🪻┆¿Qué haces aquí?
Tras haber pasado un día entre juegos y diversión en el parque, regresé con Bam a casa; el juguetón necesitaba urgentemente un baño, todo su pelaje estaba cubierto de lodo y tierra.
— Ja, ja, ja — reí a carcajadas mientras mi gran amigo saltaba salpicándome el agua qué utilizaba para bañarlo no te muevas tanto bam —le pedí, pero él era a veces tan terco como yo.
Luego de una tarea titánica en terminar de bañarlo y secarlo, lo dejé limpio y perfumado en mi habitación, miré la hora en mi celular y ya estaba cerca el momento en que Taehyung llegaría por mí. Acariciando las orejas de mi pequeño gran amigo, le pedí que se portara bien y qué me aseguraría de volver pronto. Aunque, estaba claro que sí iba a divertirme llegaría un poco tarde.
Mirándome en el espejo, revisé mi apariencia. Normalmente siempre usaba pantalones ajustados al salir, pero esta vez me decidí por un pantalón más ceñido que se ajustaba en los lugares donde tenía mayor proporción, mis zapatos negros me daban mayor alto, al menos sacaría un poco de ventaja esta vez, aunque al recordar que saldría con otro gigante que era Taehyung me decepcionaba. Al menos Hoseok era solo uno centímetros más alto que yo ¿Sería ese el motivo por el que la química fue rápida entre nosotros? Lo cierto es que él era más divertido que cualquier chico que antes hubiera conocido.
Terminé por colocarme algo de balsamo, mis pestañas rizadas y mi apariencia en general daba a notar que esta noche saldría a "matar"
— ¿Estás listo? —me llegó un mensaje que era el que esperaba para salir.
— Salgo en cinco minutos —respondí acomodando unos mechones de mi cabello—. Así es como debe ser —me dije asintiendo con firmeza.
Salí de mi habitación sintiendo que caminaba por una alfombra roja, casi hasta podía ver los flashes de las cámaras, así como en las pasarelas en las que las modelos lucían nuestros productos.
— ¿Jimin? ¿E-eres tú?
Rompiendo mi imaginación, salté de la sorpresa al ser descubierto.
— Jennie—me giré a ella, mostrando mi mejor sonrisa.
— No sabía que saldrías. Estás precioso —halagó mi apariencia.
— Gracias —respondí.
— Bueno, no te hago perder más el tiempo, vayan a divertirse y que tengan una gran noche. Sabes a lo que me refiero —me guiñó el ojo, y en esta vez no entendí a lo que Jennie se refería, pero le seguí la corriente, pues Taehyung Y estaba afuera esperando por mí.
— Eh… sí, me divertiré mucho.
Me despedí moviendo mi mano, luego de recibir otro mensaje de Taehyung; donde me escribía que me apresurara.
Ya mientras bajaba, empecé a escribirle mi respuesta que ya iba saliendo, pero cuando lo hice choqué contra algo duro que hizo caer mi celular.
— ¿Y esta hermoso hombre, a donde va? —recorriéndome con una mirada que solo me provocó escalofríos, me alejé de Jackson, pero él al darse cuenta que mi celular estaba en el suelo, se agachó a recogerlo, dándose el tiempo de mirarme detalladamente.
— ¡No es tu asunto! —le dije en un intento de arrebatarle mi celular, pero cuando lo hice él retuvo mi brazo con su mano, jalándome hasta pegarme a su pecho.
— Qué envidia ser el cuñado. Imagino lo mucho que se divirtió teniendote solo en ese viaje. Dime, complació todas tus fantasías —susurró acercando su rostro, hasta pegarme con su aliento a alcohol en la cara—. Es muy afortunado de tenerte, no te imaginas las ganas que yo… ¡Ugh!
Alzando con fuerza mi rodilla, le di un golpe en los bajos, que hasta se olvidaría su nombre.
— ¡No! No a tu todo lo que tu asquerosa mente imagine y agradece que no fui más violento.
Retorciéndose de dolor, lo dejé antes contestar al celular.
— Sí Taehyung, ya estoy en la puerta. Vamos por Hoseok y estamos listos para la diversión.
…
Luego de recoger a Hoseok en la dirección que me compartió, nos dirigimos en el auto de Taehyung a ese lugar exclusivo.
— Pensé que no llegarían —comentó Hoseok.
— Pregúntale a tu amiguito, que es el que se demoró en salir y no quiere decir los motivos.
— Luego te lo cuento —susurré a Hoseok, pero fui escuchada por Taehyung, quien indignado me mostró su rostro de disconformidad en el espejo—. Creí que confiaba en mí.
— Ay muñequito de pastel, no te ofendas, pero esto es cosa de chicos, ya sabes.
— Yo conozco más tiempo a Jimin, somos amigos desde la infancia, tengo derecho a saber lo que le ocurre.
— ¡Uy que rudo! —exclamó Hoseok a Taehyung.
— Basta muchachos —pedí amablemente—. Está bien, Taehyung tiene razón. Ambos son mis amigos, y aunque uno me conoce más tiempo que el otro, saben todo de mí. Les diré lo que pasó, pero no quiero reacciones apresuradas, sobre todo tu Taehyung.
— Yo no soy así, siempre me preocupo por ti.
— Por eso mismo es que no quiero que te alarmes, haces mucho como para que yo te cause problemas.
— Bueno, estamos listos para escucharte —añadió Hoseok siendo serio.
— Está bien. Al salir de mi habitación me encontré a Jennie, y ella es bastante linda, todo lo opuesto a su odioso marido.
— No me digas que ese animal te faltó el respeto —interrumpió Taehyung.
— Calma Tae, no es así, pero sí fue muy sugerente con sus palabras. Jennie ya no estaba y dijo cosas bastante subidas de tono, pero le di con la rodilla para que supiera que no se volviera a meter conmigo.
Escuché a Taehyung resoplar, mientras mantenía la mirada en el camino.
— Ese animal, merece más de un escarmiento. Ni siquiera por su esposa es capaz de pensar las cosas antes de hacerlas.
— ¿Tan horrible es ese tipo? —preguntó Hoseok.
— En todo caso, deseo que nunca se cruce en tu camino —le recomendé.
— Debes tener cuidado con ese sujeto, Jimin. Nunca me agradó.
— Lo mismo pienso. No sé qué demonios tiene en su cabeza, antes me era indiferente, pero últimamente es más insoportable su presencia.
— Pues algo debe tramar muñeco, esos tipos son peor que plagas, solo traen desgracias.
— Lo que él no sabe es que yo no voy a seguirle su jueguito. Una más de sus estupideces y lo mando al diablo.
— En este caso, deberás tener cuidado antes de hacerlo, Jimin.
— ¡Oh Dios! —recordé. Jennie ya había tenido una discusión con Jihoon, lo que la llevó al hospital, y que yo discutiera con su marido le traería algo peor. Hoseok tenía razón, Jackson era como una plaga.
— Por ahora no tienes una prueba con la que puedas incriminarlo, y sería tu palabra contra la de él. Mantente prevenido, es lo único que puedes hacer —añadió Taehyung.
— Bueno, dejemos de hablar de él. No quiero arruinar mi noche.
— ¿Tu noche? ¡Es nuestra noche! —exclamó Hoseok.
———————
Pov T. Blanco
Encerrado en mi habitación, miraba una y otra vez la foto que tenía en mis manos.
Tan pequeño, tan inocente, así era yo, en un mundo lleno de ilusiones que esperaba ser adulto para ayudar en el mundo, pero….
— Perdóname —dije soltando la foto—. No pude salvarte —sollocé refiriéndome a mi, en medio de la oscuridad. Ni siquiera fui capaz de… Ya no tiene caso recordarlo. Esa decisión fue mi fin, y es la que me condujo a esto… ¡A convertirme en un maldito asesino! —renegué de mi vida, tomando el arma que estaba en mi mesa me apunté a la cabeza, pero tras recibir una llamada tuve que detenerme.
— Dime —respondí a la una voz que me llamaba a esta hora—. Por favor, ya no puedo hacerlo —le dije, pero él me amenazó con revelar mi identidad a las autoridades —. E-está bien ¿Dónde puedo encontrarlo?
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(Pov Jungkook)
Luego de acabar de responder unos correos, me levanté de mi escritorio para salir de mi despacho.
Iba camino a mi habitación, pero entonces noté a mi hermana subiendo las escaleras.
— ¡Jennie! —de un impulso me acerqué a ayudarla a terminar de subir los escalones —. Te dije que tuvieras cuidado al caminar en casa, sobre todo con las escaleras que son las más peligrosas.
— He bajado sin problemas y también puedo subirlas.
— Pero ¿Por qué bajaste? Ya es algo tarde para estar caminando en medio de la noche.
— También lo es para trabajar —sonrió al. darse cuenta de dónde salía.
— Solo fueron unos correos, además sabes que con mi trabajo no puedo darme el lujo de descansar.
— Espera un minuto ¿Pero no sé supone que deberías estar con Jimin?
— Te darás cuenta que mi habitación y la de el están separadas, así que…
— No, no hablo de eso. El salió hace unas horas, estaba muy lindo, entonces creí que ustedes dos saldrían.
Después de asegurarme de que Jennie estuviera a salvo, cambié mi mirada a la de incredulidad.
Solo para asegurarme, empujé la puerta de Jimin, hasta lograr abrirla.
— Mierda —dije en mi cabeza.
— ¡Oh Dios! ¿Entonces a dónde pudo haberse ido?
— Con un tal Taehyung y Hoseok.
— ¡Jackson! —gritó Jennie de emoción, recibiendo a su esposo en un abrazo—. Te busqué en la casa ¿Dónde estabas?
— Bueno…
— Repite eso de hace un momento —le exigí a Jackson.
— Con mucho gusto, cuñado. Escuché a Jimin hablar con un hombre, ellos saldrían después de recoger a un tal Hoseok.
— ¡Maldita sea! —gruñí.
— ¿A dónde vas? —quiso saber Jennie.
— Jackson, escuchaste el lugar al que irían.
— No, cuñado, pero puedo ir imaginando a donde irían dos hombres y una persona casada. No puedo creer que el te haga esto.
Ignorando su comentario mal intencionado, fui por mis llaves y salí de en busca de Jimin.
No tenía ni la menor idea donde podría estar, pero al demonio ¡No iba a regresar sin el!
Mientras manejaba, marqué a su número, estaba encendido, pero no respondía.
— ¡Mierda! —golpeé el timón. Intenté una y otra vez, mas no obtuve respuesta.
Manejé por varias calles, entre ellas las más concurridas, lugar donde habían restaurantes y otros atractivos de distracción.
— ¿Dónde diablos? ¿Dónde demonios estaba a esta hora? Maldita sea, ni siquiera tengo el número de ese cabellos de paja.
Tenía tanta rabia que mis músculos se tensaban ¡¿Qué tenía que hacer mi esposo con dos hombres?! Quería mantener mi control. En verdad quiero demostrarle que puedo ser un mejor hombre, pero me sentía lleno de furia.
Solo de imaginar lo que dijo Jackson, mi cabeza estallaba como dinamita en mina. Volví a llamarlo, teniendo el mismo resultado que el anterior ¿Qué diablos estaba haciendo?
———————
Pov Jimin
— Ay no —me llevé la mano a la frente, observando a quien se suponía debería tener mejor control que yo en el alcohol, pero no.
— Creo que tu nuevo amiguito ya debe descansar —me recomendó Taehyung.
— Sí, totalmente de acuerdo —le di la razón.
Me acerqué donde Hoseok bailaba tan coquetamente, era el centro de atención y los demás lo incitaban a seguir.
— Hobi, ya fue suficiente, ven vamos a descansar un poco en una mesa —lo sujeté del antebrazo, pero debido a la multitud me empujaron, por lo que terminé tropezando de espaldas.
— ¡Oh! ¿Estás bien? Casi te lastimas —por fortuna siempre tenía a quien cuidara mis espaldas.
— Gracias Tae —me giré a él, alejándonos un poco de los que rodeaban a Hoseok.
— Mejor dejemos que él solo se agote, y aprovechemos que también hemos venido a divertirnos.
" Atención a todas las parejitas, que su momento ha llegado"
La música había cambiado por petición de un sujeto que estaba ahí celebrando su relación con una jovencita que no dejaba de sonreír con timidez.
— Uy creo que nos quedamos solos —le comenté a Taehyung.
— Bueno, también está tu ami… No, no dije nada.
Busqué a Hoseok y hasta él estaba abrazado de los hombros con un hombre bastante rudo.
— Creo que no queda de otra —dije estirando mi mano—¿Me da su mano señor Kim?
— Por el amor a Dios, Jimin. Ya somos adultos.
— Sí, pero recuerdas cuando éramos dos chiquillos en la escuela y tu decías que bailarinas conmigo en mi primer vals de matrimonio.
— Eso fue hace mucho.
— ¿Y qué? —de igual manera tomé su brazo y él posó su mano en mi cintura.
No había nada más que una amistad pura entre nosotros. Bailar era el recuerdo de nuestra infancia.
— ¿No irás a besarme, verdad? —se burló Taehyung.
— ¿Con que hoy estás gracioso? —le seguí el juego—. Ya quisieras que te robe un beso.
— Ja, ja, ja —repentinamente él dejó de reírse, fue ahí que escuché esa voz profunda a mis espaldas.
— ¿Así que aquí estabas?
Soltándome de los brazos de Taehyung, me enfrenté a los ojos rabiosos de Jungkook.
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