TaeHyun y Karina fueron llevados de urgencia al hospital. 

Y no podía creer que había matado a tiros a YeJi. 

Yo.

De todas las personas. 

Dejé que la comprensión se hubiera. 

En los días que siguieron, fui interrogada por el FBI y la policía. 

Les conté todo sin dejar ningún detalle. 

Mi abogado, SeokJin, se había recuperado de sus heridas y estaba contento de que todo había terminado. 

Se sorprendió al saber que YeJi había sido la responsable de todo.

¿La razón? 

Venganza. 

Intenté durante los días siguientes sentir dolor o remordimiento por una amiga perdido pero, en cambio, me sentí aliviada. 

YeJi había asesinado a personas sin piedad, incluso a alguien tan inocente como Ning Yizhuo, y había obtenido lo que se merecía. 

También ví a TaeHyun recuperarse cada día. 

Apenas hablaba, sus ojos atormentados por los horrores que vivió. 

No pude culparlo. Había pasado por mucho. 

Coloqué las flores a un lado de la cama y me senté a su lado.

Él estaba leyendo un libro. 

—¿En serio estás leyendo Harry Potter otra vez? – le pregunté, sonriendo. 

—¿𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟 𝑎𝑙𝑙 𝑡ℎ𝑖𝑠 𝑡𝑖𝑚𝑒…? 

Él me devolvió la sonrisa. — 𝐴𝑙𝑤𝑎𝑦𝑠. 

—¿Cómo te sientes? – pregunté, colocando una bolsa marrón de más libros al lado de su cama.

Me salí de mi camino y le compré un poco de Manga y otros cómics. 

TaeHyun me miró y luego miró a otro lado. 

Reconocí esa expresión. — Siempre… siempre te he dado por sentado. 

—Tae… – puse mi mano sobre la suya. 

—Déjame hablar, Min. – él dijo. — Siempre te he admirado como hermana mayor, a pesar de que yo actúe como un hermano necio, macho y mayor todo el tiempo. Después de que mamá y papá murieron, tú eras todo lo que me quedaba y cuando conociste a Karina, sentí que perdí esa conexión contigo. Empecé a sentirme inseguro. Y, sinceramente, lo odiaba. Parecía depredador, la forma en la que te miraba. Y me dije: "toma las cosas en tus manos y sé el hombre de la casa". Quería que se fuera. 

—Bueno, ahora ya no tienes nada de qué preocuparte. – le dije. 

—¿Qué? ¿Qué quieres decir? – preguntó inocentemente.

—Se fue, Tae. Después de que recibiera atención médica, Karina simplemente recogió sus cosas y se fue. 

Lo cual era tan típico en Karina que ni siquiera debía de sorprenderme. 

TaeHyun sacudió la cabeza. — Lo siento. Quería agradecerle. Hoy estoy vivo y respirando gracias a ella. Me encontró enterrado y comenzó a hablar conmigo y me pidió que mantuviera la calma. Si la ves de nuevo, hazme un favor y dale las gracias por mí. – dijo. — Y otra cosa, quería disculparme contigo… – se detuvo. 

Lo miré a los ojos y descubrí que estaba tratando de no llorar delante de mí. Ahueque su rostro con mis dos manos y limpie sus lágrimas. 

—No necesitas decir nada, Tae, entiendo. 

—No, necesito sacar esto de mi pecho. 

Se atragantó y luego rompió en sollozos. 

Nunca había visto llorar a mi hermano. 

No desde que murió su mascota o nuestros padres. — Lo siento mucho, MinJeong. Me avergüenzo mucho de mí mismo por lo que he hecho, pero confía en mí, solo le dije a la policía tu nombre porque YeJi me amenazó con lastimarte, y eso no excusa mi comportamiento. Yo soy tan cobarde. 

—Me alegra que te hayas dado cuenta de tus errores y eso es suficiente para mí. – le dije. 

—San MinJeong. 

Me tomó el pelo para secar las lágrimas. 

Nos reímos. 

—Entonces, ¿me perdonas? – preguntó. 

—Por supuesto, soy tu hermana mayor. Una persona puede cometer errores a veces. – dije sinceramente y luego lo abracé y besé su cabeza. 

—Te quiero mucho. 

—Te quiero tres mil. – se rió citando a Tony Stark y yo rodé los ojos. 

Seguía siento tan inmaduro, pero no dejó de hacerme sonreír. 

—Lo que me recuerda, traje algunos cómics. 

—Te quiero diez mil, MinJeong. 

—También traje algunos tacos.

—Te quiero infinitamente. 

—Esta bien, para. 

Me reí y me di cuenta de que era la primera vez en una semana que no me había obligado a reír. 

—Descansa un poco, Tae, volveré pronto. 

Salí de la habitación del hospital y me topé con JiMin. 

—¡Whoa! Tengo que ver a dónde vas, señorita.

Traté de actuar civilmente con JiMin, pero no estaba funcionando. Sabía que ella sabía dónde estaba Karina y, sin embargo, no me lo dijo. 

No importa cuando rogué, me arrastré y soborne. 

Nada había funcionado. 

Su voluntad estaba hecha de un metal sólido.

—¿Necesitas algo? – pregunté, cruzando las manos sobre mi pecho. 

Una sonrisa cruzó sus labios. — Yo no, pero necesitas leer esto. 

Me entregó una carta de color marfil. 

Tenía una palabra escrita en el centro de ella con una cursiva hermosa. 

𝓦𝓲𝓷𝓷𝓲𝓮.

Me quedé mirando la carta. 

—No creo que necesite decirte de quién es. – dijo JiMin. — No me preguntes dónde está o cómo contactarla,  simplemente lee.

—Gracias. – dije. 

—De nada, y nos vemos por aquí. – besó mi mejilla antes de irse. 

Me senté en una de las sillas de plástico afuera en el pasillo y abrí la carta cuidadosamente a pesar de que tenía la necesidad de rasgarla y tirarla. 

Era como el jardín de infantes dónde te hacía feliz incluso recibir los más pequeños gestos de tu enamorado. 

Al igual que las letras escritas en el sobre, esto estaba en la misma letra cursi. 

La caligrafía más hermosa que había visto. 

𝓜𝓲 𝓺𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓦𝓲𝓷𝓷𝓲𝓮, 𝓹𝓻𝓸𝓫𝓪𝓫𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓮𝓼 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓷𝓸𝓳𝓪𝓭𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓭𝓮𝓳𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓼𝓲𝓷 𝓹𝓻𝓮𝓿𝓲𝓸 𝓪𝓿𝓲𝓼𝓸. 

𝓟𝓮𝓻𝓸 𝓪𝓼𝓲́ 𝓮𝓼 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓼𝓸𝔂 𝔂 𝓵𝓸 𝓼𝓪𝓫𝓮𝓼. 

𝓝𝓸 𝓶𝓮 𝓯𝓾𝓲 𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓺𝓾𝓮𝓻𝓲́𝓪 𝓼𝓲𝓷𝓸 𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓮𝓬𝓮𝓼𝓲𝓽𝓪𝓫𝓪 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻𝓵𝓸. 𝓣𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓸𝓬𝓾𝓹𝓪𝓻𝓶𝓮 𝓭𝓮 𝓪𝓵𝓰𝓾𝓷𝓸𝓼 𝓪𝓼𝓾𝓷𝓽𝓸𝓼 𝓹𝓮𝓷𝓭𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮𝓼 𝔂 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓲𝓷𝓿𝓸𝓵𝓾𝓬𝓻𝓪𝓻𝓽𝓮. 

𝓔𝓼𝓽𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓪𝓻 𝓾𝓷 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸 𝔂 𝓮𝓼 𝓮𝔁𝓪𝓬𝓽𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓹𝓸𝓻 𝓮𝓼𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓫𝓸. (𝓟𝓻𝓸𝓫𝓪𝓫𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓹𝓲𝓮𝓷𝓼𝓮𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼 𝓫𝓪𝓼𝓽𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓼𝓷𝓽𝓲𝓬𝓾𝓪𝓭𝓸, 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓫𝓪 𝓾𝓷𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓽𝓮𝓷𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓻𝓻𝓮𝓸 𝓮𝓵𝓮𝓬𝓽𝓻𝓸𝓷𝓲𝓬𝓸. 𝓟𝓮𝓻𝓸, 𝓬𝓪𝓻𝓲𝓷̃𝓸, 𝓮𝓼 𝓯𝓻𝓪𝓷𝓬𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓻𝓸𝓶𝓪𝓷𝓽𝓲𝓬𝓸. 𝓛𝓸 𝓪𝓭𝓶𝓲𝓽𝓮𝓼, ¿𝓿𝓮𝓻𝓭𝓪𝓭?) 

𝓢𝓮́ 𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓮𝓫𝓮𝓻𝓲́𝓪 𝓱𝓪𝓫𝓮𝓻𝓽𝓮 𝓿𝓲𝓼𝓽𝓸 𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓭𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓽𝓲𝓻, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓪𝓫𝓲́𝓪 𝓼 𝓬𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓬𝓲𝓮𝓻𝓽𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓲 𝓱𝓾𝓫𝓲𝓮𝓻𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸 𝓾𝓷𝓪 𝓿𝓮𝔃 𝓶𝓪́𝓼, 𝓷𝓸 𝓶𝓮 𝓲𝓫𝓪 𝓪 𝓲𝓻. 

𝓣𝓮 𝓪𝓶𝓸. 

𝓔𝓼 𝓸𝓫𝓿𝓲𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓸 𝓭𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓱𝓼𝓫𝓵𝓪𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓼𝓸 𝓽𝓲𝓮𝓷𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓻. 

𝓔𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪 𝓷𝓸 𝓮𝓼 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪 𝓭𝓮 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓮𝓭𝓲𝓭𝓪 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓪 𝓵𝓪 𝓿𝓮𝔃 𝓵𝓸 𝓮𝓼. 𝓓𝓮𝓹𝓮𝓷𝓭𝓮 𝓭𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓵𝓸 𝓽𝓸𝓶𝓮𝓼. 

𝓝𝓸 𝓼𝓮́ 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓽𝓸 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸 𝓶𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓪𝓻𝓪 𝓮𝓼𝓽𝓸. 𝓝𝓲 𝓼𝓲𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓪 𝓼𝓮́ 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓱𝓪𝓬𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷 𝓶𝓲 𝓿𝓲𝓭𝓪 𝓮𝓷 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸. 

𝓝𝓮𝓬𝓮𝓼𝓲𝓽𝓸 𝓪𝓵𝓰𝓸 𝓭𝓮 𝓽𝓲𝔀𝓶𝓸𝓸 𝔂 𝓮𝓼𝓹𝓪𝓬𝓲𝓸 (𝓝𝓸 𝓿𝓸𝔂 𝓪 𝓭𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓮𝓵 𝓭𝓲𝓼𝓬𝓾𝓻𝓼𝓸 𝓭𝓮 "𝓷𝓸 𝓮𝓻𝔀𝓼 𝓽𝓾́, 𝓼𝓸𝔂 𝔂𝓸" 𝓝𝓸 𝓽𝓮 𝓹𝓻𝓮𝓸𝓬𝓾𝓹𝓮𝓼) 𝓣𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓪 𝓶𝓲𝓮𝓻𝓭𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓻𝓮𝓼𝓸𝓵𝓿𝓮𝓻, 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓸 𝓮𝓺𝓾𝓲𝓹𝓪𝓳𝓮 𝓭𝓮𝓵 𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓮𝓬𝓮𝓼𝓲𝓽𝓸 𝓭𝓮𝓼𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻𝓶𝓮. 𝓒𝓾𝓪́𝓷𝓽𝓸 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸 𝓶𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓪𝓻𝓪́ 𝓮𝓼𝓸, 𝓷𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓸𝔂 𝓼𝓮𝓰𝓾𝓻𝓪. 

𝓥𝓸𝔂 𝓪 𝓼𝓮𝓻 𝓱𝓸𝓷𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸. 𝓢𝓲 𝓫𝓲𝓮𝓷 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓮𝓻 𝓮𝓰𝓸𝓲́𝓼𝓽𝓪 𝔂 𝓹𝓮𝓭𝓲𝓻𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓮𝓼, 𝓷𝓸 𝓵𝓸 𝓱𝓪𝓻𝓮́. 𝓔𝓼 𝓽𝓾 𝓿𝓲𝓭𝓪 𝔂 𝓼𝓲 𝓮𝓵𝓲𝓰𝔀𝓻 𝓷𝓸 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓻𝓶𝔀, 𝓮𝓷𝓽𝓸𝓷𝓬𝓮𝓼 𝓽𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓬𝓮𝓹𝓽𝓪𝓻𝓵𝓸 𝔂 𝓷𝓸 𝓵𝓸 𝓽𝓮𝓷𝓭𝓻𝓮́ 𝓮𝓷 𝓽𝓾 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪.

𝓔𝓼 𝓾𝓷 𝓽𝓾𝓷𝓮𝓵 𝓸𝓼𝓬𝓾𝓻𝓸, 𝓒𝓸𝓽𝓽𝓸𝓷-𝓒𝓪𝓷𝓭𝔂. 𝓣𝓮𝓷𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓽𝓻𝓪𝓿𝓮𝓼𝓪𝓻𝓵𝓸 𝓮𝓷 𝓮𝓼𝓽𝔀 𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸 (𝓽𝓪𝓶𝓹𝓸𝓬𝓸 𝓽𝓮 𝓪𝓫𝓾𝓻𝓻𝓲𝓻𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓯𝓲𝓵𝓸𝓼𝓸𝓯𝓲𝓪) 𝓜𝓮 𝓭𝓪 𝓶𝓲𝓮𝓼𝓸 𝓬𝓪𝓶𝓲𝓷𝓪𝓻 𝓼𝓸𝓵𝓪 𝓮𝓷 𝓵𝓪 𝓸𝓼𝓬𝓾𝓻𝓲𝓭𝓪𝓭 𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓲 𝓪𝓵 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵 𝓭𝓮𝓵 𝓽𝓾𝓷𝓮𝓵, 𝓽𝓮 𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸, 𝓶𝓲 𝓪𝓶𝓸𝓮, 𝓿𝓪𝓵𝓮 𝓳𝓸𝓭𝓲𝓭𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓵𝓪 𝓹𝓮𝓷𝓪. 

𝓗𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓷𝓽𝓸𝓷𝓬𝓮𝓼, 𝓪𝓽𝓮𝓼𝓸𝓻𝓪𝓻𝓮́ 𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸, 𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓫𝓮𝓼𝓸 𝔂 𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓽𝓸𝓺𝓾𝔀 𝔂 𝓮𝓪𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓾𝓻𝔀 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓸 𝓽𝓲𝓮𝓶𝓹𝓸. 𝓨, 𝓹𝓸𝓻 𝓾𝓵𝓽𝓲𝓶𝓸, 𝓼𝓸𝓷𝓻𝓲́𝓮 𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓸 𝓽𝓮 𝓿𝓮𝓼 𝓫𝓲𝓮𝓷 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓵𝓵𝓸𝓻𝓪𝓼, 𝓺𝓾𝓮, 𝓮𝓼 𝓮𝔁𝓪𝓬𝓽𝓪𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓱𝓪𝓬𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓮𝓷 𝓮𝓼𝓽𝔀 𝓶𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸.

𝓒𝓾𝓲́𝓭𝓪𝓽𝓮. 

𝓣𝓾𝔂𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓼𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝔀, 𝓚𝓪𝓻𝓲𝓷𝓪. 

𝓟.𝓓: 𝓢𝓲 𝓱𝓪𝓼 𝓵𝔀𝓲𝓭𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪 𝓱𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓵 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵 𝓼𝓲𝓷 𝓼𝓪𝓵𝓽𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓭𝓪𝓵𝓮 𝓲𝓷𝓪 𝓹𝓪𝓵𝓶𝓪𝓭𝓪 𝔂 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓪𝓽𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓬𝓸𝓶𝓲𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮 𝓹𝓵𝓪𝓽𝓸𝓼 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓻𝓮𝓼𝓽𝓪𝓾𝓻𝓪𝓷𝓽𝓮 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓬𝓲𝓾𝓭𝓪𝓭 𝔂 𝓯𝓪𝓬𝓽𝓾𝓻𝓪 𝓪 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓨𝓸𝓸 𝓙𝓲𝓜𝓲𝓷, 𝓽𝓲𝓮𝓷𝓮𝓼 𝓶𝓲 𝓹𝓮𝓻𝓶𝓲𝓼𝓸.

Me reí entre lágrimas y leí la carta una y otra vez. 

Me di cuenta de que era la única conexión que tenía con Karina. 

Te esperaré, Rina, incluso si te toma un millón de años porque lo vales. 

𝙰𝚍𝚒𝚟𝚒𝚗𝚎𝚗 𝚊 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚗 𝚕𝚎 𝚑𝚊𝚋𝚒𝚊𝚗 𝚛𝚘𝚋𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚕 𝚝𝚎𝚕𝚎𝚏𝚘𝚗𝚘 𝚢 𝚛𝚎𝚌𝚒𝚎𝚗 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚛𝚘 𝚞𝚗𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚍𝚘𝚜 𝚖𝚎𝚜𝚎𝚜.