Minho se levantó de golpe de la cama al sentirse tan abrumado con la sensación de excitación que su cuerpo estaba experimentando con fuerza gracias a las feromonas de atracción que Jisung estaba soltando, haciéndolo sentir desesperado con su alfa exigiendo al omega, pero realmente no quería ceder ante esas exigencias. Jisung parecía ajeno a su entorno, jadeando suavemente sin prestarle atención mientras seguía restregándose contra las sábanas y almohadas.

—Mgh... Minho~—gimió el omega por lo bajo, abriendo sus ojos para encontrarse con el alfa quien lo miraba directamente sin saber cómo detenerlo desde un lado de la cama.

Jisung no podía detener esa sensación que golpeó su cuerpo de manera repentina cuando tuvo el aroma de Minho rodeándolo, pero, ¿cómo había llegado a hasta ese punto? No podía ni siquiera explicarlo, su omega tomó el control de la situación sin darle la oportunidad de negarse, y no se quejaba, se sentía realmente bien con el aroma de Minho, era delicioso. Se sentía excitado, eso era claro, pero su celo aún no aparecía, y si no paraba o buscaba un alivio, su celo estallaría inevitablemente.

Minho se sentía avergonzado, los ojos del omega estaban llenos de deseo y él no sabía cómo manejarlo, y dejarse llevar por su alfa podría terminar en una situación comprometedora. No podía asegurar que podría negarse a marcarlo, y eso era algo que ni siquiera había hablado con Jisung como para simplemente ceder; el omega no estaba pensando con mucha claridad, pero tenía la certeza de que no podía llegar más allá.

Jisung bajó sus pantalones y quitó su camisa con desespero sin importar que Minho estuviera ahí enfrente, su desesperación por aliviarse era más grande que sentir vergüenza por lo que estaba haciendo; quedó únicamente en ropa interior, se puso sobre sus rodillas y empezó a frotarse contras las almohadas, y eso fue suficiente para empezar a gemir lleno de satisfacción. Estuvo en esa posición durante unos segundos antes de ser empujado con fuerza contra la cama, dejándolo sin aire ante la sorpresa de sentir al alfa sobre su cuerpo, viéndolo a los ojos con el deseo llenándolos.

Sentir las fuertes y atrayentes feromonas de Jisung causó que Minho por fin tomara la decisión de hacerse cargo, su cuerpo le estaba exigiendo también reaccionar, no podía entrar en celo tampoco en ese momento. Quitó sus propios pantalones y su camiseta sin detenerse a pensar mucho en como lucía con su cuerpo expuesto, dejándose llevar por su propio instinto para aliviar al omega y a su alfa.

Jisung lo miró con ojos brillantes cuando los brazos del alfa lo rodearon y sin detenerse a pensar mucho más, se elevó sobre sus codos para alcanzar los labios del alfa quien gruñó complacido al sentir la agresividad del beso. Minho se encontró a sí mismo muy sorprendido por la forma inmediata en la que correspondió, su mente nublándose al entregarse a ese cúmulo de sensaciones placenteras que nunca había experimentado antes.

Sus labios seguían moviéndose con urgencia mientras sus cuerpos se rozaban, Jisung rodeó a Minho con sus piernas con la intención de acercarlo mucho más, dejando el espacio reducido entre los dos, sintiendo por fin sus erecciones frotarse, enviando corrientes de placer a todo su cuerpo.

Los gemidos del omega se intensificaron, actuando muy ajeno a su entorno, enfocado en el alfa y el placer que le estaba proporcionando con su cuerpo y sus labios que lo tocaban por todos lados. Estaba muy cerca de terminar, necesitaba terminar. En un rápido movimiento, logró mover a Minho hacia un lado y se posicionó sobre él, las manos de Minho tomaron lugar en su cintura sin dudarlo y no pudo detener sus movimientos sobre la erección del alfa, frotándose precisión, soltando un fuerte gemido en cuestión de segundos cuando alcanzó su límite. Minho no se quedó atrás, un inesperado gruñido salió de su garganta mientras el cuerpo del omega seguía temblando en su orgasmo, haciéndolo correrse casi al mismo tiempo.

Jisung cerró los ojos con fuerza y se desplomó sobre el cuerpo del alfa con total cansancio, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello. Minho lo rodeó con ambos brazos, dejando cortas caricias en su espalda en lo que terminaba de calmarse.

El silencio reinó durante un rato en la habitación, Minho sintió al omega muy tranquilo, dándose cuenta de que estaba dormido. Con sumo cuidado lo apartó de su cuerpo y se levantó de la cama, acomodó algunas almohadas alrededor del omega quien de forma automática acercó una de estas a sí mismo para abrazarla, totalmente dormido. Sacó del baño algunas toallas limpias y siendo muy cuidadoso para no despertarlo, logró limpiar el cuerpo de Jisung, cambió incluso su ropa interior con una nueva que tenía; intentó no prestarle atención a la desnudez del omega, no quería actuar como un aprovechado.

Cuando terminó con Jisung, se metió al baño y logró verse a sí mismo en el espejo. Empezó a asustarse inevitablemente, ¿y si Jisung despertaba y le decía que se había aprovechado de él? Nunca le haría algo así, no buscaba dañarlo de ninguna forma, y solo pensarlo lo hacía estremecerse. El miedo se hizo presente, sintiéndose tan extraño con lo que acababa de suceder, nunca había hecho algo así, era la primera vez que llegaba a un orgasmo sin necesidad de tocarse y con la ayuda de un omega.

Tomó una rápida ducha, pensando en todas las cosas que podrían pasar gracias a las decisiones que había tomado, llegando a la conclusión de que intentaría explicarle a Jisung lo que había pasado sin que lo viera como un pervertido que buscaba saciarse con él.

Cuando salió del baño con su ropa puesta, se encontró con el omega todavía durmiendo, abrazando con fuerza sus almohadas, balbuceando con un puchero en sus labios. Quitó la almohada para tomar ese lugar, siendo abrazado de inmediato por el omega, sintiendo su nariz haciendo cosquillas en su cuello hasta que se encontró cómodo con la posición y la cercanía.

Sonrió cortamente y cerró sus ojos, dispuesto a dormir un rato antes de tener que enfrentarlo.

🌙

—¿Su apellido es Han?

—Si, Han Jisung, está en su segundo año de universidad en la misma facultad que su hijo.

El señor Lee asintió mientras veía la información sobre el escritorio.

Tan pronto terminó la llamada con su hijo el día anterior, empezó a investigar sobre Jisung con la ayuda de sus empleados del hotel y con otros de sus contactos. No fue difícil obtener lo que quería, fue fácil identificar al hijo de los Han que había llegado el día de la cena que hubo hace semanas atrás puesto que por ese mismo omega, Minho había recibido un severo regaño por sus superiores y por él mismo. Quería saber las razones por las que de repente parecía importarle tanto.

—Esta tarde también llegó con los mismas personas de ayer, pero otra vez se quedó en la habitación solo con Minho y no han salido de ahí.

—¿Sabes por qué golpeó ayer a uno de sus compañeros?

Luego de la forma en la que le habló, empezó a sospechar que ese omega tenía relación también con el hecho de que su hijo reaccionara de manera tan violenta en contra de otro alfa. No parecía demasiado descabellado, conocía muy bien a Minho y sabía sin dudas que él jamás reaccionaría de esa forma, ni siquiera cuando se trataba de defenderse de los demás.

—No, no tenemos idea de las razones, pero el omega estaba ahí. A lo mejor hubo algún problema con él y con el otro alfa involucrado.

Asintió, convencido de sus sospechas a pesar de no tener una confirmación directa de los hechos.

—Consígueme un viaje de regreso lo más pronto posible.

El omega asintió y salió de la oficina tras hacer una reverencia.

Minho estaba avanzando justo por donde siempre deseó desde que se presentó como alfa, por fin no estaba decepcionándolo, y la sola idea de que su hijo se convirtiera en el alfa que quería, lo llenaba de satisfacción; ya no más comentarios a sus espaldas sobre su débil hijo, ya no más vergüenzas frente a los demás gracias a sus errores, ya no más quejas que lo pusieran de mal humor.

Al fin se sentiría orgulloso.

Guardó los papeles en un sobre y lo guardó en el fondo de su gaveta, decidido a hacer lo posible por dirigir a su hijo hasta que se convirtiera en un alfa de respeto.

Y si Han Jisung era la clave para hacerlo, no dudaría en aprovecharlo.

🌙

Jisung abrió los ojos lentamente cuando sintió un leve cosquilleo en su mejilla que lo había estado molestando desde hace un rato. Todo estaba oscuro a su alrededor, apenas lograba ver gracias a la luz que entraba desde la ventana, recién notando que en el exterior, ya no había luz del día, solo luces superficiales que iluminaban la noche. Sintió de nuevo el mismo cosquilleo en su rostro, dándose cuenta de que era el cabello de Minho contra su mejilla con cada movimiento del alfa, también pudo notar el agarre en su cintura, rodeándolo con fuerza sin darle mucha posibilidad de apartarse.

Los recuerdos de lo que había sucedido llegaron a su cabeza tan pronto sus fosas nasales se llenaron el olor de Minho a su lado, sintiéndose avergonzado por su comportamiento tan necesitado de un alfa, pero no pudo evitarlo de ninguna manera; al estar rodeado del todo el olor de Minho, su omega reaccionó de manera automática gracias a su instinto, buscando desesperadamente el calor del alfa en su cuerpo con la intención de saciarse. Nunca había pasado por algo así, ni siquiera cuando dormía con Chan. Agradeció no haber entrado en celo, pero podía asegurar que, si Minho no se hubiera hecho cargo en ese momento, de seguro ya estaría lloriqueando en busca de placer con el celo cegándolo.

Enfrentarlo era la parte más difícil, sabía también lo avergonzado que Minho se sentiría al despertar, y a pesar de que no llegaron muy lejos, lo íntimo de la situación no podía pasar por alto.

—Minho—lo llamó, moviéndolo suavemente—Minho, despierta—siguió susurrando, empezando a escuchar los suaves quejidos del alfa.

El agarre de Minho en su cintura se aflojó, dándole la oportunidad de apartarse un poco para levantarse. Sintió sus piernas desnudas y notó que tenía puesta solo ropa interior y una camiseta, ni siquiera sintió cuando Minho cambió su ropa por algo limpio. Sonrió enternecido mientras veía al alfa dormir, sobando su cabello con delicadeza, pensando en qué hacer en ese momento. No podía solo irse, no quería que Minho se sintiera mal al despertar, sin embargo, tampoco sabía como mirarlo después de lo que pasó.

Luego de unos segundos, Minho se movió con la intención de sentir más cerca al omega, pero al no sentirlo, sus ojos se abrieron, buscándolo, hasta que lo encontró sentado en la cama frente a él, sonriéndole a medias.

—Yo... P-Pensé que te habías ido.

—Sigo aquí—rió por lo bajo el omega—No pensaba en irme.

Minho quiso en ese momento poder desaparecer, la mirada de Jisung no se despegaba de él, como si estuviera esperando que le dijera algo de lo sucedido, pero la verdad era que no tenía nada que decir tampoco.

—Sobre lo de hace unas horas...—empezó Jisung al darse cuenta de que Minho no iba a decir nada al respecto, y entendía perfectamente él por qué, pero era algo que no podían ignorar—No sé qué pasó, es primera vez que paso por algo así, no quise ponerte en una situación tan incómoda—sus mejillas ardían de la vergüenza. Agachó la mirada para evitar los ojos del alfa.

—Está bien—logró decir con voz suave—Prometo que no quise aprovecharme de ninguna manera, no quiero que pienses eso de mí.

Jisung lo miró, curioso por esas palabras, prestando atención.

—Parecías no estar muy consciente...

—Si lo estaba—aseguró, recordando cada una de sus acciones y sentimientos. Su omega había tomado el control en su mayoría, si, pero también podía controlar lo que deseaba, lo que quería hacer y con quién; estaba seguro de que, con otro alfa, no hubiera cedido ante esos deseos, hubiera luchado más fuerte por no dejarse llevar. Pero con Minho era diferente, con Minho no sentía la necesidad de luchar en contra de sí mismo.

—Perdón, Jisung—se sentía culpable por su comportamiento, pero no arrepentido, y no sabía muy bien si eso era algo malo—Es solo que mi alfa estaba tan alterado que-

Los tibios labios del omega chocaron contra los suyos, interrumpiéndolo, dándole paso a un ligero beso que lo hizo estremecerse de manera sorprendente a pesar de que antes se habían besado con más profundidad. Con timidez puso sus manos en el rostro del omega con la intención de acercarlo, moviendo sus labios en un leve compás sin convertirse en algo más fuerte, deleitándose ambos con la sensación tan delicada de lo que era un beso sin intenciones de algo más.

Jisung estaba seguro de que Minho no le haría daño a pesar del poco tiempo que llevaban conociéndose, por algo eran destinados ¿no? Quería confiar en que eso era más que suficiente para sentirse a salvo con él, porque sino fuera por esa razón, jamás confiaría en las intenciones de un alfa, había aprendido mucho con su entorno como para dejarse llevar por su omega que, por instinto, buscaba la atención de un alfa; controlar ambos lados no fue fácil, pero con Minho, todas esas barreras desaparecían.

El beso duró solo unos segundos que se sintieron como una perfecta eternidad para Minho. Jisung lo vio directamente antes de crear un espacio entre ambos, sumergiéndose en el silencio de la habitación.

—No te disculpes a menos que estés arrepentido—dijo el omega con voz temblorosa, viéndolo bajo la luz que se filtraba por las ventanas.

Pensar en que Minho lo rechazara de alguna forma, lo aterraba. Y eso no era muy Han Jisung de su parte, demasiado irónico, no se le ocurrió que en algún momento, su destinado aparecería, volviéndolo más sensible y sumiso.

—N-No lo estoy—sonó seguro a pesar de que su voz seguía un poco débil por el nerviosismo y las sensaciones acumuladas en su pecho.

Minho quería reír, llorar, saltar de la emoción, esconderse... El estar nervioso no lo hacía reaccionar de ninguna manera en particular; al final, terminaba sonrojándose.

—Yo tampoco—sonrió el omega, retomando su actitud segura de siempre. Lo que menos deseaba era que las cosas se pusieran incómodas.

Luego de esa corta conversación, ninguno mencionó el reciente beso, y, a decir verdad, era mejor dejarlo como lo que fue: algo efímero e íntimo.

—¿Quieres que te acompañe a casa?—Minho se sorprendió a sí mismo al tener la iniciativa, intentando alejar la inseguridad que le daba salir de la habitación con los golpes a la vista, pero, a pesar de eso, quería hacerlo.

—Me encantaría—asintió el rubio, mordiendo su labio inferior con la emoción haciéndose paso—Pero primero, ¿podemos comer?

Minho encendió la lámpara de su mesa de noche y buscó con la mirada la caja que Jisung le había dado más temprano, encontrándola a un lado de la cama. Mientras Minho se encargaba de arreglar de nuevo su cama, Jisung se puso de nuevo su ropa, alistándose de una sola vez para no atrasarse cuando sea hora de irse. No le importaba que ya pasaban de las siete de la noche, todavía no quería irse.

Ambos se acomodaron de nuevo sobre la cama, viéndose con un brillo diferente en los ojos, cayendo en cuenta de que muy difícilmente darían un paso atrás con lo que habían construido en poco tiempo.

Sin embargo, mientras Jisung no tuviera su marca, no había nada que los uniera más allá que sus lobos necesitándose, porque una marca crearía un lazo inquebrantable, un lazo que sellaría por siempre su destino.

Jisung, quien siempre odió la idea de ser marcado por un alfa, ahora no podía negarse a sí mismo que quería la marca de Minho.

🌙

En la soleada mañana del fin de semana, el señor Lee por fin estuvo de regreso. Acomodó su traje y con la ayuda de su asistente, subió su equipaje al auto que había llegado a recogerlo.

De primeras, su plan era llegar a su casa, ponerse cómodo y descansar, pero habían cosas que deseaba hablar en persona con su hijo que no podían esperar. Le indicó al chófer que se fueran directamente al hotel, y éste obedeció.

No sabía con qué iba a encontrarse, no le había avisado a nadie que ya estaba de regreso ya que, de esa forma, si tenía suerte, podría encontrarse con Jisung ese mismo día, sería interesante poder hablar con él.

Una hora después, el señor Lee entró por la puerta principal del hotel, todos lo saludaron con respeto y se sintió satisfecho al escuchar que todo estaba en orden. Mientras caminaba hacia el elevador que estaba en el lobby se dispuso a revisar algunos mensajes en su celular, y gracias a la poca atención que le estaba prestando a su camino, no se percató que había empujado a alguien, haciéndolo reaccionar en el instante en el que esa persona le habló.

—¡Lo siento!

El señor Lee pudo identificar al chico como un omega debido a su olor dulce a durazno, pero toda su atención fue capturada al sentir otro aroma proviniendo de él, mezclándose sin desaparecer.

El olor a madera, a madera como el de Minho.

Miro al omega de pies a cabeza, analizándolo con detenimiento y sin vergüenza alguna, buscándole algo especial, pero se veía como un simple omega para él. No podía negar que era atractivo en persona así como en fotos, pero no era lo suficientemente atractivo como para sorprenderlo.

—¿Qué tanto mira?—preguntó el omega con claro tono altanero, cruzándose de brazos.

—¿Disculpa?

—Viejo asqueroso—murmuró lo suficientemente alto para que el alfa lo escuchara. Se dio la vuelta y salió a paso rápido del hotel, indignado.

El señor Lee entrecerró los ojos, calmando a su alfa para no responder a la indisciplina del omega que acababa de insultarlo sin temor alguno, ¿en serio existían omegas así de irrespetuosos?

Lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su campo de visión, y la curiosidad creció.

Nos conoceremos muy pronto, Han Jisung.

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Holi~ ya empecé las clases en la universidad así que estoy tratando de acomodar mi tiempo para poder escribir y traerles nuevo cap lo más rápido posible<3 espero que les guste.