✭FIFTEEN✭
Hyunjin pudo estar totalmente tranquilo cuando recibió la llamada de Jisung para avisarle que estaba bien y que regresaría esa misma tarde al bosque. No pudo evitar llorar de alivio, el sentimiento de que por fin estaría a salvo era demasiado satisfactorio, al fin dejarían esa horrible ciudad en la que corrían peligro a cada momento, esa ciudad a la que jamás regresarían.
Observó a Jeongin aún dormido a un lado de la cama y se recostó a su lado, pensando en cómo haría para terminar esa relación.
Desde que su madre regresó, supo que todo terminaría para ellos, ya que una de las razones por las que se había ido a otro reino era porque estaba haciendo negociaciones para un futuro matrimonio. Claro que estaba molesto, no sabía con qué chica o chico lo estaban emparejando, pero su madre le dijo que lo mejor era tener alianzas, unir ambos reinos para tener paz y apoyo en caso de que un ataque llegara hasta el castillo. Como príncipe heredero, era su deber aceptar sin reclamo alguno, ya lo había hablado con su madre años atrás, cuando su padre recién desapareció, pero con Jeongin de por medio, todo se complicó para él.
Amaba a Jeongin, no quería dejarlo.
Quitó los cabellos rubios que caían en la frente del menor, delineando sus facciones con su dedo hasta llegar a sus labios. Estaba enamorado y estaba seguro de que nunca volvería a enamorarse tan profundamente de alguien otra vez, ese sentimiento jamás se iría, estaba completamente seguro de eso.
Jeongin despertó lentamente, sintiendo las suaves caricias en su rostro. Sonrió automáticamente al encontrarse con el rostro de Hyunjin muy cerca, concentrado en mirarlo.
ㅡBuenos díasㅡsusurró, rodeándolo con sus brazos, acercándose hasta que su cabeza descansó en su pechoㅡOjalá pudiéramos amanecer así siempre.
Hyunjin sonrió triste, abrazándolo con fuerza mientras sobaba su cabello suavemente.
ㅡJisung llamóㅡJeongin subió la mirada, prestando atenciónㅡDijo que hoy en la tarde nos veremos en el río del bosque, nos iremos todos juntos, mencionó que Félix también está aquí.
ㅡSabía que estaba bienㅡsonrió, volviendo a su posición junto al mayor.
ㅡTenemos algo de tiempo, ¿quieres hacer algo en especial?
Jeongin negóㅡQuiero quedarme aquí, contigo. Sé que cuando regresemos al castillo no nos veremos mucho.
Tendremos que terminar
Hyunjin apartó ese desgarrador pensamiento, sabía que debía hablarlo con él, pero estaba resultando tan difícil cuando se seguía aferrando a él como un niño.
ㅡEntonces solo quedémonos aquí, haremos lo que tú quierasㅡbesó su cabeza y lo abrazó con fuerza con la sensación de no querer soltarlo nuncaㅡTe amo, Jeongin.
ㅡY yo a tiㅡle sonrió.
Pasaron las horas de esa manera, ambos dándose cariño, regalándose palabras dulces, disfrutando de la compañía del otro sin saber que ese mismo día podría ser la última vez.
Jisung terminó de meter las últimas cosas en su mochila, en silencio, un amargo sentimiento expandiéndose en su pecho ante la cada vez más pronta despedida.
Había pasado la mejor noche de su vida junto a Minho, y fue la última. Soltó un sonoro suspiro al terminar, acomodando su ropa por última vez. El reloj marcaba las dos de la tarde, acercándose la hora en la que había quedado con Félix, Hyunjin y Jeongin; por fin irían a su hogar, el lugar en donde jamás les harían daño y seguirían con sus vidas, Jisung volvería a tener sus obligaciones como príncipe. Hyunjin le había prometido no enviarlo lejos, porque debido a todo lo que había pasado, no deseaba otra cosa más que estar a su lado, poder verlo y saber que estaba bien.
ㅡ¿Estás listo?ㅡMinho apareció en la puerta de la habitación, vistiendo sus oscuras ropas, luciendo tan guapo como siempre. Jisung asintió con una corta y triste sonrisaㅡVamosㅡse hizo a un lado para dejarlo pasar y seguirlo escaleras abajo.
El camino hasta el parque más cercano al bosque fue en total silencio. Minho estaba muerto de los nervios, la hora de revelar su identidad y el plan de ataque se hacía cada vez más cercano, aún no estaba listo para la reacción de Jisung, a esas alturas, ya se había hecho la idea de que lo había perdido totalmente y eso no hacía nada más que partirle el corazón.
Estacionó el auto frente al solitario parque, vio la hora en su reloj, aún tenían al menos media hora para hablar.
Ambos bajaron del auto y se encaminaron hasta la entrada del bosque con el debido cuidado de que nadie los viera, no querían que un cazador llegara ahí de repente. Se adentraron entre el montón de árboles, sintiéndose especialmente silencioso, escuchándose únicamente las ramas y las hojas siendo golpeadas por el aire. Minho tomó la mano de Jisung, sorprendiéndolo por tan inesperada acción, sin embargo, Jisung solo supo entrelazar sus dedos, sonriendo débilmente.
ㅡEstamos aquíㅡavisó el peligris, apreciando de nuevo el ruidoso río de aguas cristalinas que dividía el pueblo de las hadas con la ciudadㅡAún no hay nadie, de seguro vienen en camino.
ㅡSung, hay algo que debo decirte y es muy importante que lo sepas ahoraㅡestaba nervioso y sus palabras lo demostraban, nunca se había sentido de esa manera hasta ese momento, sintiéndose mal cuando los bonitos y brillantes ojos de Jisung encontraron los suyos, llenos de ternura y cierta admiración, porque Jisung siempre lo veía de la misma manera, como si fuera lo mejor que sus ojos vieron.
Eso le dolía aún más.
ㅡClaro, dimeㅡle sostuvo la mirada, tomando ambas manos con cariño, deseando guardar esa sensación por mucho tiempo.
Minho no estaba seguro de lo que haría, se había hecho la idea de perderlo, pero cada vez que lo miraba se acobardaba más, sin embargo, salvarlo era más importante que sus propios sentimientos, todo había sido su culpa desde el momento en el que cedió a involucrarse con él y no decirle la verdad, ni siquiera se dio cuenta de cuando fue que terminó mezclando tantos sentimientos que se le hizo imposible cazarlo, simplemente no se vio capaz de hacerle algo que lo lastimara.
ㅡSoy un cazador, Jisung... Un Leeㅡsoltó luego de un sonoro suspiro, sintiendo un vacío en su estómago ante la expresión del menor.
Jisung aflojó el agarre de sus manos, retrocediendo a paso lento, quiso encontrar alguna posibilidad de que estuviera mintiendo, pero Minho seguía tan serio que era imposible que estuviera jugándole una broma.
Una muy mala broma.
ㅡNo te creoㅡrió nervioso, acercándose de nuevo para tomar sus manosㅡNo mientas con eso, no cuando nos vamos a despedir, no es graciosoㅡtrató de que su expresión no se deformara con miedo, buscando en su interior otra excusa para apartar esa idea que estuvo evitando durante mucho tiempo, haciéndose el desentendido con el asunto a pesar de que algo dentro de él ya lo sabía.
ㅡMírameㅡhizo que lo viera a los ojos, regresándole la mirada con total seguridadㅡNo estoy mintiendo... Yo supe que eras un hada desde que te viㅡsuspiró, notando la confusión en el contrarioㅡYo puedo ver las alas escondidas de las hadas... Puedo ver las tuyas ahora mismo.
Jisung negó con la cabeza, esos solo eran rumores, no podía ser cierto... Eso quería decir que...
ㅡTe acercaste a mi para cazarme porque lo supiste desde el principioㅡconcluyó luego de unos segundos en silencio, temblandoㅡTodo eso fue para acercarte a mí y robar mis alasㅡse tensó ante solo esa idea, tan cerca del peligro y no lo supo. El miedo acaparándolo de manera exorbitante.
ㅡSiㅡadmitió, agachando la miradaㅡAsí fue al principio, pero luego-
ㅡUn Leeㅡinterrumpió, recalcando ese hecho, sus manos temblando y su pecho doliendoㅡUn cazador.
ㅡNo te haré nada, yo solo quiero-
ㅡ¡No!ㅡexclamó, apartando las lágrimas que amenazaban con salirㅡTú realmente eres un cazadorㅡretrocedió otra vez, sintiéndose incapaz de huir, sus piernas no cedíanㅡ¡Me mentiste!
ㅡJisung, hablemosㅡestaba desesperado por ser escuchado, no quería que Jisung huyera sin haberle dicho lo más importante porque si no, no habría servido de nada.
Minho se acercó y lo tomó por los hombros, evitando que se alejara.
ㅡSuéltame, déjame en pazㅡtrató de soltarse, pero Minho no cedíaㅡ¡Suéltame!ㅡsu garganta cerrándose, su estómago revolviéndose ante el terror de tenerlo así de cerca, ya no se sentía bien, no se sentía seguro, ni en calma, solo sentía miedo y desconfianza.
ㅡNecesito que me escuchesㅡlo miró directamente a los ojosㅡSolo esta vez escúchame.
Jisung empezó a llorar, demasiado dolido por haber sido engañado. Sus piernas se debilitaron, el dolor de la traición era sofocante. Sus sentidos le gritaban una y otra vez que se alejara, pero no podía, su cuerpo no respondía, seguía ahí, parado sin querer aceptarlo; Hyunjin tenía razón y no le hizo caso, otra vez él y su estúpida terquedad que lo llevaban a situaciones peligrosas, otra vez él y su desobediencia. Lo tenía merecido.
ㅡ¡Incluso te salvé la vida! ¡Te salvé la vida, Minho!ㅡlloró con más fuerza, golpeando su pecho con los puños, tratando de sacar su dolor de esa forma, pero no funcionaba en lo absoluto, el sentimiento seguía muy intenso en su pecho, quemándoloㅡTe dejé entrar a mi habitación, al castillo... Mierda, me acosté contigo, dijiste que te gustaba y...ㅡse estaba ahogando con su propio llanto, desconsolado. El chico que le gustaba, del que quizás estaba enamorado lo traicionó.
Minho estaba desesperado, por primera vez, sentía un enorme nudo en la garganta que no lo dejaba hablar correctamente, notando perfectamente lo afectado que Jisung estaba, y se atrevería a decir que no era precisamente por ser un cazador, sino por haber confiado en él, por haber sido descubierto con sus mentiras. Quería abrazarlo, hacerle saber que no sería capaz de dañarlo, hacerle saber lo mucho que le gustaba y lo arrepentido que estaba, pero era inútil, no iba a creerle por más que se lo dijera.
ㅡEscuchaㅡsostuvo con fuerza sus hombros, haciendo que lo vieraㅡPor favor, escuchaㅡsuplicó con voz lastimera, sintiendo sus propios ojos picar por las lágrimas.
El menor se mantuvo en silencio, llorando. ¿Por qué le dolía tanto? Le había mentido todas las veces que le preguntó, y eso dolía mucho más porque realmente le gustaba. Si tan solo hubiera sido sincero desde el principio, tal vez lo hubiera aceptado, pero ahora ya era demasiado tarde, no importaba nada de lo que le dijera, no iba a ceder de ninguna manera.
ㅡMañana habrá un ataqueㅡlogró decir, su voz un poco inestableㅡUn grupo muy grande de cazadores irá a tu castillo, planean ir directo hacia allí y luego atacarán el pueblo. Te tienen en la mira a ti y a tu familia.
Jisung trató de procesar cada palabra, ¿otro ataque? Se alejó bruscamente en un descuido del mayor, llenándose de enojo, sin saber si debería creerle o no. Siguió llorando, incapaz de decir palabra alguna, solo quería irse. Cayó al suelo, abrazándose a sí mismo por el miedo, el terror recorriendo cada parte de él. Minho quiso acercarse de nuevo, pero vio sus alas moverse con lentitud, dándole a entender que estaba asustado, por lo que decidió quedarse en su lugar, pensando en una forma de tranquilizarlo y hacer que le creyera.
ㅡ¡Jisung!ㅡHyunjin corrió hacia su hermano, confundido por verlo llorando de esa manera. Se puso frente a Minho mientras Jeongin abrazaba al menor en el suelo, tratando de calmarloㅡ¿Qué mierdas le hiciste?
ㅡEs un Leeㅡrepitió débilmente el peligrisㅡEs un maldito cazador, tal y como dijisteㅡlimpió sus lágrimas con brusquedad, dejando que Jeongin lo ayudara a levantarse.
ㅡ¿Estás bien? ¿Tus alas están bien?ㅡle preguntó, preocupado sin apartar la mirada de Minho.
ㅡSi.
ㅡNo quiero hacerles daño, ¡lo juro!ㅡexclamó exasperado, necesitaba que le creyeran y se fueran de ahí lo más rápido posibleㅡMañana atacarán su castillo, irán muchos cazadores. No les haré daño, solo quiero advertirles para que preparen lo que puedanㅡMinho levantó las manos en señal de derrota ante ellos.
Hyunjin se tensó, ¿qué tan cierto podría ser eso? ¿y si solo era una trampa para que confiaran en él?
ㅡWoah, que traicionero eres, Lee Minho.
Minho se giró rápidamente al escuchar aquella voz, palideciendo de inmediato.
Changbin apareció entre los árboles junto a unos cuantos cazadores que sostenían a Félix, uno en cada brazo mientras lo apuntaban con un arma para que no escapara.
ㅡAlgo me decía que era buena idea no hacer el ataque mañanaㅡsonrió con cinismoㅡGracias por traerlos hasta aquíㅡmiró con detenimiento las alas escondidas de Hyunjin y Jisung, tan majestuosas que no pudo evitar esbozar una sonrisa más grande, satisfecho.
ㅡUstedes...
ㅡOh, déjame presentarmeㅡse paró a un lado de Minho, pasando un brazo sobre su hombro como si tuvieran demasiada confianzaㅡSoy Seo Changbin, cazador profesional de otra ciudad. Mi amigo Minho y yo ideamos un perfecto plan para atacar el castillo, pero al parecer, hubo un cambio de planes de último momentoㅡmiró al pelinegro que seguía en trance, apretando sus manos en un puñoㅡSomos alrededor de cincuenta hombres, ¡somos como una gran familia!ㅡrióㅡAlgunos trabajan para mí y otros para Minho, ¿no es increíble?
Hyunjin palideció, sintiendo la necesidad de proteger a su familia, pero estando ahí, rodeado de cazadores, no sabía qué hacer. Su corazón empezó a palpitar con fuerza, mareado por el impacto de lo que estaba escuchando, ¿cómo iban a defenderse de cincuenta cazadores sin estar preparados?
ㅡPor favor... No lo haganㅡpidió el castaño en un hilo de vozㅡPodemos darles dinero, joyas, lo que quieran, pero no nos hagan daño.
ㅡMmm...ㅡse detuvo a pensar, como si realmente lo estuviera considerando- No, gracias, sus alas valen más que el dinero y joyas que puedan ofrecermeㅡsonrió.
Estaban acabados. Jisung seguía apretando las manos de Jeongin en un fallido intento de apartar el miedo, pero era inútil. Su mirada se dirigió hacia Minho, él seguía ahí sin hacer nada, confirmándole que todo había sido planeado.
ㅡSuelten al hada, ya no lo necesitamosㅡse giró sobre su hombro hacia otros dos cazadoresㅡFue de gran ayuda, pero sus alas están dañadas ahora, no me sirven para nadaㅡse encogió de hombros con indiferencia.
Asintieron y obedecieron, tirando a Félix con brusquedad al suelo.
ㅡ¡Félix!ㅡreaccionó, Jisung, corriendo hacia su mejor amigo, ignorando lo peligroso que podía ser acercarse, pero no iba a dejarlo ahíㅡEstás conmigo, estás bienㅡle repitió, abrazándolo con fuerza.
ㅡLo sientoㅡsusurró entre lágrimas el pelimoradoㅡDebí dejar que me mataran, pero Seungmin...
ㅡEstá bienㅡrepitió Jisung, sobando su cabelloㅡNo es tu culpa, encontraremos la manera de salir de estaㅡle susurró.
Pero, Félix sabía que era imposible, el plan que habían armado prometía mucha violencia y caos, el pueblo no podría, su familia no podría...
Lloró con más fuerza, todo eso era su culpa, los puso en peligro a todos, no merecía estar ahí. Enterró sus dedos en la tierra con impotencia, enojado consigo mismo por ser tan débil, enojado consigo mismo por haber entregado a su raza, a su pueblo por un humano que terminó traicionándolo también.
ㅡ¿En dónde está Seungmin?ㅡpreguntó Minho luego de un buen rato de silencio, soltándose del brazo de Changbin con brusquedadㅡ¡Dime!
ㅡTranquilo, él está bien, entiende que necesitaba un incentivo para que esa estúpida hada hablara, pero no le hice daño.
Minho se acercó a Jisung, pero este solo se hizo a un lado con su mejor amigo en brazos, mirándolo con odio, con asco, no quería verlo de nuevo, y de seguro no lo haría, no sabía si podría sobrevivir a todo lo que venía.
Los cazadores empezaron a llegar poco a poco, Jeongin seguía alerta para que ninguno se acercara a Hyunjin, estaban realmente jodidos y aunque él pudiera distraerlos un momento, era obvio que no podría con tantos cazadores.
ㅡPodemos hacer esto de la buena maneraㅡhabló Changbin, juntando sus manos- Si ustedes se entregan, no habrá pelea aquí, será más fácil. O, podemos pelear y de todas formas atraparlos, ambas están bien para mi.
La intención de Hyunjin era desaparecer en ese momento, pero para eso, necesitaba estar concentrado, y con Jisung y Jeongin ahí le estaba costando mantener la calma, ya una vez lo había hecho en una emergencia y durmió un día entero, sus poderes no funcionarían si debía salvar a más de uno, no tenía energía suficiente y eso lo hacía sentir inútil.
ㅡBueno, no me dejan otra opción que atacarlos. Ah, no usen sus poderes, eso será mucho peor, sé cómo se debilitan después de usarlos, así que no creo que sea muy convenienteㅡse encogió de hombros, caminando hacia los demás cazadoresㅡAdelante, quiero a los príncipes, no lo olviden.
Jisung vio como un grupo numeroso de cazadores se encaminaban hacia el otro lado del río, yendo directamente a su pueblo mientras que otro grupo se acercaba a ellos con sonrisas perversas y con armas en sus manos.
ㅡVamos, Lix, escóndete, voy a protegerteㅡcaminó hasta su hermano, parándose a su ladoㅡHyunjinㅡllamó JisungㅡNo hay que pelear, lo mejor sería-
ㅡNo, no vas a entregarte, no vas a jugar a ser el héroeㅡnegó con la cabeza, aferrándose a la mano de su hermanoㅡDebemos luchar.
ㅡFélix está herido, llévatelo, llévate a Jeongin, puedo distraerlos un pocoㅡsu voz salía casi en un susurro, viendo a los cazadores cada vez más cerca.
ㅡNo lo hagas.
ㅡHaré un campo de protección y te teletransportas con ellos, puedo hacer que sea lo suficientemente fuerte para que tengas tiempo y no te cansesㅡlo miró a los ojos, decidido, no iba a permitir que todos murieran si podía hacer algo de tiempo.
ㅡ¿Puedes hacer incluso eso sin cansarte tanto?
Jisung asintió tímido, nunca le había dicho sobre los poderes que poseía, ni siquiera él sabía qué tanto podría controlarlos.
ㅡPero Ji-
El peligris se soltó del agarre de su hermano y extendió sus manos, respiró hondo y una luz apareció desde la palma de sus manos, creando un escudo alrededor de ellos. Minho lo miró asombrado, mientras iba hacia los cazadores para detenerlos, tampoco iba a permitir que se lo llevaran, aunque eso sería el fin de su apellido.
ㅡ¡Está usando sus poderes, ataquen!ㅡgritó uno de ellos, aún en shock por lo que estaban viendo.
Minho caminó con rapidez hacia ellos y pateó sus armas, sabía que se metería en una pelea de la que de seguro no saldría vivo, pero cualquier tipo de distracción era suficiente.
ㅡApártate, Lee, ¿qué se supone que haces?ㅡdijo uno de ellos, tratando de recoger su arma, pero Minho la volvió a patear, lejos de ahíㅡNo seas idiota, se supone que estás de nuestro lado.
ㅡNo se los llevarán.
ㅡElegiste mal, Leeㅡrió uno de ellos, notando como un enorme escudo rodeaba a las cuatro hadasㅡ¡Agarren a este traidor!ㅡordenó molesto.
Tres cazadores se acercaron a Minho con la intención de atacarlo mientras los demás se dirigían con cautela hacia las hadas, algunos disparando sus armas con la intención de romper ese momentáneo escudo, sabían que sus poderes no durarían mucho y cuando más débiles estuvieran, los atraparían.
Hyunjin empezó a llorar, no podía hacer nada más, Jisung ya estaba gastando sus energías para darle tiempo. Tomó rápidamente la mano de Félix y la de Jeongin, se concentró lo más que pudo y cuando estuvo a punto de desaparecer, Jeongin se soltó con rapidez, no iba a dejar solo a Jisung cuando podía ayudarlo, había entrenado para eso, y aunque aún no pertenecía al ejército como tal, daría su vida luchando. Odiaba a los cazadores, pelearía por su raza, por sus padres.
ㅡ¡No!ㅡgritó Hyunjin cuando desapareció, siendo Jeongin lo último que vio antes de aparecer a varios metros del castilloㅡJeonginㅡsusurró, viendo a su alrededor, todo estaba en silencio y podía ver una de las torres del castillo sobresaliendo entre los árboles, lo que significaba que estaba muy cercaㅡ¡Mierda!ㅡvolvió a gritar, las lágrimas mojando sus mejillasㅡ¡No debió soltarse! Él solo... solo...
ㅡVamosㅡFélix tomó su mano en un acto demasiado atrevido de un súbdito con su futuro rey, pero no tenían tiempo que perder. No quería alterarse, la vida de su mejor amigo estaba en juego y cada vez se estaban quedando con menos tiempo.
ㅡNo, yo necesito volverㅡestaba desesperado, no podía perderlos a ambos, eso era demasiado para él, no podría soportarloㅡNo puedo dejarlos, van a matarlos... Se los van a llevar y... Sus alas, les quitaran sus alas y luego los van a matarㅡvolvió a susurrar, sus manos temblando y su pecho doliendo hasta el punto de dejarlo sin aire, recordando el dolor que sintió cuando perdió a su padre debido a élㅡDebemos regresar...ㅡrepitió.
Félix no se consideraba alguien cercano a Hyunjin, de hecho, si por él fuera, hace mucho lo hubiera alejado de Jisung, pero no podía evitar sentir esa necesidad de consolarlo a pesar de que no tenía permitido ni siquiera tocarlo. Se acercó a él y lo envolvió en sus brazos sin siquiera preguntarle, tratando de tranquilizarlo, no podía dejar que regresara o el esfuerzo de Jisung sería en vano, ya estaban muy cerca, no podían regresar a esas alturas.
ㅡEstarán bien, debes proteger a tu madre y a tu pueblo, estamos casi en el castillo, el ejército va a salvarlos, por favor, debes ser fuerteㅡle susurró, sobando su espalda, sintiéndolo temblarㅡEllos no van a dejarte.
Nunca lo había visto tan vulnerable, siempre se mostró como alguien fuerte y serio, pero en ese momento, estaba demasiado inestable, el sufrimiento se notaba, incluso podía sentirlo.
Hyunjin no pudo contenerse más y lloró, gritó de manera desgarradora, sacando todo su dolor, estaba cansado de ser salvado de todo, dejando a sus seres amados morir por él creyendo que ese era el deber de los que lo rodeaban.
ㅡVamos, Hyunjin, estamos a tiempo todavía.
El más alto asintió unos segundos después, concentrándose en la suave voz del menor, sintiéndose enormemente débil todavía, pero si seguía ahí, perdiendo el tiempo, sería menospreciar lo que Jisung había hecho para salvarlos. Secó sus lágrimas, respiró hondo varias veces, tratando de retomar la compostura para seguir caminando lo poco que faltaba para llegar al castillo.
ㅡVamosㅡdijo luego de unos segundos, aún temblando.
Félix asintió, viendo al mayor extender sus alas para ir más rápido, y de repente se sintió avergonzado, sus alas ya no eran ni siquiera decentes, pero a esas alturas no podía solo detenerse por algo como eso, así que las hizo visibles, sintiéndose triste al verlas.
Hyunjin notó la expresión en el rostro del menor y le sonrió con calidez, extendiéndole su mano para que se sintiera más seguro.
Y de esa forma, ambos se dirigieron con rapidez al castillo, deseando con todas sus fuerzas que aún estuvieran a tiempo.
Un par de cazadores lograron inmovilizar contra el suelo a Minho. Estaba adolorido, su rostro manchado con su propia sangre y su cuerpo demasiado debilitado; había fallado, no pudo contra todos, eran demasiados sólo para él, y aunque logró hacer un poco de tiempo, no fue suficiente.
Jisung cayó sobre sus rodillas cuando el escudo protector desapareció, sintiéndose levemente mareado por la falta de energía, pero estaba aliviado porque Hyunjin logró escapar. Notó la mirada enfurecida de los cazadores cuando se dieron cuenta de que dos de las hadas habían desaparecido.
ㅡ¡Corran ya al bosque, deben estar por ahí!ㅡordenó uno de ellos, furioso.
Jeongin sacó el arma que cargaba consigo en caso de emergencia, sintiéndose valiente, aunque tenía muy en claro que no sería suficiente para enfrentarlos, aún habían alrededor de siete cazadores rodeándolos de manera amenazante, listos para atacarlos en cualquier momento.
ㅡTuviste que irte, Innieㅡsusurró, Jisung al sentirlo a su ladoㅡNo sirve de nada pelear, no podemos contra ellos.
El rubio apretó con fuerza el arma en sus manos, apuntando hacia los cazadores con un poco de temor. No se había quedado para dejarse atrapar, claro que no, estaba cansado de que los atacaran por su avaricia, por su ambición, estaba cansado de los humanos, cansado de que no los respetaran, que los invadieran y los sometieran a su gusto.
El sonido de dos disparos hizo que Jisung reaccionara rápidamente, asustado y alerta. Su corazón palpitó con fuerza al ver dos de los cazadores caer frente a él, sangrando e inmóviles.
Jeongin les había disparado.
Un abrumador silencio se hizo presente, sorprendidos por algo tan inesperado, estaban confiados en que no les harían daño porque se suponía que las hadas eran pacíficas, que solo se defenderían y que no serían de atacarlos primero.
ㅡJeongin... ㅡsusurró el peligris, ahora de pie.
ㅡNo, que se vayan a la mierdaㅡapuntó hacia otro cazador con precisión, él era muy bueno con las armas, mejor que combatiendo cuerpo a cuerpo. Siguió apuntando a uno de los que estaban sosteniendo a Minho, pero éste sacó su arma al sentirse amenazado, soltando un disparo sin dudarlo, iba directo hacia Jeongin, pero Jisung logró desviarlo rápidamente, causando que cayera a un lado de élㅡDeja de gastar energías, debemos ir hacia el bosqueㅡdijo en un susurro, aún sorprendido por la manera en la que Jisung había creado rápidamente un pequeño escudo que desvió la bala.
ㅡ¡Estúpidas hadas!
En cuestión de segundos, una red fue disparada por uno de ellos sobre el rubio sin siquiera darse cuenta, haciendo que cayera de inmediato hacia el suelo, su arma cayendo lejos de su cuerpo.
Jisung se acercó rápidamente, asustado, tratando de apartar aquella pesada red de metal en la que estaba preso.
Mientras tanto, uno de los cazadores aprovechó esa distracción para apuntar con precisión su flecha hacia Jisung. Minho vio la intención de ese hombre; trató de soltarse de nuevo, sus extremidades siendo aún obstaculizadas por esos cazadores que no aflojaban su agarre. Estaba desesperado.
ㅡ¡Jisung!ㅡgritó al momento en el que el cazador soltó la flecha, llamando la atención del menor que rápidamente se hizo a un lado, asustado por la velocidad en la que la flecha había pasado a su lado, apenas rozando su piel, dejándole un pequeño rasguño que empezó a sangrar levemente.
Uno de los cazadores volvió a golpear a Minho, dejándolo casi inconsciente, quedando todo borroso a su alrededor, viendo únicamente como esos hombres seguían acercándose a Jisung.
ㅡVoy a entregarmeㅡhabló el peligris, tomando la mano de Jeongin que aún seguía Inmovilizado por la redㅡNo lucharé, pero no le hagan daño. Ustedes quieren mis alas, no las de él, solo suéltenlo.
Los cazadores se vieron entre sí con sonrisas perversas y cómplices, murmurando cosas para luego asentir hacia el menor.
Jisung se quedó parado mientras dos cazadores se acercaban a él, sacando unas gruesas cadenas.
Se quejó por lo bajo cuando de manera brusca pasaron las cadenas a su alrededor, haciéndolo caer con fuerza al y sin posibilidad de moverse.
ㅡSuéltenloㅡpidió con su mejilla pegada al suelo, refiriéndose a Jeongin.
ㅡCreo que eso no será posible.
ㅡ¡Dijeron que lo harían!
ㅡ¿No has aprendido a no confiar en desconocidos?ㅡrió, presionando con más fuerza las cadenas en sus muñecas.
No logró contenerse más, sus lágrimas empezaron a salir sin control, enojado consigo mismo por no poder salvar a Jeongin, por no poder hacer nada más con sus poderes.
Su mirada se encontró con la de Minho, sintiéndose aún peor, decepcionado.
ㅡ¡Es tu maldita culpa!-gritó sin apartar la vista del pelinegroㅡ¡Te odio!
Minho sintió su corazón doler, el dolor físico no se comparaba al dolor en su pecho. Cerró sus ojos con fuerza, sintiendo las lágrimas que tenía retenidas mojar sus mejillas. No recordaba cuándo había sido la última vez que había llorado por algo, a lo mejor hace años cuando su padre murió, pero ahora, el dolor tan intenso que sentía era inevitable de calmarlo, ver el odio en los bonitos ojos de Jisung que antes lo miraban con adoración era desgarrador. Pensar en que le quitarían sus hermosas alas, pensar en que posiblemente lo matarían por su culpa era algo que lo estaba torturando, debía hacer algo, buscar una manera de salvarlo.
ㅡVámonos, los demás se encargarán del castilloㅡdijo uno de ellos, arrastrando sin cuidado alguno el cuerpo de Jisung y Jeongin, ambos demasiado asustados y adoloridos.
Luego de unos segundos, logró escuchar a lo lejos el sonido de algunos disparos, causando un alboroto entre los cazadores, y antes de salir del bosque siendo arrastrado con brusquedad, logró ver algunas hadas con sus armas alzadas.
El ejército estaba por llegar.
Sonrió aliviado a pesar de que su cuerpo ya no respondía, Hyunjin lo había logrado y aunque sabía que habría demasiado caos, había una pequeña esperanza, por lo que segundos después, dejó de luchar y se dejó caer en la inconsciencia total, quedando todo oscuro a su alrededor.
No sé por qué no me gustó como quedó😭 en fin, a partir de aquí estaré publicando con menos frecuencia en esta y Forbidden porque no he seguido escribiendo debido a la universidad, pero ya casi salgo de vacaciones❤️
Espero que les haya gustado, ¿qué creen que pase? 👁️
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