Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🪻┆Ni con el he sentido esto

Corriendo a tomar el ascensor antes de que Jungkook lo alcanzará y tuviera que compartirlo con él. Me metí sin darme cuenta que ya había alguien ocupandolo.

Él es igual de idiota -dije en voz alta.

- ¿Acaso hablas de mí?

Sorprendido de que estuviera detrás de mí, me di la vuelta chocando mi espalda contra la puerta del ascensor.

- Zeus, lanzame uno de tus rayos y destruyeme -dije en mi mente-. Buenos días, Mingyu.

- Lamento no decir lo mismo.

¡Cielos! Este hombre siempre estaba de mal humor. Kim Mingyu, un tipo de 30 años mandíbula cuadrada y sin vellocidad. Alto, fuerte, de cabello castaño y ojos azules claros. Agradable de aspecto físico, pero con el alma tan podrida como Jungkook, por algo eran amigos.

- Apenas hablamos, pero siempre tienes que mostrarme esa mirada con ganas de destruirme ¿Qué te hice para que me detestaras?

- Detestarte, no. No vales ni mi tiempo para eso. Simplemente me eres indiferente. Solo mantente lejos de mí vista, y apartate que debo bajar aquí.

Frunciendo el ceño, me hice a un lado. Que sujeto tan raro. Las pocas veces que nos habíamos visto, me mostraba un odio desmedido que no entendía.

Mejor aparté mi mente de ese tipo. Me acomodé para esperar a llegar al piso donde estaba mi oficina, pero cuando me giré, observé una mancha roja en el piso. Bien, ese sujeto era muy misterioso, pero esto era aún mayor.

¿Sería pintura? Observando cuidadosamente la consistencia, una idea cruzó mi mente ¿Acaso era... sangre?

Él sonido de las puertas abriéndose, me devolvió a lo que estaba esperando. Había llegado al piso indicado. Mi mente ya estaba alucinando cosas innecesarias, entonces, salí a empezar un día más de trabajo.

- Señor Jeon.

- Buen día ¿alguien ha venido a buscarme?

- Por ahora no, señor. Pero tiene junta con el directorio a las 4:00 pm

- ¿Junta? Pero no estaba enterado de eso.

- Fue recién anunciada por su esposo.

- Preferiría que sólo lo llamaras señor Jeon, aquí en la empresa no importa el vínculo matrimonial. Solo somos parte del mismo equipo de la empresa.

- E-entiendo. Es solo que ayer cuando usted se desmayó, vi a su espo... Digo al señor Jeon tan preocupado por lograr que usted reaccione, que pensé no había problema en llamarlo así.

- ¿Dices que estaba preocupado? -dije entre incredulidad y asombro.

- Sí. Él bajó directamente a su oficina, parecía enfadado, sin embargo, a los pocos minutos salió con usted en brazos.

- ¿Él me sacó de la oficina? -pregunté. En realidad yo había creído que los empleados me había auxiliado y que él simplemente había ido conmigo por tener el apellido Jeon.

- No sólo la sacó, también lo llevó en su auto, hasta el hospital. Por cierto, señor. Quiero disculparme, era mi deber estar al pendiente de usted, por favor no me despida.

- ¿Qué? No, por supuesto que no haría eso.

- Es que mi descuido puso en riesgo su salud. Me siento tan avergonzada ¿Qué clase de secretaria soy?

- Una muy buena y eficaz. Y ya no te culpes, que no fue nada grave. Solo me descompensé por no haber comido bien. Por favor, solo mantenme informado ¿De acuerdo?

- Está bien, señor.

Aclarado el tema, me dirigí a la oficina, dejé mi bolso sobre el escritorio y ante de tomar asiento, miré por la amplia ventana de cristal.

- Qué tontería -sonreí de lado-. Pobrecilla, pensó que era su culpa -recordé a la secretaria-. En todo caso el único culpable era él. Ya que el hecho de ser causante de todos mis problemas era Jungkook. Seguro su acto de llevarme al hospital, fue más, para salvar su conciencia.

Era de suponerse. Era eso o sólo no quería sentirse en deuda conmigo, por la ayuda que le presté cuando él me aplastó contra su auto.

- Ese estúpido arrogante...

En estos días, había dejado pasar muchos minutos de actividad. Todo estaba en orden y cada cosa era entregada a tiempo, pero mi costumbre era tenerlo incluso antes de ser solicitado.

- Bien, esta campaña está a cuatro semanas -me dije, mirando el logo y las fotos de los vestidos que serían presentados en la nueva colección, en la pantalla-. Tengo que verificar que todo esté yendo en orden con la publicidad -quería asegurarme, así que levanté el teléfono para llamar al especialista-. Sí, habla Jeon Jimin sí, el gerente de imagen y publicidad. Tengo el informe de sus avances, pero quiero ver el producto finalizado. Estamos en la fecha límite y usted comprende que no puedo dar mi aprobación sin ver el resultado.

Tras escuchar la respuesta, asentí y procedí a revisar.

- Bien, dice que lo dejó en manos de la secretaria. En este instante lo revisaré y le haré llegar mi respuesta. Eso sería todo.

Colgué y llamé a la secretaria, pero cuando pregunté por el dispositivo. Obtuve su negativa.

De inmediato volví a llamar ¿Acaso se estaba burlando? Puedo ser tolerante en algunos aspectos de mi vida, pero no en lo laboral. Pero cuando él especialista me informó que por error su ayudante lo había mandado al área de gerencia general. Sentía que mi boca gritaría por sí sola.

Deseaba tener el menor contacto posible con esa área y esto tenía que ocurrir.

- Quiero decirle que me siento muy decepcionada ¿Usted sabe que pasaría si eso cae en otra manos?

- Lo sé, señor Jeon y le pido una gran disculpa.

- Solo tenga en cuenta que esto no se vuelva a repetir. En esta publicidad está mi cabeza en juego.

- Lo comprendo. Ya arreglaré con mi ayudante, y nuevamente le ofrezco una gran disculpa.

Ahora que sabía donde estaba el condenado dispositivo, debía ir a buscarlo, podía mandar a mi secretaria, pero a ella no se lo entregarían. Sería mucho más fácil ir y solicitarlo por mi cuenta.

Pensaba en tomar el ascensor, pero opté por usar las escaleras. Estaba a solo un piso, no era gran cosa.

Pero una cosa que no me esperaba era ver a Jihoon echando furia hasta por la cabeza. No me vio, ya que el tomó el ascensor, pero se la veía muy enojado. Miré a un lado y me pregunté si acaso había tenido una discusión con Jungkook.

Mas la pregunta tomó mayor peso al pensar en qué momento había ocurrido. Es decir, me crucé a Jungkook en el estacionamiento... ¿Acaso Jihoon estaba esperándolo en la oficina?

Eso solo hizo que levantara la sospecha ¿Cómo demonios el tenía acceso a la oficina de Gerencia? Eso no debía estar permitido. Tanto documentos como archivos importantes se encontraban ahí.

Pensaba sólo ir y pedir el dispositivo a la secretaria de Jungkook, pero no me iba a quedar de brazos cruzados. Él me iba a oír, lo quiera o no.

- Señor Jeon -dijo la secretaria. La nueva alcahuete que fingía una sonrisa ante mí, pero que sabía de primera persona desde el primer día, de la amante del susodicho señor Jeon Jungkook-. Desea que le haga presente a su esposo.

- Por favor, no te refieras a él como mi esposo ¿De acuerdo? Y no hace falta que le digas que estoy aquí. Yo misma me presentaré.

Dejándola sin tiempo a contestar, entré a su oficina. Lo encontré sentado detrás de su escritorio, con las manos en la cabeza y codos apoyados en la superficie de cristal.

- Tengo que hablar contigo -dije sin mayor enredo.

Jungkook bajo sus manos, fijando su vista en mi presencia.

- ¿Qué diablos quieres? -su mirada estaba más sombría que de costumbre, provocando un escalofrío en mi cuerpo.

- De ti, absolutamente nada -no me dejé intimidar-. Pero si te pido que respetes la oficina.

- ¿Qué?

- No vengas a hacerte el desentendido conmigo. Entiendo que confías ciegamente en tu querido Jihoon, pero que el tenga el acceso a la tu oficina, aún cuando no estás, es un peligro.

- ¿Peligro? ¿Acaso estás ebrio? ¿O sólo has venido a burlarte de mí?

- ¡Hablo en serio! El podrá ser accionista, pero está bajo tu responsabilidad permitir quien tenga en sus manos los documentos tan importantes que hay aquí.

- ¿Ya terminaste? -preguntó.

- Sí, por ahora -le di la espalda para retirarme, mas con su voz gruesa me detuvo.

- No he dicho que te vayas.

- No he pedido tu autorización. No soy tu secretario.

- Pero soy tu superior.

Estupido arrogante, como odiaba cuando tenía razón. Lo quiera o no, su cargo estaba sobre el mío.

Me di media vuelta, solo para escucharlo unos minutos.

- Habla rápido que mi tiempo es medido.

Él se levantó de su asiento, empezando a dar pasos para acercarse a mí.

- ¿Qué es lo que realmente quieres, Jimin? ¿Qué buscas? ¿Qué te molesta? ¿Acaso todo tu mal humor es sólo por celos? ¿Te da rabia que tenga más atención hacia Jihoon?

- Creí que ibas hablar algo relacionado al trabajo, y si tu intención es que me disculpe con el, pierdes tu tiempo -volví a darle la espalda, pésimo error, pues su mano me tomó de la cintura y con la otra me tapó los ojos.

- ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo te atreves?

- El está muy enojada por las fotos. Discutimos mucho.

- ¿Y a mí qué me importa? ¡Ya déjame! ¡Además, fuiste tú quien me besó a la fuerza!

- Lo admito. Reconozco que tengo parte de la responsabilidad.

- ¿Y entonces qué quieres que haga? ¡Ah! -ante el apretón a mi cintura, sentí que el aire se escapó de mis pulmones.

- No sé qué demonios tienes... -suspiró contra mi cuello-. En realidad no tengo la menor puta idea, pero... Mierda, ni siquiera con el en todos esos años, he sentido esto.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

🪷😶‍🌫️❤️‍🔥No se les olvide votar❤️‍🔥😶‍🌫️🪷

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro