Capítulo 15: ֍‡ Elección tardía ‡֍
«Yo...no debí irme así, ¿verdad?... no, no lo sé, yo...simplemente pensé que era mejor irme, antes...de tener que decepcionar a alguien más»
Jorobada; destrozada y arrastrada; eso era lo que podía decir su figura con solo mirarla una vez. Su mirada anclada al camino por debajo de él, ido, pero con sus ojos delatando con claridad qué era lo que pensaba. Decepción, eso era lo único que en lo que su cabeza cabía en este momento. A pesar de lo mucho que él le apoyó, algo que nadie había hecho por él antes; justo cuando alguien finalmente lo hace él...falla.
Falló...se equivocó. All Might... se equivocó con él.
¡Truck!
El peso de sus hombros lo hizo ceder de rodillas ante el duro suelo, raspando sus articulaciones ante la caída sin tacto, pero no le importó, incluso...sentía que era un castigo menor a lo que se merecía.
—...Uhu~... ¡Hah! Uhu~huh~ —pequeños murmullos salían de su boca, acompañadas de las diminutas gotas de agua que salían de su rostro. — ¡Hah! ¡Aha-aha~! ¡Hah-ah! ¡Ahahahaha~! ¡Hah-hah! ¡Ahahaha-Hah-ha! ¡Uhu~-hu-huh!...Uhuhuhu~...Hah-ah...aha~...lo siento~...mamá, All Might.
Agachado, en un lamento silencioso dentro de los suburbios por los que pasaba para regresar a su hogar, en un callejón poco transitado, siendo él el único peatón en aquel lugar.
Con el dolor tan aplastante que sentía en su corazón, se arrastró hasta un muro, recargándose sobre su espalda para poder apoyarse; subiendo sus rodillas y abrazándose contra sí mismo; cubriéndose la cara con ellas. Una posición de alguien débil; patético...y triste, algo que según él, lo caracterizaba bastante bien.
Si Bakugou lo viera, estaría seguro que le diría esas mismas palabras; burlándose y jactándose de que a pesar de lo mucho que se esforzó, seguía siendo el mismo de siempre. Parece ser...que realmente no había cambiado.
Las gotas de sus lágrimas manchaban los pantalones de su uniforme; uniforme que ya no volvería a usar, todo por no haber sido...lo suficientemente bueno.
— ¡Kgh! —Lo sabía, sabía desde antes que no estaba listo aún pero...aun así lo intento. Acaso... ¿Eso fue algo malo? —... — ¿Debió haberse esperado?, ¿no debió haber sido tan soberbio?...Quien sabe.
En lo único que pensó, fue en cómo su sueño se estaba convirtiendo en realidad.
—Sniff~... —alzando su cara con lentitud, observó por encima suyo aquella gran colina, que en su cima, se hallaba el tan anhelado de sus deseos. —...
U.A era el sueño de todos, incluso de alguien como él, un sin quirk. No le importo en absoluto eso y siguió con su meta en convertirse en héroe aun si no tuviese alguna clase de poder. Pero de forma inesperada en su vida, obtuvo uno, otorgado por alguien que veía potencial en él; convertirse en su sucesor.
—... —la mirada del joven peliverde se volvió más brillante por momentos, solo para regresar a su nubles cuando los pensamientos de culpa volvieron a su cabeza. Una sola palabra que se repetía constantemente dentro de su mente, en una forma de castigo; algo con lo que atormentarse. «Le falle»
¡AQUÍ ESTÁ UNA LLAMADA! ¡AQUÍ ESTÁ UNA LLAMADA!
El sonido de la alarma lo había asustado, haciendo que se parara con pánico y comenzara a mirar a sus alrededores, dándose cuenta de que no se trataba de una alarma, sino de su celular. Comenzó a rebuscar torpemente en su mochila, hasta sacar su celular y atender la llamada.
— ¿Ho-hola?
— ¡Joven Midoriya!
Como si una briza helada hubiera pasado por sus pies, se quedó estático por unos momentos. Se sorprendió que fuese All Might quien lo llamó, cómo también le aterraba.
—A-A-All Might —articuló casi sin voz.
— ¡Sí joven Midoriya, soy yo! —Con un leve tono de confusión en su fuerte hablar.
¡Tuck!
— ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Hah-ah! ¡All Might-...!
— ¡Woah joven Midoriya! Tranquilízate...
Llorando y suplicando que por favor le perdonara, por su ineptitud e inutilidad, pensando en que tal vez él estuvo equivocado en confiar en él; pensando en que su héroe le pediría devuelta el One For All. No lo podía culpar...creía que era lo mejor.
—No estoy enojado contigo.
Cómo si esas palabras fueran totalmente inesperadas por él, se giró con vista a su pantalla, mirando a la foto de su perfil; mirándolo con total expectación y duda atemorizante.
—No hay nada por lo que te debas sentir culpable.
— ¡Pero All Might-...!
—Primero escúchame —interrumpiendo las palabras exaltadas del peliverde, quien nada más escuchar su orden, se silenció. —...entiendo que puedes sentirte triste por eso, por lo que sucedió allá arriba.
—... —Midoriya solo agacho la mirada.
—Pero debes entender que no es el fin del mundo —casi esperando a que el peliverde le preguntase a qué se refería, siguió sin interrupción. —no debes preocuparte, esto fue solo...un pequeño tropiezo; ¿no lo crees Midoriya?
—...Y-yo.
—Me gustaría hablarte de algo para más tarde, los planes han cambiado, y necesitarás mantener tu mente libre de cualquier garabato para que estés fuerte, pero por ahora relájate. Nos veremos en la playa ¿De acuerdo?
—...All Might yo...
— ¿Joven Midoriya? —Poniendo un poco más de fuerza en su voz.
—Ahh... sí, nos vemos allá —recuperando su rostro un poco de brillo.
— ¡Bien! Entonces nos vemos luego ¡Adiós!
Beep~
—...Huff~ —con All Might colgando, chocó nuevamente su espalda contra la pared, suspirando en lo cansado que le tenía esto. —...
Sus ojos volvieron a aquella colina, preguntándose nuevamente si fue buena idea salir de una forma tan lamentable. ¿Pudo haberlo hecho mejor?, ¿pudo haber obtenido un buen resultado en esa última prueba?...Sí, sí, ¡sí! ¡Claro que podía!
¡PAM!
— ¡Mierda! —Soltó un golpe de martillo a la pared; tan desbordante de ira y enojo consigo mismo que eso fue lo único que se le ocurrió para poder liberarse de ese sentimiento tan volátil. —... ¡Kgh!
Resintiendo un poco el golpe, agarró suavemente sus dedos, masajeándolos para hacer pasar el dolor.
—...
~
— ¿Qué pasará cuando te rompas los huesos Midoriya? ¿Esperaras que alguien venga a tu ayuda?... Mira a tu alrededor...nadie de aquí vendrá a salvarte, aun cuando estés tirado en el suelo y no puedas moverte... —sus ojos eran brillantes, desbordando molestia y decepción en ellos. —Ahh... ¿Siquiera puedes controlar tu poder?, ¿siquiera sabes lo que estás haciendo?... Parece que todos tenían razón; no eres más que un inútil.
~.
Tuk...Tuk...
Gotas de una lluvia triste volvían a caer en sus zapatos, provenientes de sus orbes blancos. A pesar de que ya no le dolía el mal golpe que dio, siguió acariciando sus nudillos. ¿Cómo una mano...puede ser tan débil?
« ¿Cómo puede no doler...si ni siquiera soy capaz de controlar mi poder?», aunque su mente le jugara en contra ante ese recuerdo distorsionado, parte de esas palabras mal dichas...eran verdad, por no decir...todo. —...Huff~.
Mantenerse de pie ya le resultaba cansado, volviendo a su posición denigrante de antes; sumiso ante el mundo y a la adversidad. ¿Cómo alguien como él pensó que con solo voluntad lo lograría?... Y lo peor...es que fue lo primero que perdió.
—...
~
— ¡Midoriya! ¿Estás seguro? ¡No tienes que rendirte tan fácilmente! ¡Sé que tú puedes demostrar más de lo que eres!
~.
—...
~
— ¡Sí! ¡Puede que apenas nos conozcamos, pero sé que eres ese tipo de chico que nunca se rinde!
~.
—Hmm...
~
—Sé que tú...no eres así.
~.
—... ¡Jum! —Una pequeña risa salió de sus labios. —Jeje~...Jejeje~ —riendo con un poco más de fuerza, sonando por varios segundos hasta volver a detenerse. —...
« ¿Cómo unos desconocidos pueden confiar más en él...que en sí mismo?», era raro, demasiado, saber que existen personas que aun sin conocerte, apoyan tus ideales; apoyan tus sueños, aun si no les has dirigido una sola palabra. ¿Qué logran ellos con hacer aquello?...Nada, tal vez, pero... parecían decididos a ello.
—...
Si ellos tenían una confianza ciega en él...
—... —sintiendo extrañamente como una energía envolvía su cuerpo, una que lo motivaba a levantarse.
¿Quién le dice que no puede tomar un poco de eso...?
—... —sus hombros se hacían más livianos, sus rodillas más fuertes y su mirada... la expresión de amargura y desánimo que tanto lo envolvían en una plena ceguera, comenzó a cambiar a una de fervor ¡Y total convicción!
¡¡Para sí mismo!!
Irguiéndose por delante de su miseria, saliendo tal cual de una tumba fría y oscura que una vez al estar nuevamente de pie, es como si todo ese frío de antes...se volviera en una frescura, y esa oscuridad, en un nuevo brillo.
Lo entendía...lo entendía ahora; no podía rendirse. Así no es...cómo es él; así no es...cómo un héroe debe comportarse. ¿Dolía? Claro que seguía doliendo, pero cómo dijo All Might, es un pequeño tropiezo por el cual no hay que preocuparse, no puede quedarse cómo un prisionero del dolor para toda su vida, debía seguir avanzando, a pesar de las caídas en el camino.
—... —dando unos pasos fuera de aquel callejón oscuro en el que se encontraba reposando, volteo por última vez su mirada hacia esa colina llena de sueños; un sueño que él mismo desaprovecho.
Con un puño totalmente estirado hacia el frente, lo suficiente como para cubrir a aquella institución con su brazo; lo miró; no con tristeza; no con amargura; sino...con una promesa. Con aquel brazo que retrajo y dejó caer, lo alza con una nueva meta; que vean, que este brazo no era para nada débil.
«Este será... ¡La última vez! En la que deje que mis debilidades...», apretando con más fuerza su puño. «Deshagan mis propios sueños»
Nadie más fue culpable de su propio deceso; solo él, y nada más él, será el responsable en que haga que esa promesa...perdure para siempre.
—... —dio la espalda y comenzó a caminar, triste, pero no tanto como antes.
→/-/
Sus piernas no querían seguir avanzando.
Sí, había dicho esa cosa de nunca jamás rendirse, pero...esto era diferente. Tenía miedo de seguir avanzando, porque entre más cerca estaba de su casa, más pronto sería contarle a su mamá de su fracaso. Su fracaso lo había aceptado, con todo el dolor que pudo, pero lo había hecho; sin embargo...no sabía cómo reaccionaría ella.
Su madre, si bien nunca lo había apoyado en su meta de convertirse en héroe, lo entendía, jamás se lo echaría en cara, porque si lo hiciera, sería extremadamente hipócrita por su parte; un escupitajo a todos esos años de cuidado que ella sola tuvo que hacer por su cuenta, aun cuando estaba cansada, nunca paró en darle todos esos cuidados que necesitaba.
¿Cómo ella iba a saber que su hijo desarrollaría una particularidad años después, justo cuando un médico le había dicho explícitamente que nunca podría tener uno? Para luego ¡Pum!...desarrollar uno mágicamente de la nada. Cuando le dijo eso a su madre, ella no pudo más que llorar de felicidad.
Aún recordaba esa vez en su cuarto, cuando su madre entró y se disculpó con él, llorando a su lado; lamentándose de no haber sido capaz de engendrarlo con un poder; como si fuese su culpa. Cada vez que lo recordaba, un profundo malestar le aparecía en su estómago, « ¿cómo ella puede disculparse de algo que nunca estuvo en su control?»
Cerrando los ojos para evitar llorar, lo observó, a lo lejos podía notar con facilidad al departamento en el que ellos dos vivían; sus manos temblaron; sus párpados también, ¿o era todo su cuerpo el que lo hacía?
—Hah...Uff~ —solo esperaba, que su madre no llorara tanto cómo aquella vez.
Paso por paso, escuchando cómo los huesos internos de su cuello tronaban debido a lo tenso que lo tenía, miró siempre hacia abajo, pensando en todas las posibles respuestas que su madre le daría una vez que le dijera lo que había sucedido. Tenía miedo, ¿pero qué podía hacer? El simplemente no podía echarse para atrás.
Tuk Tuk...
Estaba frente a la puerta...
—... —una mano indecisa a tocar la puerta, temblando en su lugar, pensando por sí misma ¿Si debería hacerlo? —... ¡Tch! —Lo intentaba, de verdad que lo intentaba. —Ghk, rgh.... ¡Ahhh~! —Retrayendo su mano a su costado.
No puede ser, ¿de verdad no podía hacerlo?
— ¡Tch! ¡Aagh! —Con suma molestia, se rasco el cuero cabelludo con frustración. Debía hacerlo, no había de otra, si quería cumplir con su meta; tenía que. —...
¡Toc! ¡Toc!
Lo había hecho...
Una voz aguda se escuchó por el otro lado de la puerta, junto con lo que parecían ser unos traqueteos de cerámica dejados en un lugar.
— ¡Y-ya voy!
Los pasos de su madre acercándose no hacían más que hacer que su corazón comenzara a agitarse; con la piel de gallina y el cuello fluyendo en sudor; apretando el agarre que tenía en su mochila, dándole así al menos un pequeño confort para desestresarse, aunque servía de poco.
Creeak~
—Hola, ¿necesita...Izuku-kun? —Sorprendida de ver a su hijo parado en su recibidor.
Bueno, ya no había vuelta atrás.
—Eh-eh-ehm Ho-hola mamá, ehm este yo... —sus nervios estaban por los cielos, apenas pudiendo articular palabra alguna. —yo-yo-yo-y-yo ehm...
—Va-vamos adentro cariño ¿Sí? —Preocupada de ver a su hijo más tartamudo de lo normal, lo llevó hasta la sala, sentándose a su lado para entender qué era lo que lo estaba molestando, como descubrir la razón de porque no estaba ahora en la escuela. — ¿Sucedió algo Izuku-kun, por qué estás aquí? ¿N-no deberías estar en la escuela? —Sabía que su hijo no era de esos jóvenes que se saltaban las clases, por lo que realmente miraba extrañada su presencia.
—Ahm bueno, yo...
¡FRIIIII~!
Un sonido chirriante como de vapor había cortado las palabras del peliverde, sobresaltándolo tanto a él cómo a su madre, quien al escuchar el ruido, fue directamente a la cocina.
— ¡Oh! Es el té —distrayéndose con la tetera caliente. —Uhm ¿Quieres un poco de té cariño? —Poniendo dos tazas pequeñas en la barra y sirviendo un poco del líquido.
—Uhm...sí, yo... —le pesaba decir esas palabras, las tenía guardadas en la punta de su lengua, pero le era tan difícil abrir la boca y decir lo que tenía que decir. —Kgh —incluso podía sentir como su cuello se tensaba ante lo mucho que se esforzaba para hablar. Pasó una de sus manos por detrás de él para masajearla, para luego dar un suspiro. —Huff... —no había razón por la que seguir aplazando esto. —me expulsaron de U.A.
¡Track!
— ¡¿Q-qué?!
Ambas tazas que traía en sus manos habían caído estrepitosamente al suelo, derramando su contenido y esparciéndose por debajo de sus pies. Sus ojos no apartaban la mirada que tenían hacia la cara de su hijo, quien solo miraba el suelo.
— ¿Te...te expulsaron? —Un leve estremecimiento golpeó la espalda de Midoriya. —Pe-pero... ¿Por qué?
—Yo... no, aun no sabía cómo usar mi poder —sus ojos girando a un lado, aun sin mirar directamente a su madre, sintiéndose, otra vez decepcionado.
— ¿Qu-qué? Pe-pero, no es justo~, tú-tú aún no podías y-y apenas lo desarrollaste y-y tú~...tú-tú ¡Hah! ¡Oh Dios yo...!
— ¡Mamá!
Parándose para poder agarrar las manos de su madre, quien ahora mismo lagrimeaba, mirando de primera mano cómo ella lloraba nuevamente por culpa de algo que nunca estuvo en su control.
—Mamá...está bien yo...ellos, tienen razón —una sonrisa melancólica surco en sus labios, doliéndole las palabras que decía. —yo simplemente no sé controlar todavía mi poder.
—Pe-pero, ¡no es justo! Tú... ¡Tú te esforzaste tanto!, lo hiciste ¡Hip~!... —agarrando y sintiendo las manos de su hijo, acariciando la piel ahora tersa de su palma; callos y cortes que género en su travesía para entrar a U.A, haciendo quedar en el olvido aquellas suaves y finas manos que antes tenía, cómo las de un pequeño niño. —te esforzaste...mucho~.
Midoriya solo podía mirarla con tristeza. Aun cuando intentó que esto no pasara, pareció fallar rotundamente; casi podía sentir como aquella culpa parecía volver de poco en poco; pero está vez, no lo dejara envolverlo; no podía demostrar esa debilidad frente a su madre.
Atrayéndola en un abrazo, la tuvo entre sus brazos para que ella pudiera desahogarse un poco...cómo también él.
Tuk~
Tuk~
A pesar de ya haber llorado anteriormente, aún tenía algo por lo que dejar salir, dejando que una par de silenciosas lágrimas caigan, siendo fielmente acompañadas por los murmullos tristes de su madre.
—Mamá...
—...
— Te prometo que...me convertiré en el número uno.
—...Uhu~ ¡Hah-ah! ¡Uhu-uhuhu~!
Una sonrisa triste adornó la cara del joven peliverde, sabiendo que con solo esas palabras, le diría a su madre...
...Que todo estaría bien.
→/-/
—Hmm...
En su ahora cuarto, el joven peliverde solo pensaba en lo que pasaría de ahora en adelante, acostado en su cama mientras hacía un ejercicio de agarre con su ejercitador de mano. A pesar de que solo lo compro para ejercitarse, había cogido la manía de siempre utilizarla, siendo para él un tipo de juguete anti estrés.
¡Tin~!
— ¿Uh? —escuchando el timbrar de una notificación en su celular, dejó su mecanismo a un lado y leyó el mensaje, no pudiendo evitar sentirse un poco nervioso al darse cuenta de quién provenía. « ¡Es verdad!, dijo que lo vería en la playa».
Saltando de su lugar, agarró una chaqueta ligera y salió de su cuarto a toda prisa, no queriendo hacer esperar a su mentor que ya estaba en su punto de encuentro.
— ¡Voy a salir un rato mamá! ¡Nos vemos luego! —Despidiéndose a prisas de su madre, asustándola por su revoloteo imprevisto.
— ¿Eh? ¡¿Eh?! ¿A-ah dónde-...?
¡Pam!
—Uh...uff~ —viendo que su hijo ya se había ido. «Espero y se haya ido con una chaqueta, hace frío afuera», internamente esperaba que su acción no fuese relacionada con lo de hace momentos atrás; no quería que su hijito comience con una actitud mucho más...rebelde. « ¡Hah! No, no, no, no, no, no», agitando su cabeza de un lado a otro, en negativa de pensar en algo así. «Sé cómo es mi Izuku, él no haría algo así», una mueca insegura pasó por su cara. «Aunque... a veces me gustaría saber qué es lo que está pensando»...Huff~.
Con ese pensamiento dejado a un lado, decidió seguir con sus asuntos, aun sintiéndose algo infeliz por las noticias de esta mañana.
→/-/
Una tarde de tintes naranjos, indicios de que el día comenzaba a caer. Y aun con eso, seguía habiendo bastante actividad por las calles.
— ¡Hah-ahh-ahh! —Con un trote que rápidamente pasó a una ligera carrera, transpirando al haber estado manteniendo este ritmo de forma prolongada, que aun después de su entrenamiento, le seguía siendo difícil. — ¡Hah-ahh-ahh! «Espero no estar llegando tarde».
Cuando ya estaba relativamente cerca de la playa, su mente no aguanto de hacerle unas jugarretas sucias.
~
—Eres grandioso, chico...
~.
— ¡Ugh! —tropezando un poco tras ese recuerdo. — ¿Hah-ahh...? —tomando un pequeño descanso, flexionando sus rodillas para una mejor entrada del aire. —Hah-ahh...mh —All Might... ¿Seguirá orgulloso de él? — ¡Hah-igh! ¡No! —Sacudiendo su cabeza ante esa idea, negando haber siquiera pensando en ello.
Sintiéndose nuevamente renovado, se alzó y volvió a correr, tratando de ignorar aquel pequeño rastro de malicia que se quería meter profundamente en su mente, que por cada metro que avanzaba, se hacía denotar más. Pero se lo imposibilito; no quería escucharlo; no quería entrar nuevamente a esa inseguridad y desdicha.
All Might se lo había dicho, no había razón para culparse, que estaba bien cometer errores; no era algo por lo que martirizarse; solo por un error.
«Solo por un error», a pesar que lo dijo su propio mentor, él seguía sin considerarlo como un solo error. — ¿Huh?
Atrapando a sus ojos un brillo que destellaba en su flanco, su cabeza automáticamente se giró en una notoria curiosidad, siéndole otorgado la vista panorámica de la playa desde el balcón en el que estaba parado.
Por un momento, no se creía que esta era la misma playa que alguna vez estuvo sucia, pareciendo una completamente diferente. No le extrañaba el porqué de su aumento en popularidad y visitas a estos lares anteriormente abandonados.
—Woah... —esparciendo su visión por toda la pulcra arena de la playa. — ¿Uh? —Topándose con lo que parecía ser la figura de un hombre alto y bastante desnutrido. — ¡¿Huh?! « ¡Es All Might!»
Ahora habiéndolo identificado debidamente, corrió por las escaleras hasta llegar a su héroe favorito. Dejó la posibilidad de simplemente saltar la barandilla para poder evitarse una vuelta innecesaria, pero decidió mejor ir por el método correcto.
— All Might
— ¡Aaaaah!
— ¡Uaaaah!
Ambos gritaron por la inesperada acción del otro, siendo el causante Midoriya por tomar con la guardia baja al héroe rubio.
— ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! —Comenzando a toser justo después de echar de su boca como medio litro de sangre.
— ¡Ah! Lo-lo- ¡Lo siento! Yo no quería... —moviendo sus manos con claro nerviosismo al ver casi la mitad de la vida de su maestro fuera de su cuerpo.
—E-está bien ¡Cof! ¡Cof! Solo me sorprendiste —limpiándose vergonzosamente la sangre que quedó en su barbilla. —Ahhh~, bueno, comencemos con esto joven Midoriya —mirando a su discípulo con esos ojos hundidos y ominosos.
—...gulp —solo con esas palabras, logró despertar un traqueteo en sus rodillas, mientras que una corriente de sudor recorría su frente.
Con sus manos detrás de su espalda, dio unos pasos por delante de él, sopesando lo que iba a decir. Era su responsabilidad cómo su maestro y asesor, así que con un medio giro, le explico al peliverde lo que había estado pensado en toda esta tarde.
—He visto cómo te desempeñabas en las pruebas que te hizo pasar el profesor Aizawa, debo admitir, que cuando descubrí sus antecedentes de otros grupos, supe que las probabilidades para que seas expulsado, eran mayores a la media —relato All Might con un ligero sudor pasando por el lado de su cara.
— ¡Hah! ¿En serio? —Sorprendiéndose ante el dato que no conocía. —supongo...que tiene sentido —retrayendo su mirada hacia las arenas finas de la costa.
—Escucha, eso no significa que yo ya no confié en ti —notando cómo había vuelto a elevar su mirada. —Todavía lo hago, ¿qué clase de mentor sería si no confiara en mi propio estudiante ¡Eh!? —En una estela ascendente de humo blanco, All Might había pasado a su forma musculosa. — ¡A ti, joven Midoriya! ¡En ti aun veo esas llamas tan ardientes de justicia!! —Apuntándole con su gran dedo índice.
Esas palabras...
—... —agarrando con fuerza su pecho.
Era muy bueno...seguir escuchando esas palabras.
—Gracias...All Might~ —una completa sonrisa de alivio y felicidad, con sus ojos gorgoteando de la misma emoción; era un alivio; de verdad que era un alivio. —Uhu~...
— ¡Vamos joven Midoriya! No hay razón para llorar ¡Jajaja! —Dando una de sus típicas sonrisas y confortándolo con una mano en su hombro. «Ahh~, estos chicos llorones Jajaja~»... ¡Jum! Muy bien —portando un semblante más serio. —Te he llamado aquí con el propósito de que hagas una decisión.
— ¿Uh, una decisión? —Curioso a lo que se refería su mentor.
—Sí, verás, que hayas sido expulsado del curso de héroes no es algo en lo que se me haya pasado por la mente —cruzando sus brazos, girando en vista al mar. —Es mi culpa por no haber sido precavido, lo siento.
— ¿Eh? ¡¿Ah?! N-no, no All Might, debería ser yo quien se disculpara —no creyendo que su maestro se estuviese disculpando con él por algo que él mismo provocó.
—Eso no importa —volviéndolo a ver. —Ahora en lo que nos debemos concentrar es en lo que vas a elegir.
—Uhm... —sintiéndose extrañamente presionado.
—Tu primera opción es entrar a Shiketsu —alzando un dedo como propuesta número uno.
— ¿Shiketsu?... ¡Hah! ¡¿Es esa la escuela que compite de igual con U.A?! —Exclamando sorprendido.
—Así es, pero... —reconsiderando si esta era una opción viable. —Solo tenemos una semana para que tú puedas presentar tu examen en ese lugar.
— ¡¡¿Una semana?!! —Era muy poco tiempo a comparación de ahora.
—Sí, mientras que el segundo es, para mi gusto, una opción más accesible —dando su opinión al respecto.
—Uhm, ¿y ese cuál sería? —Queriendo conocer cuál era lo que le recomendaba hacer su antecesor.
—Dedicarás seis meses a tu entrenamiento hasta poder acreditar nuevamente el examen del curso de héroes para el próximo año —alzando un segundo dedo cómo opción alternativa.
— ¡¿Al otro año?! — ¿de verdad esas eran las únicas opciones que tenía? —Ah-ahm y-yo, yo...
—No te apresures a elegir una de la otra —parándolo de posiblemente seleccionar una opción que tarde o temprano pueda arrepentirse. —no te estoy obligando, eres libre de escoger la que quieras; la que tu creas que sea mejor para tu desarrollo educativo, cómo también para tu dominio con el One for All.
—Yo-yo...no estoy seguro « ¿Esperar seis meses hasta el siguiente examen de la U.A? No me gustaría quedarme tanto tiempo sin estudiar, aunque, no me quedaría sin hacer nada, estaría entrenando con All Might para poder controlar su poder», analizaba con detenimiento cada opción que se le dio. «Pero como dije, realmente no me gustaría dejar tanto tiempo la escuela, hay cosas que necesito aun aprender. Aparte de ser un mejor héroe, si me quedo atrasado por un año...estaría bastante atrás de mi generación, apenas entrando al primer año»...Tsh « ¿Cuál sería la mejor opción?».
Al escuchar como su aprendiz comenzaba a murmurar, decidió intervenir para evitar que accidentalmente se muerda la lengua.
—No te precipites por ahora por una sola opción, joven Midoriya, será mejor que te tomes un tiempo para poder pensarlo bien. Si lo necesitas, puedes decirme mañana cuál sería la opción que creas mejor para ti —con un aire comprensivo, le dio espacio al joven peliverde para poder pensarlo bien, después de todo, apenas hoy fue expulsado de la escuela de sus sueños.
—Entiendo, muchas gracias...All Might —regalándole una agradecida sonrisa.
— ¡Ja!
¡Tap!
— ¡Uagh~! —tropezando hacia al frente, a la vez que se encorvaba por el golpe en forma de palmada que le dio en su espalda.
— ¡Jajaja! ¡Muy bien joven Midoriya! —Riendo con gracia ante lo que hizo. —Nos vemos mañana, por cierto, quiero que sepas que cualquiera que sea tu decisión, te apoyaré, después de todo ¡Eso es lo que hace un maestro! —Poniéndose en cuclillas. — ¡No vemos...Mañana!!
¡TRUSH~!
— ¡Uahg! ¡Cof! ¡Cof! ¡Cof! ¡Bruah! ¡Cof! ¡Cof! —Sin esperar dicha acción de su mentor, y con la boca bien abierta, trago toda la arena que había salido expulsada por el poderoso salto que dio el héroe rubio. — ¡Cof! ¡Cof! ¡Puaj! ¡Agh!...Ahh...sí, hasta mañana.
Aun sacándose el polvo de su ropa, siguió pensando en lo que le había dicho su mentor. Por lo que podía ver, una de esas opciones parecía tener lo que exhaustivamente necesitaba; pero también estaba ese sentimiento de no querer quedarse atrás en los estudios, mantenerse a la par con su generación.
—Hah...ahh~« ¿Por qué solo eran dos opciones?» —quejándose un poco de la situación en la que se encontraba—Hmm... ¿Uhm?
Al sentir un pequeño brillo en la parte inferior de su ojo derecho, giró su mirada con curiosidad, queriendo buscar cual era el causante de esa luz parpadeante, solo para darse cuenta que era por el mar cristalino de la costa. Brillando intensamente cómo si de un vidrio puro y líquido se tratara, reflejando la luz del sol que posaba por encima de él, decorado con los tintes anaranjados y azules de este día; dos colores de una tarde pacífica.
—...Huff —con un suspiro de rendición, se zambulló en la arena, recostándose y quedándose por un tiempo en esa posición. —... —bien podía simplemente sentarse y dejarse llevar por este escenario, y tal vez, de alguna manera, esta tardeada podría decirle la respuesta que tanto necesitaba.
Dos colores distintos que comparten un mar en silencio.
→/-/
Creeak~
— ¡Izuku! —Corriendo al recibidor al escuchar como la puerta estaba siendo abierta. — ¿E-estas bien? —Preocupada de que su hijo siga mal con lo que vivió en U.A.
—Estoy bien mamá —cerrando y volteando a ver a su progenitora con una sonrisa. —solo salí a despejarme un poco, no es nada malo.
—...Ya-ya veo —respirando con alivio, feliz de saber que sus suposiciones estaban erradas. —No me gustaría que por algún motivo me ocultaras lo que sientes, tú sabes que no me gusta verte de esa forma tan decaída, Izuku-kun —comenzando su madre a revelar las preocupaciones que tenía sobre su estado de ánimo.
— ¿Uh?...Jajaja, está bien mamá, no te preocupes —haciendo de menos las palabras que ella decía con un gesto de sus manos. —estoy bien, aparte de que ya tengo algo planeado para el futuro.
— ¿E-enserio? —Sorprendida de escuchar que ya tenía algo pensando. —Ah-ahm bueno...sí es así, supongo entonces que será mejor que te deje hacer lo que sea que tienes pensando hacer —un poco indecisa y nerviosa ante las valientes palabras de su hijo, pero dejando que siguiera con el camino que él mismo eligió. —So-solo recuerda que cualquier problema que tengas, puedes acudir a mí ¿De acuerdo?
— ¿Eh? —Volteando por detrás suya debido a que había comenzado a caminar a su cuarto. —Ahm-ah sí claro Jaja~ —abriendo la puerta de su dormitorio, metiéndose dentro mientras su cabeza seguía afuera con una nerviosa sonrisa, solo para entrar completamente y cerrar la puerta detrás de sí.
Dejando a la peliverde mayor con una leve sensación de preocupación y duda. Decidiendo en desplazar por el momento esos sentimientos, se conformó un poco al haberle dicho a su hijo que siempre que tuviese algún problema, podía acudir con ella por ayuda. Pero conociéndolo, sabía que no lo haría, a no ser que alguien lo anime de hacerlo.
—...Ahh~ —solo le quedaba confiar en él, y esperar que el problema que mantiene oculto de ella no sea tan malo.
En una habitación inundada por las sombras que la cubrían, estaba un joven peliverde acostado en su cama mirando a la nada. Se sentía cansado; mentalmente cansado; pensaba en lo mucho que pasó en todo este día, en un solo día, cosa que de verdad le impresionaba.
Pero ahora se sentía fatigado. Con su cuerpo simplemente reacio a siquiera hacer unos calentamientos antes de dormir, cosa que para él, estaba perfecto.
—... —cerró sus ojos, y se dejó guiar por los ríos invisibles del subconsciente, cayendo dormido en tan solo un instante. —...Huj~...
∞{-֍-}-ᴥ=—ᴥ֍ᴥ—=ᴥ-{-֍-}∞
~
« ¡Hah!»
Un lugar desértico, o algo parecido, no parecía haber prueba alguna de que haya existido alguna edificación antes. No habían edificios, coches, o alguna clase de planta, todo el lugar estaba lleno de lo que parecía ser arena blanca; tan blanca que dudaba que fuese arena.
« ¿Dónde...dónde estoy?», confundido de haber aparecido repentinamente en un lugar tan...extraño, recordando como hace unos momentos se encontraba solo en su cuarto, pero...« ¿Acaso esto es...un sueño?»
Justo cuando intento dar un paso, se dio cuenta que no podía, es mas, su cuerpo parecía estar envuelto en lo que parecía ser un humo negro, solo siendo sus ojos los únicos que se salvaban de ser tapados en esas envolturas negras.
«Eh ¿Eh? No-no me puedo mover», intentando otra vez mover su pie, obteniendo esa misma sensación de ingravidez y bloqueo; igual que con ambos brazos, sus dedos, inclusive su boca; no había forma de que reaccionen a su mandato —Mh...mhm... «¡¿No-no puedo hablar?!»
Forzando sus labios para que pudieran articular palabras, fue únicamente capaz de emitir pequeños ruidos de quejidos, que de por sí eran de un volumen bajo, el ambiente de aquí parecía que los sofocaba; ni un pequeño eco era capaz de salir.
« ¡Aaaahg! ¡Vamoss! ¡Grrruaah~!», intentaba con todas sus fuerzas mover siquiera un músculo, pero como se temió, no pudo hacerlo. «Mierda»
— ¿Qué es lo que te motiva?
« ¡¿Uh?!»
Una voz...él había escuchado una voz, sonaba tan clara, como si aquella persona estuviese justo a un lado de él, pero a la vez, lo acompañaba un eco de lejanía. No podía definir con precisión de dónde provenía, solo que estaba...medianamente cerca.
— ¿Ser un pilar huh?
Era la voz de una mujer, ahora que lo oía por segunda vez podía confirmarlo; ¿a quién le estaba hablando?
—Quiero ser...un símbolo de paz
« ¡¿Qué?!», ¿lo había entendido bien?
— ¿Un símbolo eh?
« Un símbolo... ¿Uh?»
Un viento había aparecido de la nada, barriendo con toda la arena que había en el lugar, haciendo pequeños tornados de polvo a causa de su fuerte vendaval. Midoriya por reflejo intentó cubrirse los ojos, y cómo era de esperarse, sus manos se quedaron quietas.
Mirando con pánico al ahora huracán que venía directo a él, cerró los ojos para recibir el golpe, esperando los pocos segundos de distancia entre él y la fuerza de la naturaleza.
—...Mhf —abriendo uno de sus ojos con cierto temor, se sorprendió al ver que estaba en otro lugar, o eso creía. « ¿Uh, y-y ahora...dónde estoy?
Parecía ser el mismo lugar, con el cielo oscuro y un ambiente sofocante a su voz, pero...el piso parecía estar hecho de tablillas, como si estuviese parado en lo que es una zona de combate o entrenamiento.
«Jum, que raro»
¡PLAF!
« ¡Uaha!»
Los aires arrasadores de antes parecían haberlo perseguido, ya que sintió cómo fue empujado hacia atrás, cosa que lo sorprendió
—Es imposible...
La voz de un hombre había captado su atención, calculando que era de un hombre pasado de los 40 años, ya que su timbre sonaba más rasposa de lo que sería de un adulto joven.
— ¿Acaso piensas ser capaz de derrotar a un maldito monstruo de más de cien años de antigüedad?
Parecía molesto...
«Uhm... ¡¿Huh?!», abriendo sus ojos en su totalidad al ver lo que parecían ser las figuras de dos hombres parados frente a frente, uno pareciendo más cansado que el otro. « ¿Qui-quiénes son?
A pesar de que sabía de las presencias de aquellas personas, solo los lograba distinguir por su figura, ya que lo demás de su cuerpo parecía ser igualmente impregnado de aquel humo negro que lo restringía de sus movimientos.
—Yo... ¡Lo derrotaré! —Era el grito del hombre joven arrodillado, parándose con cierta dificultad. — ¡No me quedaré aquí parado sin hacer nada! ¡Voy a ir!...¡¡Iré directo a su maldito escondite y lo derrotaré!!
— ¡Idiota!
¡PLAF!
— ¡Bruagh! —Un golpe bastante potente en su abdomen lo hizo volver a arrodillarse.
—No seas un cabeza hueca, ¡no podrás ganarle! ...al menos no ahora.
—Pero yo... ¡Grrgh! ¡Yo no lo dejaré! ¡¡No lo haré!! —Levantándose una vez más. — ¡¡No me quedaré de brazos cruzados!! ¡¡No cuando soy el próximo símbolo de la paz!!
Dictando esas palabras llenas de fulgor, aquel hombre cansado se paró tambaleante de su lugar, haciendo que su cuerpo difícilmente tomara una posición de pelea, retando a la persona que lo retenía, tumbarlo en el suelo una vez más.
—...Hmp...ya veo —sin ninguna palabra más que decir, se preparó para combatir.
Ambos en una explosión de velocidad, chocaron entre sí, provocando un temblor en todo lo que parecía ser el espacio oscuro de su alrededor. Esto preocupo al peliverde, viendo nervioso el cielo negro en busca de ver si no estaban cayendo fragmentos de este.
« ¡¿Qué-qué fue eso?!», Totalmente interrogante de quienes fueron aquellas dos personas de poder abominable. «Uhh~... ¿Uhm?... ¿Se-se detuvo?».
—Yo...busco una razón para que las personas puedan salir sin miedo de sus casas, un pilar...un soporte para esta ciudad en decadencia.
« ¿Qué?»
Parecía ser otra voz, solo que una más joven; juzgando, parecía ser de alguien como de su misma edad.
— ¿Es por eso que quieres ser un héroe?
«Es la misma», dándose cuenta que era la misma voz la cual había escuchado primero en su estadía aquí, la de aquella desconocida mujer. «¿Uh?»
Los mismos vientos volvían a resoplar, solo que esta vez, en una menos agresiva. La distracción le duró poco cuando se dio cuenta cómo una figura comenzaba a formarse del mismo material que lo retenía, pasando sobre su cabeza, siendo que era más alto que él.
—... ¿Incluso cuando no tienes particularidad? —La ilusión de la sombra recién formada se volteo.
« ¡¿Huh-uh?! ¿¡Está mirándome a mí!?», impresionado de que aquel espectro pudiera verlo, incluso...«Me dijo a mi... ¿Verdad? Después de todo, yo era un sin peculiaridad antes», encontrando similitudes en sus palabras con lo que era su persona de antes.
— ¡Sí!
Sorprendido por una voz, una que se encontraba detrás de él, siendo la de aquel joven del inicio.
«Espera, no me estaba hablando a mí», curioso y queriendo ver de quien se trataba, obligó a su cuerpo a que moviera su cuello, pero como en otros intentos, no dio resultado. « ¡Maldición! Que molesto».
—...Ufufu~...Toshinori Yagi ¿No es así? —Por unos momentos su figura brilló. —...eres alguien realmente gracioso —el brillo de una sonrisa se dejó entrever en tales penumbras cegadoras.
« ¿Quién...?»
—Aún no es el momento, Izuku Midoriya.
«¡¡¿Qué?!! ¡¿Uah-ah~?!».
Un temblor a sus pies lo hizo desestabilizarse, logrando que al fin sus extremidades pudieran moverse. Pero antes de que se pueda sorprender por eso, una grieta se abrió en el suelo, siendo del suficiente tamaño cómo para que cayera y no se agarre de nada para impedirlo.
—Nos vemos.
—¡Aaaaaaaaaahhhhh...!!
~.
— ¡Aaaaahh!...ahh...ahh... ¿Qué-qué pasó?
Estaba de vuelta en su habitación. Mirando por sus alrededores y notando cómo estaba envuelto en un desenmarañado de sus cobijas; parecía que había luchado contra su propia cama.
—Ahh...qué sueño más extraño —mirando a un lado de su cama, específicamente a su despertador. « ¿Las 6.45 eh?»...Ahh...creo que iré a trotar un poco —levantándose con algo de pereza de su cama, busco entre su armario sus zapatillas y chaleco; seguramente debería hacer frío afuera.
Saliendo con silencio de su habitación, caminó de puntillas hasta la entrada, siempre tratando de no hacer ruido para despertar a su madre. Ahora mismo quería simplemente salir a correr y despejarse un poco.
→/-/
— ¡Hah-ahh! Hah-ahh...ahh...gulp, ¡ahh-ahh!
A pesar de estar corriendo por bastante tiempo, eso no lo detenía, sólo tomándose un descanso cuando su madre llamó, avisándole con calma que solo había salido a correr y que no se preocupara, que encontraría algo para desayunar afuera.
Pero lo cierto es que eso se le había olvidado; tan enfocado estaba dentro de su mente que se le había olvidado saciar su hambre, recordandolo al momento que sintió cómo sus tripas rugían por algo lo que degustar, parando en una tienda de abarrotes y entrando para buscar algo con lo que poder no desmayarse.
«Una decisión, una decisión», se repetía constantemente esas palabras, pensando con vividez en la respuesta que le diría a All Might. «Una decisión...»
Le era difícil elegir algo con claridad. Haciendo todo el uso de su cerebro despierto para elegir una opción, ambas tenían sus razones por las que estar ahí, pero una...una es totalmente superior a la otra si nos decantamos en el tema del One for All, algo que necesita aprender a la de ya. Y aun así, conociendo los beneficios que traería...no la elige.
«Una decisión...», ¿Esperarse medio año para otra oportunidad no sería lo mismo que quedarse de brazos cruzados? «No puedo esperar por tanto tiempo».
¡Trin~!
Tal vez estaba cometiendo un error, pero ¿Y qué? Sería peor si no lo intentara; sería peor si solo se queda esperando hasta el otro año para otra oportunidad aun si entrenara; quería superarse, y para que eso suceda, necesitaba ponerse a prueba.
« ¿Una semana?», una semana es mucho tiempo.
Mordiendo una barra de proteína con fuerza, siguió corriendo, con sus fuerzas renovadas; siguió corriendo por el camino hacía la playa. Había llamado a All Might hace un momento atrás, por lo que estaba listo; listo para que escuchara su decisión.
→/-/
— ¡Oh, joven Midoriya! ¿Ya sabes qué es lo que vas a elegir? —Mirando a su pupilo con una brillante sonrisa.
— ¡Sí! —Mirándolo con determinación. —Mi decisión es ir a Shiketsu.
— ¡¿Qué-pffft cof, cof, cof?! —Regresando a su forma esquelética al solo oír lo que había dicho. — ¿E...estás seguro? —Mirándolo con sorpresa y duda.
—Sí, All might...estoy seguro —mostrando una mirada imperturbable. Él realmente...estaba seguro de lo que elegía.
— ¿Puedo saber por qué? —Curioso de conocer cuál era su razón de escoger una opción que para él era bastante alocada.
—Yo...siento que debo hacerlo —empuñando sus puños con fuerza —quiero probarme, yo...no quiero cometer el mismo error dos veces —su cara cambiando a una expresión un poco más de tristeza, pero manteniendo siempre su resolución.
—...Ya veo —de verdad...le sorprendía este chico. —Je...Jajaja, de acuerdo, entonces será mejor que empieces ahora.
— ¡Sí, All Might! —Haciendo un saludo militar, sonriendo al ver que su maestro aprobaba su decisión temeraria.
— ¡¿All Might?!
Un cúmulo de personas que estaban pasando cerca de ellos se erizaron al escuchar el nombre del héroe, buscando con sus ojos ansiosos por toda la playa para encontrarlo, y tal vez sacarse una foto con él.
— ¡Shhh! Silencio ¡¿No te he dicho que no lo digas tan fuerte?! —Regañando a su alumno mientras le tapaba su boca suelta.
—Mhh...mhp...lo siento, All Might —hablando detrás de su mano.
—Ahh, cómo sea, cuando esté en esta forma llámame por mi nombre, Toshinori, ¿de acuerdo? Así cuando estemos en público puedes usar ese nombre para referirte a mí —sacando su mano de la boca de su alumno, quien dio un gran respiro.
—Hah-ahh~ ¿To-Toshinori? —Repitió su nombre como si fuese algo raro para él. —... ¡Hah! ¡¿Toshinori Yagi?! —Girando su mirada con asombro.
—Ahm...sí chico, ese es mi nombre —viendo extrañado como su pupilo sabía su nombre completo. — ¿Acaso...ya lo habías escuchado antes? —Un poco preocupado de que su nombre haya sido filtrado a las redes públicas.
— ¡Ah! No, es solo que...bueno, lo escuche en un sueño —lo último diciéndolo poco convencido.
— ¿Un sueño? —Interrogó interesado.
—Am pues, en esta mañana tuve un sueño bastante raro, algo acerca de un chico sin quirk que quería convertirse en héroe —comenzó a relatar Izuku. —Al principio pensé que se trataba de mi propia vida, pero fue hasta que escuche su nombre en el que me di cuenta que no era yo a quien se estaban refiriendo...uhm...¡¡¿Espera?!! ¡¿Acaso usted es-...?!
— ¿Viste algo más? —Pregunto de una forma algo extraña.
— ¿Uhm? —Dejando sus impresiones y cuestiones de lado, contestó. —ah...bueno, recuerdo que había una mujer y un hombre allí, aunque la mujer apareció más, creo que llevaba una especie de capa. Supongo que era una clase de heroína —tratando de acordarse de todos los detalles de su sueño, masajeando su barbilla para hacer memoria.
— ¿Ella dijo algo?
Izuku solo lo vio con curiosidad.
—Ah-e-eso creo, solo recuerdo que dijo...que usted era alguien realmente gracioso —rascándose un poco avergonzado al solo haber recordado esa parte del diálogo.
—Sí...veo que sí.
—...Uhm —esto era...raro. —All M-erhm ¿Toshinori?
—Déjame decirte algo, Joven Midoriya —dirigiendo su mirada a él. —Lo que has experimentado no fue un sueño.
— ¿Eh? ¿Po-por qué lo dice? —No entendiendo a donde llevaba todo esto.
—Te había mencionado anteriormente como el One for All es la acumulación de todos los poderes de los anteriores portadores ¿verdad? —Viendo como Midoriya asentía con la cabeza. —como una antorcha que pasa de mano en mano, ellos dejan también una chispa propia.
— ¿Una chipa? —Cuestiono algo confundido, pero intrigado.
—Una parte de él —mostrando su mano, dejando que la acumulación de poder lo llenara. —una parte de su vida.
— ¡¿Qué?! —Eso quiere decir. —E-¿¡Están vivos dentro de mí!? —Sintiendo ñañaras en su cuerpo, abrazándose a sí mismo con algo de recelo.
—Bueno, no tanto así, pero sí —observando cómo el peliverde parecía desmayarse por tal información. —Pero no deberías preocuparte, no harán nada, no por ahora.
— ¡Hiii~! —No le gustó mucho esa parte. — ¿C-cómo sabe eso?
—Por momentos he podido interactuar de alguna forma con ellos, pero solo con dos —lo último expresándolo con cierta tristeza. —nunca con los demás, pero...sé que tú puedes hacerlo —sonriéndole con confianza.
— ¿Y-yo? —No creyendo que fuese capaz de hacerlo. Si su maestro no pudo, ¿cómo podía él?
—Sé que lo harás
¡Puf~!
—Por qué yo estaré ahí para que lo logres —poniendo su gran mano en el hombro del chico. —el que hayas logrado contactarte con esa parte del One for All, no hace más que confirmarme, que tú eres realmente un digno sucesor.
—Yo, yo, uh~ —con las lágrimas a punto de salir.
— ¡No es hora de llorar joven Midoriya! ¡Es hora de que me des 1000, ahora! —Barriendo a los pies del despistado peliverde, quien cayó de cara contra la arena. — ¡Vamos, no tenemos todo el día!
— ¡Agh! ¡Ptú! ¡Sí! —Sin rechistar, comenzó hacer el ejercicio sorpresa, haciendo cada flexión con un objetivo en mente.
Su maestro veía esto con sincero orgullo, permitiéndose mirar el horizonte del mar unos momentos para solo...cavilar; ya no le prestaba atención a las flexiones de su sucesor, aunque siempre que llegue a perder la cuenta, puede simplemente ponerlo a que haga mil más.
—... «Te estás comunicando con él, ¿verdad?», el traqueteo de las olas contra la costa no vino con respuesta. —Hmm...«Solo espero...que esto no sea indicador de algo malo, de si él...aún sigue ocultándose entre las sombras cómo la sucia rata herida que es».
El aire sopló con nostalgia, algo que para él siempre ha sido así, pero, por algún motivo, se intensificó cuando conoció aquel chico reptil hace años atrás.
«Ellos serán...unos buenos héroes», pensó con lejanía a la vez que pisaba la espalda del peliverde para generar presión, cosa que el chico no se esperó e hizo que cayera de cara contra el suelo arenoso, otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro