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✭SIX✭

Minho prestó total atención a su mano entrelazada con la de Jisung mientras éste caminaba apresurado entre los árboles, haciéndose camino hasta el río. El atardecer se estaba haciendo presente, los colores naranjas empezaban a pintar el cielo junto a una tenue luz; en ese momento, por alguna razón, tuvo un poco de miedo por Jisung, el chico se tendría que regresar solo. Le sorprendió mucho que él mismo se ofreciera a llevarlo, exponiéndose de nuevo a que fuera atacado o a ser visto por los mismos soldados. Pensó un poco sobre los eventos sucedidos, y llegó a la conclusión de que las hadas seguían siendo demasiado pacíficas a pesar de los constantes ataques y pérdidas. Y por primera vez en su vida, Minho se cuestionó sobre si su trabajo era algo para jactarse o presumir.

Apartó esos pensamientos cuando Jisung se detuvo de golpe, se paró frente a él sin soltar su mano. Se miraron por unos segundos, buscando la manera de despedirse con el pensamiento de no verse de nuevo, porque después de todo lo ocurrido, lo más probable era que no quisiera volver a verlo. Jisung agachó la mirada un poco apenado al darse cuenta de que sus manos seguían juntas, así que se soltó suavemente, murmurando un ''lo siento'' por lo bajo.

Minho levantó el rostro de Jisung con sus dedos y le sonrió, acercándose a él con lentitud.

ㅡGracias por curar mis heridasㅡesas palabras fueron las más sinceras en todas las horas estando con él, lo cual, lo hizo sentir un poco culpableㅡEspero que nos volvamos a ver algún día.

La mirada de Jisung se iluminó, aceptando rápidamente sin siquiera pensarlo.

ㅡ¡Claro que si!

Minho rió enternecido, ¿por qué le parecía tan tierno?

ㅡTen cuidado entonces, bonitoㅡsonrió coqueto.

ㅡ¿No te parezco raro por ser un hada y por mis poderes?ㅡpreguntó en voz baja, temiendo por una respuesta negativa que lo lastimara.

ㅡNo, sigues siendo un chico normal para miㅡy ahí estaba de nuevo su labia. Había notado un patrón en Jisung, y era que se emocionaba o se sonrojaba hasta con el más mínimo halago, lo cual era algo bueno para él, de esa forma podría ganarse mucho más rápido su confianza.

Justo como esperaba, Jisung apartó la mirada mientras sus mejillas se pintaban de un rojo muy sutil, escondiendo la sonrisa emocionada que se estaba formando en sus labios.

ㅡEntonces nos veremos prontoㅡaseguró, dejando en claro la promesa de un reencuentro.

Minho tomó su rostro entre sus manos y dejó un simple beso en la comisura de sus labios, causando que Jisung sintiera un revoltijo en su estómago y sus piernas flaquear un poco. Amaba la atención que Minho le daba, le gustaba sentirse deseado por un hombre como él, por un humano.

Jisung observó a lo lejos como Minho desaparecía entre los grandes troncos de los árboles, volviéndose cada vez más oscuro a su alrededor. Suspiró maravillado, estaba decidido a buscar de nuevo otra forma de escapar de su castillo para verlo, haría el intento.

Jeongin abrió los ojos, sintiendo su cuerpo demasiado pesado y adolorido. Analizó su alrededor, estaba en la enfermería del castillo donde atendían a los soldados heridos, se dio cuenta de que solo él y un compañero más estaban ahí. Revolvió su cabello y suspiró sin saber exactamente cuánto tiempo había pasado. La sensación de decepción y tristeza rápidamente llegó a él, Hyunjin no había ido a verlo, a lo mejor no sabía que estaba ahí; ante tal pensamiento, se sintió demasiado idiota, no eran una pareja de verdad, Hyunjin no podía ir y cuidarlo, era un simple soldado herido y sin familia que recurriera a él, se regañó mentalmente por eso, ya debería de estar acostumbrado a esa vida.

Con mucha dificultad, logró salir de la camilla y caminó por los enormes pasillos del castillo en busca de Jisung, se detuvo frente a la puerta y los guardias lo dejaron pasar con total confianza. Al cerrar la puerta, buscó con la mirada a su amigo, pero no estaba por ningún lado, buscó en el baño y solo se encontró con ropa que parecía muy grande para ser de él. Con cada segundo que pasaba, se sentía más desesperado, recordó que le dijeron que estaba en su habitación, y únicamente encontró algunas cosas que no eran de él.

ㅡ¡Mierda!ㅡexclamó Jisung al entrar desde la ventana, limpiando sus manos sucias y un poco raspadas debido a que tuvo que escalar más rápido de lo normal para estar a tiempo, había escuchado que Hyunjin ya podía salir de su habitación y de seguro iría por élㅡ¿Innie?ㅡvio al rubio parado en la entrada de su baño con una triste expresión en su rostro.

ㅡ¡¿Qué mierdas hacías allá afuera?!

ㅡYa sabes... Cosas.

ㅡ¿Cosas? No me jodas Jisung, no han pasado ni veinticuatro horas desde el ataque y ya estabas afuera de nuevoㅡlo regañó, sintiendo sus ojos cristalizarse de tristeza e impotencia.

ㅡYa hablas como Hyunjinㅡsusurró, frunciendo el ceño.

ㅡNo es eso, Jisung, no sabes lo terrible que fue todo, se llevaron a algunos soldados y...ㅡno pudo continuar, su voz se había quebrado totalmente con el recuerdo de algunos cazadores llevándose de manera forzada a sus compañeros. Jisung no pudo hacer nada más que acercarse y abrazarlo, tratando de calmarlo con suaves caricias en su espalda.

ㅡLo siento, no debí salir, tienes razón, pero estoy aquí, siempre es asíㅡdijo suavemente, aceptando su error, pero no tenía más opción, Minho no podía quedarse más tiempo ahí tampoco.

ㅡAcabo de despertar, me duele todo el cuerpoㅡse quejó, limpiando las lágrimas con el dorso de la mano.

ㅡVoy a curarte, quítate toda esa ropaㅡpidió, señalando su cama para que pudiera acostarse y ser atendido.

No era primera vez que Jeongin llegaba muy mal para que Jisung sanara sus heridas, a veces los entrenamientos se tornaban demasiado duros y terminaba lastimado. A Jisung nunca le gustó demostrar sus poderes ante tantas personas, solo los usaba cuando era totalmente necesario y con personas muy cercanas. No tenía permitido salir de las paredes del castillo, por lo que también le arrebataron su deseo de ayudar a su pueblo con esos dones.

Minutos después, unos toques interrumpieron su concentración.

ㅡNo pueden entrar, digan lo que tengan que decir desde ahíㅡordenó sin apartar las manos del cuerpo de Jeongin que poco a poco empezaba a sanar.

ㅡEl príncipe heredero quiere verloㅡanunció uno de los guardias.

ㅡDíganle que voy en seguidaㅡvolvió a ordenar, concentrándose nuevamente en su trabajo.

No quería ser pesimista, pero tratándose de Hyunjin, sabía que lo más seguro era que se había ganado otro terrible regaño. Suspiró y alejó sus manos de Jeongin, asintiendo cuando el otro preguntó si ya había terminado.

ㅡ¿De quién son esas cosas?ㅡhabló el rubio mientras terminaba de vestirseㅡLas del baño.

Jisung observó las cosas de Minho y se tensó, la camisa rasgada y ensangrentada estaba ahí junto a sus pantalones y algunos anillos. No tenía tiempo de inventar una excusa creíble, Jeongin no se creería el cuento de que era de algún amigo, porque solo tenía a Félix, agregando el importante hecho de que nadie en el bosque se vestía con esas ropas.

Vaya descuido.

ㅡTe explico luego, vamos donde mi hermano.

No dejó que Jeongin respondiera y salió de su habitación, no sin antes cerrar muy bien la puerta del baño.

Hyunjin mordía con ansias su pulgar mientras esperaba la llegada de su hermano menor al salón. No había podido dormir absolutamente nada con la incertidumbre de si su hermano realmente estaba bien o era otro truco para escaparse y desaparecer.

Cuando abrieron las puertas del salón, dirigió su mirada rápidamente a esta, dejando a la vista aun muy incómodo Jisung y a un Jeongin demasiado serio. Hyunjin corrió rápidamente hasta su hermano y lo abrazó con fuerza, sintiendo una enorme sensación de alivio en su pecho. No quería soltarlo, el solo pensar que estuvo en medio de todos esos cazadores hacía que su corazón se desgarrara de dolor, Jisung era su todo, aunque no lo demostrara, lo amaba, y el hecho de que lo regañara o lo castigara no significaba que lo odiara, por el contrario, lo hacía por su bien, pero Jisung no quería entenderlo, aún era un adolescente muy inmaduro, un adolescente que pensaba que tenía todo bajo control.

ㅡVas a explicarme qué hacías en el bosque, Jisungㅡhabló luego de apartarse para verlo directamente a los ojosㅡFélix vino hasta aquí a decirme lo que estaba pasando, y dijo que tú estabas ahí sirviendo de distracción a esos malditos cazadores, ¿es cierto eso?ㅡno apartó la mirada, quería escuchar que era una mentira, que estuvo en su habitación todo el tiempo, que no había desobedecido, deseaba escuchar algo así, lo deseaba tanto que dolía el silencio y la mirada triste de su hermanoㅡPor favor, Sunggie...

ㅡSi, es verdadㅡlo aceptó. Hyunjin retrocedió con dolor en su corazón, estaba tan cansado que ya no sabía qué hacer, estaba perdido, la responsabilidad de todo era demasiado pesada para élㅡEstaba en el bosque porque iba camino a la ciudad... Otra vezㅡconfesó. Jeongin miró con tristeza a su amigo, sintiendo la culpa llenarlo, él lo había animado y ayudado a salir por un momento mientras se revolcaba con el príncipe heredero. Como soldado, guardia y amigo, había fallado de nuevo.

Hyunjin se alejó completamente de su hermano y su vista viajó hasta Jeongin, no podía ni siquiera culparlo, él lo había llamado a su habitación. Ni siquiera tuvo tiempo de sentir alivio porque seguía vivo, simplemente todo a su alrededor se derrumbaba poco a poco, las palabras de su padre sobre que tenía que cuidar de su hermano resonaban en su mente como un interminable eco que había empezado a marearlo.

ㅡNo entiendo qué debo hacer contigo para que entiendasㅡhabló suave, negando con la cabezaㅡ¿Qué es lo que quieres específicamente? ¿Morir?

ㅡNoㅡagachó la mirada. Se sentía mal, muy mal, pero aún así, el deseo de ir a la ciudad aún no desaparecíaㅡNo quiero morir, yo-

ㅡ¡Pero lo único que haces es exponerte!

ㅡNo gritesㅡpidió, encogiéndose en su lugarㅡLo siento mucho, pero si no hubiera estado afuera, Félix no habría podido avisar sobre el ataque.

ㅡ¿Debo felicitarte entonces?ㅡrióㅡBien, felicidades gran príncipe Han Jisung, eres nuestro héroeㅡdijo de manera muy sarcástica, sorprendiendo a ambos menoresㅡ¿Estás feliz ahora?

ㅡMejor dime el castigoㅡhabló serio el peligris, cruzándose de brazos.

ㅡSabes, un castigo ni siquiera es suficiente para ti. Así que lo he estado pensando, y creo que encontré la solución.

A Jisung lo recorrió un terrible escalofrío, esa voz en su hermano lo aterraba, también esa mirada desafiante lo intimidada de sobremanera.

ㅡ¿Entonces?- preguntó en un hilo de voz, su labio inferior temblando.

El más alto se detuvo frente a él, totalmente serio.

ㅡVoy a enviarte al otro lado del país, al bosque vecino de donde está mamá. Y como sabrás, ahí la ciudad está demasiado lejos como para que intentes ir.

Jisung sintió miedo, mucho miedo y desesperación, ¿enviarlo al otro lado del país? ¿qué clase de castigo era ese? Ni siquiera era un castigo, eso era una tortura más bien. Negó con la cabeza repetidas veces, acercándose a su hermano en busca de otra solución, pero el castaño simplemente retrocedió y apartó la mirada, negándose a caer ante su expresión lastimera, ya lo había decidido y no iba a echarse para atrás.

ㅡNo puedes hacerme eso, mi vida está aquí.

ㅡ¿Cuál vida? Félix sobrevivirá sin ti, y como parece que no te importa las preocupaciones que me das, entonces es mejor que hagas una mejor vida y con más modales en otro lado.

ㅡNo, me niego, no me iré, también puedo decidir.

ㅡNo me importa si quieres irte o no, soy yo el que está a cargo. Ya cuando venga nuestra madre si decide traerte de regreso, lo hará.

Jisung empezó a llorar, una parte de él le decía y le hacía énfasis en que todo era su culpa, si no fuera tan terco, si tan solo fuera más educado y obediente, nada de eso estaría pasando, pero la otra parte le gritaba que él podía decidir sobre él y lo que le gustaba, el odiaba estar en el castillo.

ㅡY no llores, mejor empaca tus cosas que daré la orden para que te vayas mañana mismo.

El menor no tenía nada más que decir, asintió y salió del salón, yendo directo a su habitación.

ㅡHyunjin...

ㅡNo, Jeongin, no empieces con lo mismo, no soy el malo de todo estoㅡtomó asiento en su trono, revolviendo su cabello con frustración, importándole poco la imagen que se supone debía cuidar.

ㅡNo iba a decir eso, es solo que creo que deberías de hablar con él. Ya tomaste la decisión de enviarlo lejos, pero habla con él, no dejes que se vaya enojado contigo, es tu hermano y sé lo mucho que lo amasㅡhabló suave, acercándose con cautela por si de repente se alteraba de nuevo. Puso su mano sobre la del mayor y la sobó, tratando de darle apoyo de esa manera.

Hyunjin por fin lo vio a los ojos y sus lágrimas salieron automáticamente, él nunca quiso que todo se volviera de esa manera, pero ya no tenía más opciones, Jisung siempre encontraba una forma de escaparse, arriesgándose por su estúpido deseo de explorar la ciudad, y eso era preocupante, un príncipe debe saber como guardar la compostura y como comportarse a pesar de la edad. Él seguía siendo joven, veintiún años no significaban más madurez, tres años no era mucha diferencia de su hermano, pero él tuvo que aprender a madurar, siguiendo órdenes, reglas, protocolos que también odiaba, tuvo que entender que todo su pueblo estaba en sus manos, no solo su vida.

ㅡ¿Tú estás bien?ㅡse atrevió a preguntar con un poco de vergüenza por haber pasado por alto su bienestar, porque a pesar de todo, también le importaba.

ㅡSi lo estoy, no te preocupes.

Hyunjin asintió y se dejó llevar por las relajantes caricias que Jeongin proporcionaba en su cabello, sintiéndose más relajado y tranquilo. En un rápido movimiento, hizo que el rubio se sentara a horcajadas de él en el mismísimo trono.

ㅡ¡Hyunjin!ㅡlo golpeó suavemente en el pecho, hacer eso era demasiado peligroso, él ni siquiera tenía permitido tocar el tronoㅡ¡Si nos ven estamos muertos!ㅡtrató de apartarse, pero Hyunjin lo sostuvo fuerte de la cintura para que dejara de moverse.

ㅡSilencioㅡlo miró directamente a los ojos, sonriéndole con dulzuraㅡNo pueden entrar si no se los ordeno.

ㅡNo seas tan confiado.

ㅡSi, siㅡrodeó con sus brazos el cuerpo del menor y pegó su cabeza en el pecho contrario, abrazándolo con cariño.

Jeongin sonrió para sí mismo, abrazándolo mientras peinaba su largo cabello con sus dedos, dándose cuenta de lo cómodo que estaba el mayor de esa manera, con sus ojos cerrados y con su respiración tranquila. Por cosas así, es que Jeongin se hacía altas expectativas en cuanto a su ''relación'', esos momentos en los que estaban a solas por unos cuantos minutos y podían amarse como quisieran.

Ambos deseaban que fueran eternos.

ㅡGracias por traerme hasta aquíㅡsonrió Seungmin de manera amable cuando estuvo cerca de la ciudadㅡLamento que hayas tenido que hacerlo, aquí sigue siendo peligroso para ti.

ㅡNo te preocupes, no regresaré caminandoㅡrióㅡNo vuelvas a entrar a este territorio, no es seguro tampoco para tiㅡle dijo con un poco más de seriedad, queriendo hacerle saber la gravedad del asunto.

ㅡNo lo haré.

Félix sintió una punzada en su pecho, debían despedirse. Debía admitir que a pesar de todo, la compañía del pelirrojo había sido tranquilizadora en ese difícil momento, verlo tan desprotegido le dio una sensación de querer protegerlo. Se despidió con la mano, dándose la vuelta y extendió sus alas, haciéndolas visibles para regresar hasta su hogar, pero Seungmin lo detuvo rápidamente, sosteniendo su muñeca para que no se fuera. El hada se sorprendió, analizando la profunda mirada de Seungmin sobre él sin entender qué significaba.

ㅡQuiero volver a verteㅡdijo seguro, sintiéndose tímido de repenteㅡPero no en la ciudad, es muy peligrosoㅡpensó en las posibilidades de que Minho lo encontrara y quisiera cazarlo. No iba a permitir eso por nada del mundo, no lo iba a poner en riesgo de nuevo.

ㅡC-Claroㅡasintió lentamente.

ㅡPuedo llegar hasta el río, podemos vernos ahí cada cierto tiempo... Si quieres.

ㅡAceptoㅡsonrió ampliamente el pelimorado, moviendo sus alas con emoción sin darse cuenta.

Seungmin rió enternecidoㅡBien, entonces nos vemos dentro de dos días, ¿te parece bien?

ㅡMe parece perfecto.

Hola~

Espero que les guste🌹

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