El beso entre Sunghoon y Jake es breve pero intenso, cargado de emociones que no necesitan palabras para ser entendidas.

Es un instante en el que el caos y la incertidumbre quedan suspendidos, reemplazados por una conexión tan profunda que parece desafiarlos a ambos a enfrentar lo que viene. Pero esa paz momentánea pronto es reemplazada por la realidad que los rodea.

—Jake, tenemos que hablar —Dice Sunghoon con la voz grave, sus ojos buscando los de Jake con urgencia.

—Lo sé —Responde Jake, su tono sereno pero firme—. Puedo sentir que algo grande está ocurriendo, y no solo por lo que está pasando en la ciudad. Es algo más... algo que tiene que ver conmigo, ¿verdad?

Sunghoon asiente lentamente, tomando a Jake de los hombros para mirarlo de frente. La tenue luz de la luna ilumina sus rostros, creando un contraste entre la vulnerabilidad de Jake y la determinación de Sunghoon.

—Tu linaje, Jake. Todo lo que te han ocultado desde que eras un niño. Hay cosas que debes saber, cosas que te han mantenido en la oscuridad por las reglas de la Orden.

Jake frunce el ceño, dando un paso atrás, como si las palabras de Sunghoon lo golpearan con fuerza. —¿Mi linaje? ¿Qué significa eso? ¿Qué tiene que ver conmigo todo esto?

Sunghoon inhala profundamente, sabiendo que cada palabra que dijera cambiaría la percepción de Jake sobre su mundo y sobre sí mismo.

—Eres el Heredero de Haldir, el último descendiente de un linaje de reyes Humanos que no solo gobernaron Bree, sino que también crearon la primera Orden de Cazadores de Vampiros. Tu sangre es especial, Jake. Es la razón por la que eres tan fuerte, tan resiliente. Pero también es la razón por la que estás en peligro.

Jake lo mira con incredulidad, su mente procesando la revelación. —¿Estás diciendo que... soy algún tipo de rey perdido?

—Eres más que eso —Continúa Sunghoon, dando un paso adelante para reducir la distancia entre ellos—. Tu sangre puede ser la clave para equilibrar los mundos de los Humanos y Vampiros, como lo hizo tu ancestro. Pero también puede ser usada como un arma, algo que Elias el traidor de mi especie y otros como él buscan desesperadamente.

El silencio que sigue es pesado, roto solo por el sonido del viento que pasa entre ellos. Jake finalmente aparta la mirada, cruzando los brazos mientras trata de organizar sus pensamientos.

—Entonces, toda mi vida... todo lo que me han enseñado, ¿era para mantenerme en la ignorancia? —Pregunta, su voz llena de dolor.

Sunghoon siente una punzada en el pecho al ver el conflicto en Jake. Se acera más y toma sus manos con suavidad.

—No te han protegido de la verdad para herirte, sino para mantenerte a salvo. Pero ahora, las cosas han cambiado. Elias sabe quién eres, Jake. Y hará todo lo posible para llegar a ti. Por eso estoy aquí. No solo para protegerte, sino para asegurarme de que entiendas quién eres realmente y el poder que tienes.

Jake levanta la mirada, encontrándose con los ojos de Sunghoon. Había confusión, sí, pero también una chispa de determinación en su interior.

—Si soy quien dices que soy, entonces no me esconderé. Si mi sangre es tan importante, quiero usarla para algo que valga la pena. Pero necesito que me prometas algo, Sunghoon.

—Lo que sea —Responde Sunghoon sin dudar.

—Prométeme que estarás a mi lado, sin importar lo que venga.

Sunghoon sonríe levemente, inclinándose hacia Jake para rozar su frente con la de él.

—Siempre, Jake. Siempre estaré contigo.

Y bajo la luz de la luna, con el peso de sus destinos finalmente revelado, ambos saben que el camino que les espera es peligroso, pero también saben que no lo recorrerán solos...

Jake respira hondo, dejando que las palabras de Sunghoon se asienten. Puede sentir el peso de la verdad recién revelada, pero también la fortaleza que proviene de su presencia.

El mundo, tan familiar y al mismo tiempo tan desconocido, había cambiado en un instante, y aunque el miedo se aferra a los bordes de su conciencia, hay algo más fuerte en su interior, la certeza de que, con Sunghoon, puede enfrentarlo todo.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —Pregunta Jake, con una firmeza que incluso lo toma a sí mismo por sorpresa.

—Primero, te entrenaré para que puedas protegerte, no como un Cazador más, sino como el heredero que eres —Dice Sunghoon, su voz tranquila pero decidida—. Y después... iremos tras Elias. No permitiremos que use lo que eres para destruir lo que queda de este equilibrio.

La mirada de Jake se endurece, sus ojos brillando con la misma luz de resolución que Sunghoon ha llegado a admirar tanto.

—Bien —Dice Jake, asintiendo lentamente—. Si mi sangre tiene un propósito, quiero que sea para salvar, no para destruir.

Mientras la luna sigue iluminando la escena, ambos sienten que acababan de sellar un pacto.

Un juramento silencioso que no solo los une en la lucha por el futuro de sus mundos, sino que también los conecta de manera más profunda, más íntima, que cualquier destino predeterminado.

𝐌𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬
𝟐𝟎. 𝐌𝐨𝐨𝐧𝐥𝐢𝐭 𝐕𝐨𝐰𝐬
𝟐𝟒/𝟏𝟐/𝟐𝟎𝟐𝟒

Gracias por leer la historia ❤️