Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11: ֍‡ Un paso, mil más por caminar ‡֍



«Esto fácilmente puede ser un laberinto», pensó el lagarto al ver el sin fin de pasillos que había dentro de esta gran estructura.

Caminaba sin un rumbo claro por el cual ir, solo con la referencia en mente de que estaba alojado en el salón 1-A y que debía buscarlo.

«Guau...que genial», en realidad, no estaba molesto, solo que no encontró otra forma en la que pudiera reaccionar a su propio pensamiento. «Supongo que no debió ser algo obvio», riendo por lo bajo; encontrando cierta diversión en él mismo.

Caminando un poco más, pasó por un largo pasillo de varios metros. Sin algún indicador claro de si este era el lugar indicado, decidió pasar por toda esa línea recta para ver si con suerte estaba ahí su salón. Sería bueno encontrarse con un estudiante que sea conocedor de las instalaciones; así podría preguntarle la dirección de su salón.

«Ahg, parece que no hay nada aquí... ¡Grr! ¡¿Cómo es posible-Uh?!», parando sus quejas al momento de voltear a su izquierda; observó en todo su esplendor la puerta gigante a su costado con los símbolos de 1-A enmarcadas con rojo en toda su superficie. —...Uhm —sin intentar objetar nada, solo abrió la puerta y procedió a entrar.

Una vez dentro, fue inmediatamente recibido por un pequeño grupo de ojos que se apegaban a su presencia reciente. Algunos mostraron una disimulada expresión de sorpresa, mientras que otros simplemente lo ignoraron y siguieron con sus actividades.

—... ¡Hola! —mirando a todos sin distinción y mostrando su brazo alzado cómo saludo amigable.

—... —todos se quedaron mirándolo por varios segundos, algunos con extrañeza. —Uh-uhm... ¿Hola? —le respondieron su saludo.

El lagarto se quedó unos segundos parado a la vez que sus compañeros lo veían; finalmente dándose la vuelta para ir a buscar un lugar a donde pueda sentarse.

«Eso fue incómodo», pensaron todos sin excepción.

De los pocos que había en el salón, se le quedaron mirando con extrañeza; otros solo volvieron a sus asuntos y olvidaron lo raro de hace unos momentos.

Ahh...—sentándose en un banco de la tercera fila en contra del muro izquierdo, dejando su mochila colgada en su respaldo. «No voy a negarlo...fue divertido Jeje~», no volverá hacerlo jamás.

—Oi, ¿cómo te llamas? —una voz desconocida lo interrumpió de su reciente cavilación, no dejándole la oportunidad de que se sumergiera en su cabeza.

— ¿Uh, yo? —al ver a la persona de quien se trataba, no pudo evitar elevar un poco las cejas ante la impresión.

—Sí tú, soy Kirishima Eijiro, ¿cuál es tu nombre, eh? —presentándose ante él con una sonrisa afilada y llena de confianza; señalándose a sí mismo con el pulgar cómo lo haría cualquier hombre orgulloso.

—Ehm, soy Shiwara Akini, un placer —presentándose de igual forma, pero con una energía menos abrumadora que la de su compañero.

—El gusto también es mío; de hombre a hombre, debo decir que tus escamas te hacen ver brutal —señalándole con su dedo giratorio, pero enfocándose más en su cola.

—Oh ehm gracias —no esperándose un halago tan temprano, se rasco con un poco de vergüenza su mejilla. — ¿Por qué lo dices?

— ¿Qué no ves hermano? Tu imagen impone presencia —a pesar de que no lo conocía de nada, le venía diciendo cosas así de geniales. —Joder, cómo me gustaría que tener escamas cómo las tuyas.

—Creo que estas siendo bastante exagerado —sintiéndose ahora incomodo por sus buenas palabras. —no es más que mi piel normal...bueno, no es mi piel normal Huff, sabes a lo que me refiero —suspirando en interrupción al no querer extra explicarse por algo cómo eso. —No soy más genial, ni interesante que los demás aquí; soy solo alguien más; nada relevante, solo...existo.

—Woah, sonaste igual que un erudito —ambos hombres dirigieron su mirada una silla atrás al del pelirrojo con dientes de tiburón. —¡Hola! Soy Mina —en una banca posterior a la de Kirishima, una chica de piel y cabellos rosados levantaba una de sus manos en signo de saludo; manteniendo su cabeza recostada en su escritorio y balanceando sus piernas despreocupadamente por debajo de esta.

—Ey —solo diciendo eso a la vez que imitaba su saludo.

—Este chico de pelos en punta solo te hablo porque le recordaste a su poder, cómo también su insana obsesión al rojo Jeje~ —señalando perezosamente con el pulgar al chico a su lado.

— ¡Ey! ¡No es verdad!...Bueno, un poco —confesando mientras escuchaba cómo su amiga se burlaba por lo bajo. — ¡Pero eso no significa que mis palabras anteriores hayan sido mentira!

—Sí bueno como sea, ¿qué es lo que te trae por aquí eh, Shiwara-san? —enfocando sus escleróticas negras hacia él mientras le brindaba una sonrisa interesada.

—Oh bueno, pues...ser un héroe —moviendo sus manos en un signo de obviedad.

Ambos nuevos compañeros se le quedaron mirando, esperando a que dijera algo más. Pero al ver que pasó un minuto sin decir nada más, se mostraron confundidos.

—Y... ¿Y ya? —cuestionó la chica alien si eso era todo.

—Ahm... ¿Sí?, ¿pues eso es a lo que venimos, no? —también confundido de no saber qué era lo que esperaban que dijera.

—Bu-bueno sí, pero me esperaba un monólogo motivador o algo así; algo un poco más épico —con cierto nerviosismo y decepción en su voz.

—Yo también lo pensé —expresó de igual forma el pelirrojo.

— ¿Por qué? —mostrando una expresión de seria duda. —Esperen... ¿Es por qué tengo rasgos parecidos a los de un dragón?

Ambos se erizaron al escuchar sus suposiciones.

—Emm...¿Tal vez? —clamaron ambos a la vez, mirando hacia arriba con cierta vergüenza.

—E-es que ya sabes, los dragones son geniales y así —excusándose Mina. —aparte, siempre los héroes de tipo dragón guardan historias bastante increíbles —juntando sus manos, recordando con gusto los discursos que daban esas personas de carácter orgulloso.

— ¡Sí! ¡Los dragones son unas completas bestias! No en ese tipo de bestias, sino de bestia genial —Kirishima también dando su punto de vista con el mismo exceso de energía.

—Pues sí, los dragones son geniales, eso es obvio. Pero yo no soy un dragón, soy más cómo un...—buscando en su mente el animal que más lo definía.

— ¿Una salamandra? —completando su frase inacabada. — ¡Oh! Espera, cómo una lagartija, "yamori" ¡Yamori-kun! Jajaja —riéndose al encontrar un sobrenombre divertido para referenciarlo.

—E-¡Ey! No soy una-...

— ¡Hmp! Los kaijus son mejores.

— ¡Ey tú! ¡Repite eso! —ignorando completamente el reclamo de su compañero reptil, se balanceo en su silla y apuntó acusadoramente al tipo que estaba sentado a una silla más alejada de ella. — ¡¿Cómo que los kaijus son mejores que los dragones?! ¿Acaso no deberían ser igual de geniales?

—Ah~ah~ no, los kaijus son mejores porque tienen más variedad —un joven pelinegro de gran sonrisa se volteaba con elocuencia, mientras meneaba el dedo en un negador apaciguo. —no cómo los dragones que son solo lagartijas voladoras.

¡Haah! ¿Escuchaste lo que dijo de tu familia Yamori-kun? No le permitas que hable así de tu ascendencia draconiana, ¡protege tu orgullo!

— ¡Qué no me digas así! —su reclamo cayó en nada al estar ella siguiendo debatiendo con el chico de enfrente.

—Ambos están mal, los más geniales son los gundam —una tercera voz vino para echar más leña al fuego. —ellos podrían fácilmente aplastar sus criaturitas de fantasía.

— ¡Oye! —exclamaron molesto ambos bandos. — ¡No son de fantasía!

—No, los tuyos si lo son —interrumpiendo el que apoyaba a los Kaiju para mirar con indiferencia a Mina.

— ¡¿Qué?! Claro que no, miren —buscando y atrayendo a alguien a su brazo. —tengo uno justo aquí —señalando a Akini quien no se esperaba ser jalado.

—Ese no es un dragón, es un tipo de salamandra humanoide —desacreditando las pruebas de la chica alíen con gesto burlesco.

«Será...», antes de que pudiera desahogarse, fue empujado de vuelta a su asiento.

—Agh... ¡Vamos Kirishima! ¡Ayúdame a hacer entrar en razón a estos sujetos! ¿Qué tanto piensas? —palpando su hombro, comenzando a agitarlo al ver que no obtenía respuesta.

«Es verdad que los dragones son bastante varoniles...pero los gundam y kaijus también lo son; los robots gigantes son bastante duros y pesados, ¡y tienen un diseño que te cagas!, aunque en una pelea son más de armas que de puños. Un verdadero hombre es aquel que habla con los puños en vez de las armas. Así que quedarían los Kaijus y dragones. Los kaijus son ¡Jodidamente grandes! Y los dragones... ¡También son jodidamente grandes!...Huff, que decisión más dura», reflexionando y calculando la grandeza de cada uno de los bandos que discutían.

— ¡Vamos no me dejes así! —siguió empujándolo de un lado a otro.

—No tiene caso, está claro que los mechas son mejores —riendo con suficiencia aquel chico de cabello rubio con el rayo negro pintado.

—Oye, aún no hemos acabado, aparte, hay kaijus que ya le partieron el trasero a tus queridos robots gigantes —apelando el chico de la sonrisa enmarcada.

— ¿Ah sí? Pues que me dices de los que se quedaron sin mandíbula, ¿te lo han dicho acaso? Jajaja

—Al menos no son tan genéricos cómo los tuyos.

— ¡¿Genéricos?! —exclamó indignado. — ¡¿Estás seguro que no te lo dices a ti mismo?! Lo único por los que los conocen es por Godzilla, ¡y ni siquiera es tan bueno como dicen!

¡Hah!...Retráctate, además, ¡los dragones son más genéricos! —apuntando hacia la defensora de los dragones.

— ¡Ey! No le digan genérico a mi amigo —palmeando la espalda del chico genérico.

« ¿Me lo estás diciendo a mí?», entre confuso y molesto de que las palabras de la pelea llegaran hasta él sin estar involucrado.

—Es más, ustedes dos son los más genéricos —haciendo una v con sus dedos, así apuntando a los dos chicos molestos.

— ¡Oye! —alzando ambos la voz.

Así, otra pelea entre saber cuál era el más genérico había dado inicio. Los demás vieron esto con nerviosismo y humor, mientras que otros con cierto desagrado, y uno.

¡Bam!

—¡¡Cállense, maldita sea!! ¡¡No me dejan dormir!! —Un chico peli ceniza se levantó con furia de su escritorio, demostrándolo con sacar pequeñas explosiones de sus manos. —¡¡Qué mierda nos importa cuál de sus putas niñerías la tiene más grande!! ¡¡Cállense de una maldita vez!!

—Oye, no tienes que gritar, no estamos en un hotel —hablando calmadamente el defensor de los kaijus.

¡Sheesh! Amigo, ¿Por qué estás tan nervioso? ¿Te arruinamos la siesta? —recargándose sobre la silla mientras posaba con sus brazos sobre su cuello, mirando con una sonrisa al chico explosivo a punto de cometer homicidio.

— ¡Igh! Que grosero eres, nosotros solo estábamos hablando pacíficamente entre nosotros —esta vez siendo la chica de piel rosada quien lo repelía con su mano.

—Es verdad, no tenías por qué gritarnos tan feo —comentó "dolido" el pelinegro.

—Nada cool amigo, nada cool —negando con los ojos cerrados el chico con la marca de rayo.

Parado ahí con un párpado temblante, estaba el rubio explosivo quieto mientras seguía siendo asediado por los reclamos irónicos de los tres tontos frente a él. Con cada gramo de cólera dentro de él, apretó sus puños y los hizo explotar en pequeñas explosiones contenidas que eran suficientes para desmenuzar un pavo; una de ellas sería capaz de volarles las cabezas llenas de helio que tienen.

—Ahora que lo pienso, ¿no son las rivalidades de los shonens muy genéricas? —hablando el tipo fanático de los gundam.

— ¿Eh? ¿Eso que tiene que ver? —preguntó confusa la chica con antenas.

—Es que por su actitud me recordó a uno de esos rivales en un manga que leí hace tiempo.

— ¡Oh! Te refieres a "My Boku No Chivalry Academia" —contestó el pelinegro.

— ¡Sí! Exacto —feliz de ver que alguien más lo conocía.

— ¿No era un isekai? —intentando recordar el género de la obra.

—See, pero también es shonen, pero siendo sincero, me aburrí después de los primeros doce capítulos —suspirando con decepción. —no son cosas que uno no pueda hacer en la vida real.

—Meh, supongo, ¿y por qué lo mencionas?

— ¡Ah sí! Es por qué el rival del protagonista grita mucho y es bastante detestable —riendo al recordar a aquel personaje. —pero realmente es un tsundere Jajaja.

—Un tsundere Jajaja, que lindo —riendo con gracia de igual forma Mina.

—Jajaja, ya me mataría si alguien me considerara tsundere Jajaja, eh ¿Qué dices amigo? —preguntándole al tipo que los había interrumpido hace rato.



¡Tap!

Antes de que su brazo engullido en explosiones chocará en contra de los rostros risueños de sus compañeros, una mano lo sujetó fuertemente del hombro y lo atrajo hacia atrás, interrumpiendo así su acometida bien merecida.

—Resolver las cosas con la violencia no deberían ser permitidas dentro de esta aula —un peliazul alto con anteojos sujetaba fuertemente el hombro del enrabiado joven explosivo.

— ¡¡Quítame las manos encima!! ¡¡Quién te crees que eres, ¿eh?!! —mirando con ferocidad y ganas de desmembrarlo por detenerlo en darles sentido común al trío de aquí.

—Soy Iida Tenya, procedente de la escuela secundaria Somei —haciéndose un lado y dejando que ambos pudieran siquiera presentarse, oh bueno, eso era lo que pensaba.

— ¡¿Solo por qué te crees un elite piensas que puedes hacer todo lo quieras eh?! Jeje...voy a disfrutar destruyéndote —mostrando una sonrisa siniestra.

— ¡¿Qué rayos?! ¿En serio piensas convertirte en héroe?

— ¿Sí no?, parece más villano que héroe si me lo preguntas a mí —entrando el tipo del rayo negro.

—¡¡¿Qué mierda dijiste maldita cabeza hueca?!! —girando su cuello a una velocidad anormal.

— ¡Silencio! ¡Debemos preservar el silencio hasta que-...!

—¡¡Cállate nerd, tú no me ordenas!!

— ¡¿Nerd?! ¡Solo por qué traiga lentes no significa que te dé automáticamente el derecho a llamarme de esa forma tan despectiva! —Cada vez más sorprendido de la actitud volátil de este sujeto.

— ¿Por qué no mejor vas a sentarte y te enfrías un rato eh? —acoplándose Mina al bullicioso.

— ¡¡No me vengas con tus parlotearías cabeza de chicle!!

— ¡¿A quién le dices cabeza de chicle?! —levantándose esta vez indignada. — ¿Acaso no te has visto tu cabello? Parece todo seco y asqueroso ¡Iugh!

— ¡¿Acaso quieres una pelea mocosa?! —marchando hasta su lugar.

— ¡No es mi culpa que tu no sepas lo que significa la palabra shampoo!

— ¡Suficiente! ¡Esto es inadmisible! —interponiéndose entre los dos con caras de querer ver muerto al otro. —si un profesor viera este tipo de comportamiento...

— ¡¡Maldita sea nerd!! ¡Muévete o te haré a un lado! —amenazándolo con las explosiones generadas en sus palmas.

— ¡Wooh vamos! ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea! —Estallando en vítores los que anteriormente eran enemigos, juntos animando por una buena pelea.

— ¡Pero qué barbarie!, ¿no deberían ser ustedes los que paren este conflicto que mismamente iniciaron? —una joven de cabello y trenza larga color azabache, intervino entre la actitud inmadura de ambos chicos, buscando que al menos actuarán con un poco más de dignidad.

— ¿Eh? Nosotros no lo iniciamos, fue él —señalando a los lejos a un neutral Akini, quien al darse cuenta que lo apuntaban, no pudo evitar escupir en respuesta.

— ¡¿Pero qué?! ¡Yo no hice nada! —con los ojos totalmente abiertos.

— ¿En serio? Porque a mi parecer nuestro problema inició con un dragón, ¡y tú eres uno! —señalándole como total culpable de la situación actual.

— ¡Eso no tiene ningún puto sentido!

Ahora mismo el aula se había convertido en una muchedumbre de gritos y reclamos, cada uno lidiando con problemas distintos. Al final, todos parecieron involucrarse en algo que ni ellos iniciaron.

«Esto es...una locura», mirando con total perplejidad el panorama ante sus ojos, un peliverde que anteriormente tenía miedo de compartir clase con las dos personas que más le intimidaban, siendo ahora que ya no tenía que preocuparse por los dos que ahora mismo estaban discutiendo, ¡sino por todos los demás! «Oh...que suerte la mía», sintiendo cómo se le revolvía el estómago al imaginarse lo problemática que sería su vida escolar justo ahora.

Creeek~

— ¡¿Uh?!

«Oh...mierda»

Sin darse cuenta, había empujado la puerta lo suficientemente fuerte como para chirriar a un volumen adecuado en el todos lo volteen a ver. Con todos los pares de ojos sobre sí, sus piernas temblaban cómo gelatina por debajo suyo, apenas manteniéndolo en pie y evitando a que cayera en un desmayo por vergüenza.

— ¡Ah! ¡Eres tú! —una voz sorpresiva por detrás lo hizo erizarse y voltear rápidamente por su espalda. — ¡El chico peliagudo!... ¿Uh?, ¿por qué todos parecen tensos?

Varios se detuvieron en lo que hacían para ver a los nuevos llegar; pasando un par segundos para que todos volvieran a lo que estaban haciendo en un primer lugar antes de que todo se descontrolara. Excepto por dos quienes los seguían mirando en la distancia, solo que no a los dos en conjunto, sino a una sola persona.

«Deku...», con distintas ideas, distintos sentimientos, y distintos pensamientos; ambos compartían y concordaban con la particularidad de que aquella presencia peliverde, les hacía temblar los nervios.

—Hola, mucho gusto; lamento en nombre de todos si es que te dimos una impresión equivocada. Mi nombre es Iida tenya, provengo de la escuela secundaria Somei; espero y se acoplen perfectamente a este grupo que recién empieza —siempre respetuoso y buen anfitrión, disculpándose y presentándose ante el par nuevo que llegaba.

Oh, sí Jajaja~, mi-mi soy Midoriya Izuku, gusto en conocerte Iida-kun —correspondiendo con el saludo.

— ¡Hola! Soy Uraraka Ochako, es genial conocerte Iida-kun —siendo más casual en su presentación.

—Ya veo, es un gusto. Midoriya, necesito preguntarte algo —dirigiendo su atención totalmente a él, quien se encogió en su lugar por la cara seria de Iida. — ¿Acaso tú ya eras consciente del verdadero significado de la prueba de admisión?

— ¿Uh?...uhm, no sé de qué-...

—Si están aquí para solo hacer amigos, será mejor que se vayan a otra parte por favor.

— ¿Uh qué? —girando a dónde provenía esa cansada voz, no miro nada detrás de su espalda, hasta que miro al piso y vieron lo que parecía ser una oruga gigante.

—Porque este es el departamento de ¡Héroes! —levantándose de su lugar aun estando dentro de la cama de campaña.

«¡¡ ¿Quién demonios era este tipo?!!», aparte de sus ojos rojos amenazantes, les era bastante impactante su imagen tan desarreglada después de que lo vieran fuera de su capullo de descanso.

«Es...raro», eso era lo único se le podía ocurrir a Akini al momento de ver a su nuevo profesor.

—Mmm, se tomaron ocho segundos para que se mantuvieran callados; ustedes los niños son de vida corta, y por ello carecen de sentido común.

—Emm... ¿Es usted...nuestro maestro? ¿Es algún tipo de héroe profesional? —Se escuchó a alguien decir dentro del grupo.

—Soy el profesor que se la ha asignado esta clase, Aizawa Shota, es un placer conocerlos —agarrando su bolsa del piso, empezó rebuscando algo, sacando de ella un uniforme distinto al de ellos. —tomen, usen esto y diríjanse directamente a la salida del campus.


→/-/


— ¡¿Un examen de comprensión de quirks?! —exclamó casi toda la clase.

—Pero profesor, ¿cuándo será la ceremonia? ¿Y cuándo nos reuniremos con el consejero que nos guiará? —cuestiono confundida Uraraka.

—Si quieres enfocarte en ser un héroe, no tendrás tiempo para encárgate de cosas así de absurdas. Todos ustedes entenderán que la reputación de la escuela es por la libertad que deja dentro del campus, por lo que tienen que saber es que esa misma "libertad" va también para nosotros los maestros —finalizó el profesor Aizawa con un deje invisible de diversión.

«Vaya...sí que puede llegar a intimidar», apenas lo estaba conociendo y sentía que no le iba a ir tan fácil.

—Shiwara —el joven reptil sorprendido de que lo llamaran, hizo que se pusiera firme. —tú fuiste el que quedó primero en el examen práctico, ¿no es así?

«¡¡ ¿Qué?!! ¡¡ ¿Es esa maldita lagartija quien quedó en primer lugar?!!», al principio pensaba que era un extra más, pero al saber que fue por su culpa el que no haya quedado en el podio, tomando su merecido primer lugar, no hizo más que mirar con agujas al ahora piedra en su camino.

Varios se mostraron levemente sorprendidos por esto, no creían que aquel tipo haya sido uno de los primeros en el examen, aunque...tal vez tiene cierta lógica; es un dragón ¿No es así?, es posible que sea capaz de convertirse en un dragón gigante y con eso haya logrado aplastar a toda su competencia con el mínimo esfuerzo.

— ¿Cuál ha sido tu record de lanzamiento de softball en la escuela? —mirándolo con aburrimiento.

—Emm, creo que...unos 47 metros —respondió con cierta duda, ya que no era algo que fuese importante de recordar.

—Bien —lanzando a su posición la bola, quien Akini la atrapó por poco. —entonces intenta hacerlo con tu particularidad, puedes hacer todo lo que quieras siempre y cuando estés dentro del círculo —declaró con sueño.

—Am, okey —posicionándose para mirar al frente, apretó fuerte con su mano y pensó. « ¿Con que debería hacerlo?, ¿con mi mano?, ¿o tal vez con mi cola? Hmm...sería más fuerte con mi cola», ahm disculpe ¿Esta pelota puede cortarse? —intentando verificar si era lo suficientemente resistente para no rasgarse con las escamas de su cola a la hora hacerlas más densas.

—Esa pelota está compuesta de polímeros anti corrosivos e inflamables, cómo también de una alta densidad para soportar cortes o golpes de alta potencia; sea lo que sea que esté pensando hágalo ya, siempre mientras esté dentro del círculo —respondiéndole con cierta molestia, incitando a que deje de andar perdiendo tiempo y lance la pelota de una maldita vez.

—...Huff, bien —lanzado la pelota lo más alto que pudo, calculó rápidamente el aproximado de segundos que tardaría en llegar hasta su posición. «En dos segu-...»

¡Fwoosh~!

Escuchando el sonido del aire rasgándose, se dio cuenta que la esfera caía más rápido, pasándolo por debajo del cuello y acercándose cada vez más y más al suelo.

«¡¡Mierda!!», con pánico de que por una tontería así lo expulsen, se tiró de espaldas al suelo, manteniéndose fuerte con ambas piernas flexionadas; dió un giro sobre su tronco y pisó con su pie izquierdo el suelo con firmeza, balanceando su pie derecho y en conjunto su cola para que hiciera el efecto de látigo; yendo por un golpe directo al costado de la pelota.

Y con un sonido fuerte de estallido, la esfera salió volando varios metros de su posición inicial, siendo calculado con facilidad por el aparato que el profesor tenía en sus manos.

—265 metros —mostrando el número en su pantalla.

« ¿Uh? Bu-bueno...supongo que está bien», sinceramente se esperaba una cantidad mayor, pero suponía que esa cantidad era lógica dentro de sus estándares fisiológicos. Parece que su despiste le ayudó, ya que creía que si lo hubiera golpeado de la forma que quería en un principio, hubiese logrado un puntaje menor que ese.

—Jum...no voy a mentir, pensé que se iba a convertir en un dragón —sintiéndose algo decepcionado.

—Hmm...tal vez y no lo quiso mostrar, después de todo es solo lanzar una pelota —comentó la otra persona a su lado.

—¡De todas formas parece divertido, justo como se esperaba del curso de héroes!

— ¿Divertido eh?...Jum. Tienen solo tres años para convertirse en profesionales; ¿será acaso posible que mantengan esa misma actitud todo el tiempo?...Juju~ bien; ¡quien quede en el último lugar será juzgado como alguien sin potencial y castigado con la absoluta expulsión! —dando su ultimátum con una sonrisa que le helo la sangre a varios de ellos.

—¡¡¿Eeh?!! ¡¡¿Expulsados?!!

«¡¡¿Castigado con la expulsión?!!», una cara mortificada era todo lo que podía expresar justo cuando escucho esas palabras. «"Esto...no puede ser...Hah-ah, yo solo...aún no...puedo controlar el One for All», el sentimiento de desesperación y de derrota lo golpeaban dolorosamente en su espíritu como rocas empinadas.

— ¡Bienvenidos...al curso de héroes!!

Un desafío enorme en el primer día, pero sin problemas para los más capacitados; el terror y el miedo era el motivante para aquellos que saben que pueden perder; un reto donde la persona más normal, será la que pierda.


Prueba #1: 50 metros

«Bien...esta vez ya no puedo distraerme», se puso en su posición inicial de carrera y esperó al silbatazo.

¡Priii!

¡Swoosh~!

Acortando cómo una bala cerca de diez metros, comenzó a impulsarse desde ahí con su cola y piernas en saltos pequeños hasta llegar a la meta.

—3.75 segundos —reveló su profesor, con un tono de voz pareciendo a una de elogio, aunque realmente no es algo que se pudiera diferenciar.

¡Huff! «Bien», vitoreó. Él sólo usaba la máxima capacidad de sus piernas en la salida, pero esta vez, utilizó una potencia un poco mayor a los que regularmente usaba en sus saltos intermedios. «Huff...espero y no me dé un calambre»


Prueba #2: Fuerza

Esta vez estaban en una habitación cerrada, listos para agarrar lo que parecían ser unas pesas. Él ya había agarrado las suyas, debatiéndose si ir por sus manos o cola; menos de un segundo le tomó pensar para saber que obviamente iría por su cola.

«Hmm... ¿Cómo puedo hacerlo más fuerte?», sabía que con su potenciación de escamas no serviría, ya que esa habilidad solo ayuda en el corte y densidad de sus protuberancias. Aunque, y sí...«No, no creo que sea una buena idea, es una extremidad demasiado larga y fuerte como para usarlo. Recuerdo haberlo intentado una vez hace un tiempo; me causó dolor en la espalda y coxis por casi un mes, ¡solo por mantenerlo un minuto! Hahh...así que se queda fuera», encontrándose listo, pasó su cola por el mango del aparato y apretó con todo lo que podía, envolviendo su cola dos veces para más poder.

Dejándolo caer después de un minuto, optó por observar su marca.

«¡Buah! ¿375 kg? Eso es bastante», impresionado y levemente orgulloso por su resultado.

— ¡Buah amigo! Tú también sacaste un puntaje alto —el pelinegro de la sonrisa perpetua se posaba a un lado de él mirando con interés su marca. —que genial, ¿aparte de aplastar cráneos, que más puede hacer esa cola tuya?

— ¿Ehm? Oh bueno, es bastante útil a decir verdad, es como un brazo, solo que más grande, fuerte y ya sabes, escamoso —estirando su cola para que lo viera un poco mejor.

—Ustedes deben ser bastante sexys —comentó con picardía siniestra un enano a sus pies.

— ¿Oh-ehm...? —con inquietud y extrañeza, miró a su lado al compañero alto de múltiples brazos, quien también lo miro, solo subiendo sus hombros. — ¿Gracias?


Prueba #3: Salto de longitud

« ¡Jaja! Esta prueba está sencilla», retrocediendo un poco para hacer carrera, apoyó sus tres extremidades en el suelo y salió volando varios metros adelante.

Alcanzando una longitud de poco menos de 20 metros.

«Uhm...creo que necesito mejorar en eso», sentía que podía alcanzar fácilmente los veinte metros, pero parece que tenía fallas en su técnica de salto.


Prueba #4: Saltos prolongados a los lados

«Uff...esto no creo que lo pasé», pensó con nerviosismo.


→/-/


Las pruebas habían finalizado, excepto por una, salvó Akini quien logró zafarse de ella al haberla hecho anteriormente, que era el ejercicio de softball.

« ¡Kgh! Malditos calambres», en el anterior ejercicio había utilizado su fortalecimiento de músculos, para ver si podía hacer más al tenerla activa, solo para que al final de la prueba haya tenido varios calambres en cada tendón de sus dedos. «Creo que no cambió mucho con respecto a lo que pudo ser sin mejoras».

— ¡Ve, ve! —ánimo una castaña de mejillas rosas a la vez que hacía su lanzamiento.

La pelota comenzó a flotar, surcando los 500 metros con facilidad, pasando del kilómetro, subiendo al cielo, y finalmente perdiéndose en un destellante adiós.

¡Beep! ¡Beep!

El resultado llegó a manos del profesor, quien sin cambiar su expresión, mostró desinteresadamente el resultado a sus alumnos.

—¡¡¿Infinito?!! ¡¡¿Ella obtuvo un infinito?!! —mostrándose totalmente no impresionados por ello.

—Siguiente —de verdad no parecía importarle la conmoción de sus estudiantes.

— ¡Hmp! ¿Así que lanzar la bola, eh?...Jum~, bien...lo lanzare más lejos que esa maldita lagartija —posicionándose y haciendo sus palmas estallar. —Jeje~... ¡Grrraaah!! ¡¡Muere!!!

¡BOOM!

Con una arrasadora explosión, mandó lejos a la pequeña pelota por todo el campus visible. Aun de lo impactante y destellante de la combustión, muchos ignoraron eso y se fueron enfocando en sus palabras que dijo al lanzar la esfera de pruebas.

¡Beep! ¡Beep!

—Hmm...—con los pitidos siendo el anunciante de haber completado la información, el profesor checo el resultado. —...—sólo ladeando la cabeza, mostró una vez más la pantalla al frente para que sus alumnos lo pudieran ver, no queriendo tomarse la molesta tarea de simplemente repetir lo que ya había visto.

— ¡¿705 metros?! —A pesar de que era un distancia relativamente menor a la anterior, era bastante impresionante aquellos resultados bastante altos en comparación al de los otros, incluso de aquel que se supone que fue el primero en el examen práctico de admisión.

—... ¡Je! « ¿Cómo ves esa lagartija? ¿Ves ahora el mundo de diferencia que hay entre tú y yo?», mirando opresivamente al joven reptil, quien se había dado cuenta que lo estaba observando. Ladeando su cabeza a ambos lados, dudoso de si era realmente a él quien prestaba su atención, solo para ponerse el pulgar en el pecho en significado de ver si era a él. «Y tú, Deku...», girando su vista al peliverde a su costado, quien solo saltó al ver que su amigo de la infancia lo observaba. —... ¡Tch! «Ni mi saliva mereces Deku, no ahora que estoy completamente por encima de ti», aun manteniendo una expresión de desagrado hacia él, se fue sin decir nada.

«Esto...esto no se ve bien», temblando en su lugar, se encontraba el denominado "Deku", pensando en cómo podía salir de esta apretada situación. « ¡Todos han dado un resultado excepcional! ¡Aun si ha sido en una sola prueba! ¡Pero...! Pero yo...yo ni siquiera he obtenido una nota alta en ninguna de ellas», la desesperación se convirtió en pánico. « ¡Maldición! ¡Si deseo una nota alta, es ahora o nunca!», caminando alrededor del círculo con el sudor empapándolo de pies a cabeza, se cuestiona si debe arriesgar su brazo para al menos pasar.

— ¿Te vas a quedar ahí parado todo el día o vas a lanzarlo de una buena vez? —regaño molesto al ver que aquel chico no había hecho nada durante varios minutos. «Este niño...su particularidad, no puede hacer nada con ella, si lo usa, se quebrara; es por eso que no ha dado puntajes sobresalientes en todas las pruebas que puse. Ahhh...si no da un buen resultado aquí y ahora, tendré que declararlo sin potencial», un brillo de tinte sombrío salió de uno de sus ojos.

—Midoriya parece no irle bien, ¿cierto? —comentó Iida al ver la actitud ansiosa del peliverde.

— ¡Eso es obvio! ¡No se puede esperar menos de un inútil como ese! —bramo Bakugou con clara molestia hacia la persona parada en el círculo.

— ¿Inútil? ¿Acaso no sabes lo que hizo en el examen de admisión? —confundido de ver que el cenizo no conocía el verdadero poder de quien catalogaba como inútil.

«Aquí viene», sabía que Izuku lo iba a lograr, era algo que no le preocupaba. Sinceramente, se sentía bastante tranquilo con respecto a que él esté aquí, eso le dice que no hay nada por lo que preocuparse en el futuro. «Aunque me siento un poco mal por él, pero no importa, no es como si de repente sucumbiera ante la desesperación; él no lo hizo antes, y no hay razón para que lo haga ahora».

«... ¡Mamá! ¡¡Alll Might!! ¡Les prometo que yo...seré él número uno!!!», puso todo de sus sueños y esperanzas en ese lanzamiento, usando todo su poder para que...

—46 metros...

¿Qu...qué?

Mirando esta vez al frente, lo vio, su lanzamiento no había alcanzado nada más que unos míseros 46 metros.

Y-yo estoy...estoy seguro que lo hice...yo-...

—Borre tu quirk.

Mirando a su espalda con desconcierto, fue sorprendido por la imagen ya de por sí amenazante de su maestro, en una más enojada.

— ¿Lo...borró?... ¿Cómo? Espera...esas gafas de protección... ¡Hah! ¡No puede ser! ¿Es usted ¡Eraserhead!? —identificando al no tan conocido héroe de la noche.

—De lo que pude observar, es que no puedes medir tu poder ¿Correcto? No lo puedes usar sin que tengas que fracturarte los huesos para usarlo. ¿Acaso creías que alguien vendría a salvarte después de que te rompieras el brazo?

—N-no yo ¡Uah! —las vendas que orbitaban alrededor de su profesor, lo atraparon en una fuerte atadura, arrastrándolo hasta que estuviera frente a frente con él.

—Cómo puedes ver...nadie de aquí está en posición para ayudarte. Hay un héroe insoportable que logró rescatar por si solo alrededor de cientos de inocentes de un desastre, tú tienes valor...pero todo lo que haces es verte como un estúpido que busca ser salvado —mirándolo con reproche. —enfréntalo, tú ahora mismo, no eres capaz de convertirte en héroe...Midoriya izuku.

Habiendo acabado con su visión de él, deshizo la atadura de sus vendajes; se hizo a un lado y le entregó de nueva cuenta la pelota, solo que esta vez sin esperar nada de él.

—Te devolví tu quirk, intenta lanzar la pelota una vez más, terminemos con esto de una vez —suspirando cansado al tener que lidiar con cosas como estas.

Muchos no pudieron evitar murmurar, la mayoría de acuerdo en que saldría expulsado una vez que lance la pelota. Unos pocos solo lo miraban con tristeza o pena, no haciendo nada para evitar su posible temprana salida de su institución, mientras que uno solo miraba; parado en su sitio con una sonrisa confiada.

«Él solo va a demostrar lo ferviente que su espíritu realmente es», confiaba en él, después de todo ya vio cómo es; solo necesitaba esperar, ver...cómo demostraba que era suyo ese poder. «Me pregunto si...cuando lance esa pelota, me dará un sentimiento igual que el de aquella vez; el momento en donde él...me salvó», bajó un poco la mirada al recordar aquel suceso. Con el tiempo, lo pudo ir superando, solo quedando en él las brasas que All Might esa vez plantó. «Ser un héroe y hacer del mundo, uno con más color» Jeje~ —aun no conseguía del todo su lema, pero con el tiempo lo tendrá.

«Es un chico persistente, no creo que pueda dejarse oprimir así cómo si. Salir de aquí en este mismo instante sería algo que no creo que se le pase por la mente. Eso es lo que yo veo en él, realmente espero y no equivocarme; si no lo hace, de seguro se apagará y se conformará con el último lugar. Vamos chico...demuéstrame de lo que eres capaz, no por algo estás aquí», Aizawa, a pesar de lo anterior que había dicho sobre él, tenía un poco de fe en él, ¿por qué? No lo sabía muy bien, pero había algo en ese peliverde que lo dejaba intrigado.

Ambos demostraban apoyo y fe ante él, no creían que se rendiría, más bien, a uno nunca se le pasó por la cabeza que existiese una posibilidad así. Mirando expectantes el movimiento de su brazo hacia atrás, preparándose para impulsar con todo su fuerza interior y mandar lejos aquella bola sintética, muchos no pudieron evitar soltar una ligera exhalación de impresión al ver que lo intentaría.

Con su brazo ya detrás de su cabeza...

« ¡Vamos!», exclamó en su interior con una sonrisa.

Apretando la esfera fuertemente con sus dedos, dejando que un destello naranja recorra su piel...

«Muéstrame tu valor»

Su brazo listo para lanzar con una fuerza huracanada para luego...parar.

« ¿Uh?», viendo esto el reptil con un gesto confundido.

El joven Midoriya se volvió a parar formalmente en el círculo, retrayendo su brazo hasta su pecho. Miró a la pelota que agarraba, y expresó.

Tiene razón...no estoy listo.

... ¿Qué?

— ¿A qué se refiere, Midoriya Izuku? —su cabello ocultaba en totalidad la expresión levemente desconcertada y sorprendida que tenía su cara ahora.

Todavía...no puedo controlar mi poder —decir tales palabras...realmente le dolían. «No puedo...no puedo.... ¡No puedo! ¡¡Maldita sea!! ¡¡No puedo!!», sus dientes estaban fuertemente apretados, tanto que comenzaban a resquebrajarse.

En su interior se sentía inmerecedor de lo que ganó, sabía que no se lo había ganado; todo eso en el examen fue cosa de un golpe de suerte. Él...no había logrado nada.

Los que estaban más cerca de él no pudieron seguir viéndolo de esta forma, a pesar de solo conocerlo por un par de horas, les fue suficiente notar que no era una persona de ideales débiles, sino una persona con sueños y metas fuertes por cumplir.

— ¡Midoriya! ¿Estás seguro? ¡No tienes por qué rendirte tan fácilmente! ¡Sé que puedes demostrar más de lo que eres! —grito Iida desde su posición.

— ¡Sí! ¡Puede que apenas nos conozcamos, pero me di cuenta que eres del chico que no se rinde! —uniéndose al vitoreo Uraraka.

«¡Maldito perro eres Deku!» ¡Tch! ¡¿Qué mierda crees que haces?! ¡¡¿En serio piensas quedarte ahí parado como un gusano todo el maldito día?!! ¡¡Voy a matarte si nos haces perder más tiempo con tus estupideces!! —inesperadamente, Bakugou también se había unido al bullicio.

— ¡Silencio! —mirando a los tres con sus temibles ojos rojizos. — ¡Dejen de parlotear! ¡Si él no se cree capaz, entonces déjenlo que se vaya! —aun manteniendo su molestia, se giró en dirección del chico que había sobrestimado, dejando detrás de sí una multitud silenciosa. —Chico... ¿Qué es lo que decides?, ¿dar tu ultimo tiro...o salir de la academia cómo alguien que perdió su tiempo en tonterías?

—...—él...realmente estaba jugando... ¿No es así? —Yo...no merezco estar en la U.A —sus sueños, sus esperanzas, parecía que decir esas palabras solo eran más aflicciones a su miserable corazón.

—Entonces no tienes nada que hacer aquí...Midoriya Izuku ¡Tú ahora mismo, estás expulsado del curso de héroes de la academia U.A! —sentenció sin remordimiento alguno su ahora ex profesor.

Él solo pudo bajar su mirada cómo perro herido, arrastrándose por el camino hasta la salida. Todos aquellos con los que se cruzaba se apartaban simplemente de su camino, incluido las que quisieron hacerlo cambiar de parecer...Jeje~, de verdad que lo había arruinado, ¿no es verdad?

«All Might...Mamá, lo siento, lamento no haber podido cumplir con sus expectativas...parece que de verdad soy...»




«Un inútil»











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro