de irnos...- murmuró con nerviosismo. -Si no te molesta, me gustaría ir contigo al lugar donde... Ya sabes.- pidió, esquivando en todo momento su mirada.
«Si me dice que no, está en todo su derecho, después de todo yo fui quien no llegó a la cita...»
Por su parte, el rubio no dijo nada, desanimado a la azabache, quien soltó un suspiro resignado ante su falta de respuesta.
Sabía que eso podía pasar.
-Lo siento, yo...
-Sígueme.- interrumpió con una sonrisa, comenzando a alejarse impulsado por su bastón, dejando inmóvil a la de coletas.
Eso no lo vió venir.
-¡E-Espera!- exclamó para luego ir tras él, tratando de seguirle el paso.
Solo esperaba que entendiera lo que esa noche quería decirle.
No volvería a equivocarse.
Ya no.
Todo el trayecto ninguno dijo palabra alguna, cosa que ella agradeció, pues así tuvo el tiempo suficiente para pensar en las palabras que usaría para sincerarse con él y evitar cualquier mal entendido entre los dos.
Lo que menos quería era que algo así arruinará su relación amistosa.
-Llegamos.- anuncio el muchacho, cediéndole el paso a la heroína, quien, a pesar de ya haber visto todo como civil, no podía dejar de sorprenderse al admirar cada detalle del lugar.
De haber sabido lo que planeaba, y lo que pasaría con el modelo, desde un principio hubiese ido con él.
-Es hermoso, Chat Noir...- murmuró la de ojos azules a la vez que se acercaba al rubio.
Aún no era tarde para enmendar su error.
-¿Te alegra haber venido?- cuestionó él con una sonrisa, posando sus esmeraldas en su acompañante, la cual soltó un pequeño suspiró al escucharlo.
No quería herirlo.
-Sí, pero escucha...- pidió posando su mirada al frente para evitar acobardarse. -No quiero jugar con tus sentimientos, sería lo mismo que mentirte y no quiero hacer eso, eres más que un compañero, Chat Noir, eres mi amigo.- confesó, tomando el valor suficiente para verlo a la cara. -Y nunca quisiera mentirle a mi amigo...
Al escuchar sus palabras, el héroe la miró totalmente confundido, no entendiendo a donde quería llegar con todo lo que le decía.
-Pero... ¿Porqué hablas de mentirme?
La moteada no dijo nada, simplemente regresó la mirada al frente, no evitando apretar ambos puños, sintiéndose sumamente mal por lo que tenía que decirle.
Si no lo hacía quizá en un futuro sería más doloroso para él.
-Porque hay un chico que...
-¿Hay un chico?- interrumpió. -¿Quién es?- preguntó, tratando de no hacer notar cuanto le había afectado saber aquello.
En momentos así solo quedaba hacerse el fuerte.
-E-Es...- sin pensarlo, estaba por revelarle el nombre del joven que tanto amaba, pero, tras meditarlo unos segundos, prefirió no decir nada. -No puedo decirte quien es.- respondió dirigiendo nuevamente sus zafiros a los verdes de su compañero.. -No podemos saber nada el uno del otro; nuestra identidad es secreta, somos superhéroes, Chat Noir... No tenemos opción.
Silencio.
Todo lo que había entre los dos era un silencio totalmente incómodo para la azabache, quien sentía un nudo en la garganta al pensar que quizá sus palabras no habían sido las adecuadas.
«Tal vez debí omitir lo de Adrien...»
La de traje rojo estaba por disculparse, sin embargo, el rubio acabo por acercarse, cortando así la distancia que los separaba, quedando a escasos centímetros, provocando que los nervios comenzarán a apoderarse nuevamente de ella.
No sabía que decir.
Por otro lado, él simplemente sonrió, entregándole aquella rosa que sostenía desde que llegaron al lugar, siendo un detalle que ella aceptó sin reclamo alguno.
-Te entiendo Ladybug, tu amistad lo es todo para mi.- habló luego de un rato, animandose a darle un beso en la mejilla a la de coletas, quien seguía estática en su lugar. -Quédate con la rosa, combina con tu disfraz.- murmuró a la vez que le guiñaba un ojo y se alejaba dispuesto a marcharse al no recibir respuesta por parte de su líder.
Ella, sin embargo, estaba teniendo una lucha consigo misma, sintiendo su rostro arder y su corazón latir frenético gracias a las palabras del héroe.
Definitivamente esa conversación aún no podía terminar.
No así.
Rápidamente volteó, alcanzando a tomar el cinturón de su amigo antes de que se marchara, captando la atención del mismo.
-¿Pasa algo, My lad...?
-¿Porqué?- susurró la joven con la mirada en el suelo, sintiendo sus azules cristalizarse por cada palabra que decía. -Dime, ¿porqué a pesar de todo sigues luchando por mi?- cuestionó aún sin poder levantar el rostro. -¿Cual es la razón por la que, después de todo, sigues a mi lado?
El de ojos verdes no dijo nada, pues aquellas repentinas preguntas lo habían tomado por sorpresa, dejándolo inmóvil y sin saber cómo reaccionar, provocando que la azabache se desanimara ante el silencio en el que se encontraban.
Quizá debió dejarlo ir sin decir más.
-Lo siento, no debí...
Chat Noir no la dejó terminar de hablar, pues la tomó con delicadeza del mentón para así poder levantarle el rostro y verla directamente a los ojos.
-Ya te lo había dicho.- susurró. -Pero te lo vuelvo a repetir...- sonrió. -Siempre estaré a tu lado, porque sé que juntos lograremos superar los obstáculos que la vida nos ponga por delante.- respondió acariciando con ternura su sonrojada mejilla. -Esta es la razón por la cual quiero caminar junto a ti, y por la que también, sin duda alguna, sé que te amaré siempre, Ladybug.
Tras recibir aquella contestación, la mencionada no pudo evitar derramar las lágrimas que había tratado de contener, sintiendo una extraña opresión en el pecho al no poder articular ninguna palabra.
Definitivamente se había equivocado con él.
-My lady...- continuó a la vez que limpiaba con delicadeza las lágrimas que resbalaban por sus mejillas. -No tienes que sentirte forzada a corresponderme, entiendo perfectamente y no pienso obligarte a nada que tu no quieras.- aclaró. -Bugaboo, no llores por favor, una sonrisa quedaría mejor en tus labios... Disculpa sin dije algo fuera de...
La heroína negó, cortando la distancia entre ambos para así abrazarse al torso del varón, quien ante esa acción enmudeció, no evitando corresponder gustoso aquel inesperado gesto.
-Disculpame tú a mi.- susurró. -Yo jamás te tomé enserio, pensaba que simplemente todo lo que hacías o decías era un juego, algo típico de Chat Noir.- confesó. -Pero ahora se que te juzgue sin ver más allá tus verdaderas intenciones, yo...- murmuró con un ligero temblor en la voz. -Soy una tonta.
El rubio sonrió levemente, depositando un casto beso en la frente de la menor.
-En primer lugar, fue mi culpa, ya que jamás aclaré que lo que sentía era real.- suspiró. -En segundo lugar, ambos cometimos errores, pero todo está bien, My lady, nosotros estamos bien.
Sus palabras lograron llenar de tranquilidad a la de coletas, quién seguía sin poder creer que ambos finalmente estuvieran teniendo esa conversación justo a escasos minutos de volver a ser civiles.
Pero ella tampoco podía esperar más, necesitaba saber la razón por la cual el héroe, a pesar de todo, seguía a su lado, y el motivo por el cual tantas dudas la agobiaban cada que estaba con él.
Porque quizá, solo quizá, después del modelo, Chat Noir era el único que lograba ponerla nerviosa, aunque no lo demostrara.
-En verdad, lamento no poder corresponder a tus sentimientos, yo...- suspiró. -No tuve la oportunidad de elegir a quien amar.
El muchacho se alzó de hombros, posando sus esmeraldas en los zafiros de su compañera.
Le dolía, pero era mejor dejar todo así.
-Si la persona que amo es feliz, no tendré nada que temer o lamentar.- sonrió. -Así que mientas sigas brillando como la estrella que eres, yo podré estar tranquilo, ladybug.
Ella estaba por hablar, sin embargo, un pequeño sonido proveniente de sus aretes, y el anillo de su amigo, cortó sus palabras, alarmandola al quedar sólo un minuto antes de volver a transformarse.
En esos momentos deseaba detener el tiempo.
-Supongo que ha llegado el momento de irnos.- murmuró el de traje negro, llamando la atención de su líder. -Pero antes, me gustaría decir que tú, en tan poco tiempo, te has convertido en una parte fundamental de mi vida, créeme.- confesó a la vez que se alejaba de la joven. -Y es por eso que, sea quien sea mi rival, no me voy a rendir tan fácil, Bugaboo.- guiño un ojo en su dirección para luego hacer una sutil reverencia y retirarse, dejando con la palabra en la boca a la azabache.
Debió esperar que diría algo así.
-Después de todo... No me hubiera gustado que te rindieras...- susurró con la mirada perdida en la dirección por dónde él se había marchado, no evitando sonreír gracias a las palabras antes dichas por el héroe.
Estaba claro que ambos tenían un futuro incierto, un futuro que aún no estaba escrito y que la ponía a pensar en que, tal vez, él podría no estar como le había prometido; pero también, existía la posibilidad de que cumpliera su promesa.
Solamente le daría tiempo al tiempo y quizá, ella acabe por descubrir la razón por la cual también compartía el mismo sentimiento.
La razón por la cual ella también estaba dispuesta a caminar a su lado sin importar que.
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¡Hey!
¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayéndoles un nuevo One-Shot, está vez basado en una hermosa canción de Twice, titulada "The reason why" :3
De todo corazón espero que haya sido de su agrado :'3 ya saben que cualquier cosita pueden dejarla en los comentarios, yo encantada de leerlos uwu/
Y bueno... Cabe destacar que esta historia fue escrita especialmente para el concurso de -JAZVAL-, "Fix Miraculous Awards" ^^ Donde, como seguramente notaron, debía cambiar el final de un capítulo, por lo cual elegí cambiar el final de Glaciator :D
Ahora sí, sin más que decir, yo me retiro ;3 Nos leemos en otra realidad virtual ^^
Bais~♡
Número de palabras: 1905
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