Jisoo sonrió a la mesera cuando esta dejó un par de cafés en su mesa, escuchó un "gracias" por parte de Sooyoung antes que la chica se retirará totalmente sonrojada debido a un guiñó coqueto que Jisoo le había dado.
—Siendo sincera, jamás imaginé que una de las chicas más inteligentes de la escuela estuviera en un bar a estas horas. – dijo Joy, dando un trago a su café. Jisoo se encogió de hombros. — ¿Cómo estás? La último que supe de ti fue que te habías casado, ¿fue cierto?
Inevitablemente, Jisoo se tensó y comenzó a enojarse, sin embargo, tuvo que morderse la lengua para evitar decir algo malo.
—Oh, sí. – afirmó, dando un sorbo a su café. — No funcionó, así que lo mejor fue divorciarnos. – apretó los puños con fuerza en cuanto dejó la taza en la mesa. — La verdad es que... me fue infiel con quien menos me lo esperaba, así que el divorcio fue lo mejor que pude hacer.
Joy ladeo la cabeza, dando una pequeña sonrisa llena de empatía. — Uy, no me lo esperaba, ¿quién sería capaz de serle infiel a alguien como Kim Jisoo?
La menor soltó una risita. La imagen de Jennie y Chaeyoung besándose en el ascensor inundó su mente.
—Si supieras... – fue lo único que dijo, evadiendo la mirada de Joy. Se aclaró la garganta y dio una pequeña sonrisa falsa. — Suficiente de mí, ¿cómo te va a ti? – la pequeña sonrisa que estaba en el rostro de la menor desapareció por completo, Jisoo frunció el ceño. — Lo siento, no quise-
—No pasa nada. – respondió Joy de forma rápida. — La verdad es que últimamente no me habido tan bien. Mi mamá enfermó y mi papá está en silla de ruedas así que tuve que dejar la universidad y comenzar a buscar trabajo, había conseguido uno pero me despidieron cuando me negué que acostarme con el abusivo de mi jefe. – Quise denunciarlo, pero para eso necesito el dinero que claramente no tengo, y que si tuviera, sería para pagar los gastos de la casa y las medicinas de mi mamá. – soltó un suspiro. — Y realmente no esperé encontrarme contigo luego de 10 años, así que hablar de esto con alguien es liberador.
Jisoo hizo una línea fina con los labios.
—A veces... – comenzó a decir, ladeando la cabeza. — La vida es una real mierda con la gente que no lo merece.
Joy asintió, sus mejillas enrojeciendo de un momento a otro.
—Puedo... – comenzó, sonriendo apenada. — Bueno, han pasado 10 años, pero... ¿sabes algo de Jennie?
Jisoo se ahogó un poco con el sorbo de café, sin embargo, se recuperó rápidamente. Joy le tendió una servilleta.
—Bueno... – comenzó, ignorando el creciente enojo en su interior. — Regresó de Londres hace unos 5 o 6 meses y abrió su veterinaria hace un par, así que... – una idea apareció en su mente, por lo que agachó la cabeza y sonrió con malicia durante algunos segundos antes de borrarla y volver a levantar la cabeza. — ¿Necesitas trabajo, cierto?
Joy abrió los ojos, sorprendida por la repentina pregunta. Asintió.
—Por lo que sé, Jennie tiene problemas para organizar las citas de sus pacientes y los dueños de estos, así que una secretaria le vendría bien. – dijo, dando una sonrisa ladina. — Preguntarle no vendría mal.
—¿¡En serio!? – preguntó la menor, emocionada. Jisoo asintio. — Dios, Jisoo, ¿cómo puedo pagarte?
Jisoo apretó los puños con fuerza durante algunos segundos.
—No te preocupes, Jennie estará feliz de verte luego de tanto tiempo.
La mañana siguiente, Jisoo se levantó a primera hora y comenzó a preparar un desayuno especial. Estaba de buen humor. Incluso había hecho una limpieza profunda en todo el apartamento, por lo que ahora todo estaba ordenado y en su lugar.
Tenía la mente ocupada y eso era lo importante.
La noche anterior había quedado con Joy en una cafetería para luego llevarla a la veterinaria de Jennie. Para ella, sería increíblemente bueno el que su ex-mejor amiga aceptara darle trabajo a Joy, no solo para la menor, sino también para ella.
Pero Joy no necesitaba saber eso.
En cuanto terminó el desayuno, salió que comprar un ramo de lirios y una carta, donde escribió un extenso texto de disculpar por su comportamiento a Lisa.
Solo esperaba que la tailandesa la disculpara.
En cuanto tuvo todo listo, tomó las cosas y salió de su apartamento, llegando al puso de la menor en menos de un minuto. En cuanto llegó a su puerta, soltó un pesado suspiro y levantó la mano izquierda, tocando la puerta con los nudillos.
—Voy. – se escuchó desde dentro, por lo que simplemente agachó la cabeza mirando al suelo y esperó pacientemente. La puerta se abrió, dejando ver a una chica de cabello negro y largo a la cual Jisoo nunca había visto en su vida. — ¿Hola?
Jisoo frunció el ceño, apretando con fuerza el ramo de lirios en su mano izquierda. Miró de arriba a abajo a la pelinegra, notando que ella también hacía lo mismo.
—¿Minnie? ¿Quién es? – Jisoo volvió a levantar la vista y miró por sobre el hombro de la pelinegra, notando la presencia de Lisa detrás de la chica. — Jisoo...
—Hola, Lisa. – dijo la mayor, volviendo a mirar a los ojos de la chica frente suyo, quien también la miraba de una forma extraña.
La tensión era totalmente palpable en el aire y Lisa estaba comenzando a sentirse nerviosa por la mirada que Jisoo y su amiga se compartían.
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