𝟐𝟏. 𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞𝐝 𝐅𝐚𝐭𝐞
El entrenamiento comienza al amanecer, pero la noche aún guarda un momento de tregua para Sunghoon y Jake.
Sentados junto a un fuego improvisado en el claro de un bosque cercano, el aire se llena del aroma de pino y la leña ardiendo. Jake mira las llamas, su expresión más tranquila ahora, aunque la intensidad de la revelación aún se refleja en sus ojos.
Sunghoon lo observa en silencio, permitiéndole procesar todo lo que ha escuchado.
—¿Cómo se supone que empiezo a aceptar todo esto? —Pregunta Jake finalmente, rompiendo el silencio. Su tono no es de reproche, sino de genuina curiosidad, como si estuviera buscando un punto de anclaje en un mar de incertidumbre.
Sunghoon se inclina hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas. —No tienes que aceptarlo todo de inmediato. Pero sí debes confiar en tu instinto. Ese instinto te ha guiado hasta aquí, incluso cuando no sabías quién eras realmente.
Jake levanta la mirada hacia él, sus ojos buscando algo en los de Sunghoon. Quizás una señal de que todo estará bien. O quizás una verdad más profunda, algo que le confirme que no está solo en esto.
—¿Y si mi instinto no es suficiente? —Pregunta Jake, su voz bajando un poco.
Sunghoon se acerca, acortando la distancia entre ellos. Sus dedos rozan la barbilla de Jake, obligándolo a mirarlo directamente. —Entonces confía en mí. Confía en que no dejaré que nada te pase.
Jake cierra los ojos por un momento, permitiendo que las palabras de Sunghoon lo llenen de una calma que hace mucho tiempo no sentía. Cuando los abre de nuevo, una leve sonrisa se forma en sus labios.
—Prometiste no dejarme solo. Espero que sepas en qué te estás metiendo.
Sunghoon sonríe de vuelta, aunque en su mirada hay un toque de melancolía. —Lo sé, Jake. Y no me arrepiento de nada.
Antes de que el silencio vuelva a caer entre ellos, un ruido en la distancia los pone en alerta. Sunghoon se pone de pie de inmediato, desenfundando su espada en un movimiento fluido, mientras Jake se levanta detrás de él, su mirada fija en la oscuridad.
—¿Qué es eso? —Pregunta Jake, intentando controlar el nerviosismo en su voz.
—No lo sé, pero no estamos solos —Responde Sunghoon en un susurro.
De entre las sombras, un grupo de híbridos emerge, sus ojos brillando con un rojo sobrenatural. Las criaturas se mueven con una rapidez antinatural, rodeando el claro en cuestión de segundos.
—¿Listo para tu primera lección? —Pregunta Sunghoon, lanzándole una daga a Jake sin apartar la mirada de los híbridos.
Jake atrapa el arma al vuelo, sintiendo el peso frío del metal en su mano. —Espero que sea más fácil que aceptar mi linaje.
Sunghoon sonríe ligeramente antes de lanzarse al ataque, y Jake, armándose de valor, lo sigue.
El claro se llena del sonido del metal chocando y gruñidos inhumanos, mientras los dos luchan codo a codo, enfrentando la primera de muchas batallas que los esperaban.
Y aunque la noche parecía infinita, ambos sabían que la verdadera lucha apenas comenzaba.
El combate en el claro es rápido, caótico, pero Jake demuestra una fortaleza que Sunghoon no había anticipado. Cada movimiento suyo, aunque aún torpe, está lleno de instinto y determinación. La daga corta el aire con precisión inesperada mientras repele a uno de los híbridos que intenta abalanzarse sobre él.
—¡Por detrás, Jake! —Advierte Sunghoon, girando justo a tiempo para interceptar a otra criatura con un golpe limpio de su espada.
Jake obedece sin dudar, girándose y hundiendo la daga en el costado de otro híbrido que se había acercado demasiado. El impacto lo desequilibra, pero antes de caer, Sunghoon lo sujeta del brazo, devolviéndole la estabilidad.
—Nada mal —Dice Sunghoon con una sonrisa breve, aunque sus ojos permanecen alerta.
—¿Esto es un cumplido? Porque no lo parece —Responde Jake, con el aliento agitado pero una chispa de humor en su voz.
Sunghoon apenas tiene tiempo de responder antes de que los híbridos restantes retrocedan, sus gruñidos resonando en la distancia mientras desaparecen entre los árboles.
—¿Huyeron? —Pregunta Jake, observando con incredulidad el bosque ahora silencioso.
Sunghoon asiente, limpiando la hoja de su espada con un movimiento rápido. —No estaban aquí para matarnos. Solo para medir nuestra fuerza.
Jake frunce el ceño, su mente procesando las palabras. —¿Elias?
—Sin duda. —Sunghoon guarda su espada y coloca una mano firme en el hombro de Jake—. Esto es solo el principio. Debemos movernos antes de que intenten algo más.
Jake asiente, guardando la daga en su cinturón. A pesar del cansancio, hay algo nuevo en su mirada: una determinación nacida del fuego del combate.
—Entonces sigamos. Si esto es el principio, quiero estar preparado para lo que venga después.
Sunghoon lo observa por un momento, orgulloso de la fortaleza que Jake está descubriendo en sí mismo.
Luego, sin decir una palabra más, lo guía hacia la espesura del bosque, sabiendo que el verdadero desafío aún los espera.
𝐌𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬
𝟐𝟏. 𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞𝐝 𝐅𝐚𝐭𝐞
𝟎𝟕/𝟎𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟓
Gracias por leer la historia ❤️
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