𝄈𝄈Catorce𝄈𝄈
Minho y Jisung no hablaron todo el fin de semana. Luego de lo sucedido el viernes por la noche, Jisung le envió un mensaje a Minho en donde le aseguraba que estaba bien en casa de Chan, más allá de eso, Minho no supo nada más del omega.
De cierta forma, Minho se sentía culpable de todo, si tan solo se hubiera negado a esa cena, nada de eso hubiera pasado, y por eso mismo, tenía cierto temor de hablar con Jisung, porque de seguro, no querría involucrarse de nuevo con él, el rechazo era seguro e inevitable. Ese solo pensamiento lo hacía sentir demasiado triste, cayendo de nuevo en ese horrible vacío que tanto odiaba; la culpa de no haber sido capaz de protegerlo de su padre no lo dejaba en paz, además, no pudo consolarlo cuando se fue de la casa, ¿qué clase de alfa deja que su omega se vaya así en la noche de un lugar desconocido? Tuvo que pelear, pero estaba tan sumido en su propia tristeza y desesperación que no hizo nada.
No era excusa.
Era un mal alfa, justo como su padre se lo dijo.
Jisung también se mantuvo alejado durante ese tiempo, sus padres no sabían absolutamente nada puesto que se quedó con Chan esa noche, y cuando llegó a casa el sábado por la mañana, se encontraba más tranquilo, tratando de no levantar sospechas. No podía evitar sentirse asustado, su omega seguía escondido sin dar señales de volver a la normalidad, pero sabía que en algún momento tendría que salir, no podía esconderse para siempre, él no era así. Comprendía su temor, nunca se habían impuesto de esa manera.
Se recostó en su cama, pensando en cómo debía manejar ahora lo que había entre él y Minho; estaba claro que el señor Lee estaría en el medio mientras no tuviera la marca. Estaba seguro de que quería ser marcado por Minho, pero al mismo tiempo, tenía muchas dudas al respecto, una marca no se debía tomar a la ligera, era algo sumamente importante que también cargaba con una responsabilidad. Las cosas entre ambos estaban bien, sentía que era recíproco, pero, ¿estaban enamorados? Algún día tendría que pasar, estaban destinados a amarse así que no debía dudar, ¿cierto?
Resopló con impaciencia ante sus propios pensamientos, odiaba que fuera tan complicado para él.
🌙
Jisung entró el lunes en la mañana a su facultad, demasiado metido en su propio mundo como para prestarle atención a lo que sucedía en su entorno, luciendo más cansado de lo normal. Había llegado un poco temprano con la esperanza de encontrarse con Minho y hablar sobre lo que había pasado, de verdad quería aclarar todo y asegurarle que nada cambiaría. Tomó asiento en una de las bancas del pasillo, revisando sus apuntes para aprovechar el tiempo hasta que se vio interrumpido por alguien más.
—¡Sunggie! ¿Estás bien? ¿Te sientes mejor?—Chan se sentó a su lado, revisándolo con preocupación, actuando como un hermano mayor—No has respondido ningún mensaje, detesto que hagas eso—lo empujó levemente en un intento de verse molesto al respecto, haciéndolo reír.
—Lo siento—sonrió débilmente—Estoy bien, no te preocupes—suspiró sonoramente—No tenía ganas de hablar con nadie, es todo.
—¿Cómo quieres que no me preocupe después de lo del viernes? El sábado te fuiste demasiado pronto.
Jisung sonrió enternecido y se pegó al alfa, dejando caer su cabeza sobre su hombro con aburrimiento, ignorando las miradas envidiosas de los demás solo por esas cariñosas acciones, especialmente a Chan que pasaba tiempo con dos de los omegas más perseguidos de la facultad.
—Estoy esperando a Minho, quiero hablar con él.
—¿Todavía piensas que deben seguir juntos?
—Si, ¿por qué tendría que dejar todo lo que tengo con él?
—Sunggie, su papá está loco—volvió a preocuparse, recargando su cabeza sobre la del omega—No quiero verte así de mal otra vez, tenía tanto tiempo de no preocuparme tanto.
—Channie esta preocupado por mi~—dijo con tono aniñado, soltando una corta risa.
—Ugh, deja de usar esa voz tan fea—se movió hasta apartarlo de su hombro, causando que el omega volviera a reír. Sonrió cortamente al verlo de esa manera otra vez.
—Todo está bien, buscaré la forma de lidiar con el papá de Minho—sonó seguro a pesar del montón de dudas que tenía al respecto—No puedo alejarme de él solo por ese incidente—no quería aceptarlo en voz alta, pero tenía miedo de que volviera a suceder, ya no se sentía tan seguro ahora que había experimentado lo que era ser un omega tan vulnerable.
Chan hizo un mohín en desacuerdo con la decisión de su mejor amigo, pero, ¿quién era él para detenerlo? Lo seguiría apoyando después de todo a pesar del mal presentimiento que tenía al respecto.
—¿Hoy si viniste a buscar a tu hermoso mejor amigo o estás esperando a Seungmin?—preguntó de repente el menor, girándose a verlo.
—Hoy vine directamente por ti—dijo con sinceridad—Quería saber cómo estabas, nada más, para que veas que si soy un buen amigo—ambos rieron—Seungmin me dijo que no lo buscara por las mañanas... ¿Sabes si ya vino?
—Si, hace ratos que anda por ahí.
—Bueno, supongo que tiene cosas que hacer—dijo como si nada, restándole importancia a pesar de que sabía las razones por las cuales no lo quería cerca, y debía aceptarlo por más que odiara la idea de que estuviera con otros alfas.
Jisung frunció el ceño, recordando que había visto a Seungmin con algunos chicos cerca de su salón de clases, y a su forma de ver, no parecía que estuviera ocupado con algo importante.
—¿Le dijiste sobre el cortejo?
—No—suspiró con desanimo—Quise hablar con él sobre eso, pero estaba con alguien más y dijo que estaba ocupado. Después de eso no he querido mencionar el tema de nuevo—agachó la mirada hacia sus manos—No entiendo, creí que estábamos teniendo algún tipo de acercamiento más personal... Pero está bien, dije que no iba a rendirme tan rápido, debo seguir demostrando que soy la mejor opción.
A Jisung no le gustaba como sonaba eso, pero Chan se veía tan ilusionado que sacarlo de ahí sería casi imposible porque se trataba del mismísimo Kim Seungmin, el chico al que siempre estuvo admirando en secreto, y conociendo a su mejor amigo, no podría soltarlo fácilmente.
Estuvieron hablando durante unos minutos hasta que Jisung se detuvo de golpe, sintiendo el olor de Minho demasiado cerca mientras su omega se removía con ansias. Se despidió de Chan cortamente y empezó a caminar en dirección hacia el alfa. ¿Estaría Minho buscándolo también? Realmente no sabía como se estaba sintiendo, pero si tenía una amarga sensación que no lo dejaba tranquilo.
Naturalmente, Minho también sintió a Jisung; lo buscó con la mirada entre el montón de estudiantes hasta que logró dar con él, reconociendo su cabellera rubia. Sintió un inexplicable nudo en la garganta con solo recordar la manera en la que su padre se impuso ante él, obligándolo a irse solo en la noche. Caminó a paso rápido hacia el omega y sin decir nada, lo atrajo en un abrazo desesperado, aferrándose a su cuerpo con fuerza sin ninguna intención de soltarlo.
Jisung hizo lo mismo, rodeó el cuerpo del mayor con ambos brazos y suspiró gustoso cuando su omega reaccionó al alfa de Minho, sintiéndose por fin en calma.
—Lo siento tanto—susurró el mayor cerca de su oreja.
Jisung reconoció la voz quebrada del alfa, dándose cuenta de que estaba a punto de romper a llorar. Se separó suavemente de él y tomó su mano, dispuesto a buscar otro lugar con menos gente para hablar con más tranquilidad, dejando atrás el hecho de que pronto las clases iniciarían. Caminaron en silencio hasta llegar a uno de los salones vacíos del edificio; asegurándose de que no había nadie cerca, Jisung cerró la puerta con seguro para no ser interrumpidos.
—Minho—llamó Jisung luego de unos segundos al verlo con la cabeza agachada y en silencio.
—Creí que no querrías hablarme de nuevo—murmuró con tristeza—Y lo entiendo, todo lo que pasó fue mi culpa por llevarte ahí sabiendo como es mi papá.
—Estoy bien—sobó su mejilla, causando que el alfa levantara la mirada—No es tu culpa que él haya actuado de esa manera, no tienes nada que ver.
—Debí defenderte—sus ojos seguían cristalinos. No podía evitar sentirse tan impotente al respecto, tan inútil—Pero él es más fuerte, no pude alcanzarte cuando te fuiste—sintió vergüenza de sí mismo otra vez, ¿cuándo iba a sentirse suficiente? No paraba de sentirse culpable—No puedes estar con alguien como yo, él tiene razón, no puedo ni cuidarme a mí mismo... Te lo dije desde el principio, ahora tienes más pruebas de que nunca seré un buen alfa y que con él nunca estaremos tranquilos por su estúpida obsesión con que sea como quiere... Si tan solo fuera diferente, sin tan solo-
—¿Quieres que deje de cortejarte?—interrumpió sus palabras, entristecido por todo el dolor que el alfa tenía guardado en su interior gracias a su propio padre—¿Por eso me dices todo eso? ¿Quieres que me aleje y te deje solo otra vez?
Minho lo miró unos segundos, ¿eso sería lo mejor? De seguro eso sería lo adecuado, porque si así fuera, su padre no volvería a molestarlo, no le haría daño de nuevo y él volvería a su vida de siempre, a su vida sin Jisung, pero no importaba si así estaba a salvo, porque si ya una vez se comportó de esa manera, algo le decía que después sería mucho peor. Y no, no debía esperar a que las consecuencias fueran peores.
Jisung sintió su pecho doler al no obtener respuesta, llenándose de dudas en cuanto a lo que Minho sentía por él. Tomó el rostro del alfa entre sus manos y lo miró a los ojos, sintiéndolo sollozar suavemente.
No podía dejar a Minho solo, no ahora que estaba tan seguro de quererlo. Rendirse por algo como eso no era justo para ninguno de los dos.
El omega cortó la distancia existente entre ambos, juntando sus labios en un suave y gentil beso que hizo suspirar a Minho, ahogando un sollozo que amenazaba con salir. Respondió el beso de inmediato, rodeando con sus brazos la cintura de Jisung para acercarlo, moviendo sus labios con un poco más de fuerza, buscando mucho más del omega.
Jisung quitó las manos del rostro de Minho y las colocó sobre sus hombros, dejando que todo ese sentimiento de tristeza desapareciera de una vez por todas. Cortó el beso luego de unos segundos, viéndose a los ojos con sus respiraciones agitadas.
—No permitiré que me alejes—dijo el omega con seguridad, aún muy cerca de sus labios.
—No quiero que termines lastimado—respondió el alfa, cerrando los ojos ante el suave toque de los labios de Jisung sobre los suyos, sintiéndose tan pleno.
—Vamos a estar bien, confío en ti y en que eres el alfa perfecto para mi—le dijo con seguridad, jugueteando con los cabellos que caían en la parte trasera de su cabeza. Le sonrió—Olvidemos lo que pasó y salgamos a distraernos, quiero ir al cine, ¿quieres ir conmigo? Veremos lo que tú quieras—hizo un puchero, haciendo reír cortamente al mayor por el tierno gesto, asintiendo a la sugerencia.
¿Cómo podía merecer tanto? Minho no podía creer todavía que estaba con un omega tan increíble.
Minho asintió y se recostó sobre el hombro de Jisung, oliendo vagamente su cuello, deleitándose con ese aroma que le agradaba a su alfa, pero su semblante cambió en cuestión de segundos al sentir otro aroma que hizo molestar a su lobo, poniéndolo celoso y a la defensiva.
—¿Por qué hueles a Chan?—preguntó con tono neutral y profundo sin apartarse, todavía recostado sobre su hombro en el hueco de su cuello—No me gusta ese olor en ti.
Jisung se sorprendió por el repentino cambio en el alfa, hablándole con esa voz profunda que lo hizo estremecerse.
—Estaba con él antes de encontrarme contigo—respondió el omega con voz suave, recordando que se había acercado mucho a su mejor amigo. Suspiró sutilmente ante el posesivo agarre de Minho en su cintura.
Minho muy pocas veces se ha dejado llevar por su alfa, pero era porque en esas veces, su alfa reaccionaba de forma diferente, y ahora, estaba volviéndolo a experimentar. No le gustaba el aroma de otros alfas en Jisung, era su omega, su alfa lo estaba reclamando como tal.
Jisung soltó un inesperado y sorpresivo jadeo al sentir los tibios labios de Minho sobre su cuello, dejando cortos besos sobre toda la zona sin soltarlo, demostrándole esa faceta posesiva. Minho gruñó en disgusto al no poder quitar del todo el olor a menta de Chan, por lo que siguió besándolo, sintiendo la piel del omega en su lengua. Jisung siguió jadeando en voz baja, sintiendo una fuerte corriente de excitación en su cuerpo; con su mano presionó la cabeza del alfa hacia su cuello con la intención de no apartarlo, la lengua y los labios de Minho se sentían muy bien, por lo que se permitió disfrutar de la sensación.
—Minho...—gimió el omega cuando sintió que su espalda chocó contra una de las paredes.
Estaba ansioso, su cuerpo respondía de inmediato, sintiéndose levemente avergonzado por excitarse con unos besos, pero no podía evitarlo, Minho despertaba demasiadas cosas en él.
—Ahora si—dijo Minho con satisfacción cuando llegó a los labios del omega—Ya no quedan rastros de Chan en ti.
Jisung lo miró con ojos brillantes y lo acercó bruscamente hacia sus labios, besándolo con fuerza hasta el punto de que se tornó desordenado, enredó sus brazos alrededor del cuello del alfa, pegando sus cuerpos. Sintió la erección de Minho contra su vientre y gimió bajito, despertando más el deseo en el alfa. Minho gruñó cuando Jisung mordió su labio inferior, y en cuestión de segundos, posicionó una de sus piernas entre las del omega, dejando que este se frotara contra ella en busca de su propio placer.
Pero debían detenerse antes de que llegaran más lejos.
—Tenemos que parar—dijo el mayor con la respiración agitada, nublado por el deseo y el fuerte aroma del omega que había inundado el salón, todavía sintiendo al omega frotándose contra él—Jisung—volvió a hablar antes de soltar un gemido de satisfacción cuando el omega puso su mano sobre su erección.
Parecía que Jisung estaba en su propio mundo, más concentrado en las sensaciones que su cuerpo estaban experimentando, hasta que varios toques en la puerta del salón los hizo separarse rápidamente, ambos con las mejillas sonrojadas y sus labios hinchados.
—¿Hay alguien adentro?—dijeron al otro lado de la puerta, intentando abrir.
Jisung le hizo una seña a Minho para que guardara silencio, y luego de unos segundos, escucharon pasos alejándose.
Minho suspiró aliviado, dejándose caer sobre una de las sillas mientras revolvía su cabello, avergonzado.
Jisung dejó escapar una suave risa nerviosa sin saber qué decir sobre lo que acababa de pasar.
—Perdón—murmuró el mayor sin sentirse capaz de verlo—Pero mi lobo y yo odiamos el olor de Chan.
—Deja de disculparte por todo—pidió con voz amable y con una corta risa, sentándose sobre sus piernas, enganchándose en su cuello sin ninguna doble intención. Minho abrazó al omega, pegándolo a su pecho con una agradable sensación debido la cercanía—No entremos a clases.
—Está bien, no entremos—estuvo de acuerdo—Pero salgamos de aquí, de seguro van a regresar tratando de abrir de nuevo.
Jisung asintió con una sonrisa, se bajó del regazo del alfa y acomodó su mochila en su hombro. Salieron con cuidado sin ser vistos y se dirigieron a la salida de la facultad mientras hablaban cómodamente, olvidándose de lo que los estaba preocupando, porque si solo se enfocaban en eso, no podrían seguir adelante con lo que habían construído.
🌙
Chan salió a toda prisa en busca de Seungmin cuando sus clases terminaron, había planeado llevarlo a almorzar y luego lo llevaría por su helado favorito, sabía que le encantaría la idea. Pasó rápido al baño para asegurarse de que se veía bien, y luego de arreglar su cabello, siguió con su camino. Entró a la facultad del omega, yendo directamente a su salón de clases; cuando por fin llegó, buscó con la mirada entre todos los que estaban ahí, hasta que lo encontró recostado sobre sus brazos en su mesa habitual. Le pareció extraño que nadie le prestara atención, sin embargo, era mejor de esa forma, así podría obtener su atención sin la interrupción de nadie más.
Se acercó en silencio y se sentó a su lado, esperó unos segundos antes de animarse a tocar su hombro.
—Hey, Seungmin—lo movió apenas creyendo que estaba dormido, evitando de todas las formas ser brusco para no asustarlo—La clase terminó y he venido por ti—volvió a moverlo.
Seungmin se quejó en voz baja, causando que Chan frunciera el ceño al percibir que no estaba dormido.
El mayor puso su mano en la frente del omega, asustado por la temperatura tan alta.
—Tienes fiebre—dijo el alfa, tratando de levantarlo con cuidado y delicadeza—Te llevaré a la enfermería, vamos.
Seungmin volvió a quejarse, pegándose al alfa que trataba de ayudarlo, sintiendo un fuerte calor recorrer su cuerpo completo ante el tacto en su piel que lo hizo desesperarse, emitiendo suaves jadeos apenas audibles con cada vez que se frotaba en él, aferrándose a su brazo con fuerza; y entonces Chan lo sintió, el fuerte y dulce aroma a caramelo de Seungmin golpeó con fuerza sus fosas nasales e inundó el lugar, alterando a su alfa en cuestión de segundos.
—Seungmin...—dijo en un hilo de voz, levemente mareado por el olor.
—Alfa~—gimió con voz suave, escuchándose tan fuerte para Chan en ese salón vacío. Era solo cuestión de tiempo para que empezaran percibirlo desde afuera también—Te necesito alfa—volvió a jadear, dejando cortos besos y pequeñas mordidas en sus brazos descubiertos, enviándole corrientes de deseo que hizo que su lobo empezar a jadear ansioso.
Seungmin había entrado en celo en el peor lugar de todos.
🌙
Holi~ muchas gracias por los votos y comentarios, me anima muchísimo leer sus comentarios♡
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