La noche se cierne densa y silenciosa, como una advertencia en la piel. Sunghoon avanza cauteloso por las calles secundarias de la ciudad, guiado por los rumores de un lugar donde los híbridos son creados.

Las palabras de Mingi siguen en su mente: "Los que amas son siempre los primeros en caer."

Sabe que detrás de esas palabras hay una verdad oscura que se expande como una sombra sobre Jake.

Finalmente, Sunghoon llega a las puertas de una antigua fábrica abandonada en los límites de la ciudad.

El lugar emana un olor a hierro y magia oscura, y cada rincón parece impregnado con la desesperación de criaturas atrapadas entre dos mundos. Desde el exterior, puede escuchar murmullos de voces, mezclados con el sonido metálico de máquinas en funcionamiento. La escena es escalofriante, pero Sunghoon no duda ni un segundo en entrar.

Deslizándose entre las sombras, observa a varios Humanos y Vampiros trabajando en una especie de laboratorio improvisado. En el centro de la sala, una figura encapuchada revisa las filas de cápsulas, donde criaturas medio conscientes se agitan entre cables y tubos.

A cada lado de las cápsulas, hay tablas con símbolos y escrituras en lenguas antiguas. La energía que emana de allí hace que la piel de Sunghoon se erice.

"¿Es esto lo que buscan?", piensa, con un nudo de ira en la garganta. Es evidente que se trata de una operación peligrosa y muy bien organizada.

El líder encapuchado gira levemente la cabeza, y Sunghoon puede notar un brillo rojo en sus ojos. Sabe que debe ser rápido y cuidadoso; cualquier error aquí no solo pondría en peligro su misión, sino también la vida de Jake y de los Cazadores de Vampiros.

Aprovechando un instante en que los guardias se alejan, Sunghoon se desliza hasta una esquina, donde encuentra un archivo con papeles y dibujos de círculos de invocación.

Mientras revisa las notas, su corazón se acelera al ver un símbolo específico: el mismo que había encontrado en el Castillo de los Reyes Bree la familia de Jake. Esto significa que, de alguna forma, Jake está más involucrado en este asunto de lo que había pensado.

Antes de que pudiera procesarlo, un ruido lo alerta. Unos pasos se acercan, y Sunghoon se oculta en las sombras, preparándose para el enfrentamiento.

Los pasos resuenan en el suelo de concreto, lentos y pesados, como si el intruso supiera que alguien acecha en las sombras. Sunghoon agudiza la vista y, a través de un resquicio entre dos estantes, observa al líder encapuchado acercarse.

Su porte es altivo, y una siniestra calma emana de él mientras inspecciona la sala, como si sintiera una presencia no invitada. Los ojos de Sunghoon brillan con una furia contenida; debe enfrentarlo, pero no de manera impulsiva. Cada movimiento tiene que ser calculado, cada segundo puede ser crucial.

Cuando el encapuchado se detiene frente a las cápsulas, Sunghoon aprovecha la oportunidad para estudiar más el lugar. Detrás del líder, una serie de símbolos místicos cubren las paredes, y en un altar improvisado yace un mapa detallado de la ciudad.

Diversos puntos rojos marcan posibles objetivos y, en el centro de todo, una marca brilla con especial intensidad sobre el distrito de la Orden de Cazadores a la que pertenece Jake, su Jake.

Sunghoon traga, consciente de lo que eso significa: este grupo estaba planeando atacar directamente el corazón de los Cazadores. Su mandíbula se tensa al pensar en Jake, patrullando esas calles sin saber el peligro que acecha a su alrededor.

El encapuchado levanta una mano, y con un movimiento de sus dedos, uno de los híbridos despierta de su letargo en la cápsula, emitiendo un gruñido bajo y gutural.

Es una criatura retorcida, con ojos inyectados en líquido rojo y una fuerza que puede sentir a través de las paredes de vidrio. Sunghoon observa con horror cómo la criatura mira a su creador con devoción, esperando órdenes.

—Ve —Murmura el encapuchado, su voz como una orden indiscutible—. Los Cazadores deben saber que estamos aquí, y deben temernos.

Sunghoon sabe que tiene que actuar antes de que el híbrido sea liberado y cause estragos.

Con un movimiento rápido, sale de las sombras y se lanza hacia el encapuchado, quien gira sorprendido, pero demasiado tarde. Sunghoon lo golpea, enviándolo varios metros hacia atrás. La criatura en la cápsula comienza a agitarse, despertando con la interrupción, y Sunghoon sabe que el tiempo se agota.

—¿Tú? —El encapuchado murmura, enderezándose con una sonrisa maliciosa en los labios—. El famoso "príncipe". Me preguntaba cuándo te atreverías a venir.

Sunghoon lo mira con desdén, su mirada afilada y peligrosa. —Deja de esconderte en las sombras. Termina esto y enfrenta las consecuencias de lo que has hecho.

El encapuchado suelta una risa baja y amarga. —¿Y perderme la oportunidad de ver cómo destruyo todo lo que amas? No, Sunghoon. Esto recién comienza.

Antes de que Sunghoon pueda responder, el líder encapuchado chasquea los dedos y la criatura híbrida rompe la cápsula en un estruendo de cristal. Sunghoon apenas tiene tiempo de esquivar el ataque de la bestia, sus reflejos en alerta máxima. La criatura es rápida y feroz, con una brutalidad descontrolada que le exige a Sunghoon cada onza de su habilidad para defenderse.

Mientras esquiva y contrarresta los ataques de la criatura, el encapuchado aprovecha para desaparecer en las sombras, dejándolo con una amenaza y un nuevo enigma. Sunghoon lucha con la bestia, lanzando golpes precisos, pero en el fondo de su mente, la preocupación por Jake se hace cada vez más grande.

Necesita advertirle, debe volver con él antes de que los planes de este traidor se lleven a cabo.

Finalmente, después de una intensa batalla, Sunghoon logra derrotar a la criatura, pero el encapuchado ya ha desaparecido. Con una respiración agitada y el peso de una nueva urgencia sobre sus hombros, Sunghoon sabe que no puede perder más tiempo.

Es momento de regresar a Jake.

𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐚𝐥𝐥
𝟏𝟓. 𝐑𝐞𝐜𝐤𝐨𝐧𝐢𝐧𝐠
𝟏𝟐/𝟏𝟏/𝟐𝟎𝟐𝟒

Gracias por leer la historia ❤️