El sonido de los cascos de los caballos resuena con fuerza mientras Sunghoon, Jake y Seungmin atraviesan un sendero rocoso bajo un cielo cubierto de nubes grises.

Cada paso los aleja de la cabaña, pero también los acerca a lo desconocido.

Jake no puede apartar la vista de Sunghoon, que cabalga ligeramente adelantado, su postura firme y alerta.

Jake aún siente el peso de la daga que Seungmin le había entregado. La lleva en su cinturón, como si pudiera protegerlo de la incertidumbre que se avecina. Pero más que eso, no puede ignorar la conexión que crece entre él y Sunghoon, un vínculo que no solo es espiritual, sino también físico, palpable, como si estuviera grabado en su propia sangre.

Finalmente, rompe el silencio. —Sunghoon... ¿Por qué haces todo esto? Podrías haberme dejado con la Orden. Ellos tienen recursos, guerreros... No tenías que cargar con todo esto.

Sunghoon tira ligeramente de las riendas de su caballo, desacelerando para igualar el paso de Jake. Lo mira de reojo, sus ojos oscuros brillando con una intensidad que hace que Jake sienta un escalofrío en la espalda, aunque no de miedo.

—Te equivocas, Jake. —La voz de Sunghoon es baja, pero cargada de emoción—. No es algo que "tengo" que hacer. Es algo que quiero hacer. Desde el momento en que naciste, desde el momento en que sentí tu llamado, supe que mi propósito era protegerte, estar a tu lado, ¿qué acaso no recuerdas mi promesa de llevarte conmigo luego de dos inviernos? Te la hice antes de confirmar tu legado.

Jake traga saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas. —¿Por qué yo? No soy más que un Humano con una "interesante" historia familiar. Ni siquiera entiendo completamente lo que soy.

Sunghoon detiene su caballo y mira a Jake directamente, sus ojos intensos y serios. —Eres mucho más que eso, Jake. No solo porque seas el heredero de Haldir. No porque seas un Cazador. Sino porque tú... —Se detiene, como si estuviera buscando las palabras correctas—. Porque tú eres mi destino. Lo supe desde el principio, y cada día que paso a tu lado, estoy más seguro.

Jake siente que su corazón se detiene por un momento.

El viento frío acaricia su rostro, pero apenas lo siente. —¿Tu destino? —Pregunta, con una mezcla de incredulidad y esperanza en su voz.

Sunghoon asiente lentamente. —Sí. Y no me importa lo que tengamos que enfrentar, Jake. Elias, los híbridos, la profecía... Nada de eso cambiará lo que siento. —Su voz se vuelve más suave, casi como un susurro—. No estoy contigo porque deba estarlo. Estoy contigo porque quiero estarlo. Porque te elijo, una y otra vez.

Jake siente cómo las palabras de Sunghoon atraviesan cada muro que había construido para protegerse, como un torrente que arrasaba con todo a su paso. Por un momento, no dice nada, dejando que esas palabras resuenen en su mente. Luego, levanta la mirada, encontrándose con los ojos de Sunghoon.

—Gracias —Dice finalmente, su voz temblando ligeramente—. No sé si puedo prometerte lo mismo. No porque no quiera, sino porque no sé si soy lo suficientemente fuerte para ser lo que necesitas.

Sunghoon niega con la cabeza, una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios. —No tienes que prometer nada, Jake. Solo quiero que seas tú. Eso es suficiente para mí.

El momento es interrumpido por Seungmin, quien había avanzado varios metros y ahora los observa con los brazos cruzados. —Si terminaron su momento emocional, sería ideal que continuáramos. No estamos exactamente en terreno seguro.

Jake se sonroja ligeramente, mientras Sunghoon simplemente suelta un leve suspiro antes de retomar el paso. Pero a pesar de la interrupción, el aire entre ellos ha cambiado.

La conexión que comparten es ahora más evidente que nunca, y Jake siente que, por primera vez, no está solo en el mundo.

El día comienza a desvanecerse, y finalmente llegan a un pequeño claro rodeado por enormes árboles.

Seungmin señala hacia un conjunto de rocas apiladas que forman una especie de altar.

—Aquí descansaremos por ahora. Estas piedras están marcadas con runas antiguas que deben mantenernos protegidos de cualquier ataque. Al menos, por esta noche.

Mientras Seungmin comienza a preparar un pequeño campamento, Jake se acerca a Sunghoon, quien está inspeccionando el área, su espada aún desenvainada.

—Sunghoon... —Jake llama, su voz más segura esta vez—.Gracias por todo lo que haces. No sé qué haría sin ti.

Sunghoon gira hacia él, sus ojos encontrándose una vez más. Sin decir nada, extiende la mano y coloca suavemente su palma sobre la mejilla de Jake, un gesto íntimo y protector.

—No tienes que agradecerme, Jake. Nunca lo hagas. Estaré aquí, siempre. —Sus palabras son simples, pero el peso de su promesa es innegable.

Jake asiente, permitiéndose cerrar los ojos por un momento mientras siente el calor de la mano de Sunghoon en su piel. En ese instante, todo el caos del mundo parece desvanecerse. Solo existen ellos dos, el Vampiro que había jurado protegerlo y el Humano que, sin saberlo, había capturado su corazón.

Lo que fuera que les esperara, están listos para enfrentarlo juntos. Y por primera vez en mucho tiempo, Jake siente que, pase lo que pase, todo estará bien si tiene a Sunghoon a su lado.

𝐌𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬
𝟐𝟒. 𝐃𝐞𝐯𝐨𝐭𝐢𝐨𝐧
𝟐𝟖/𝟎𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟓

Gracias por leer la historia ❤️