🪻┆Si, el es mi esposo
- No, definitivamente no -negué rotundamente. Jungkook creía que podía seguir arruinando mi vida aún en esta oportunidad para viajar.
- Bueno querido, es tu esposo. No te ha pedido permiso.
- ¡Ey! ¿Estás de mi lado o el de él?
Soltando una risa escandalosa, Hoseok, el barman coqueto que conocí la noche que me emborraché para darme el valor de ir a reunirme con Jungkook, se pasó la mano por sus cabellos rojizos.
Luego de anoche en la que Jungkook descubrió lo de la invitación, salí muy temprano para evitar cruzarmelo en el desayuno. En parte ni lo necesitaba, tenía los deliciosos bocadillos de la señora choi.
Pero mi mayor sorpresa llegó, mientras disfrutaba de mi café. Incapaz de pasar desapercibido, entró un rostro bastante conocido para mí.
- ¡No-puede-ser! -dijo él sin poder creer que yo estuviera ahí- .Eres el muchacho de corazón roto -me señaló, pero yo rápidamente le hice un gesto para que guardara silencio.
En fin, él se acercó a tomar desayuno conmigo, hablamos y nos conocimos mejor. Resultaba ser un tipo bastante agradable.
Así hasta que le conté de los problemas con mi "esposo"
- Ay querido, del tuyo, por supuesto -respondió, llevándose un pedazo de hot cake a la boca-. Mmm-saboreó-. Esto está delicioso ¿No quieres probar?
- Hoseok, necesito tu consejo -le pedí colocando mis manos sobre la de él.
- ¿Tomándome la mano en la primera cita? -levantó una ceja conteniendo la risa.
- Ay, no te hagas el gracioso. Tu puedes darme un consejo de como ahuyentarlo.
- Es verdad, precioso, pero ya sabes de mis preferencias, de modo que soy el menos indicado para darte ese tipo de consejos.
Pensé en tal vez preguntarle a Taehyung, aunque con el trabajo de ambos, no coincidiamos seguido, y lo que menos tenía ahora, es tiempo.
- Pero querido ¿Tanto te desagrada tu esposo?
- ¡Lo detesto! -dije cruzandome de brazos.
- Pues a mi se me hace que ese "detesto" va muy lejos de la realidad.
- ¿A qué te refieres?
- Vamos Jimin, la noche que nos conocimos te dije que he visto muchas expresiones de desamor en cuantas personas he atendido, y por lo que dices, intuyo que a ti aún te gusta tu marido ¿O me equivoco?
Tomando un color rojizo, mis mejillas ardieron avergonzadas.
- E-estás en un error.
- Por supuesto y yo soy caperucita roja.
- ¡Lo digo en serio! Solo estoy esperando que llegue la fecha de nuestro divorcio, solo así seré inmensamente feliz -aclaré cualquier malentendido-. Él sólo tiene ojos para su querido Jihoon, y yo no seré la segunda opción de nadie.
- De acuerdo, puede que él haya estado con el pu... ¿Sí le puedo decir puto, verdad?
- Llámall como te parezca más cómodo.
- Bien ¡El hijo de puta!
- ¡Hoseok! -estiré mis manos para callarlo.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? Tú dijiste que la llame como mejor me parezca, y creo que ese apelativo le queda perfecto ¿No crees? -me guiño el ojo.
Mordí mis labios evitando reír, pues la señora Choi es una mujer muy educada a la que no le gustaba esas actitudes.
- Supongo que sí -reí casi desinflandome como un globo. Hablar con Hoseok es increíblemente cómodo.
- Bueno, volviendo al tema. Me contaste que el hijo del melodrama se fue sin dar mayor explicación.
- Es lo que creo.
- Voy entendiendo, entonces ¿Has visto a tu esposo pensativo o sufriendo por el melodramático esa?
- De hecho solo ha estado de insoportable conmigo. Aunque... también estuvo aquella vez que me salvó de un ladrón.
- Cada vez lo tengo más claro, una última pregunta ¿Lo has encontrado o escuchado hablar por celular con el desaparecido?
- No -respondí bajando la mirada con confusión- ¿A dónde quieres llegar con esto?
- Es fácil querido. Lo que ha pasado es que ese hombre se ha dado cuenta de la carne de lujo que tiene al lado.
- ¿Qué?
- ¡Qué está loco por ti, muñeco! Así que yo en tu posición no lo apartaría, en lugar de eso, busca la mejor manera de vengarte de él.
- ¿Vengarme?
- Seducelo -fue directo al grano.
¡Seducir a Jungkook! ¿Qué clase de disparate estaba diciendo Hoseok?
- Dime ¿Ya has llevado esto al siguiente nivel? Dicho de otro modo, has intimado con tu esposo.
Si le decía que esa noche que nos conocimos, fue en la que perdí mi virginidad con Jungkook, armaría un gran escándalo.
- Por tu expresión la respuesta es afirmativa. Y por lo rojo de tus mejillas pienso que te gustó.
- ¡Bien! No lo niego, me gustó -confesé con todo mi rostro enrojecido-. Pero eso no puede volver a pasar.
- Ya sé ¿Tienes una foto? -me preguntó.
- Eh... solo una, pero no pienses nada extraño -busqué la foto en mi celular y se la mostré.
- ¡No! ¿¡Tú marido es Jeon Jungkook!?
- ¡Shhh! baja la voz -le pedí.
- Precioso, pero si yo en tu lugar lo esperaría con las piernas abiertas en la cama con un cartel de "Sírvete"
- ¡Jamás haría eso! -respondí escandalizado- ¿Y para que querías las foto?
- Bueno, pensaba en llevarlo a una de esas personas que hacen trabajos espirituales.
- ¡No! -negué guardando el celular en mi bolso.
- Muñeco, pero vas a dejar que ese hombre melodramático se quede con semejante hombre, porque si no lo quieres yo puedo tomar tu lugar.
- Él me hizo mucho daño en el pasado, y que ahora me llame su esposo o según tu haya abierto los ojos después de que ese lo haya dejado tirado como un perro, no cambia nada ¿Crees que si el volviera, me elegiría? No lo creo.
- Eso no lo sabes, puede que no te lo haya dicho en palabras, pero si en actos.
- ¿Te refieres a sus ataques violentos?
- Yo más bien diría que son celos, querido.
- ¡Celos! Eso sí que es imposible -afirmé probando el último trozo de mi tiramisú.
- Dices que se ponía furioso, especialmente cuando te veía cerca al tal Taehyung, eso explica muchas cosas.
- Bien, y si así fuera el caso. Eso no significa que iré a lanzarme a sus brazos y perdonar seis años de abandono, por solo un mes de compañía.
- Buen punto -respondió, probando otro sorbo de su café.
- He sido muy pasivo durante mucho tiempo. Para empezar, con mi madre; a esa mujer nunca le interesé en lo más mínimo, solo veía en mí a su cajita de oro, pero se acabó. Al fin tengo los papeles de lo que debió ser mío, y por supuesto ya veremos como se la arregla ella y su familia el próximo mes, cuando no llegué el cheque que esperan.
- Uy, esa actitud me gusta, así malo, duro. Ay Precioso, hasta yo cambiaría mis gustos por ti.
- Ja, ja, ja. Me has dado un gran día, Hoseok.
- Bueno, espero que de ahora en adelante me consideres tu amigo, ya te di mi número, así que, no dudes en llamarme para lo que necesites.
- Seguro que lo haré. Y ahora disculpa, pero ya debo irme al trabajo.
- Por supuesto, muñeco, pero -se detuvo mirándome directamente a los ojos -. No desaproveches esta oportunidad en la que estarán los dos solos. Haz que muera por tu piel, que le corra el deseo por tocarte. Si ya probó una vez, él querrá más. Hazlo suplicar, que se dé cuenta que tu eres mejor que ese melodramático.
- Supongo que puedo tomar tu consejo -le guiñé el ojo con malicia.
Ver sufrir a Jungkook, no estaría mal. Aunque de seducción no supiera nada, no estaba muy seguro, pero consideraría el consejo de Hoseok.
- ¡Eso! Soy tu fan, hermoso.
- Te veo pronto.
- Buen viaje, y recuerda usar protección -dijo eso último cubriendo su boca, causando que la vergüenza me cubriera por todo el cuerpo.
- Hoseok está loco -dije para mi, mientras acomodaba mi ropa en las maletas.
Estaba a solo unas horas de abordar el avión, y el pensamiento de que yo pudiera seducir a Jungkook no entraba a mi cabeza. Somos esposos, pero no una pareja.
De pronto, mi celular vibró, y tomé la llamada después de ver el número.
- Taehyung.
- Esto es el colmo -parecía molesto.
- ¿Pasa algo?
- ¿Cómo es posible que te vayas de viaje sin habérmelo contado?
- Ay... Bueno...
- Muy bien, ya veo que poco a poco te olvidas de mí.
- No Taehyung, yo no...
- Sí no fuera porque me encontré a tu cuñada no estaría enterado.
Me sentí mal de no haberle dicho a mi mejor amigo sobre mi viaje, él es mi mejor confidente y el más tierno para darme ánimos cuando lo necesito.
- Escucha, prometo compensarlo. Cuando regrese del viaje, vayamos a divertirnos a un lugar alocado. Tú elije.
- Mmm -él lo estaba pensando- ¿Cualquier lugar?
- Por supuesto.
- Hecho, pero tráeme un recuerdo, no he tenido la oportunidad de conocer España.
- Para mi mejor amigo lo que sea.
Terminé de empacar lo esencial para este viaje. Ya todo estaba listo.
Con el problema de las deudas de la fábrica, dejé al abogado a cargo. Solo esperaba que aceptarán fraccionar la deuda hasta llegar al año de mi matrimonio.
- Por fin tomo las riendas de mi vida -suspiré satisfecho con mis decisiones.
---
Con un decorado increíblemente lujoso por dentro, el avión de la familia Jeon, se llevaba de encuentro en ser el más sofisticado y moderno que otras compañías famosas. No era por presumir, pero nadie estaba ni cerca de igualarnos.
Con Jimin tomando su lugar, listos para partir, miré la hora en mi reloj. En este instante el avión de Jihoon estaba aterrizando. Lo lamentaba por el, pero ya he tomado una decisión, y no pienso dar marcha atrás.
- No puedo dejar que siga manipulándome a su antojo -pensé-. Además... -giré la mirada encontrándome a ese joven dormido de cabellera rubia y sedosa, con mechones cubriendo sus jugosos y sensuales labios carmesí. Esa hombre que solo fue mío y de nadie más. Una noble criatura que lastimé. Aquella que se metía cada vez más a mis pensamientos, apartando a cualquier otro. Sí, el es mi esposo.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
🪷😶🌫️❤️🔥No se les olvide votar❤️🔥😶🌫️🪷
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro