✭EPILOGUE✭
Jisung había olvidado completamente cómo se sentía usar prendas tan lujosas. Dentro de su propia habitación habían muchos de sus sirvientes quitándole y poniéndole cosas encima, discutiendo entre ellos sobre qué color se le vería mejor o sobre qué tipo de peinado debía usar. Como en los viejos tiempos.
Sonrió para sí mismo ante la nostalgia que había empezado a llenar su pecho, llegando a él un montón de memorias en las que se vio a él mismo con algunos años menos siendo jaloneado por todos lados porque no podía mantenerse quieto mientras lo vestían; en aquel entonces, le parecía sofocante y molesto que tuvieran que decidir por él, hasta que un día intentó hacerlo solo y todo salió mal porque ni siquiera sabía cómo ponerse un traje sin tener que enredarse, para que al final, llegara muy mal vestido a esa importante reunión familiar. Desde ese día, entendió la importancia de ponerle atención incluso a su propia ropa, siendo así cómo después de un tiempo, aprendió a vestirse correctamente para eventos especiales, sin embargo, en esa ocasión, no le molestaba en lo absoluto que eligieran por él, de todas formas, ya no era algo que tuviera que hacer tan seguido.
ㅡYa está listo, Su Majestadㅡavisó el estilista a cargo, esperando con ansias alguna reacción en cuanto a su trabajo.
Jisung sonrió con aprobación y asintió, dejándoles en claro que habían hecho bien su trabajo. Las hadas presentes soltaron el aire que no sabían que estaban reteniendo con alivio al haber agradado al príncipe, aunque era de esperarse, la mayoría del tiempo, Jisung estaba satisfecho con lo que hacían.
ㅡ¿Minho ya está listo?ㅡpreguntó, viéndolos a través del espejo.
ㅡUhm, me temo que no, el joven Lee sigue negándose a todo lo que se le pone, dijo que no iba a usar nuestra ropaㅡrespondió uno de ellos con expresión afligida.
Jisung suspiró y negó con la cabeza, tenía el presentimiento que Minho no iba a dejar que lo vistieran, menos con ropas tan coloridas, porque la ropa de las hadas solía ser así, en especial la de la realeza.
ㅡPueden irseㅡordenó, asintiendo ante las reverenciasㅡDíganle a Minho que venga, por favor.
Muy bien, debía entender que Minho se sintiera quizás un poco harisco en cuanto a que tuvieran que vestirlo, sabía desde el inicio que era algo que podría molestarlo un poco ya que no estaba acostumbrado ni un poco a ese tipo de cosas, incluso podría apostar que se puso a hacer un berrinche porque no quería ropa de colores ni joyas encima, pero ¿qué más podía hacer? Ya lo habían hablado antes, él no podía dejar de ser un príncipe y mientras siguieran juntos, debía asimilar que tal vez algún día llegaría a ser rey.
ㅡHola...ㅡsusurró un poco temeroso el pelinegro al asomarse por la puerta, llamando su atención.
El peligris se giró al momento de escuchar su voz, viéndolo cerrar la puerta tras él cuando entró completamente a la habitación. Minho sonrió apenado, no quería causarle problemas al menor con algo tan simple, pero no se sentía cómodo con tantas cosas, solo quería usar sus ropas normales y vestirse él solo como debía.
ㅡSabes que nos estamos retrasando, ¿cierto?ㅡlo miró con seriedad, cruzándose de brazosㅡMin, lo hablamos antes.
ㅡLo sientoㅡagachó la miradaㅡEs que todos ellos estaban alrededor de mi jalándome de un lado a otroㅡhizo un puchero, viéndolo de nuevoㅡAdemás me pusieron muchas joyas pesadas y no paraban de decirme que debo cubrir mis tatuajes.
ㅡDebes cubrirlosㅡconfirmó, acercándose hacia el perchero de ropa que las hadas estilistas habían llevado, buscando algo que pudiera adaptarse a los gustos de su novioㅡNo puedes solo llegar y dejar que todos te vean con ropa casual, es una ocasión especial.
ㅡ¿Te avergüenzan mis tatuajes?ㅡfrunció el ceño, dándoles una ojeada a los tatuajes de su brazo.
ㅡ¿Qué? No, claro que noㅡrió sin mirarlo, revisando prenda por prendaㅡSabes que tus tatuajes me excitan, pero entiende, aquí no es la ciudad, sigo siendo un príncipe.
Minho sonrió engreído ante el comentario, prestando atención por primera vez a la ropa de Jisung, realmente asombrado por lo bien que le quedaba el color rojo junto a los caros accesorios dorados que adornaban su vestimenta, en especial la fina cadena que decoraba su espalda descubierta que es en donde estaban sus alas, y aunque en ese momento las tuviera escondidas, él podía admirarlas cada vez que quisiera debido a su bendito don. Sonrió un poco ido, recordándose una vez más lo afortunado que era por tener a Jisung a su lado, dándose cuenta de que estaba siendo un poco caprichoso.
Se acercó a él y lo abrazó por la espalda, recargando el mentón en su hombro derecho, dejando pequeños besos en su cuello descubierto que hacían reír al menor, moviéndose inquieto en sus brazos.
ㅡDéjameㅡrió, encontrando por fin un conjunto de ropa bonito que podría gustarle al pelinegroㅡMira este, ¿qué te parece?ㅡse giró sin romper el abrazo, sintiendo su cercanía mientras extendía en su mano un gancho con la ropa.
Minho sonrió divertido, tomó el gancho y dejó la ropa de manera despreocupada sobre la cama. Jisung lo miró confundido y quiso soltarse para tomarla de nuevo, pero Minho afirmó su agarre y le dio un corto beso en los labios, aún sonriéndole.
ㅡMinho...ㅡle dijo con un leve tono de regaño, notando esa profunda mirada en él que conocía a la perfecciónㅡNoㅡnegó con la cabeza rápidamenteㅡNo es momento, Minho, debes vestirte.
ㅡ¿Y si nos saltamos la primera parte de la ceremonia?ㅡsugirió, volviendo a unir sus labios antes de que el menor respondiera.
Jisung se sentía tan a gusto que no puso resistencia, dejándose llevar por los labios de Minho sobre los suyos, besándolo tan dulcemente que sentía su corazón latir emocionado. Jadeó inconscientemente al sentir la mano de Minho bajar por su espalda descubierta hasta que llegó a su trasero, presionándolo con sutileza. A partir de eso, el beso se convirtió en uno más apasionado en el que sus lenguas jugueteaban entre sí, Jisung enredó sus dedos en el cabello que caía en la nuca del mayor para acercarlo más hacia su boca, mordiendo sus labios sin mucho cuidado a medida que las manos de Minho empezaban a hacerse paso por debajo de su ropa, haciéndolo reaccionar en ese momento.
ㅡEspera, esperaㅡgimió sobre sus labios, llenándose del autocontrol suficiente para no dejarse desnudar ahí mismoㅡAcaban de vestirmeㅡMinho volvió a besarlo con fuerza, haciéndolo callar.
Jisung jadeó sorprendido cuando su espalda chocó contra una de las paredes de la habitación, encogiéndose de placer cuando la rodilla de Minho rozó su entrepierna, ¿acaso planeaba tener sexo en esa situación? Minho no parecía tener intenciones de detenerse, y él tampoco estaba siendo lo suficientemente fuerte.
ㅡSe nos hace tarde... ah~ㅡcerró sus ojos con fuerza ante el insistente roce en su erección.
ㅡDe todas formas, no le agrado a tu hermanoㅡbesó su cuello con delicadeza, haciéndolo suspirarㅡYo digo que mejor nos quedemos aquí.
ㅡNo te odiaㅡrió ante el cosquilleo de la nariz del pelinegro en la zonaㅡAdemás... Podrías empezar a ganarte su confianza estando ahí.
Minho suspiró rendido, dejó un corto beso en los labios del peligris y se alejó, ayudándole a arreglar su ropa en un extraño silencio. Jisung notó la inseguridad en el mayor y lo abrazó sorpresivamente, sobando la parte trasera de su cabeza en un gesto cariñoso.
ㅡSé que estás nervioso.
ㅡNo quiero que digan cosas sobre ti por estar conmigoㅡconfesó, recostando su mejilla en el hombro del menorㅡEn la coronación de tu hermano me hicieron saber lo mucho que me odian.
ㅡLas hadas no tienen por qué hablar mal de miㅡrió por lo bajoㅡHa pasado más de un año, no podemos seguir pensando en lo que pasó, Min, estamos juntos ahora, todos allá afuera deben aceptarlo les guste o no.
ㅡLo siento... Solo estoy asustado.
ㅡNo te preocupes, mañana regresaremos a casa, pero no podemos faltar hoy, ¿si? Sé que puedes demostrar que eres completamente diferente, verás como empezaran a aceptarte poco a poco.
Minho se alejó y lo miró, asintiendo con una sonrisa más tranquila. Tomó la ropa que Jisung había elegido para él y sonrió, notando que había escogido colores oscuros para que se sintiera más cómodo con lo que usaría. Empezó a desvestirse para reemplazar su ropa normal por ropa fina y elegante, observando por momentos a Jisung que acomodaba su cabello de nuevo, poniendo una corona sobre su cabeza.
No podía evitar sentirse un tanto nervioso, estar en ese castillo le traían recuerdos dolorosos, y al mismo tiempo, nostálgicos cuando Jisung estaba en éstos. Sonrió para sí mismo sin apartar la mirada del menor, pensando en lo mucho que lo amaba y en lo seguro que se sentía a su lado, y si Jisung estaba haciendo el esfuerzo por recibir comentarios maliciosos por su culpa, él también podría soportarlo.
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Hyunjin estaba tan nervioso a tal punto de querer vomitar, y no, eso no debía pasar, debía mantenerse en calma, pero se le hacía muy difícil con todas esas hadas volando a su alrededor tratando de hacerlo lucir lo mejor que pudiera, porque cada vez se acercaba el momento por el que tanto estuvo esperando por todo ese tiempo, ese momento con el que tanto soñó por fin se haría realidad.
Necesitaba verse perfecto, impecable, era su boda y no podía lucir desarreglado de ninguna manera.
El horrible pensamiento de que Jeongin se haya arrepentido lo perseguía constantemente hasta en sus sueños, revolviendo su estómago con desagrado y desánimo, habían esperado el tiempo suficiente para poder casarse, y temía que justo en ese momento, Jeongin se haya dado cuenta de que no quería estar con él, que no quería ser rey porque era demasiada responsabilidad. Su respiración se agitó cuando le avisaron que ya estaba listo, su pueblo estaba afuera a la espera de su aparición, a la espera de que se llevara a cabo aquel gran evento que fue anunciado por todos lados.
ㅡHyunjin, tranquilo.
Se sobresaltó levemente al escuchar la suave voz de su madre a sus espaldas, recién dándose cuenta de que ya era hora. Sintió sus ojos cristalizarse por el miedo, ¿por qué quería llorar si era el mejor momento de su vida? Amaba a Jeongin, no dudaba ni un poco de eso, pero por alguna razón, el montón de emociones acumuladas lo estaban abrumando a tal punto de hacerlo llorar.
ㅡNo llores, hijo, ven aquíㅡla mujer acercó al menor hacia sus brazos, sobando su espalda suavementeㅡTodo estará bien, no temas de nada.
ㅡ¿Y si se da cuenta de que no quiere estar a mi lado? Mamá, no quiero que me abandone.
ㅡNo lo haráㅡsonrió, recordando el miedo que ella también sintió al casarse, el miedo a ser juzgada por no ejercer bien su papel como reina, miedo a no ser suficiente para su esposo quien era el que llevaba más responsabilidad. Entendía a su hijoㅡÉl te ama, si no fuera así, no se hubiera arriesgado desde el principio a estar contigo sabiendo que estaba rompiendo leyes importantes, sobrepasando incluso mi autoridad.
Acunó el rostro de su hijo entre sus manos y limpió sus lágrimas, le sonrió con calidez y terminó de arreglar su ropa, viéndolo con orgullo. Hyunjin ya era todo un rey respetado que velaba por su pueblo, y ahora estaba dando otro paso importante para su vida, haciendo todo en el orden correcto.
ㅡTu padre estaría muy orgulloso de ti justo ahora.
ㅡ¿Tú crees?ㅡella asintióㅡEso esperoㅡsonrió con más calma.
Inhaló profundamente y exhaló, listo para salir de ahí y aceptar una vida entera junto al amor de su vida, alejando cualquier miedo para darle paso a la felicidad total que le daba la sensación de por fin poder casarse con Jeongin.
Estaba listo.
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La ceremonia se llevó a cabo dentro del salón principal del castillo, muchas hadas y humanos asintieron a la gran celebración, apoyando al rey y su futuro esposo que lo ayudaría a llevar las riendas del pueblo, confiando en que harían un buen trabajo.
Jeongin parecía que no había estado llorando como un pequeño bebé asustado cuando por fin se puso al lado de Hyunjin, sonriéndole con alegría pura, porque eso era lo que Hyunjin provocaba en él, una felicidad inmensa que era difícil de describir solo con palabras. Vio a su alrededor, notando a todos los presentes que no dejaban de sacar fotos, celebrando junto a ellos con felicidad.
Jisung sostuvo la mano de Minho, sobando el dorso con su pulgar para relajarlo, a su lado izquierdo estaba su madre junto a los del Consejo Real, todos sentados en la mesa de honor a primera fila de la boda, escuchando atentamente la ceremonia. Largos minutos después, los gritos eufóricos y los aplausos se hicieron notar cuando Jeongin espetó el ''si, acepto'' que tanto había estado ansiando Hyunjin, viéndose ambos llenos de amor en ese pequeño acto que los unió para siempre.
Minho sonrió enternecido, deseando algo así para él y Jisung, viéndose como algo no tan lejano porque lo amaba más que a cualquier cosa en el mundo, y tenía el presentimiento de que Jisung también lo amaba con la misma intensidad.
Quizás si debía empezar a pensar en una boda a futuro.
Cuando la ceremonia finalizó, la celebración se trasladó hacia los jardines del castillo en el que todos eran bienvenidos. Minho saludó a Seungmin con un fuerte abrazo cuando se encontró con él, tenía mucho tiempo de no verlo desde que decidió mudarse con Félix al bosque de las hadas, se pusieron al tanto de sus vidas en lo que Jisung y Félix también hablaban sobre sus cosas.
Félix ya no estaba acomplejado en cuanto a sus alas rotas, había aprendido a amarlas con el tiempo, sintiéndose en paz con el hecho de que no eran perfectas, pero seguían siendo suyas, y eso era lo más importante. Jisung intentó usar sus poderes para volverlas a la normalidad, pero nada funcionó, así que Félix se vio en la obligación de aceptarlas, y se le hizo más fácil gracias a Seungmin que fue muy paciente con él cada vez que lloraba gracias a eso, recalcándole lo perfecto que era. Sentir el amor y el apoyo del pelirrojo había sido un gran soporte emocional, por lo que ahora estaba muchísimo mejor, viviendo los dos muy felizmente.
Hyunjin interrumpió la charla entre Minho y Seungmin, causando que el pelinegro se tensara ante la solicitud de hablar a solas. Desde lo lejos, Jisung notó que su hermano y Minho se apartaron de todos, pero no quiso intervenir, lo mejor era dejarlos solos para aclarar todo de una vez por todas. Volvió su vista hacia Félix, ignorando ese pequeño suceso, ya después Minho le contaría.
ㅡFelicidades por tu boda, se ven muy felices juntosㅡfelicitó, Minho con una sonrisa nerviosa en sus labios.
ㅡGracias, y gracias por venirㅡrespondió amablemente, haciendo una pausa por unos segundos que para Minho fueron eternosㅡ¿Cómo va todo con Jisung?
ㅡPues... Bastante bien, le gusta vivir en la ciudad, ya sabes.
ㅡImagino que siㅡsonrió, agachando la mirada hacia sus pies mientras seguían caminandoㅡSé que puede ser un chico un poco difícil de tratar, pero creo que ya te diste cuenta de eso.
ㅡSiㅡrióㅡEs su marca personal ser así.
ㅡNi que lo digasㅡsuspiró sonoramente, fijando su mirada en las hermosas flores que adornaban el jardínㅡNo me tengas miedo, al final de cuentas eres el novio de mi hermano.
ㅡNo te tengo miedoㅡtrató de sonar seguro, pero la mirada de Hyunjin lo hizo flaquear por unos segundosㅡQuizás un pocoㅡconfesóㅡEs solo que no quiero que juzguen a Jisung por elegirme.
ㅡSabes, Jeongin era hijo de los sirvientes de mis padresㅡMinho lo miró, curioso del por qué le estaba contando esoㅡTodos lo saben, muchos creen que un rey no debería estarse casando con el hijo de unos sirvientes, pero Jeongin demostró con su valentía que podía ser más que un sirviente, y eso también nuestro pueblo lo notó, ¿entiendes a lo que me refiero?ㅡMinho asintió dudoso, analizando la historiaㅡTú, Minho, aunque no lo creas, demostraste valentía cuando te entregaste como prisionero, al principio nadie sabía al respecto, pero cuando fuiste liberado, todos se dieron cuenta, incluso los de tu raza... Demostraste que mereces estar con un príncipe también. Quizás te equivocaste y todos te señalamos por eso, pero sé que eres diferente, de otra manera, no hubiera dejado que Sunggie se fuera contigo.
Minho sintió un nudo en su garganta, que justo Hyunjin le estuviera diciendo eso era realmente significativo, sabía el amor que le tenía a Jisung, y hacerle ver todo eso, lo hacía entender que estaba pensando sobre eso más de lo que debería.
ㅡGraciasㅡfue lo único que Minho pudo decir, sintiéndose mejor por la aprobación de Hyunjin.
Ya no debía atormentarse más por eso.
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A la mañana siguiente, el castillo se sentía más tranquilo, ya no habían hadas agitadas haciendo preparativos, no había ruido por ningún lado, simplemente se escuchaban los sonidos habituales de la mañana.
Minho se sentía en el mejor de los sueños cada mañana al despertar junto a Jisung, no podría describir ese sentimiento de que todo parecía irreal. Recordó su platica con Hyunjin y su pecho se llenó de un alivio que tenía tiempo de no sentir, quitándole un enorme peso de encima al igual que algunas inseguridades en cuanto al hecho de que Jisung llegara ser rey algún día.
Horas más tarde, Jisung se despidió de su madre junto a Minho, prometiéndole visitarla más seguido ya que había pasado mucho tiempo sin siquiera acercarse al castillo. Minho se despidió también de Eunji con un poco de vergüenza, pero ella lo recibió gustosa en sus brazos, pidiéndole que cuidara a Jisung siempre que pudiera.
El viaje a través del bosque hacia la ciudad fue silencioso, felices de poder regresar a su pequeño hogar en el que se amaban como nunca cada día.
ㅡ¿Qué te dijo Hyunjin?ㅡpreguntó, Jisung al bajarse del auto frente a su casaㅡNo me dijiste ayer.
ㅡMmm, nada en especialㅡvaciló un momento.
ㅡDime~ㅡinsistió con un puchero en sus labios.
ㅡYa sabes, cosas de hermano mayor.
ㅡ¿Y eso es...?
ㅡQue debo cuidarte o va a matarme con su magia de hadaㅡbromeó, recibiendo un leve golpe por parte del menor que había fruncido el ceño.
ㅡBueno, igual yo puedo matarte con mis poderes de hada.
ㅡLo séㅡrióㅡPero me amas lo suficiente para no hacerlo.
ㅡAtrévete a hacerme algo y descubre que tan capaz soyㅡhizo un mohín y se cruzó de brazos.
Minho acunó su rostro y dejó un suave beso en sus labios que hizo que sus expresiones se relajaran por completo, asomándose una sonrisa en los labios del menor.
ㅡMejor pidamos unas hamburguesas.
ㅡ¡Si, hamburguesas!ㅡexclamó emocionado, entrando a la casa, dejándolo atrás con las pequeñas maletas.
Minho negó con la cabeza mientras reía, viéndolo adentrarse en su hogar.
¿Qué haré contigo, Han Jisung?
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Ahora si, la historia finalizó😭 muchísimas gracias por todo el apoyo de su parte, me hacen sentir muy motivada y querida🥺 espero que les haya gustado el epílogo y que hayan quedado satisfechos con el cierre de la historia❤️
¡Nos leemos pronto!
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